#10 Fiesta, permiso y Desenfreno. (Con mi hermano)

Gracias a todos por sus mensajes, agradezco al usuario Arce987 por ésta magnífica idea. Es mi relato más largo hasta ahora. Espero que lo disfruten. Déjenme sus comentarios! Besos.

-Eres un idiota!
Era la tercera vez que Eli lo había llamado así, la tercera vez que tenían aquella discusión en el día y Clark seguía acostado en el sofá, con los audífonos puestos, para variar, sin prestarle atención esta vez.
-Quieres que te suplique? Que quieres? Allí estarán mis compañeras, te presentaré alguna si quieres eh?- Eli dudaba que su hermano aceptase salir con alguien 3 años menor, a Clark le gustaban maduras, pero igual se jugaba esa carta- vamos! Por favor, házlo por mí. Debo ir!
-Dioses, ok Eli. Vamos a ir- Eli se disponía a hablar con los ojos abiertos como platos cuando Clark la interrumpió con un gesto- pero no quiero a tus amigas, ya tengo suficiente con cuidar a una niñata, no quiero más pendejitas.
-Gracias Clark!- Eli dejó pasar el insulto, ya había logrado que la llevase a la fiesta, no era tan tonta para quejarte, se lanzó sobre él y le dió un beso en la mejilla- te amo, eres mi hermano favorito.
-Soy tu único hermano- Clark volvió a concentrarse en sus audífonos, aunque luego pareció recordar algo- Ah y Eli.
Ella ya se había levantado y estaba a medio camino de llegar a las escaleras.
-Si hermano lindo?
-Me debes una.

La fiesta era por el fin de curso. Lo organizaban todos los años al menos tres fraternidades de estudiantes, eran épicas y faltar se consideraba una afrenta que marcaba a uno todo el año siguiente. El de aquella ocasión era el doble de especial porque se organizaba en la casa de Alejandra. Después de lo que sucedió con el conserje, la relación con Ale se desató, si bien no eran pareja Eli se la había comido al menos un docena de veces. Y Alejandra a ella otra docena más.
Clark quedaba ese sábado a cargo de la casa, era mayor que ella y mayor de edad. Su madre estaba de guardia en el hospital esa noche y como quedaba lejos se quedaba varios días fuera. Eli ni siquiera se molestó en pedirle permiso a su madre <<dirá que no, como siempre, ser la menor es lo peor>> así que planeó convercer a Clark en ir con ella y de llevarla en su auto. No tenía quién la lleve y así mataba dos pájaros de un tiro. También quedaba el asunto de su hermanastra, pero ella nunca estaba así que no la preocupaba.
Cuando la noche llegó Eli ya estaba preparada. Bajó por las escaleras y su hermano la miró de pies a cabeza; llevaba un vestido a tirantes corto, color bordó con encajes, zapatos de tacón negros y una cartera a juego, bordó y negro.
-Pareces una ramera.
-Tanto como tu ex?- Eli sabía como responder a los insultos de su hermano.
Clark arrugó la frente ante la respuesta. De seguro le había dolido.
-No, ella no mostraba el trasero. Al menos traes ropa interior?
Su respuesta si afecto a Eli. La comparación la ponía de malas, así que, como respuesta, se levantó la falda con una mano mostrando la tanga negra que traía debajo, dió una vuelta para asegurarse que se le viera el trasero y se volvió a colocar bien el vestido.
-Cambiate.
-No, Clark. No lo haré, que demonios te pasa?
-Si que me pasa? En las fiestas siempre te pasas, actúas como una...
-Ramera? Ya me has llamado así.
-Pues lo eres!
-es mi problema!
-Será problema de todos cuando traigas un hijo... -Clark enmudeció.
-ja, un hijo- los ojos de Eli se empaparon de lágrimas pero se obligó a no llorar -como si pudiese tener hijos, soy infértil, por si no lo recuerdas.
Clark había metido la pata, no sabía que decir, así que no dijo nada en todo el camino hasta la fiesta.
