Vicky, lamejor sorpresa
Era una noche de julio, la más fría del año. Tocaba trabajar toda la noche y sabía que mis tareas terminarían rápido. Con ganas de tirar un poco de pena subí un estado con selfie tirando frió. No tardaron 10 minutos y me comentan:
Vicky : Hola,¿Estas en el laburo? Ando por la zona tomando algo con amigas. La muy perra de Vicky, me enteraré después, estaba con un chonguito que ya no le causaba.
Martín: Si, venite y tomamos un café
Vicky: Solo voy a tomar un café, hace mil que no te veo, pero solo a eso. Estas casado,tenes un nene y no quiero quilombos.
Martín: Si,tengo ganas de una buena charla y de tomar algo calentito. Termino de hacer mi laburo en una hora y quedo libre.
Hice todoel laburo a mil y con ropita de obrerola esperé.
Vicky llegó hermosa. Deslumbrante. Mi mirada alternaba entre sus ojos verdes, su rostro angelical de nerd y con mirar descaradamente su entrepierna marcada en una calza multicolor. No podía dejar de pensar en las hermosas felatios que Vicky hacía, en el tatto sobre su lindo orto.
Habitamos dejado de vernos hacia unos 5 años. Todo fue fogozo pero se había terminado rápidamente.Es que yo me recuperaba de un duelo y manejé la cosa mal, no habían alcanzado los petes, ni el sexo furioso. Ella era una pendeja que tampoco pudo manejar la situación.
La turra en esos 5 años garchó con muchos. Garchó con dos amigos mios. Se garchó a mi amigo más cercano.
Nada pudo evitar lo que tenía que suceder esa noche.
El café transcurrió. La charla fue reparadora, pero juro que lo único que pensaba yo era en cogerla. La quería coger ahí mismo.
Llega la hora de la despedida y caminamos hasta el auto. Frio, pintó abrazo y apoyada contra la pared. Me tira que ella era feminista y que no podría hacer nada que lastime a otra mujer. Soy 100 % sorora.
Dije cagaste Martincito.
Quince metros más caminamos y dice que se quedó con ganas de que le coma la boca. La bese apasionadamente antes que vuelva a meterse Simone de Beauvoir entre nosotres.
La apoyé con todas mis fuerzas cual adolescente contra la pared. Yo soy un cuarentón y ella una millenial que ronda jóvenes treinta y pico.
Ahí arrancó el fuego.
Nos metimos en mi auto en los asientos traseros. Antes tuve que mover la sillita de mi hija.
Besos húmedos. Lenguetazos que llegaban hasta la gargantilla. Manotazos cargados de deseo.Mezcla de lo prohibido con lo deseado. El chape duro unos hermosos veinte minutos.
En un momento, se baja la calza y me muestra su concha, con su clítoris duro y me dice:
Hijo de puta quiero que me la chupes.
Se sacó toda su ropa de sábado y la tiro en el asiento de adelante. Me dio otro beso de lengua y me empujo hasta hacerme su sentir esclavo. Se la chupe con todo el deseo que tiene un casado por una pendeja. Se la chupe con amor. Se la chupe dela mejor manera y acabo como una puta hermosa. Gemía en el asiento trasero de mi auto.
Cuando la quiero penetrar, nos damos cuenta que ni ella ni yo teníamos forro.
Me pego una chupada de pija impresionante. Esas que te miran a los ojos, que te chupan los huevos, que te rozan en culo, que te presionan la base de los huevos… chupada de pija como las de Vicky no hay.
Hoy no quiero tragar leche me dice mientras acaricia mi glande y lo humedece.
Saco a relucir sus hermosas y grandes tetas y arrodillado me hice la paja sobre ellas y las llené de leche. Le llene las tetas de leche a Vicky.
El reencuentro fue el comienzo de una historiaque seguiré contando donde va a haber plug anal, consoladores, dedos, tríos,lesbianismo, swinger, amigas, amigos, fotos y mucho más.
Vicky, a lahora de coger, es una pornoStar.
Vicky es una perra y la quiero tanto.
