El Becado

Perdón si aparecen palabras pegadas pero el editor de "P" es pésimo y no se puede corgir. Espero que les guste y para más relatos no duden en visitar mi blog, ahí lo van a poder leer bien. Abrazo a tod@s!

Mi nombre es Sergio actualmente tengo 22 años y cuando pasaron los hechos que les voy acontar tenía 18 años, me considero un chico como cualquier otro,nada fuera de lo común, me gusta el deporte, soy estudioso yresponsable, tal vez algo solitario. Mi padre trabaja para unaimportante empresa de telecomunicaciones española, un día lomandaron a la sede de origen a hacer una capacitación y nunca másvolvió, lo último que sé de él es que formó otra familia allá,por eso desde muy chico me crié con mi mamá y con mis abuelosmaternos, en la ciudad de Córdoba, Capital de la provincia Argentinadel mismo nombre.
El nombre de mimadre es Sandra y desde que el culiaó de mi papá nos abandonó ellase rompió el alma para sacar la casa adelante, ella es médica ycuando tenía consultorio o largas guardias en el sanatorio, medejaba al cuidado de mis abuelos, ellos también nos ayudaroneconómicamente, demás esta decirles que sacrificó su vida social,en los pocos tiempos libres que tenía ella decidía pasarlosconmigo, llevándome a la plaza, al cine, a caminar, a tomar o comeralgo, íbamos siempre juntos, mamá tuvo un par de novios, peroningún hombre le pareció lo suficientemente bueno para formar unafamilia. Nunca ninguno de esos novios se quedó a dormir en casa, conuna visión más adulta creo que esos tipos eran un desahogo sexualno creo que hayan sido algo serio.
Yo decidí estudiaringeniería como mi abuelo, soñaba ser un profesional paradevolverle a mamá con creces todo lo que ella invirtió en mí, y nohablo solamente de dinero, sino de cosas que sacrificó, como viajary conocer lugares nuevos, distraerse sin tener que pensar entrabajar. En la secundaría fui un alumno destacado, pasaba tardesenteras encerrado en a biblioteca pública estudiando, gracias alpromedio elevado con el que me recibí, gané una beca para estudiaringeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México, lafamosa UNAM.
Mi familia entrealegría y mucho llanto festejó la beca que obtuve, mamá vendió eldepartamento en donde vivíamos y se fue a vivir con mis abuelos,para poder darme dinero para sobrevivir los primeros meses hastaconseguir un trabajo con el cual mantenerme. El 6 de febrero de 2.016me subí al avión con más miedos que esperanzas, los primeros mesesfueron muy duros me costó muchísimo adaptarme, estaba muyacostumbrado a ser el nene mimado de mamá, tenerla a ella al ladomío para lo que necesite, contar con el apoyo incondicional de misabuelos, extrañaba a mis amigos, el cuarteto, La Mona Giménez,Ulises Bueno, el fernet... La comida mexicana me resultaba incomible,hasta el agua tiene picante, cuando me hicieron probar “alambre”un plato típico del lugar, me bebí hasta la humedad de las paredes,casi llamo a los bomberos.
Con mamá hablábamostodas las noches por skype y ella me daba fuerzas para que siguieraadelante y no me desanimara. Por suerte Alfredo, mi compañero conel cual compartía el arrendo del apartamento, me consolaba, tenemosla misma edad pero él parece mayor, mide más de 1,80 mts, tiene lapiel cobriza, pelo corto, físico muy trabajado en el gimnasio, dabaclases de personal trainner y con eso se costeaba los estudios, estan simpático como mujeriego, no sé como lo hace pero todos lassemanas tiene una mujer distinta a su lado, debo confesar que en másde una oportunidad sentí envidia cuando traía a sus conquistas aldepartamento para tener sexo. Él me presentaba mujeres pero por mitimidez y las ganas de volver a mi país, ellas no me daban bola,para mi cólera cuando se encerraba en la habitación con laconquista de turno, hacía temblar las paredes, mi consuelo eraecharme una pajita escuchando el concierto de gemidos.
