Fernando de la calle - Parte I

Jueves de tarde. Uno de los primeros días de otoño cuando antes de caer el sol hace un calorcito lindo que da como para andar suelto de ropa, pero que al anochecer se pone fresco y pinta abrigo.
Iba apurado a la facu porque llegaba tarde, y llegando a la esquina, mientas esperaba para cruzar la calle, me tocan el hombro, a lo que me saco los auriculares para prestar atención. "Perdoname que te moleste flaco, tenés una moneda? Tengo que arrancar pal refugio y no me da pal omnibus". Mi cara de sorpresa fue grande al ver un tipo medio rubio, de ojos bien claros, barba dejada de algún tiempo, piel oscura que seguro supo ser clara pero el sol y la calle le dieron ese tono curtido, que genera un sex appeal que los pibes de ciudad de clase media solo llegamos a tener apenas cuando nos vamos de vacaciones en enero dos semanas a Rocha. Tendría unos 30 años, lindo pibe, altura promedio, delgado, para nada mal vestido (una musculosa en buen estado y un short deportivo), y una cara de humilde que me intrigó a seguirle hablando. 



Yo: Para un refugio nocturno? Estás en la calle?
El: Sí negro. Hace unas semanas me quedé en la nada y me la tengo que rebuscar. Tenés una moneda?



Nunca me había generado tanta curiosidad conocer alguien de la nada, y más siendo de la calle. Pero este tenía algo que me hizo querer darle una mano. 



Yo: Tenés hambre? Te invito a comer algo, querés? No vas a estar con el estómago vacío hasta mañana.
El: Me da vergüenza loco, yo solo quiero irme sin deberle nada a nadie. No te puedo aceptar una comida, no tengo como pagarte.
Yo: Tranqui che, no pasa nada. Vení que acá a la vuelta hay una estación. Te invito un café y algo para comer.
El: Seguro? Mirá que no tenés que tenerme lastima, no soy un pichi.
Yo: No te quería ofender, perdoname loco, pensé que te vendría bien tener comida en el estómago antes de que te vayas a dormir. Imagino que hace horas que no comés, sólo quiero darte una mano.
El: Bueno dale, gracias negro. Te agradezco de corazón.



Claro está que ya no iba a ir a clase, tampoco tenía muchas ganas, y la verdad que esto podía ponerse interesante. Primero porque de verdad no era un ñery cualquiera, parecía un loco de bien que la pasó mal últimamente. Segundo, todos sabemos que estando en una posición de "poder", podemos hacer que nos paguen como queremos, y yo no estaba interesado en la plata (o en mantener mi dignidad). Tercero, la situación me estaba generando alto morbo, digno de porneta, en la que dos locos se encuentran en la calle y terminan garchando... Se haría realidad? 



Yo: Cómo te llamas capo?
El: Fernando, vos?
Yo: Gonzalo, un gusto! Así que te quedaste en la calle? Qué te pasó? Parecés alguien de bien, sin ofender, pero si te veo en la calle no pensaría que no tenés dónde vivir.
El: La vida es complicada negro, ojala nunca te pase. Mi jermu me sacó a los pibes y se fue con otro macho, me echó de casa y mi familia es toda de afuera, no tengo plata pa irme hasta Salto así que toy juntando a ver si me compro el boleto y me voy a la mierda de acá, pero la poca plata que hago la uso pa comer. Es jodido estar en la calle todo el día, la gente se da cuenta y pasás a ser un fantasma, nadie te habla, te ignoran, te esquivan como si les fueras a robar. No entienden que tengo hambre y no tengo a dónde ir, sacás?



Esa forma de caminar, de vestirse, de hablar... Era un tipo que tenía calle. Y eso me atraía y me alimentaba el morbo.


Yo: Que cagada loco. Te parece si en vez de ir a la estación te invito a mi casa así comés algo más tranqui y te podés refrescar? Capaz que tengo algo de ropa que ya no uso.
El: Te animas a meter a cualquiera a tu casa? Yo no te voy a robar ni nada pero siempre sos tan confiado? Estas regalado así pibe.
Yo: Uno se da cuenta de las personas, y vos no parecés un mal tipo. Mirá que si te jode tá todo bien, no quiero hacerte sentir mal ni nada de eso.
El: Naa tranqui negro, sos la primera persona que me da bola en mucho tiempo, la verdad que te agradezco pila.