Cuando llegaron ya había una multitud. Dentro, Eli se encontró con Alejandra y con sus demás compañeros. Se alejó de Clark quien quedó cerca de la mesa de bebidas.
-A las 12 nos largamos.
-Las 3.
-La 1... Sin discusión.
-ok.
Eli había aceptado sus términos, de todos modos ya estaba ahí. Todo era perfecto, incluso Ale la había llevado a un rincón y le metió la lengua en la boca. Luego habían vuelto con sus amigos. No iba a permitir que su hermano le arruinara la diversión.
Se había tomado unos vasos de cervezas oara entrar a tono. Aceptó las copas de licores que le ofrecían. Hasta se tomó una raya de aguardiente entre sus amigos.
La fiesta siguió. Había un DJ amateur bastante bueno y gran parte del público comenzó a bailar. Eli y su grupo se sumó.
Bailaron por mucho rato. A Eli la cabeza le daba vueltas. No era muy habituada a tomar alcohol, aunque igual siguió tomando cerveza, no quería quedar como una ñoña y por ahora lo estaba logrando. Incluso dos, o quizás tres muchachos la habían llamado 'bonita". 
<<Hasta Mariano me había dicho un halago, aunque se refirió a mi culo>> Él y su amiga Marianela ya eran pareja desde aquella vez que ella los ayudó.<<Creo que mejor no le digo nada>>
Muy probablemente Eli no recordaría esas palabras, el alcohol ya había hecho mella en su cabeza, en más de una ocasión tropezó y su acompañante tuvo que sostenerla.
Tampoco recordaba el momento que había cambiado de pareja de baile, a decir verdad, tampoco recordaba con cuantos había bailado. Se detuvo un momento a pensar y se vió a sí misma, llevaba el vestido alzado y prácticamente se le veían la parte baja de las nalgas, también llevaba un tirante caído y faltaba poco para que se le viera el sujetador, los pechos ya se le notaban fuera.
Se arregló como pudo y se escabulló de su pareja. Alejandra cruzó frente a ella y en medio de la oscuridad y las luces de fiesta, la sujetó. Besándola le habló al oído.
-Eli, amor- le retiró el vaso de cerveza de la mano- tu hermano pregunta por ti.
Recordando de repente el sentido Eli buscó su móvil en la cartera. Tenía 6 llamadas perdidas. Eran las una y media.
<<A la mierda, por un demonio, Clark me va a colgar>>
Fue hacia los baños y para su sorpresa su hermano fue quién la encontró. La sujetó del brazo y le dijo
-Ya bailaste todo lo que querías?
-Perdón, no vi la hora.
-Lo sé, no podías ver tu móvil con todas esas manos en ti.
-Clark, mira- las palabras se le resbalaron por la boca y sólo pudo decir balbuceos.
-Estas ebria, ve al baño, arreglate y vámonos.
Eli fue hacia los baños, había una cola larga de personas queriendo entrar. <<Mierda, aquí nunca podré entrar>> De sus pensamientos la quitaron repentinamente una mano que le pellizco una nalga, Eli giró y se encontró con Alejandra.
-Ven aquí, es mi casa, te mostraré otro lugar.
Ambas subieron por unas escaleras al segundo piso. El sonido de la fiesta se escuchaba ahogado y Eli sintió sus oídos pitar y la cabeza le dió vueltas. Se sostuvo por la pared, muy cerca de una puerta. Percibió el sonido que venía de dentro, gritos, algarabías y gemidos.
Eli se recompuso y por la cara de incertidumbre que debió poner Alejandra se apresuró a hablar.
-Estas fiestas son así.
La siguió conduciendo por el pasillo a media luz, tomada de la mano. A mitad del pasillo había un sofá, no se percató antes de su presencia, tampoco de la pareja que estaba comiéndose allí. El muchacho llevaba la camisa desprendida. Pasaron en frente sin que ninguno de los dos se detuvieran o se percatacen de sus presencias.