El mejor amigo deAlfredo era Vicente, también cursaba con nosotros pero dos años másavanzados, en ese tiempo él tenía 20 años, nos llevábamos bien yme ayudaba con las materias que no entendía, era como mi tutor, comoél vivía con sus padres se la pasaba en nuestro apartamento, nopagaba alquiler pero siempre traía comida y bebidas. Vicente decuerpo es muy parecido a mí, la única diferencia es que yo soyrubio y de ojos claros y él morocho de ojos marrones, por lo demásmuy similares, era común que intercambiáramos prendas de vestir.
A pesar de mis dosamigos la idea de regresar a mi córdoba estaba presente y mucho máscuando reprobé la materia sistemas de representación gráfica,entonces pasó lo impensado y que desencadenó que yo les estécontando este relato, mi mamá viajo a visitarme y ayudarme a seguiradelante.
Vicente me prestósu VW Vocho para pasarla a buscar por el aeropuerto, cuando nosencontramos nos abrazamos por 15 minutos y lloramos un rato más.Ella siempre le tuvo pánico a los aviones, era la primera vez queviajaba en uno y yo valoré mucho su padecimiento de estar encerradapor más de 10 horas en uno. Antes de ir al apartamento la llevé arecorrer la ciudad de México y a comer algo.
Cuando estuvimos encasa se las presenté a mis amigos y mamá les preparó unossanguches con los salamines de Colonía Caroya que pudo pasar sin quese los quiten, después de comer, como toda madre limpió y ordenóel departamento, cuando terminó la vivienda era otra. A la nochecenamos unos tacos con cerveza y conversamos, entre la charla pasóun:
Alfredo sosmuy bien parecido, mi hijo me comentó que eras fachero, pero no ungalán de Televisa jajajajajaja
Bueno Sandratu no te quedas atrás, eres muy bonita, en Córdoba deben estarllorando porque se les están escapando los ángeles...
Con ese piropo mamáse sonrojo pero la cosa quedó ahí, nadie le dio demasiadaimportancia.
Es un buen momentopara contarles que mamá tenía 41 años, rubia y de ojos claros comoyo, mide 1,74 mts de altura, posee actualmente un cuerpo delgado ycon buenas formas, un busto grande y redondo, vientre chato, nalgaspomposas y piernas largas y bien formadas. Siempre anda a caralavada, no usa ni una gota de maquillaje y se viste con ropasholgadas.
Como yo tenía queestudiar para recuperar la materia reprobada, los primeros días misamigos le hicieron de guías de turismo y la llevaron a recorrertodos los lugares históricos y de atracción, luego ella ya semanejaba sola, hacía las compras y nos preparaba comida casera.Cuando mis estudios y mi trabajo de camarero me lo permitía,salíamos a pasear solos con mamá.
Ya había pasado unasemana y faltaba un poco más de otra semana para que ella tenga queregresar. Un día Vicente nos dijo que sus padres se iban a visitarfamiliares a otra provincia y que tendría la casa para él solo 3días y que el sábado iba a hacer una fiesta, a la cual nosinvitaba, mi madre aceptó encantada.
Alfredo y Vicentecompraron muchísimas bebidas para la fiesta, como buenos mexicanosno faltaban las caguamas Carta Blanca y XX, las latas de Tecate,botellas de mezcal y tequila, y jugos variados para los tragos.
Llegó el sábado yya a la tarde cuando llegamos la fiesta comenzaba bien chingona, conmúsica de Bronco, La Voz de Mando, El Grupo La Firma, Selena, LosÁngeles Azules, etc.. Ya habían como 12 personas y la gente seguíacayendo. Cuando Alfredo vio a mi madre vestida con un vestido negrode breteles, algo ajustado con un escote holgado y falda plisadacorta que llegaba hasta la mitad de sus muslos, mostrando sus bientorneadas piernas, con sus finos pies calzados en sandalias plateadasde taco alto, enseguida vino a saludarnos y la sacó a bailar a mimadre justo cuando sonaba en los parlantes “Sergio El Bailador porBronco”, mientras él la tomaba por la cintura y la hacia girar,para luego bailar algo juntitos mirándome y contándomela, como amodo de gracia, cada ves que la canción mencionaba mi nombre.
