Recuperándome de haberme convertido en viuda

Hola, soy Miriam . Una mujer joven, viuda desde hace ya 2 años, la cual, no había vuelto a tener contacto sexual con ningún otro hombre, hasta el día de la historia que a continuación os voy a contar.

Aunque ya me he resignado a la viudez, porque no logro encontrar un hombre como el que tuve, y tampoco me interesa volver a casarme, estoy muy bien así, recuerdo con desesperación el sexo que teníamos, ya que me ha hecho gozar de las maneras más inimaginables, y ambos eramos muy sexuales.

He buscado todas las maneras para calmarme en mis momentos de lujuria. En los primeros tiempos de la viudez se te pegan todos los conocidos, no se que tienen los hombres en la cabeza, pero parece que consolar viudas los excita. Desde compañeros de trabajo de mi marido hasta sus amigos personales se me han insinuado.

Yo al principio me resistía, porque no me parecía bien, chateando por messenger con un amigo de mi marido le pregunté esto de que porqué a los hombres le atraían las viudas y me dijo que en su caso no era tal,sino que cuando jugaban a las cartas mi marido que les contaba cómo era yo en la cama y las cosas que hacíamos, así que todos me tenían hambre.

Vaya a saber las cosas que les habrá contado, porque realmente hacíamos de todo y no nos privábamos de nada, eramos bastante cerditos. Ahh, como lo extraño!

Desde él que no puedo bajar el nivel de lujuria, así que tengo algunos cyberamantes esporádicos (para evitar los encuentros y las decepciones) miro fotos porno o videos míos y de mi marido cojiendo como bestias, y doy rienda suelta a mi fantasía, todo para calentarme bien y hacerme unas pajas alucinantes, que me dejan satisfecha, al menos por un ratito. Desde ya que no es lo mismo que un hombre de carne y hueso, vamos, que no hay nada como una buena pija dura, palpitante y húmeda.

Ademas de los amigos de mi marido, me hizo un avance un vecino que vivía pegado a nosotros. Pensé que era una oportunidad ya que con mi marido sólo se saludaba, así que no había peligro de que no le haya contado nada. Pero un dia me dijo por whatsapp ya que tenia mi numero por estar en el mismo grupo vecinal que estaba caliente conmigo desde que se había mudado hacia 5 años al edificio, ya que a través de las paredes escuchaba los gemidos de los polvazos que me echaba mi marido.

Era una de esas tardes del verano donde el calor agobia, y por más que querés dormir la siesta no se puede porque las sábanas se pegan a tu cuerpo. Y para que mentir, no sólo era el calor del verano, mi cuerpo estaba encendido de tanto deseo sin apagar. Cada roce con la sábana excitaba más y más mi cuerpo desnudo, mis manos recorrían mi piel sudorosa, mis pechos hinchados; mis dedos penetraban mi sexo húmedo para poder satisfacerlo pero no era suficiente.

Ya eran las 7 de la tarde y me vestí para ir a mirar vidrieras, esperando encontrar a un hombre que me mirara a mi. Me puse mi vestido azul bien ajustado y escotado, que enloquecía a mi marido

Salí y me pedi un Uber, sin pensar que ahí haría mi primer conquista.

Era un moreno fornido, bien puesto que no dejaba de mirarme por el espejo, y me daba charla, y con sus preguntas me llevaba a terrenos personales y a mi me daba un poco de vergüenza. Pensaba, si lo que me dice este hombre me da vergüenza, ¿cómo haré si alguno se me acerca en la calle?. Cuando llegamos a destino me dio una tarjeta con su numero personal, diciéndome un par de piropos hermosos y que no dejara de llamarlo en caso de necesidad. Le sonreí un poco sonrojada y me bajé.

Mientras caminaba se me acercaron algunos hombres, pero bastantes lascivos todos, diciéndome cosas que sólo aumentaban mi calentura, pero no tenía el coraje de contestar.

Cada vez más frustrada me metí en un bar a tomar un trago y fumar un pucho y al abrir el bolso me encontré con la tarjeta del chofer . ¿Porqué no?, me pregunté. Y al llamarlo, en 20 minutos lo tuve sentado en mi mesa.

Era un hombre muy respetuoso pero a la vez muy fogozo, me trataba de usted y me comía con los ojos. Era recién separado y muy solitario, todavía añoraba a su mujer. A un cierto punto me dijo si podíamos seguir charlando en un lugar más íntimo y accedí

Terminamos en el cuarto de un hotel que estaba muy cerca en cuanto cerró la puerta, empezó a manosearme por todas partes después, de apagarse la luz, me pasó un brazo por encima de los hombros y se pegó todo lo que pudo a mí, tanto que nuestras caras se quedaron casi juntas. En ese momento yo me encontraba muy nerviosa, pero a la vez muy caliente, puesto que hacía mucho tiempo que no tenía sexo. Así que, en una de nuestras miradas y al ver su boca tan cerca de la mía, fui yo quien fue acercando poco a poco mis labios a los suyos y él entonces empezó a besarme suavemente, hasta acabar entrelazando nuestras lenguas mientras que con su otra mano me iba tocando las tetas.

Al besarme desesperado. Me tenía abrazada y me levantó la falda para acariciarme el culo, con toda su mano y yo sentía su miembro duro y grande apretado en los pantalones que hacía fuerza por salir. Me bajó las bragas y jugaba con sus dedos en mi mojada vagina, y me chupaba los pechos. Yo a ese punto estaba desesperada, me moría porque me penetrara. Le bajé el cierre y saqué a la luz ese miembro hermoso, grande, duro y suave, que empecé a pajear con maestria. El hombre tampoco podía más, su cara estaba transformada de deseo y lujuria. Me llevó hasta la cama, conde yo me puse en cuatro, con la falda levantada como la tenía y las bragas por las rodillas ofreciéndole mi concha hinchada y mojada de tantas ganas que tenía de su pija. El ni se sacó los pantalones, se los bajó un poco y me ensartó hasta el fondo haciéndome ver el cielo. Se prendió de mis tetas y me las sacó por encima del escote para amasarlas bien y tironearme los pezones, a cada embestida mi cuerpo vibraba y se arqueaba. Los dos gemíamos como locos, y al apretarme fuerte los pezones empecé a acabarlo, con fuertes espasmos, bañandolo por completo hasta que no aguantó más y me llenó de su leche caliente.

Esa tarde me hizo olvidar de mis tristezas, descubrí un macho dulce y potente, apasionado y viril, incansable. Hoy en día somos amantes, aún cuando su mujer volvió a casa.



Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

Recuperándome de haberme convertido en viuda

10 comentarios - Recuperándome de haberme convertido en viuda

Lokysb
Quien no te va a querer meter un cogidon si tu cuerpo es hermoso
paja77 -1
que hermosa que sos!! de donde sos ?
SrNada +1
Que hermosa mujer
veteranodel60
Que pedazo de hembra que sos, muy afortunado el señor que es tu amante, pero si alguna vez querés cambiar de monta avísame,las fotos son divinas, van 10 puntos porque no puedo darte más cualquier consulta por privado
12eman
con una bella y sexi mujer cualquiera se pone caliente

Recuperándome de haberme convertido en viuda
machotemotero +1
Un amante asi quiero yo, para cogerla a diario
keops3312 +1
te dejo +10 y +100 si dejas que yo te coja toda la concha hasta dejarte adentro los mecos hermosura