Cómo inicié en el mundo swinger, segunda parte.

Esa noche a eso de las 7 llegaron los amigos, dos parejas adultas, muy elegantes, se sentaron en la sala, iniciaron una conversación y se escuchaban risas. Yo estaba en el patio acostado en una hamaca, estaba mirando un partido de futbol, al rato de ya estar hablando, me llamaron, me presentaron como su inquilino modelo, el que no era complicado, el que no colocaba problemas, el muchacho tranquilo que ni se sentía si estaba o no en casa.

Iniciamos a hablar de todo un poco, la verdad me preguntaba mucho sobe mi vida privada, risas iban y risas venían. Cuando se terminó la primera botella de whisky, decidimos pedir otra, al llegar el domicilio me paré a buscar más hielo a la cocina, en eso me dice la fisioterapeuta que la esperara porque iba a organizar unos pasabocas, una de las invitadas se paró y le dijo que ella le ayudaba.

Estando en la cocina la invitada le dijo que tenía un inquilino simpático, a lo que ella respondió que además de eso le daba unas culiadotas ricas. Yo me sorprendí la verdad, hasta me coloqué nervioso al pensar que su esposo la pudo haber escuchado, no quería problemas. Por sobre del pantalón me agarró la verga y le dijo a su amiga que un día cualquiera ella lo iba a comprobar.

Yo salí nuevamente a la sala y seguíamos hablando. Pasó un buen rato y ya estábamos por terminar la segunda botella, ya todos estábamos un poco ebrios, ellas estaban tomando vino, muy poco pero también se notaba que ya estaban un poco tomadas por el efecto de este.

Como ya tenían planeado el que me vieran tener sexo con la fisioterapeuta, los hombres decidieron salir a “comprar” mecatos, yo me quedé en la saca con las 3 mujeres. Cuando quedo solo con ellas, la señora les dice a sus amigas “este es mi colágeno, se ve bien, ¿cierto?”.

Ya por los efectos del whisky no me daba temor, pero si sentí pena, las otras decían que me sentía nervioso pero que tenía que relajarme, mi fisioterapeuta colocó sus manos entre mis piernas y me dijo que me lo quería chupar frente a ellas, y sin dejarme responder, ya ella me estaba sacando la verga por la bragueta del pantalón.

Inició a chuparme la verga, las dos señoras solo veían, se la metía toda en su boca, la escupía, en cierto momento intenté pararme y le dije que su esposo podía llegar, a lo que me respondió en tono burlesco, mi esposo es un cabrón, a el le gusta que otros me coman toda, el sabe que tu me metes la verga cada vez que yo quiero, todos los que están aquí saben, y a continuación inició a explicarme todo lo referente al mundo swinger.

Al momento que me explicaba llegaron los señores y una de las señoras le dijo al esposo de la fisioterapeuta “tu esposa se lo chupa bien al muchacho, definitivamente será muy rico verlos culiar.

No tengo que negar que en un momento me sentí asustado, pero cuando nuevamente se metió la verga en la boca e inició a chupármela se me pasó el nervio, bajaba al fondo con su boca, lo escupía, lo llenaba de baba, no salía del asombro al escuchar las palabras que el marido le decía “que puta eres, me encanta que te coman otros, me encanta verte comer otras vergas, chúpaselo de tal manera, haz esto, haz lo otro”, en esos momentos estaba un poco confundido pero no quería que terminara.

Cada esposo se sentó al lado de su esposa e iniciaron a tocarse mientras ella me seguía chupando, una de ellas, se paró y me besaba mientras la fisio me chupaba la verga, me colocaba las tetas en la cara, seguidamente se paró la otra e inició a desnudar a la fisio mientras me lo chupaba, la que me colocó las tetas en la boca ya me tenía su vagina en mi cara. Uno de los señores se paró y nalgueaba a la fisio, le gritaba perra, le decía que tenía un culo y unas tetas hermosas, le inició a chuparle toda esa vagina.

Al rato todos volvieron a sus lugares, el esposo le dijo “que me cabalgara la verga” quería verla por fin conmigo.

Se sentó en mi verga, “Ay que rico la tienes papi, con solo chupártela ya estaba mojada” se movía rico y no dejaba de preguntar si me gustaba, me agarraba por el cuello, me daba cachetadas suaves “Te gusta eh, dime que te gusta, yo se que te gusta, a mi me encanta montar vergas y ver le la cara al cabron de mi marido, ay que rico.

La nalgueaba fuerte, le agarraba los senos, pero no pude aguantar más y la coloqué en 4, el marido viendo como le tenia a su mujer me decía que le encantaba que le culiara a la mujer, que el sabía de todas las veces que me la culiaba, que estaba feliz.

Una de sus amigas se acercó, escupió, la nalgueó y metió su mano para sacar la verga, “Métesela por el culo papito, quiero ver que le rompas el culo” Ella me llevo la verga a el culo de la fisio y lentamente se la metí, uno de los invitados se paró y la colocó a chupar verga, los otros iniciaron a culiar también, pero sin dejar mirar.

Para mi todo era nuevo, nunca había hecho eso, pero me gustaba, me sentía feliz, me sentía en una porno y era lo que mas me gustaba,

Hicimos varias posiciones y se paró, “siéntame bebé, quiero que me llenes de leche, quiero que me enleches toda mientras te como”, se sentó nuevamente en mi verga “Que rico, te gusta que sea tu puta, yo se que te gusta”. Se movía rico, ya todos estaban nuevamente mirando, esperando a que me viniera, lo que era muy difícil, el trago no me dejaba venir, y teníamos mucho de estar en esas y ya ella quería leche, yo no me podía venir.

“Mi amor, vente ya, ya vente, ay que perro este malparido”, se paró e inició a hacerme la paja y a chupármela, vente, dámela en la boca. Mientras me hacía la paja y me la chupaba, se paró otra, iniciaron a chupármela.

Nuevamente se sentó en mi verga, pero esta vez se la metió en e culo, definitivamente esa fue la posición que hizo que me viniera rápido, cuando sintió mi leche dentro de su culo gimió fuerte “Ayyy que rico muñeco, que perra me siento, me partes ese culo”

Terminamos, una de sus amigas me besó, se reían, al final me sentí muy extraño, creo que sentí pena, nuevamente me regresó un nervio, temblé por un momento del miedo, pero al final me gustó mucho la experiencia.

Posteriormente, en días siguientes, fui invitado por ambas parejas, por separado, querían probar colágeno. Fue una de las mejores etapas de mi vida, a ellas les daba curiosidad el joven nuevo en este estilo de vida, el inocente e ingenuo, creo que les gustaba mucho ese papel de maduras putas.

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