Vicente residía enLomas de Chapultepec, el mejor barrio de Ciudad de México, en uncaserón grande de dos plantas, en la inferior una sala enorme, unabiblioteca (la de su padre), una sala más pequeña para reunionesíntimas, el baño, la cocina y el salón comedor, en la plantasuperior estaban los dormitorios.
A las horas lafiesta superaba los 20 invitados y no paraba de entrar gente, yo mela pasé sacando a bailar a las amigas de Vicente y Alfredo, peroluego de bailar todas me dejaron solo, por eso me agarró la nochecon varios “ojos rojos” adentro para ahogar las penas, pero lasmalditas sabían nadar y cuando el mundo comenzó a girar alrededormío, para no pasar papelones, fui a la habitación de mi amigo pararecostarme hasta que se me fuera la borrachera.
Hasta donde sabíamamá estaba pasándosela muy bien, bebía cerveza liviana y bailabacon mis amigos, con otros chicos y hasta con mujeres, ella bailaba,reía y bebía, hacía muchos años que en su bello rostro no sedibujaba la felicidad, hacían círculos algunos y hacían palmasalentándola a que no pare de bailar. Le vino fantásticodesenchufarse de tanto trabajo y de su vida tan rutinaria y disfrutarsin pensar en un mañana, dejando atrás la monotonía de su vidaordinaria.
Cuando me desperté,lo hice con dolor de cabeza y la boca pastosa, mientras bajaba losescalones escuchaba de fondo “Cumbia Coqueta”, en la sala grandehabía varias personas charlando, sentadas en los amplios sillones,me uní al grupo y quise ser parte de la conversación pero no pudelograrlo, hablaban de cosas que no conocía y cuando metía unbocadillo todos me quedaban viendo con extrañeza, como si yo fueraMr. Bean.
Me levanté comíalgunos emparedados, fui al baño a lavarme la cara, dí una vueltaal lugar con la intención de levantarme cualquier chica, sinconseguirlo regresé a la sala comí un burrito y a la primeramordida me quemaba el paladar, para ahogar al dragón bebí loprimero que tenía a mano y sin proponermelo hice un fondo blanco demezcal.
Como en ningúnmomento me crucé con mi madre decidí ir a buscarla, cuando pasépor la sala pequeña escuche su voz, intenté entrar pero la puertaestaba cerrada, golpee y la llamé:
Mamá soySergio ¿Estás acá?
Volví al golpear yal rato escuché que me respondía.
Si hijo,esperá un momento que enseguida te abro...
Tuve que esperarcasi un minuto para que abriera la maldita puerta, cuando lo hizo mesorprendió encontrarla descalza y con los breteles de su vestidocaídos, solo se sostenía la prenda gracias a sus voluminosos pechosque eran como un muro de contención. Sus ojos tenían una miradarara, su cara estaba ruborizada y sus labios tenían un brillo como amojado.
¿Que le pasóa tu vestido?
Ah... losbreteles se rompieron de tanto bailar, por suerte no pasó nada... elvestido tiene de donde agarrarse jajaja...
En la salita estabansentados Alfredo, Vicente y dos chicas muy lindas, todos ellos memiraban como si hubieran hecho alguna travesura y no querían que yolos descubriera.
Mamá ya esmuy tarde ¿Querés que regresemos al departamento?
Pero si estemprano, la fiesta todavía no terminó, me la estoy pasando muybien con ellos, estamos charlando a gusto...
Vicente comentó:
Buey no tepreocupes por la hora, cuando termine la fiesta puedes usar mi carropara llevar a Sandra...
¿Ves hijo? Note preocupes por la hora y volvé a la fiesta que hay muchas chicaspreciosas...
Mamá me dio un besoy me cerró la puerta en la cara, permanecí un rato parado sinmoverme, tratando de escuchar que estaba pasando detrás de esapuerta, pero hablaban bajo esta vez y no entendía nada.
