Un polvo en el baño de la uni

Una mañana gris de llovizna en Córdoba estaba en la biblioteca de la universidad leyendo y me tomé un descanso para abrir Badoo y ver quién andaba cerca, tiré un par de likes hasta que hice un match con ella, morocha, de Perú, pocas fotos y no enfocaba bien su cara pero se apreciaba un buen para de tetas y estaba a menos de 1 km de distancia.

Empezamos a charlar y rápidamente la cosa derivó en sexo, en que lindo que estaba el día para pasarlo en compañía y bla bla bla, me pidió mi número y se lo pasé, seguí leyendo un poco hasta que cuando miro el celular tenia varias fotos en WhatsApp de un número desconocido, cuando lo abrí quedé descolocado, eran varias fotos de ella muy explícitas. Una juntando las tetas que parecían más grandes aún, unos pezones oscuros con aureolas muy grandes que te invitaban a comertelas con ganas. En otra estaba en cuatro abriendose la cola mostrando una concha muy suave, resaltaba su piel morena con el rosa de su interior y un orto que demostraba varias batallas encima.
Me dijo que ella estaba en una relación abierta y esas fotos se las había tomado su novio el día anterior. Yo medio incrédulo la verdad pero la pija ya se me habia parado y quería ver a donde llegaba. Le dije que estaba en la facultad y me dijo que ella iba por la tarde a hacer unos trámites, que conocía un lugar donde podíamos tener algo de privacidad.
De más está decir que fue imposible seguir leyendo y prestar atención a las clases que tenía pero hice el esfuerzo hasta que tipo 6 de la tarde me escribe que ya estaba desocupada que me esperaba en el pabellón Argentina.
Cuando llegué la vi, sentada con una calza negra y una campera de nylon negra para la lluvia, un mechón de pelo rosa y un arito en la nariz que le daba el toque de perra que faltaba, intercambiamos algunas palabras y en algún momento no se cómo ya nos estábamos matando a besos, yo medio tímido y ella me agarraba las manos y me las ponía en sus tetas para que las apretara, ya después de 10 minutos nos manoseábamos descaradamente contra una pared, se acerca a mí oído y me dice "estoy toda mojada y no es por la lluvia", a mi la verga ya me goteaba asi que habia que hacer algo al respecto. Le pregunté por el lugar que me había dicho y me dijo que era un baño en el 3er piso de un pabellón cercano, pero habia que esperar hasta las 8 que terminaban las clases y se vaciaba. Fuimos a comprar unos cafés y nos sentamos en un banquito afuera de las aulas a esperar que saliera la gente, yo me sentía un poco incómodo porque habia bastante movimiento y hasta incrédulo todavía por la situación, pero ella me apretaba la pija, me decía que la tocara, se ponía de costado y me mostraba el hilo de su tanguita azul levantándolo con su dedo provocándome y poniéndome a mil.

Hasta que al fin se hicieron las 8 y todo pasó de ser un bullicio a un silencio en cuestión de minutos, habíamos quedado sólo ella y yo en ese piso, me dijo que entrara al baño de hombres y le dijera si se podía. Me asomé y era un baño casi nuevo, grande, con mingitorios, muchos boxes individuales con puerta y el último uno adaptado para personas con sillas de ruedas, amplio, impecable.

Sin dudarlo nos metimos de cabeza, todo era calentura, ganas de tocar, de desnudar, ella que me quería bajar el cierre del jean y yo desesperado por meterle los dedos en esa concha que hervía, me empuja contra la pared tira su campera al piso y se arrodilla para chupármela, caliente, desesperada, yo me sentía en el cielo, su boca caliente me envolvía la pija y se atragantaba, yo aproveché para liberar ese gran par de tetas y amasarselas, pellizcarle los pezones que estaban muy duros, se le escapaban pequeños gemidos y cuando veo tenia una mano adentro de su calza pajeandose, eso me puso a mil. La levanté la puse con las manos en la pared y bajé desesperado hasta encontrarme con su culo, quería ver de cerca cuando asomara la tanga, divina, bien metida en ese orto, no pude evitar meterle un chirlo y un mordisco. Lo mejor fue cuando baje la tanguita azul y se notaba toda manchada, mojada, bizcosa, le metí una corta pero buena lamida desde el clítoris hasta la cola y me puse el forro para cogerla. Entró como si nada, su concha estaba muy caliente y húmeda.

Decir que la cogí sería mentirles, la verdad es que se la metí asi como estábamos y la bombie por 1 o 2 minutos hasta que me dijo "sentate que te quiero coger yo asi acabo rápido". Bajé la tapa del inodoro, me senté y ella se sentó encima de espaldas a mi, dándome la vista de ese pedazo de orto subiendo y bajando mientras me decía "te gusta como te garcho papito?", fue todo calentura, desenfreno, un éxtasis de ambos. Yo del placer que sentía casi que ni podía hablar, solo atinaba a pegarle unos chirlos en el orto y apretar sus tetas que no entraban en mis manos. Hasta que empezó a acelerar el ritmo y me decía "voy a acabar, voy a acabar hijo e puta" y cuando sentí como su concha me apretaba la pija exploté yo también, se quedó quieta con toda mi pija adentro latiendo, escupiendo leche, sentía que iba a romper el forro de la cantidad que estaba largando.

Nos miramos y nos empezamos a reír, nos habíamos conocido hacia unas horas y de repente estábamos en un baño, agitados y con mi pija todavía adentro de ella un poco dura todavía luego de una explosión de calentura, pero había que irse rápido por las dudas. Nos dimos un buen beso, un chape caliente y quedamos en vernos de nuevo, yo salí primero y cuando corroboré que no había nadie le pegué un grito, ella se fue para un lado y yo para el otro sintiendo todavía una descarga en el cuerpo y la sensación de liviandad que se siente después de un buen polvo.

1 comentario - Un polvo en el baño de la uni

tabo125 +1
jajajaj dias asi son inovidables.......eres un tigre!
natiema
Jajaj algo que pocas veces sucede