Al final del pasillo, por la última puerta, Alejandra entró y Eli detrás de ella. La habitación era un baño privado, había una tina en un rincón frente a la puerta, con mamparas que la cubrían. En la otra esquina había un cubículo dónde estaba el inodoro. Frente a él estaba el lavamanos con un amplio espejo.
Fue el cubículo del inodoro lo que le llamó la atención. Había una muchacha arrodillada en el suelo, de frente a la pared lateral del inodoro; la que era la pared de la habitación, lleno de azulejos azul oscuro, excepto frente a la mujer. Frente a ella faltaba un cuadrado, en su lugar había un agujero y la muchacha lo tapaba con la cabeza y las manos. Eli percibió su movimiento, como si intentará quitar algo por él.
Solo eso pudo ver, Alejandra la llevó hacia el lavamanos, comenzó a besarla inmediatamente tapándole la visión.
-Esperé toda la noche para ésto.
Comenzó a meterle la lengua, a chuparle el labio inferior y a besarla apasionadamente. Eli cerró los ojos cuando Ale la besó en el cuello, le pasaba la lengua por la piel y sus manos recorrían su cuerpo. Apretó sus pechos, bajó por su cintura y cuando llegó a sus nalgas, Alejandra la levantó y la hizo sentar sobre la encimera de mármol, con las piernas de Eli a sus costados. Ale la beso aún más, bajaba por el cuello de Eli hasta sus pechos, los mordía y volvía a subir. 
Alejandra llevaba puesto un vestido corto, similar al de Eli pero más entallado. Con medias negras de red. Sus zapatos eran dorados y muy altos.
<<Está hermosa, es muy hermosa>>
Lo cierto era que Eli estaba excitada. Ale la manoseaba con ganas, sus labios no dejaban de besarla. Se dejaba llevar por todo lo que ella le estaba haciendo. De repente, se detuvo.
Apartándose un poco de ella, Alejandra alzó el vestido de Eli hasta su ombligo. Sujetó la tanga negra que había elegido Eli para esa noche y de un tirón fuerte la fue sacando. Forcejeó un poco cuando la tanga se enredó con los zapatos de Eli pero no fue complicado continuar.
-Y ésto- dijo Ale, con la tanga en sus manos -es para mí- se guardó la ropa interior, arrugándola, en su escote, entre sus enormes pechos.
Eli apenas pudo protestar debido que, al instante, Ale se agachó frente a ella y hundió el rostro en entre sus piernas.
Una oleada de placer recorrió el cuerpo de Eli, quien se aferró al mármol con fuerzas.
Mientras sentía la lengua de su amiga dentro de su vagina pudo ver lo que tenía en frente. La muchacha seguía arrodillada, frente a ella, saliendo del agujero en la pared, había un pene. La chica le hacía sexo oral.
<<Rayos, ¿Qué clase de fiesta es ésta? Es como esos vídeos porno, un gloryhole, es una locura>> Eli no pensó nada más, un terrible orgasmo la sacudió. 
Cuando Alejandra se incorporó fue la primera en hablar.
-Eres deliciosa- se pasó una lengua por el labio.
-¿Qué es eso?- dijo Eli mirando a la muchacha que en ese momento ya se levantaba.
-Deberías probarlo- dijo Ale arreglándose el labial frente al espejo -yo te consigo tiempo con tu hermano.
-Mierda! Clark! Lo olvidé!
-No te preocupes, yo iré a hablar por ti. Así no se enoja tanto- Ale le dió un beso en la mejilla -y en serio, deberías probarlo, solo ve ahí y ponlo en disponible, harás feliz a alguien del otro lado.
Alejandra salió del cuarto. Llevándose la tanga de Eli y dejándola ahí, con el vestido levantado y las piernas abiertas.
Quizá fuese el alcohol, o la calentura con la que la había dejado Alejandra. Todas estas ideas a Eli no le importaron, no pasaron por su cabeza cuando se arrodilló frente al agujero. Arriba del hoyo, en la pared, había un cerrojo y al moverlo a un lado daba el mensaje de "disponible", como en los baños públicos.