Fui a la parte de lacasa donde estaba la mayor cantidad de gente y me puse a bailar,comer y beber, hasta que me descompuse nuevamente y subí al cuartode Vicente para vomitar, estuve por más de media hora abrazando alinodoro, pálido, todo transpirado. Cuando me incorporé advertí quemi camisa estaba manchada de vomito, la lavé en la pileta del cuartode baño y aproveché a limpiarme, busqué en el placar de mi amigo yme puse una remera de él, me tiré en la cama a descansar un poco yme quedé nuevamente dormido.
Al despertar elreloj marcaba las 2 de la madrugada, bajé a la sala y ya no quedabanadie, solo restos de botellas, vasos vacíos, latas abolladas y unapaz de cementerio.
¿Dónde estántodos?, ¿Habrá pasado algo?, ¿Ya se fueron todos?, ¿Y mi mamádónde está?
Me auto preguntabaen voz baja.
Me senté un ratolargo en el sofá hasta que mis ojos se acostumbraron a laobscuridad, de lejos escuchaba como el murmullo unas personaspersonas, entré en la duda si ese sonido provenía de la calle o erade la casa. Caminé hasta la sala pequeña, la puerta estaba abiertay era el único lugar de la casa donde las luces estaban encendidas,dentro estaban los mismos que antes, Vicente y las dos hermosasmujeres jóvenes estaban sentados en el sofá, Alfredo y mi madre enun sillón de dos cuerpos, reían y bebían tequila.
A duras penas podíacaminar recto, me paré como pude en la puerta, mamá al verme, separó de inmediato diciendo:
Hijo estashecho una piltrafa...
Si... no mesiento bien...
¡Estasborracho!.. no podés ni hablar, la lengua se te traba...
Estoy bien,Vicente dame las llaves así nos vamos al departamento...
En ese estadovos no podés ir a ningún lado, mirá como estas...
Al tiempo que mimadre me retaba las chicas reían a carcajadas.
Cuatacho,descansa en la biblioteca, que tiene un sofá enorme, duerme algo ycuando te mejores te llevó... ándale Alfredo, tu que eres fuertellevalo.
No terminó dedecirme eso Vicente, que mamá y Alfredo me llevaron uno de cadabrazo hasta ese lugar y me acostaron, mamá me acarició y me pidióque descanse luego de besarme en la frente.
La bibliotecaquedaba atravesando la sala grande pero enfrentada a la sala pequeña.
Dormitaba pormomentos, hasta que las ganas de vomitar me despertaban, como teníased me levanté en búsqueda de una botella de agua o jugo, a lolejos todavía veía gente, sin hacer ruido como no encontré nada“potable” para beber fui a la cocina, cuando regresé me tumbéen el sofá, el mareo no me dejaba caminar bien, me chocaba con todo.
Me dormía porbreves intervalos de algunos minutos, me dí cuenta por los saltos enlas conversaciones que ellos mantenían. En un momento de lamadrugada escuché la voz de mamá que entre risa estaba contandoalgo, los otros también estaban conversando y eso me costócomprender lo que decía, yo estaba con una cruda que me moría perolos demás estaban borrachos y desinhibidos.
Estaban jugando averdad o consecuencia, una de las chicas le preguntó a mi madre:
¿Cuántotiempo llevas sin acostarse con un hombre?
Todos callaron ymiraron a mi mamá, como no respondía la animaron a que lo haga.
¡VamosSandra, dilo!.. es solo una pregunta, la consecuencia puede ser muypicosa jajaja
Mmm... se vana reír de mí...
Que va... andaSandra cuentanos...
No llevo lacuenta pero Sergito tenía creo 12 años cuando estuve con mi últimonovio... eso es... a ver... 6 años...
Todos estabanconmocionados, nadie se animaba a emitir palabra. Una de las chicasdijo:
Eso no esposible...
Yo si pasotres días sin darle alegría a mi panochita me muero jajaja
Respondió la otra.
Me volví a dormir,cuando desperté no estaban ni Vicente ni las dos chicas, soloAlfredo y mamá recostados en el sofá, muy próximos el uno delotro, besándose apasionadamente. El palpitar acelerado de mi corazónme mantenía despierto.
