Mi esposa puta..... El alma de la fiesta

Dias antes de que todo esto del virus se descontrolara se nos ocurrió invitar algunos amigos a casa, muchos de ellos asistieron con sus parejas, incluyendo a mi concuño y la ricura de mujer que es mi cuñada, también asistió la más pequeña de mis cuñadas con su novio (al cual también se ha follado Erika).

Mi esposa puta..... El alma de la fiesta


Esta de más decir que pasada la media noche, las cosas estaban muy pero muy calientes, mi esposa para no variar, era un depósito de semen ambulante, debido a la concurrencia en casa, los polvos eran rápidos, ya sea en el patio, la cocina, el baño, o algún rincón obscuro, era suficiente para que algún abusado levantará la diminuta falda para penetrarla o bien bajar la blusa sin tirantes que ella vestía, para darse un agasajo con sus gordas tetas, varias veces me encontré de pasada a mi mujer y le daba algún trapo o papel higiénico para que se limpiará los hilos de esperma que corrían por sus muslos, divertida me decía que la noche estaba de lo más divertida, para nosotros, pues mi concuño no podía despegarse de su desconfiada esposa, así que me dedique a mantener lleno el vaso de mi querida cuñada con cubas algo cargadas, me senté con ellos a platicar mientras observaba el comportamiento ansioso de mi cuñado, en eso el se paró con la excusa de ocupar el sanitario y yo, para relajar un poco el ambiente, le dije que quizá tardaría un poco pues con tanta gente y un solo baño, haría fila para entrar, se retiró y aproveché para asediar a mi cuñada, felicitándole por el agradable paisaje que ofrecían sus delgadas piernas a mi vista, nerviosa las movió un instante y pude apreciar un pequeño triángulo negro en la parte de su pubis, instantes después me dijo que buscaría a su marido pues ya tardaba mucho, como se imaginaba, seguramente estaba ya entre las piernas de mi esposa y yo no tardaría en estar entre las de ella, la seguí rumbo al baño, el que está en el exterior, pues el de adentro lo tenemos en remodelación, en el camino, llegaron a mis oídos los gemidos apagados de mi esposa y obviamente también a los oídos de mi cuñada, que con paso decidido entro al jardin y ante sus ojos descubrió la pequeña fiesta privada que estaban montando mi esposa, su esposo y el novio de su joven hermanita, su esposo aferrado a las caderas de Erika, bombeaba una y otra vez, mientras la golosa boca de Erika tragaba la erección del joven, mi cuñada estaba a punto de abrir la boca para reclamar tal ofensa cuando mi mano se colocó en ella, evitando así, un escándalo, también aproveche para pegar mi erección en el centro de sus nalguitas, lo que no le importo o por su coraje, quizá no tomo en cuenta, sus ojos desprendian fuego y su cuerpo estaba muy tenso, no dejaba de mirar la manera en que su amado esposo penetrar a su hermana, por mi parte, pegue aún más mi pene en sus nalgas y busque con mi otra mano su teta, encontré el pezón bastante duro, la verdad no supe si era calentura o el frío de la madrugada, pero la sensación me puso aún más duro, con la misma pasión que mi concuño recorría el cuerpo de mi esposa, yo hice lo mismo con la suya, me apodere del lóbulo de su oreja, respire profundamente su perfume y luego pase mi lengua por su cuello, ella por fin se relajó un poco, aventando levemente sus nalgas en mi dura verga, quite mi mano de su boca y ella se volteo para fundirnos en un beso intenso, seguí manoseando sus tetas, las cuales me ayudó a liberar y con la otra mano busque la entrada de su depilado coñito, lo encontré lubricado, le recargue en un árbol, levanté su falda y haciendo la tanga a un lado, la penetre fuerte, sus pies se elevaron con la embestida y procedí a follarla, recorrí todo su cuerpo sin que perdieramos de vista a los amantes que seguían dándose placer, casi al mismo tiempo fuimos testigos de como alcanzaban la cima del éxtasis y desde nuestra posición les rendimos tributo, mi cuñada apretaba mi verga con espasmos y yo terminé bien dentro de su color, Erika lamía los restos de semen de su cuñado, mezclados con sus propios jugos y el joven no dejaba de lamer sus tetas, de este lado, quite la tanga de mi cuñada y antes de colocarla a modo de tapón dentro de su vagina, metí tres dedos procurando que se mojaran bien, saque los dedos, con la otra mano empuje la prenda en su interior y al hacer eso, ella abrió sus labios para quejarse, lo que impedi con mis dedos embarrados de jugos, mmmm chiquita, lastima que se acaba el tiempo o joderia tu culito también, vamos que no tarda en regresar tu esposo, el trío, se separó y mi cuñada regreso a la sala. Me hice el desatendido, haciendo plática entre los que seguían en casa y a lo lejos, vi a mis parientes en un apasionado beso, mi cuñada no le reclamo nada y el probó de nueva cuenta el sabor de mi leche, (por fortuna mi esposa es lo bastante delicada para no besarme después de tragar semen, hasta lavar a conciencia su boca).




