Emputeciendo a Andre

Poco después de que las cosas se enfriaran con Vale, con Andrea nos fuimos poniendo más atrevidos.
Con el pasar de los meses fuimos cogie do cada vez más y mejor. Cada polvo con ella superaba al anterior. Fui enseñándole a chupar bien la pija. Fui aprendiendo a comerle cada vez mejor la concha.
Una noche, no había nadie en mi casa y nos quedamos a cenar solos y ver una película. Estábamos mirándola en la cocina, sentados después de comer. Cuando iba por la mitad empezamos con los besos y el manoseo. La cosa fue subiendo muy rápido de temperatura y cuando me di cuenta mi pija ya estaba en su boca y ella la succionaba como si sacara jugo. Me enloquecía de calentura, así que la levanté y de un tirón le bajé el jean y la tanga. La apoyé contra la mesa y le metí mano en la concha. La tenía de espaldas a mí, la hice doblarse y levantar el culo, la clavé de una y la cogí agarrada de la cintura un poco. Cuando se le aflojaron las piernas la alcé y la llevé hasta el sillón del living. 
La bajé, se acomodó en 4 y me pidió que la siga cogiendo. No me hice rogar y seguí con el mete-saca un poco más. Como no quería acabar todavía, le dije que se diera vuelta y me dejara chuparla. Le encantó mi pedido, por lo que se puso en una posición cómoda y me ofreció su concha bien abierta.
Me arrodillé en el suelo para lamerla toda. Usaba mi lengua y mis labios para abarcar lo más posible. La hice acabar en unos minutos. Ahora sí era hora de cogerla a fondo. Sin darle respiro, froté mi pija un poco sobre la mezcla de saliva y jugos vaginales y la volví a clavar bien lubricada. No podía aguantar más...
- Uufff mi amor, quiero explotar!
- Me querés tirar tu leche caliente? Adentro no por favor!
- No, ya sé... Me muero de ganas, pero voy a hacer algo mejor... 
La saqué un instante antes y solté todo lo que tenía por encima de su concha. Mientras apuntaba mi pija a su entrada con una mano, con la otra separaba sus labios haciendo que toda mi leche caiga ahí.
- Ooohh siiii... Te la doy todaaa!
- Aaaah que caliente que está! Me quema la concha! Tirámela toda así!
Ella ayudó abriendo más las piernas y de paso poder ver como la encremaba toda. Le agarré una mano y la hice tocarse y tocar mi semen. Lo revolvía con todos los dedos por fuera y me miraba cpn una cara de puta que no había visto antes.
- Me re calienta esto que me hiciste... Seguro que no es peligroso?
- Seguro. Salvo que te la meta para adentro.
- Y como sería eso? 
No dejaba de tocarse lentamente la concha y mirarme con los ojos brillando de excitación. Decidí seguirle el juego y emputecerla más.
- Podría meterte un dedo así! O dos!
- Aaay siiii... Me metés la leche!
- Si, y ahora te pajeo también. Tu clítoris está hinchadísimo!
- Aaah aaahh aahh voy a explotar! AAAAAAHH
- A la mierda que acabaste!
- Nunca me imaginé que me gustaría tanti jugar con semen... Y con el peligro! Jajaja

Nuestros juegos siguieron poniéndose cada vez más intensos...
Fin por ahora.

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