Mis ex 4: la sumisa

Hoy les voy a contar de una pibacon la que salí unos meses. Resulta que en un momento me hice un grupo deamigos nuevo en la facultad donde cursaba. En varios encuentros con ese grupo aparecióesta piba que era amiga de una de las chicas del grupo. La chica esa de una medijo que su amiga me tenía ganas entonces como estaba buena la encaré. (Era unapiba relativamente alta, morocha, muy buenas tetas y colita chiquita perolinda, no la mostraba mucho pero cuando lo hacía llamaba la atención), Como nosoy muy bueno para el chamuyo en vez de encarármela de una me puse a charlarcon ella de cosas normales (estábamos en un bar con todo el grupo). Enseguidapegamos mucha onda y me pareció copada. Daba la impresión de ser bastante tímiday no usaba ropa muy sugerente. Hasta por un momento (después me di cuenta quéingenuo fui) pensé que podría llegar a ser virgen todavía.
La cosa es que charlábamos cadavez más cerca hasta que empezamos a besarnos y de besarnos a tranzar comolocos. Yo estaba acostumbrado ya a esa edad que las tranzas fueran fuertes yhasta que terminen en garche, pero esta vez era como que la piba estaba reentregada. En un momento cuando quise darme cuenta en medio del bar yo tenía lamano dentro de su pantalón y le estaba tocando la concha que estabaempapadísima. Ahí le dije para ir a mi depto. (vivía con un amigo pero se habíavuelto por el finde a nuestra ciudad natal) no dijo nada pero vino conmigo. Enel camino ella iba callada y yo le iba tocando el orto.
Ni bien llegamos al depto. La llevoa la pieza y la empiezo a desvestir, tenía un corpiño blanco y una tanguitarosa (me encanta la ropa interior, por eso puedo olvidarme muchas cosas de un encuentrosexual pero nunca que tenían puesto) la vi tan entregada que me tiré el lance yle pedí que me la chupe. Enseguida se arrodilló me sacó el pantalón y me hizoun pete tremendo. En un momento le pedí que pare que me iba a hacer acabar yahí dijo sus primeras palabras en un rato largo: “sí, lléname la boquita deleche”. Pocos segundos después cumplía su pedido. Se la tomó toda y me siguiólamiendo un rato más, creo que nunca terminé tan limpio después de acabar. Comosabía que me iba a llevar un ratito que se me vuelva a parar la acosté en lacama y me puse a chuparle la concha, las tetas, el culo, todo. Estaba tanmojada que le entraba toda la mano (no era virgen ni por asomo).
Cuando se me paró de nuevo me lare garché en un par de posiciones. Ella se dejaba maniobrar. En un momento(ella ya había acabado 2 veces) le pedí la cola para tirarme el lance. Para misorpresa me dijo que sí, que le rompa el orto.


Busqué un poco de gel que tenía yme la culié. Una sensación hermosa. Finalmente acabé llenando el forro de lechey ella me dijo: ufa me hubieras avisado y me la tomaba toda de vuelta.
Por unas semanas nos veíamos cadatanto y siempre la misma escena: la piba no proponía mucho pero siempre accedíaa todo lo que yo pidiera, cola y pete eran un clásico de nuestros encuentros.
Hasta que empezamos a pasarlacada vez mejor en todo sentido y nos pusimos de novios. Ahí fue saliendo eltema de que la piba era sumisa. Le re calentaba que la traten como puta, lallenen de leche, le rompan el orto, la humillen.


Para muchos quizás sea unafantasía, para mí tuvo sus puntos muy excitantes (los que voy a contar acá) yotros en los que no teníamos acuerdo. A mí me la re baja la violencia porejemplo, entonces nunca pude satisfacerla con eso más que unos chirlos en lacola. En otra ocasión me pidió que la mee y tampoco quise, me daba asco. Yoentiendo que ella lo disfrutaba pero no termino de sentirme cómodo haciéndole algomalo a quien querés.