Llegamos a casa. Yo sabía que no había nadie porque a esa hora todos trabajan, y tenía unas horitas como para que el loco comiera, se pegara un baño y se quedara un rato antes de marcharse, aunque tampoco era la idea...


Yo: Ponete cómodo. Qué te hago? Un café con leche está bien?
El: Paaaah si la verdad que no me vendría mal.
Yo: Te comés un refuerzo bien cargado? Te lo meto en el horno así lo comés calentito. Pasá al baño si querés, pegate una ducha tranquilo mientras te preparo esto. Ya te llevo ropa y te pongo esa a lavar y a secar, en una hora maso está pronta.
El: Por que estás haciendo esto? Nadie es tan bueno de la nada...
Yo: Ya te dije, me parecés un loco de bien, no merecés estar donde estás y siento que si puedo darte una mano lo hago de onda. Nada más. (RE que no lo conocía pero me la daba de caritativo jajaja).
El: Gracias loco! 



Y viene y medio que me da un abrazo fraternal. Lo sentí sincero, hasta me gustó. Se notaba que le daba vergüenza, pero estábamos solos, y yo quería que entráramos en confianza.


Yo: Nada que agradecer, hacé de cuenta que somos amigos y viniste a pasar el rato. Pasá por acá y andá al baño de mi cuarto y bañate tranquilo. Dame la ropa si querés que te la pongo a lavar en un toque. Estamos solos así que sacátela tranqui que nadie te ve, y yo no me voy a asustar de nada jaja, mientras voy viendo si hay algo mío que te quede. 



El tipo no dudó en desnudarse de una, y yo tampoco hice mucho por correr la vista. Vieron esos locos super hetero, que no se afeitan un solo pelo del cuerpo, con complexión típica de alguien que siempre tuvo trabajos de fuerza, que trabajó siempre al sol, y que nunca tuvo tiempo para sí mismo? Bueno, él era así: un cuerpo delgado, esbelto, con pelos por todos lados, lo normal en realidad, pero pronunciado en el vientre y en la entrepierna. Por dios! Era todo un espectáculo ver cómo se desvestía, dejando ver su figura. No me olvido más cuando se sacó el bóxer: se le salió el pija dormida junto con los huevos. Una pija de tamaño normal, con mucho pelo cubriéndole la base y el prepucio entero cubriéndole la punta, unos huevos grandes, que me dieron la impresión de no haber descargado en un buen tiempo.
A todo esto, el loco ni bola que yo me lo estaba fichando todo, y yo con la verga al mango, tratando de disimular, porque, seamos sinceros, un flaco de estos te ve que andás de puto y te rompe la cara a piñazos (y eso que no soy puto, pero este morbo es más fuerte que yo).
Cuando termina me da la ropa, y yo, mientras la agarraba, le pegué una ojeada a la pija, sin mucha discreción, porque quería tantear la situación y ver si me decía algo. Lo primero que hizo fue taparse con la mano.



Yo: Tranqui boludo, estamos entre varones, no pasa nada.
El: Bueno, pero es raro, qué se yo, nunca pelé la pija en frente a otro loco.
Yo: Y bueno, siempre hay una primera vez. Yo toy acostumbrado a los vestuarios cuando voy con los pibes a jugar al fobal, allá el que tiene vergüenza lo cagamos a palo por maricón.
El: Jaja bueno, entonces acá tenés pa que veas que no soy puto.


EL TIPO SE AGARRÓ TODA LA PIJA Y LOS HUEVOS Y LOS SACUDIÓ CON EL TÍPICO GESTO DE MACHO COMO DICIENDO "ESSSSTA!". Ahí piré colores. Lo que hubiera dado por tener control de esas manos. Si tan solo pudiera insinuarme sin que el pibe se altere....
Lo dejo bañarse tranquilo mientras le voy a preparar la comida. Sabía que él iba a demorar, seguramente era la primera vez que se bañaba en días, si no semanas, y más allá de la calentura, no podía privarlo de ese lujo que estaría disfrutando como la persona más afortunada del mundo. Aunque admito que con cada cosa que dijera, y cada minuto que pasaba, mi morbo crecía más y más, y la cabeza me volaba. Bah, las cabezas.
Luego de unos 10 minutos, me acerco al baño (que está dentro de mi cuarto, por lo que no tiene puerta y se ve todo)...


