Un amante más joven

Un amante más joven

Era una tarde de miércoles, mi amiga Rocío, me había insistido que no lo viera a Martín, solo habíamos salido dos meses, pero él insistió y no supe negarme, tomábamos un café cerca de casa. Vivo por plaza Irlanda, soy Romina, 30 años, etc, etc. Pasó a buscarme por casa, vivo sola, no lo hice subir, Martín es peleador de MMA, bastante violento para mi gusto, un mamarracho de tipo, bah. No le tenía miedo, pero quería que las cosas quedaran claras. Tocó el timbre de casa y baje, tenía puesta una calza que me encanta usar, no tenía ropa interior abajo y se me remarca la cola y la conchi, me encanta como me queda, estaba bastante excitada y pensando a que viejo amigo podía llamar luego que me sacara a Martín de encima. De principio le había aclarado que yo tenía relaciones con quién quería, que no esperaba ninguna fidelidad de parte de él, que no buscaba novio ni nada parecido, al principio estuvo de acuerdo, creo que pensando que no iba poder resistir a sus encantos, pedazo de nabo. Cruzamos la plaza caminando en silencio y había un grupito de pibes de unos veintipico, calculé yo, jugando al fútbol, Martín se detuvo a saludar a un amigo, seguí caminando y se acercó uno de los chicos, y me dijo un piropo muy dulce que me hizo sonreir, seguí caminando y cuando me di vuelta lo vi a Martín pegandole al chico, le dió una fuerte piña en el ojo, los amigos se metieron a defenderlo y también golpeó a dos o tres de ellos, le grité y le dije que parara que estaba loco. Fui hablando con él por la calle, suspendí café, ni en pedo me siento a tomar algo con vos pedazo de forro, caminamos hasta su auto, cada vez me sentía más furiosa, como podía haber salido aunque fuera dos meses con semejante salame. Lo vi irse en su coche, y caminé de regreso a casa, cuando pasé por el chino estaban los chicos tomando algo en la vereda, me acerqué a ellos y les pedí disculpas, se estaban riendo y le decían a Gastón, que era el piropeador, que casi le había roto la mano con el ojo, chistes de varones tontos. Me acerqué a Gastón y le dije que vivía a un par de cuadras, porque no venía conmigo y le ponía un poco de hielo en el ojo. Una carita de nene bueno, pero la verdad que empecé a sentirme caliente, tenía ganas de jugar un rato.
-Venite hasta casa y te pongo un poco de hielo... dale...
-No por favor, no se moleste... no me conoce mire si me voy a meter en su casa...
-Perdona... que edad tenés?
-22 años
-Tan vieja te parezco que me tratas de usted...
-No disculpeme... digo disculpame... no quiero parecer confianzudo...
-Vamos a casa dale...
Fuimos caminando a casa, le conté que hacía poco que salía con el que le pegó, que era un tarado, que justo estaba cortando con él. Ya en casa se sentó en una silla, fui a buscar el hielo y se lo apoyaba en el ojo. Me empecé a sentir comoda delante de él.
-No te gustaría darte un baño...?
-No por favor señora... no quiero molestarte... perdón por lo de señora...
-No me molestas... tengo un sauna hermoso... te podés dar un baño de inmersión y probarlo... lo único que si un hombre se baña en mi casa, me reservo el derecho de mirar... y tocar si quiero... pero a mi no me pueden tocar... -nunca había hecho nada semejante, era la primera vez que hacía algo así, no se de donde me salía la ocurrencia. Se quedo mudo, no sabía que decir, noté también cara de desconfianza en él.
-Sabés que... tenes razón... no me conoces... te traje a mi casa... a ver si quiero violarte...
-No no es eso... es que... me parece increible... semejante mujer...
-Que... no me pueden dar ganas de jugar un poco con vos... pero si tenes miedo esta bien... seguro que papi y mami te estarán esperando...
La cara se le modifico y fue caminando al baño. se iba a sacar la remera
-No te desnudes todavía... yo te digo cuando... -fui al baño y pasé delante de él... prepraé el baño, me mojé la remera, como no tenía corpiño se notaban mis pezones re duros- Sacate la remera... -le acaricié un poco el pecho, le tome el pantalón desde el elastico y se lo baje, unos horribles calzones con dibujitos quedaron a mi vista.
-Todavía te compra la ropa tu mami...?
No contestó pero era evidente que así era. su bulto estaba bien duro, bajo el boxer, tamaño normal, bien durita, para sus 22 ideal. Me arrodillé delante de él y le baje el boxer muy despacio, su pija quedó al lado de mi cara, me hubiera encantado chuparla, pero no era el momento.- Metete al agua...
Agarré mi esponja más suave con un jabón con olor a almendras que me encanta y empecé a pasarla por su pecho, su cuello, le limpié suavemente la cara,
-Cerrá los ojos... -mientras con la izquierda le frotaba la cara mi mano derecha fue a acariciar su pija, bajo el agua, se quedó duro y un gemido escapó de su boca, muy suave pero audible.
-Te parece un sueño o una pesadilla...? -le dije mientras ahora acariciaba su pecho y su miembo a la vez-
-No lo puedo creer... es increible...
