En el taxi

Hola mi nombre es Marina, actualmente tengo 29 años, soy tapatía y me encanta el sexo.

Soy una chica blanca, de estatura promedio (1.65), con tetas pequeñas y grandes nalgas. Mis piernas son gruesas y torneadas. No soy una supermodelo, pero me encanta mi cuerpo.


Este relato sucedió con Antonio, el chico que menciono en mi primer post.


Un día salimos a un bar, a tomar algo y relajarnos un poco. Fuimos a un bar en el centro, donde principalmente tocaban rock. Vimos a la banda, tomamos unas cervezas, y empezamos con unos besos.


Yo ese día llevaba una blusa negra, entallada, por las que sobresalían mis tetas, una chamarra de piel también negra, y una minifalda de mezclilla, con la cual al agacharme podía dejar que todos me vieran.


Los besos nos empezaron a calentar, por lo cual decidimos retirarnos e ir a la casa de Antonio, que ese día estaba sola. Cómo no queríamos exponernos al alcoholimetro o algún accidente, ese día Antonio no llevaba su auto, por lo cual saliendo del bar paramos un taxi.


El taxista rondaba sus 40 años, era robusto, pero no estaba de mal ver.


En el taxi nos seguimos besando y acariciando, yo ya quería llegar a su casa, necesitaba tener su verga dentro de mi. De repente sentí como sus manos tocaban mis tetas, empecé a gemir. Antonio saco mis tetas de la blusa y comenzó a chuparlas y morderlas. Voltee al frente y vi al taxista viendonos por el retrovisor, no nos quitaba la vista de encima, le sonreí y continúe disfrutando.


Sentí como la manos de Antonio subían por mis muslos, inmediatamente abrí mis piernas, y su mano se metió entre ellas, obviamente ya estaba súper mojada, por lo cual con facilidad pudo introducir dos dedos dentro de mi. Yo seguí disfrutando, mis gemidos se ahogaban en el taxi, y veía como el taxista nos seguía viendo, y disfrutando. 


Saque la verga de Antonio de su pantalón, y la puse en mi boca. Hacerle un oral mientras aquel taxista nos veía me tenía super excitada. Mis miradas cambiaban entre Antonio y el taxista. Lamía sus huevos, pase mi lengua por toda su verga, la metí en mi boca. De repente sentí como presionaba mi cabeza contra su pelvis, para venirse en mi boca, llenando mi boquita de leche. Me levante, con mis dedos limpie el semen que estaba en mi cara y los lamí. 


Antonio bajo por completo el cachetero que tenía puesto yo, continuo masturbandome, metía sus dedos dentro de mi, acariciaba mi clitoris. Estaba yo en el taxi, abierta de piernas, mostrandole al taxista como me masturbaba mi novio, hasta que me hizo llegar al orgasmo. El asiendo de atrás quedó húmedo de nuestros fluidos.


No me había dado cuenta, pero ya habíamos llegado a nuestro destino. Antonio pregunto cuando era por el viaje, el taxista no nos cobró. Él le dio mi cachetero en sus manos a modo de pago. 


Cuando nos bajamos del taxi, me di cuenta que taxista tenía su verga de fuera y el pantalón lleno de semen. Nos metimos a la casa, y continuamos nuestra noche.




Espero este relato les haya gustado tanto como a mi revivirlo.


XOXO

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