El corazón le latía fuerte, estaba nerviosa, pero le tranquilizó el hecho de que quién sea que estuviera ahí no sabría que era ella. Inclusive llegó a pensar que nadie aparecería hasta que una verga asomó por el agujero. No era muy grande, era blanca, con el glande al descubierto muy rojo. Por el agujero también podia ver que el propietario del pene era bastante obeso. <<Harás feliz a alguien, ahora entiendo sus palabras>>.
Elizabeth dudó acerca de que si conocía o no a algún gordito blanco, pero no dudó en lo demás. Se metió la cabeza en la boca, luego, se lo metió hasta la mitad.
El muchacho al sentir su boca intentó meter más la verga por el agujero, se subió la barriga y empujó. El pene estaba casi del lado de Eli, que abrió más la boca y la pudo meter toda.
Empezó con la mamada. Al principio intentó usar las manos pero el pene era muy pequeño, así que solo usó la boca. Se lo metía todo sin problemas y utilizaba los labios para rozarlo. Le dió unas cuantas lamidas y se concentró en la cabeza. Luego de unos instantes escuchó tres golpes en la pared.
Toc, toc, toc.
Eli se preguntaba porque había golpeado la pared cuando un chorro caliente y salado le inundó la boca. Del susto se apartó y el siguiente chorro le dió al costado de la nariz. Se recuperó de la sorpresa y abrió la boca. El último disparo lo recibió en la lengua. Le dió una última succión cuando dejó de lanzar esperma y lo dejó limpio. El pene desapareció tras el agujero.
Eli escupió el semen en el inodoro, pero de todas formas no pudo evitar sentir su sabor. Agarró un poco de papel y se limpió la cara. Estaba llena de semen. Solo entonces se percató que se le había derramado hasta por los pechos.
<<Si que lo hice feliz, ya me imagino que si>> Eli agachó la cabeza y se limpió los pechos con más papel <<¿pero qué me pasa? Estoy ebria, una ramerita ebria, como diría mi hermano>>
De sus pensamientos le quitó el golpe que recibió en la frente. Levantó la mirada y tenía en frente de ella una vergota. Era negra, gruesa y grande. Tan grande que al meterla por el agujero su dueño la había golpeado con ella.
<<Dios! Es enorme!>> Eli agarró el pene con las manos y comprobó lo pesado que era. <<Olvidé quitar "disponible". Bueno, ya estoy aquí, terminemos con ésto>> 
Metió todo lo que podía, era tan grande que no podía metérselo bien en la boca. Igual se lo chupo por un rato.
Toc, toc, toc.
A Eli le tomó un poco más de tiempo, pero al final logró quitarle el semen a ese enorme miembro, no sin ayuda de sus manos. No había podido meterlo todo en la garganta, pero igual estaba orgullosa de poder hacerlo terminar ella sola. <<Ya estoy siendo profesional en ésto>> Pensaba Eli al tiempo que volvía a escupir el semen.
Quitó el móvil. Su hermano no la había llamado, eran las una con cuarenta y cinco. <<Quince minutos, buen tiempo, momento de irme>>.
Elizabeth agarró el deslizador y lo puso en su estado original, con el mensaje de "no disponible" pero en ese momento una nueva pija salió de la pared.
Era grande, no tanto como el moreno, pero era grande. La diferencia principal no era el tamaño ni el color, sino que este pene era hermoso. Con la piel blanca se le veía venas, el glande era grande, ligeramente más rosado. Los testículos caían depilados y grandes. La imágen era hermosa. Eli quedó congelada un momento ante la vista. 
Con las manos sujetó el pene y lo levantó. Aquellas bolas la llamaban. Chupó uno, luego otro. Los lamió y metió ambos en la boca mientras masturbaba el pene, cubriendo y descubriendo la cabeza.
Cuando se hartó de testículos metió el pene en su boca. Lo metió hasta la mitad y ya sentía que el glande tocaba su campanilla. Sus ojos se le pusieron blancos cuando el contacto le provocó arcadas y tuvo que quitárselo. 