En otras cosas sí que me reprendí. Por ejemplo ella me pidió que le diga putita. Primero cuando cogíamos ydespués expandimos el juego. Yo en los mensajes le ponía putita esto putita lootro.
Pero lo que más satisfacción y morbonos dio a ambos fueron las “prendas”. Eran como retos que yo le ponía y ellatenía que cumplir sí o sí. A ella le daba el placer de tener que obedecer y ami me daba desde placeres físicos (muchas prendas fueron petes increíbles,etc.) hasta juegos (otras eran disfraces, videos, fotos etc.) y sobre todo loque más morbo me da: exhibicionismo, nudes y relatos.


Le empecé a “exigir” primero queme mande fotos haciendo de todo desde el baño del laburo o la facu. 
Después lahice ir varias veces vestida re puta a ambos lados (eso le daba mucha vergüenzay aumentaba su placer por ser dominada)


Una vez hicimos un juego que mehizo calentar como pocas cosas. Ella me había contado que tenía unos compañerosde la facu más pibes que ella (ella tenía 21 pero había empezado a estudiardespués, muchos de sus compañeros tenían 18) que desde que la había empezado ahacer ir vestida  muy provocativa sehabían acercado mucho más a ella. Una vez la invitaron a hacer un trabajopráctico un sábado a la noche a la casa de uno (si bien el trabajo existía eraobvio que querían cogérsela, la única piba y 4 pendejos) yo le dije que vaya yle elegí la ropa:
Un vestidito negro suelto peromuy cortito (lo tenía desde los 15 años) tanga medias y portaligas negras y sincorpiño.


Primero los calentó varias horasinclinándose en la mesa para hacer cosas del práctico (mostrándoles la cola aalgunos y las tetas a otros) me dijo que cree que le sacaron fotos y todo.Después ejecutamos un plan que habíamos pensado: yo la llamé como que era unaamiga y nos poníamos a hablar de sexo, ella se puso a contar un supuestoencuentro con un flaco (que quizás haya sido un encuentro real anterior) contandocon detalles todo lo que hizo y le hicieron. Me dijo que la cara de los flacosera un poema. Finalmente se hizo la que estaba más en pedo de lo que estaba(los pibes no paraban de darle birra) y se quedó sentada con una piernalevantada sobre la silla, mostrando la tanga negra transparante y la conchatoda depilada)


Finalmente la fui a buscar (lepedí especialmente el auto a un amigo) y me la cogí ahí en la puerta de la casade los chabones en el auto, seguramente estaban mirando (no me fijé para noahuyentarlos)
Mi morbo exhibicionista estaba alpalo.


Hago un paréntesis y aclaro queel morbo de dominación se activaba para los temas sexuales, para la vidacotidiana éramos una pareja común y corriente.


Otro morbo que siempre tuve fuepreguntarle a mis parejas por su vida sexual pasada. En este caso al ponerlo enforma de prendas conseguí que me cuente absolutamente todo (primera vez de cadacosa, fantasías, lugares donde cogió, tríos, hasta me mostró fotos y videos quesacó con otros)


Y lo más loco para mí de suplacer por la sumisión es que no solo no le molestaba que yo mire otras mujeressino que ella misma me señalaba alguna que estuviera muy buena. Le causaba máshumillación (y por lo tanto placer) me decía cosas como: preferirlas comerteese culo y no el mío, no?
Yo primero le decía que no perodespués me di cuenta que le encantaba esa humillación. Después en casa ( o aveces ahí mismo si era en la playa o en una pileta) me chupaba la pija de formabestial y me decía: por lo menos te la chupo bien mi amor aunque no te puedascomer a esa rubia. O “por lo menos te dejo que me rompas la colita”


Así tuvimos un montón de experienciasy juegos. Algún día contaré más o las intercambio por mp solo por historiasreales (yo algunas puedo certificarlas)
 
 

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