Alfredo descendiócon sus besos húmedos por el cuello de su madre, luego de un ratolos besos se convirtieron en mordiscos, chupones, ella gemía yreclinaba su cabeza para atrás para dejarle más extensiones de supiel para ser colonizadas por la boca de él...
Mispárpados se cerraron nuevamente, cuando volvieron abrirse casi me daun infarto, mamá estaba parada completamente desnuda con su vestidoa los pies, no podía creer las tremendas tetas que tenía, eranfantásticas, duras, redondas, con pezones largos rosados, su culosimplemente majestuoso, frente a ella sentado estaba Alfredo con sumusculoso cuerpo y su verga apuntando al techo, no era muy larga perosi extremadamente ancha, parecía un barril a escala, ella searrodilló y apenas podía introducirlo en su boca, le pasaba lalengua por todos lados, en especial en la cabeza, ella tratabade abarcar la pija con su mano pero el grosor era descomunal, no ledaban los dedos para cubrir la circunferencia, mirando fijamente esaextraordinaria verga le hizo una paja a velocidad bestial.
Para o te echomis mecos...
Dijo sujetándole lacabeza con ambas manos y obligándola a elevarse hasta que estuvo asu altura y la besó.
Ponte encimaque voy a regar esa aridez...
jajajajajjajaja
A ella la veíaansiosa, pero decidida, abrió sus piernas y apoyando sus rodillas enlos almohadones, a cada lado de él, despacio fue bajando su pelvishasta que su concha se tragó como pudo ese monstruo, cuando su colachocó con los huevos de él, permaneció quita un largo rato paraque su concha se acostumbre al ancho de esa verga, tiempo que Alfredoaprovechó para mamarle las tetas, las devoraba con hambre, lasapretaba con las dos manos y le pegaba sonoros chupones.
Desde donde yoestaba veía el culo magnifico, empezando a subir y bajar despacio,disfrutando la cabalgata que iba tomando velocidad.
Ahhhhhhhhhhh....que vergaaaaaa... uffffffff... es maravillosa...
Gemía sin controlsaltando sobre esa pija, no sé cuanto tiempo pasó pero se me hizointerminable.
Una de las chicasapareció para buscar un preservativo de su cartera, al ver elespectáculo se acercó a mi madre y le pegó una fuerte palmada enuna nalga, cuando mamá se quejó, ella le metió la lengua en laboca mientras le acariciaba un seno y para mi sorpresa ese beso fuerespondido.
DisfrutaSandra te mereces una buena verga como la de Alfredo, es sensacional,ya la he probado.
Acto seguido, se fuecomo vino y subió las escaleras. Alfredo solo le soltaba laspreciosas tetas para abrazarla por la espalda y apretarla contra él,ella trataba de contener sus gemidos sin éxito y cada tanto mirabahacia donde yo estaba, pero la penumbra de la biblioteca me amparaba.Alfredo volcó su cuerpo sobre ella y logró acostarla de espaldassobre el sofá, se acomodó mejor y la bombeó salvajementeamasándole las tetas en todo momento.
La vagina tenía unafina mata de vellos rubios que contrastaba con el color cobrizo de laverga invasora. Cuando él aplastó su cuerpo contra el de ella, mamálo rodeó con sus piernas, cruzando los tobillos por sobre la caderade Alfredo, el ritmo aumentaba, los dedos de los pies de ella secerraban, las penetraciones eran profundas, hasta el fondo de suconcha, una y otra vez.
Brrrrrrrr...auughhhhhhhhhhh...
Gimió él indicandoque había eyaculado dentro de ella. En ese instante me sentí flotary me quedé dormido por enésima vez, al despertar ya era de mañanay el sol entraba por las ventanas, un intenso dolor de cabeza meseguía atormentando, me dolía todo el cuerpo, tenía la boca seca yel estómago revuelto, apenas mis piernas tenían fuerza paramantenerme en pie, me paré, rezaba para que todo hubiera sido nadamás que una asquerosa pesadilla, mi corazón latía agitado, habíaropa por todas partes, de hombres y de mujeres, en el sofá de lasala pequeña dormían Alfredo y mamá, totalmente desnudos, ellaestaba algo de lado recostada sobre él, al lado del precioso culoestaba la imponente verga, incluso en reposo daba miedo, me acerquécon cautela de no hacer ruido para no despertarlos, me paré al ladodel sofá y observé que la concha estaba rojiza, inflamada, muyabierta y goteando semen.