Yo: Che, la comida tá pronta. Lo que no pude conseguir fue ropa de tu talle porque soy más chico, pero fijate este short... Capaz que te queda medio apretado pero es por un rato hasta que se seque lo tuyo.
El -saliendo de la ducha, secándose, y dejándome deleitar con ese despliegue visual de masculinidad que no iba a encontrar con cualquier flaco de acá a la vuelta: Paa demás... Uuuhhh eso es medio chico, no creo que me entre.
Yo -luego de verlo probarse el short, que pude haber ofrecido a propósito sabiendo que no le entraría: Bueno, si no te molesta, nos quedamos acá en el cuarto. Dejate la toalla puesta que prendo el aire para calentar el ambiente y traigo la comida para acá. Tirate en la cama tranqui que ya vengo, y prendete la tele si querés.


Cuando vuelvo al cuarto lo tenía sentado en la cabecera de la cama, de piernas extendidas, cruzadas, con el control buscando algo para ver mientras se pasaba la mano por debajo de la toalla, tocándose los huevos, claramente. Cómo iba a hacer para controlarme sin perder la decencia?


Yo: Querés que te haga el aguante y me quede en cuero también así no te sentís tan mal? Jaja
El: Y bueno, si no te molesta... La verdad que me da cosa estar medio en bolas en tu casa y vos ahí mirándome jeje
Yo -parándome de la cama: Jaja bueno, mirá, yo tampoco tengo vergüenza (y me agrarro todo el paquete imitando lo que él había hecho minutos atrás)
El: Jaja
Yo: Jaja
El: ...
Yo: ...


En eso me siento al lado suyo en la cama, haciéndome el interesado en su vida, y le pedí que me contara acerca de él. Charlamos un rato de manera seria mientras el comía, hasta que me dio el puntapié para preguntarle cosas más personales, dado el pequeño vínculo que habíamos generado, que se acentuaba dada la situación en la que estábamos...


Yo: Che, y el refugio es solo para hombres no? No te dejan tener una novia allá?
El: Somos todos hombres allá sí, las mujeres tienen uno de mujeres.
Yo: Entonces no podes recibir visitas maritales? Jaja
El: Jaja y no, para eso te las tenés que arreglar por fuera, está lleno de milicos y si te agarran en algo raro te echan. Algunos se arriesgan, yo prefiero pasar tranqui y no perder mi lugar.
Yo: Entonces hace cuanto que no la ponés? Perdoná que te lo pregunte así, pero con lo pajero que soy no podría pasar más de tres días sin descargar tensiones jaja
El: Jaja la verdad que sí, pero en esos momentos tenés la cabeza en otra, mi preocupación más grande es si voy a comer o me voy a cagar de frío, lo demás no importa mucho... Aunque te digo, me ponen a una gorda toda fea y con las ganas que tengo sabés cómo le entro no? Jajaja
Yo: Jajaja y sí, y que no se descuide ninguno ahí porque capaz que hasta se la liga y todo no? Jaja
El: Aaahhh sí, si el hambre es grande... Jajaj
Yo: Jaja


En eso, la pija se me puso a mil, y se notó por encima de lo que tenía puesto. Y él lo vio.


El: Vos me trajiste acá porque querés que me haga coger?
Yo: Queeee? Jajaja no no, nada que ver! Te traje de onda nomás.
El: Porque mirá que todo bien, pero no ando en esas cosas, no soy maricón.
Yo: No no, tranqui boludo, no te traje para eso. En todo caso, sería al revés jajaj
El: Como al revés?
Yo: Claro, en el peor de los casos yo me dejaría coger Jajaja
El: En serio? Vos querés chuparme la pija?
Yo: Jaja que vos te dejarías?
El: Vos querés pija?
Yo: Vos te animás?




Y lo que sigue queda para la próxima, así veo qué les parece esta sección jajajaj

Prometo subir parte 2 si tiene éxito, así que estaré atento a sus comentarios. Mientras tanto, me gustaría que me dijeran si quieren tanto detalle o prefieren que vaya más al grano para no aburrirla tanto.

Espero sus opiniones!


Abrazo grande poringueros!!

5 comentarios - Fernando de la calle - Parte I

gregoriolc
Mandale mecha a la segunda parte ya!