Volvió a metérselo al instante y la mamada empezó. Elizabeth movía la cabeza, sacando y metiendo la verga, enrroscaba la lengua alrededor y lo chupaba. El que estaba del otro lado también empezó a moverse. Metía y sacaba su pene por el agujero de la pared.
Entre los movimientos, ambos coincidieron cuando Eli decidió meterlo hasta el fondo y él desconocido metió con todas sus fuerzas.
El glande tocó la campanilla, pasó más allá y tocó el fondo de la boca de Eli.
El contacto nuevamente le provocó arcadas, pero todo fue tan rápido que cuando a ella le venía la arcada, él aún no terminó de empujar.
El glande se apretó contra el fondo y luego resbaló hacia abajo. Eli arqueó la espalda y enderezó el cuello. Sus labios tocaron la ingle del hombre cuando la totalidad del pene penetró en su garganta. Abrió los ojos y vió como toda la verga desaparecía en ella.
Para la sorpresa de Eli las arcadas pararon. Cerró la boca alrededor y se dió cuenta que podía respirar por la nariz. Sentía el pene en la garganta y cuando se tomó del cuello con las manos sintió el glande por debajo de la nuez de Adán. Se sorprendió de lo profundo que lo tenía. "Tragó" la saliva con el miembro adentro y se atragantó. Literalmente se tragó el pene entero. Sentía como el desconocido reaccionaba y escuchó sus gemidos.
<<Nunca lo tuve tan adentro>>
Siguió tragando más, resistió unos minutos más y luego se lo quitó de la boca entre arcadas y toses. El pene estaba lleno de saliva.
Eli no se lo pensó dos veces. Se levantó, se dió la vuelta y abrió una nalga con una mano. Con la otra sujetó el pene ensalivado y se lo puso en la vagina. Cuando la cabeza entró Eli empujó y el pene la penetró sin más problemas. Estaba excitada y el pene lubricado. La abrió al entrar.
<<Es el mejor pene que probé en mi vida>>
Parada, se empujó hacia la pared. El desconocido ya empezó a cogerla apenas se sintió dentro. Metía y sacaba el miembro de ella. Eli sentía los testículos columpiarse y chocar contra ella y cuando se agachó para lograr más profundidad los vió moverse entre sus piernas.
Agarraba ya sus dos nalgas y las abría para que el pene tuviera vía libre. Con los dedos comprobó que incluso no llegaba a entrarle todo cuando ella ya lo sentía chocar contra su cérvix. 
La penetraba toda. Era tan gruesa que las paredes de la vagina de Eli se estiraban y sentía como estaba apretada. Las piernas le temblaban, la vagina le vibraba y las penetraciones eran fuertes. 
Toc, toc, toc. El aviso sonó y el pene se detuvo. Era como si pidiera permiso o esperase a que Eli haga el próximo movimiento. Así que Eli lo hizo.
Se apretó aún más a la pared.
El pene volvió a moverse y entrar en ella. Entendió perfectamente.
Toc, toc, toc. Una vez más el aviso sonó después de haber penetrado unas veces más.
El semen la llenó por dentro.
Eli notó como cada espasmo la llenaba más y más, sintió el líquido dentro de ella, y sintió como se le escapaba de la vagina y bajaba por sus piernas.
<<Soy infértil. Estúpido Clark, te odio>>
Nuevas lágrimas rozaron las mejillas de Elizabeth, el recuerdo de las palabras de su hermano la ponían mal, pero de nuevo se obligó a ser fuerte. Sretiró de la pared. El pene estaba mojado por los jugos de ella, con semen y medio flácido.
Como un rayo Eli se arrodilló. Metió el pene en su boca, incluso flácido le llegaba hasta el fondo.
Quitó un papel de su cartera y sujetándolo por la pared anotó su número con su labial. No iba dejar que el desconocido se le escape sin darle su teléfono.