Mamá dormía concara de satisfacción, por todo el cuerpo tenía moretones, marcavioláceas producidas por los fuertes chupones, en especial en elcuello y en las tetas, del suelo tomé su tanga y corpiño, me losllevé a la nariz para llenarme los pulmones con su exquisito olor, amodo de una mínima venganza el sujetador lo escondí detrás de unoslibros y la tanga me la guardé en el bolsillo del pantalón.
No quise seguirmirando, giré mi cara con los ojos bañados en lágrimas y connauseas por la escena y la resaca, subí las escaleras y en una delos dormitorios estaba Vicente con las dos chicas cogiendo, no mequedó otra que volver a la biblioteca antes de alertar a todos queyo estaba despierto y hacer el ridículo, el único que no pudo tenersexo y para colmo de males me garcharon a mi madre.
Por suerte ni bienme acosté en el sofá me quedé dormido, un grito de mujer medespertó, al abrir los ojos serían las 10 de la mañana, mamáestaba en cuatro patas apoyada en el respaldo del sofá y le estabanrompiendo el culo, pero había algo raro, me refregué los ojos ylevanté la cabeza para ver mejor, quien estaba atrás de mi madre noera Alfredo sino Vicente quien la penetraba a un ritmo implacable,sus tetas se movían al compás de los embates, como campanasllamando a misa. Alfredo seguramente estaría con las dos chicas.Ella gritaba pero no hacía nada para evitar la enculada, todo locontrario levantaba más las caderas para recibir la verga mejor, lasmanos de Vicente le sobaban las tetas.
De México tevas a regresar cogida como debe estarlo siempre una hembra como tú...
Siiiiiiiiiiiiiiiiiii...
Te me vuelvescon los agujeros bien abiertos... y quien sabe con un chamaquito deregalo jajaja...
Preferí no seguirmirando, al mediodía cuando me levanté, la cabeza me estaba porexplotar, caminé por la casa y en la cocina me encontré con mamá,sonriente, exultante, al verme me saludó con la mano y dijo.
No te davergüenza haberte emborrachado... vení sentate con nosotros que tepreparo algo de desayunar así te cambia la cara...
Sentados a la mesaestaban las dos chicas vestidas solamente con una remera de Vicente,mis dos ¿amigos? en pantalones cortos y mamá con el vestidobastante maltrecho y sus tetas bamboleantes a falta del corpiño paraque las sostenga. Una sonrisa pícara estaba presente en la cara detodos, menos de quien les escribe.
Amorcito demamá tomá el café así te despabilas...
Vamonos acasa, ya es muy tarde... o temprano... ya no sé que mierda digo...
¿Pero carnalcual es la prisa si mis padres vienen recién dentro de dos días?
Es que tengomucho que estudiar...
No hayproblema, entonces yo me quedo estos días acá así te dejamos eldepartamento solo para estudiar tranquilo...
No quise ni que melleven, salí casi corriendo y me tomé un bus. Me pasé lossiguientes días recordando todo lo que había visto, sin entender elcambio de mi madre y la traición de aquellos que se decían misamigos.
El lunes por lamañana cuando regresaron, lo hicieron sonrientes y alegres, pero esaefervescencia les duró poco cuando me vieron con las maletas hechasy les dije que me volvía para Córdoba.




® Autor:Gus Becker
https://gusbeckerelatos.blogspot.com




El Becado


3 comentarios - El Becado

gonzalovera1666 +1
Buen relato, aunque no me puedes dejar con ese final! Jajaja necesito saber cómo siguió todo después de que salió con las maletas.
JCNTOP +1
muy buen relato Gus ya lo comente en el blog por aca te dejo puntos yo acabo de publicar unos espero sea de agrado
davito_cordobes
Me gustaría conocer a tu mamá soy de sinsacate