Vicky se va pronto a vivir a Europa
y la puta cuarentena no me deja cogerla como quiero
Era una noche de julio, la más fría del año. Tocaba trabajar toda la noche y sabía que mis tareas terminarían rápido. Con ganas de tirar un poco de pena subí un estado con selfie tirando frió. No tardaron 10 minutos y me comentan:
Vicky : Hola,¿Estas en el laburo? Ando por la zona tomando algo con amigas. La muy perra de Vicky, me enteraré después, estaba con un chonguito que ya no le causaba.
Martín: Si, venite y tomamos un café
Vicky: Solo voy a tomar un café, hace mil que no te veo, pero solo a eso. Estas casado,tenes un nene y no quiero quilombos.
Martín: Si,tengo ganas de una buena charla y de tomar algo calentito. Termino de hacer mi laburo en una hora y quedo libre.
Hice todoel laburo a mil y con ropita de obrerola esperé.
Vicky llegó hermosa. Deslumbrante. Mi mirada alternaba entre sus ojos verdes, su rostro angelical de nerd y con mirar descaradamente su entrepierna marcada en una calza multicolor. No podía dejar de pensar en las hermosas felatios que Vicky hacía, en el tatto sobre su lindo orto.
Habitamos dejado de vernos hacia unos 5 años. Todo fue fogozo pero se había terminado rápidamente.Es que yo me recuperaba de un duelo y manejé la cosa mal, no habían alcanzado los petes, ni el sexo furioso. Ella era una pendeja que tampoco pudo manejar la situación.
La turra en esos 5 años garchó con muchos. Garchó con dos amigos mios. Se garchó a mi amigo más cercano.
Nada pudo evitar lo que tenía que suceder esa noche.
El café transcurrió. La charla fue reparadora, pero juro que lo único que pensaba yo era en cogerla. La quería coger ahí mismo.
Llega la hora de la despedida y caminamos hasta el auto. Frio, pintó abrazo y apoyada contra la pared. Me tira que ella era feminista y que no podría hacer nada que lastime a otra mujer. Soy 100 % sorora.
Dije cagaste Martincito.
Quince metros más caminamos y dice que se quedó con ganas de que le coma la boca. La bese apasionadamente antes que vuelva a meterse Simone de Beauvoir entre nosotres.
La apoyé con todas mis fuerzas cual adolescente contra la pared. Yo soy un cuarentón y ella una millenial que ronda jóvenes treinta y pico.
Ahí arrancó el fuego.
Nos metimos en mi auto en los asientos traseros. Antes tuve que mover la sillita de mi hija.
Besos húmedos. Lenguetazos que llegaban hasta la gargantilla. Manotazos cargados de deseo.Mezcla de lo prohibido con lo deseado. El chape duro unos hermosos veinte minutos.
En un momento, se baja la calza y me muestra su concha, con su clítoris duro y me dice:
Hijo de puta quiero que me la chupes.
Se sacó toda su ropa de sábado y la tiro en el asiento de adelante. Me dio otro beso de lengua y me empujo hasta hacerme su sentir esclavo. Se la chupe con todo el deseo que tiene un casado por una pendeja. Se la chupe con amor. Se la chupe dela mejor manera y acabo como una puta hermosa. Gemía en el asiento trasero de mi auto.
Cuando la quiero penetrar, nos damos cuenta que ni ella ni yo teníamos forro.
Me pego una chupada de pija impresionante. Esas que te miran a los ojos, que te chupan los huevos, que te rozan en culo, que te presionan la base de los huevos… chupada de pija como las de Vicky no hay.
Hoy no quiero tragar leche me dice mientras acaricia mi glande y lo humedece.
Saco a relucir sus hermosas y grandes tetas y arrodillado me hice la paja sobre ellas y las llené de leche. Le llene las tetas de leche a Vicky.
El reencuentro fue el comienzo de una historiaque seguiré contando donde va a haber plug anal, consoladores, dedos, tríos,lesbianismo, swinger, amigas, amigos, fotos y mucho más.
Vicky, a lahora de coger, es una pornoStar.
Vicky es una perra y la quiero tanto.
Vicky se va pronto a vivir a Europa
y la puta cuarentena no me deja cogerla como quiero
2 comentarios - Vicky, la mejor sorpresa