La madrugada siguió más o menos con las mismas situaciones, con amigos disfrutando de el cuerpo de mi complaciente esposa y sus mujeres sin sospechar nada en absoluto, unas horas después, la mayor parte de invitados se habían retirado, incluyendo a los parientes, así que fue una sorpresa encontrarme de repente con mi cuñada, la menor, quien me preguntó si no había visto a su novio, por lo visto el chamaco quería más guerra y no se conformo con una mamada, mientras pensaba que contestar, mis ojos recorrían el cuerpo de la chica, tetas pequeñas, de las tres es la que menos busto tiene, pero compensado con un par de nalgas muy grandes, por mucho, la más nalgona de las hermanas y una cara de Loli que a pesar de sus 25 años, aparenta menos, estaba tan absorto imaginando cómo se vería desnuda que no atiné a responder, en eso, por la puerta de un cuarto sale su novio, con la mala suerte de ir acomodando su pantalón. Lo que generó un inmediato berrinche por parte de mi cuñada.


Trate de calmar los ánimos en vano y el muchacho, de inmediato se hizo cargo de la situación pues se la llevó afuera, por mi parte me asome a la recámara de dónde el salió y mi amada Erika estaba en el centro de la cama, complaciendo a los amigos de mi hermano, el cual bastante bebido, los animaba a follar más duro a la puta esa como la llama siempre, como todo estaba normal, salí a buscar a la pareja, pensando que seguían discutiendo, para mí sorpresa, el cuadro que ví, fue bastante agradable, mi hermosa cuñadita estaba de rodillas comiendo el trozo de su novio, con sus pequeñas tetas al aire y su falda sobre las nalgas, simplemente el cuadro era espectacular, busque un lugar para apreciar mejor y sin dudarlo, me di placer a mi mismo, fantaseando con ser yo quien recibía ese oral, el chavo no tardó en descubrirme de mirón y sin molestarse en lo absoluto, hizo que su novia parase aún más el culo, hizo a un lado el calzon y pude ver qué la pequeña hembra, lejos de depilarse el chocho, tenía una abundante mata de bello púbico, debo aclarar que me decepcionó bastante pues me vuelven loco si se depilan, aún así las montañas que tiene por glúteos, son dignas de admirar, con sus manos, el chamaco me dejó ver incluso el pequeño y arrugado ano de su novia, de manera muy morbosa ensalivo su dedo, para después deslizarlo en el agujero prohibido, la chica, lejos de molestarse, aceleró las chupadas para instantes después, sacar el preciado líquido y beberlo golosa, satisfecho con el agradable espectáculo y sin llegar a correrme, regrese al interior de la casa, Erika estaba sentada en un sillón muy modosita, con una copa y un cigarro, su ropa impecable como si nadie hubiera usado su cuerpo, en otro sillón, mi hermano y sus amigos la ignoraban totalmente, tras de mi entro la parejita y se fueron a platicar con mi esposa, prácticamente daban las seis de la mañana y de los presentes, ninguno parecía tener estragos de la desvelada, el alcohol y los cigarrillos seguían circulando, después, el muchacho aquel fue hacia a mi, preguntando cómo podría hacer que su novia cogiera como lo hace mi esposa, le dije que sin problema podría darle algunos consejos, pero que sin duda, el debía ser de una moral muy abierta, pues para lograr tal objetivo, su chica debía probar diferentes hombres. Sonriente decía que no había problema, que le atrae mucho la idea de ver a su noviecita ensartada por vergas desconocidas. Pero que sería otro día, pues ahora, debería convencer a los suegros con alguna excusa creíble por llevar a su hija a esa hora.




En el transcurso de esa plática, Erika había salido acompañada de dos amigos de mi hermano y el timbre en la puerta sonó insistente, mi otra cuñada tampoco estaba a la vista, fui a la puerta y tras ella, estaba mi suegro, con cara de pocos amigos, a preguntar por su hija, su casi yerno asomo tras de mi, algo titubeantes, le dijimos que sus hijas habían salido a comprar el desayuno, mi suegro como si lo hubiera invitado a pasar, se metió y por poco descubre a Erika que entre los arbustos, complacía a los amigos de mi hermano, acompañamos a mi suegro al interior de la casa y un rato después, entraban las hermanas, muy quitadas de la pena, pues ya le había avisado a Erika de lo que pasaba, lo que me extraño es que platicaban misteriosas, con la presencia de mi suegro, los amigos de mi hermano decidieron retirarse y solo quedamos los novios, mi hermano, mi suegro y nosotros dos.pasando el medio día, se despidieron por fin y pude enterarme, que mi cuñada había descubierto a mi esposa en plena faena, ni siquiera tuvo tiempo de inventar algo que explicará lo que veía, pues Erika estaba ensartada al mismo tiempo vaginalmente por los tipos esos, al principio mi cuñada le dijo que era un puta y que se avergonzaba de ella, hasta que la misma Erika le explicó cómo funcionaba nuestro matrimonio y que al fin, nadie tenía derecho a criticar su vida sexual, con esto en mente, mi cuñada se calmo bastante, para después llenar de preguntas a mi mujer, pues sin planearlo, había descubierto un horizonte nuevo para su sexualidad.


Pero eso es otra historia.

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