Primera Noche

Primera Noche
Este relato, es una experiencia de una seguidora en mi cuenta de Instagram... una placentera noche de sexo con alguien que conoció en las redes...
Como siempre, les dejo mi usuario de instagram si también desean seguirme ahí
@de_amor_y_de_sexo
Espero lo disfruten...

Llego puntual como lo esperaba. El vino estaba oxigenado y la comida en su punto. Hacia tiempo que esperaba esta noche, nuestra primer noche. Y quería causar un buen primer impacto.
Durante la cena, los temas de conversación salían espontáneos, entre risas y carcajadas, poco a poco nos dejamos llevar, y ayudados por el vino, nuestras miradas buscaban alguna complicidad del otro... alguien debía dar el primer paso. Como sentía el olor de la comida en mi pelo, me disculpe y le pedí un momento para ducharme. Al tiempo que me levanto de la mesa y voy a mi cuarto a buscar la ropa, me volteo para verlo y el, con toda una expresión de picardía me dice
- solo llama si necesitas ayuda.
sin emitir palabra, le respondo con una sonrisa y un guiño de ojo.
Abro el grifo del agua caliente y el baño se llena de vapor, para poder respirar dejo la puerta entre abierta.
El pensó que no lo vi, pero note su sombra, me espiaba como me desvestia "mmm chico degenerado" pensé y comencé a quitarme la ropa. Para su devoción, chupe mis dedos y comencé a jugar un poco con mi cuerpo, quería ver hasta donde era capaz. Per para mi decepción, no lo motive a interrumpirme, o tal vez, quería ver más. Corro la cortina de baño y me voy bajo el agua, la espuma del shampoo baja por mi cuerpo y comienzo otra vez a tocarme, masajeo mis tetas, y me empiezo a tocar los labios mayores, me gusta empezar suave. Note la puerta más abierta, seguramente no podías verme bien y la abriste más
- acabo con mis dedos o pensas entrar y cogerme?- le dije con mi mejor voz de puta.
- Pensé que no me habías visto - me dijiste al entrar al baño con tu verga dura fuera del pantalón, parece que alguien jugaba mientras miraba.
Rosada, afeitada, se la veía deliciosa y sienti un mar de flujo en mi entrepierna.
Te metiste en la ducha conmigo y bajo el agua tibia nos besamos, tu erección se escabulló entre mis muslos rozando tímidamente mi clitoris calentandome más aún. Tome tu erección con mi mano y lo comencé a masturbar, tu cara me dejó ver el placer que sentiste y con mi otra mano me masturbaba yo. Tan excitada estaba que no soporté mas, te di la espalda y apoyándome contra la pared, sacando mi culo, te rogué que me cojas. No lo dudaste, te escupiste la mano, mojaste tu cabeza con la saliva y sin piedad me penetraste con fuerza y violencia mientras me tomabas del cuello y repetias sin sesar "hace mucho deseaba que fueras mi puta". Tu vulgaridad me encendía más y mi cadera se movía a la par de tus embestidas, cada gemido que te regalé te volvió más loco.
Ya, con tus manos en mi cintura, me apretaba con fuerza metiendomela más profundo, me dolía, pero el dolor era placentero.
- No pares!!! - suplique a gritos, tus penetraciones eran tan fuertes, tan duro, que sentí que me corría
Advertido de esto, para estimularme más, me rozaste con tu dedo mi ano, apenas apretando, amagando a meterlo. Tan excitada estaba, me tuviste tan inmóvil que me limitaba a rasgar la pared con mis uñas, lamia los azulejos y al verme así, tu morbo fue absoluto, tanto como mi excitación y ya no pude resistir. Mis gemidos hacíeron eco en el baño y mis piernas no me podían sostener, el orgasmo parecía eterno, y vos no dejabas de poseerme.
Mis manos apoyadas en la pared mojada, mis pechos también, y siento como te apaciguas y otra vez tu voz ronca susurró en mi oído
- La puta ¿quiere la leche?.
Con absoluta perversión tu voz me domina. No lo dude, me arrodille delante tuyo, te volví a escupir, te masturbe y chupe sin piedad. Tus grandes manos me tomaban de mi cabeza y querías que me ahogue con tu hermosa pija, sentí como se hinchaba y tus gritos fueron el aviso de tu clímax.
Mirando tu excitado rostro, saco mi lengua y sin dejar de masturbarte ruego por tu dulce y tibio néctar. Como una explosión divina, me diste mi tan deseado premio, blanco, espeso, tibio. Todo mi rostro quedó cubierto de tu delicioso semen. Respirando entrecortado, totalmente exhausto de aquel salvaje momento, te inclinas y tomando mi rostro con dulzura, me besas sin importar que tu fluido me cubra.
- Traje chocolates para el postre por si te interesa.
Tu irónica broma me hace reír, y mordiendo mis labios te respondo - me acabas de dar el mejor postre...- 
FIN

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