Mientras terminaba de anotar el número. Eli saboreó su propio sabor <<así que por ésto Alejandra se vuelve loca, mis jugos no están tan mal>>. Poco a poco, el pene volvió a ponerse duro. Esta vez Eli ya sabía que hacer. Arqueó la espalda y enderezó el cuello. El pene entró libremente en su garganta.
Cuando salió del baño, ya eran las dos y media. Aún tenía semen en la boca. Había pasado el papel con su número por el agujero cuando el pene desapareció. Pudo ver cómo el desconocido se lo guardaba en el bolsillo derecho del pantalón, para luego abotonar una camisa verde y desparecer.
Fue tragando poco a poco el semen. Era delicioso. 
No se encontró con Alejandra. Clark la esperaba afuera. Estaba un poco desalineado. <<Tal vez hasta haya follado con Alejandra, maldito estúpido>>
Su hermano no le dijo ninguna palabra.
Cuando llegaron al auto, Eli fue la que habló.
-No son las tres. Al menos no dirás que me salí con la mía.
-Eli, está bien. No importa. Mira, quiero disculparme, por lo que dije en casa.
Eso la agarró desprevenida. Aún se sentía ebria, se había quitado los zapatos al salir de la casa. Su hermano era más alto que ella. 
Eli lo miró y se tambaleó. Clark la agarró y se abrazaron.
-No pasa nada Clark.
Elizabeth estuvo a punto de llorar por la verde camisa de su hermano.
El terror la agarró. Se quedó paralizada. Recién se había percatado de la camisa y del color.
<<Su camisa, es. No. ¡No puede ser posible!>>
Se separó de él y lo miró de pies a cabeza.
-Estas bien Eli?
Ella reunió fuerzas y se concentró en pensar. Pudo recuperarse un poco y se disculpó.
-Creo que bebí demasiado- la idea le vino de repente, simuló un eructo de ebriedad. Se abrazó a él nuevamente, casi cayéndose. Él la sujetó.
<<No puede ser. Su bolsillo, si está en su bolsillo entonces quiere decir que...>>
Elizabeth disimuló muy bien, en su "caída" se sujetó del bolsillo derecho, metió rápidamente la mano y al sentir el papel en sus dedos un escalofrío recorrió su espalda.
<<¡Demonios Eli! ¿Que carajos hiciste? Tengo que quitárselo, si llega a ver el número sabrá que soy yo. Si es que ya no se dió cuenta que es mi número>>
Con rapidez quitó la mano con el papel. Se incorporó con ayuda de su hermano. Lo había logrado y Clark ni sospechaba.
Eli se disculpó y él la ayudó a subir.
Apenas se sentó abrió lentamente la mano para comprobar que efectivamente, su número, escrito con su labial, estaba en el papel. El mejor sexo de su vida había sido con su hermano.
Arrugó el papel, lo rompió y lo tiró por la ventanilla cuando su hermano se disponía a subirse al auto.
<<No, no sabe que fui yo. No vió el número, al menos no tan bien para reconocerlo. Quizás ni sepa mi número de memoria. Es una suerte que no lo haya registrado sino le hubiera saltado mi nombre. No, se lo había notado en la cara si se hubiera dado cuenta, siempre fue malo para mentir. Dios, fue el mejor polvo que tuve y tenía que ser con mi hermano>>
Extrañamente, al pensar en eso a Eli no le dió asco ni vergüenza, sino todo lo contrario, sintió la entrepierna húmeda. 
De sus pensamientos la quitó la voz de Clark.
-¿Sabes Eli? Venir a la fiesta no fue mala idea.
<<No lo fue. Y ahora que lo pienso, tampoco es malo que no pueda tener hijos. Apuesto que pensarías lo mismo. No Clark, ésta vez, tu me debes una>>

2 comentarios - #10 Fiesta, permiso y Desenfreno. (Con mi hermano)

may6369
Excelente relato, Saludos de México
eli_zorch +1
Gracias!
barnum77
Que ganas me da de ser familia tuya....😍