-Seguro que vas a salir corriendo a contarle a tus amiguitos... porque los hombres son todos bastante estúpidos...
-No te juro que no... me encanta lo suaves que son tus manos...
-Nunca vi una pija escupir la leche abajo del agua... te vas a animar a mostrarme... -le dije acercandome a su oído, mordiendole el lóbulo de la oreja, y acelerando la paja. Su respiración empezaba a acelerarse, su pija empezaba a estar más dura, si eso era posible, y sentí como explotaba y me encantaba ver como la leche de su pija se mezclaba con el agua, además que hacia mucho que no estaba con alguién tan joven y me sorprendía la cantidad de leche que salía. Le dí un suave besito en los labios y le dije que se duchara. Salí del baño pensando en como iba a bajar mi calentura, no tenía ganas de ver a nadie quizás después me masturbara, cuando salió del baño nos pusimos a tomar unos mates charlamos un poco de todo, le conté que manejaba grupos de promotoras en una empresa, que estaba estudiando una magistratura, él no trabajaba, estudiaba cocina en segundo año, le encantaba cocinar, no trabajaba vivía con sus padres, había tenido una novia hasta hacía un año, y ahora estaba solo, no se le daba muy fácil con las chicas. Cuando se estaba por ir le dije.
-Mira... me gustó jugar con vos... me gustaría que siguiéramos jugando... pero no aceptó celos... no quiero relaciones serias, salgo con quién quiero y cuando quiero. Si llamo a algún amante espero que venga, si no puede no hay problema, pero va bajando en mi lista de prioridades, igual vos no estás todavía en la categoría de amante, sos como un proyecto, nunca salí con alguien menor que yo, si quiero verte a la noche no te voy a avisar a último momento, trato de avisar siempre por lo menos doce horas antes. Si vos me llamás y querés verme, dentro de los tres días siguientes te veo seguro, no dejo a mis amigos amantes de garpe, a no ser que este de viaje, claro.
-Te gustaría probar...?
-Me encantaría...
-Bueno el domingo te espero a almorzar... cerca de las 14 horas... -agarré plata y le di
-No, para que. estás loca...
-Quiero que te comprés unos boxers como la gente y que los elijas vos... no que te los compre mami... comprate dos o tres... cuando los compres pensa en mi...
Lo despedí en la puerta de mi departamento, cuando llegó abajo tocó el timbre de adentro y le abrí, nos vemos el domingo me dijo.
No comenté nada con ninguna de mis amigas, me sentía rara, y a la vez no podía dejar de fantasear con el domingo, tengo unas esposas para jugar, que suelo usar, la mayoría de las veces me encanta que mis amantes me agarren a la cama, pero esta vez pensaba, por primera vez, en ser yo quién lo amarrara a un joven muchachito, las imágenes me venían a montones, no podía parar, me distraje viendo series. El domingo llegó bien puntual, había encargado algo de comida, todavía no había llegado, me puse unos shorts cortitos elastizados, sin ropa interior y la parte de arriba de un bikini, quería que viera el piercing de mi pancita, en general les suele gustar mucho a los hombres. Baje a abrirle así, descalza, tenía los ojos como dos huevos duros, cuando entró le cerré la boca con la mano
-Te quedaste con la boca abierta...
-Estas impresionante...
-Que bueno que te guste... me arreglé para vos...
Tomamos unos mates hasta que llegó la comida,
-Me acompañas a buscarla...
-No querés que baje yo...
-No, porque... el muchacho también puede disfrutar un poco de la vista... -me puse unos zapatos de taco alto, que me levantan más la cola- así estoy más linda no...?
-Vas a bajar así...
-Claro... obvio... imaginate si vos estuvieras trabajando con este calor... no te gustaría que te reciban bien... -No dijo nada su bulto estaba duro desde que llegó.- ponete la remera por afuera... si nos ve algún vecino vas a parecer un calentón...
Cuando bajé del ascensor exageré el movimiento de mis caderas mientras caminaba a abrirle, el pibe estaba encantado con la vista se le notaba en la cara. Le recibí el paquete y le dije.
-Disculpame... me olvidé la plata arriba... me bancas un cachito....
-Claro... no hay problema...
-Me alejé regalandole una visión de mi culo moviendolo sensualmente...
Cuando subíamos en el ascensor con Gastón me dijo.
-Como te gusta calentar...
-No vas a empezar con celos no...?
-Por supuesto que no... si ni siquiera soy tu amante...
-Exacto... sos un precandidato... dije y le aprete el bulto sobre el pantalón.
Comimos más tranquilos conociendonos un poco más, comimos en el salón, sentados cada uno en un sillón, sobre el final del almuerzo le dije, sacando las esposas de debajo del almohadon del sillón en el que estaba sentada.
-Te gustan... siempre juego con mis amantes... me gusta que me amarren a la cama... sentirme ofrecida... entregada... eso cuando confío en ellos claro... con algunos pocos... -Gastón hacia silencio.-
Me gustaría probar con vos... que sos más jovencito que se siente ser la que amarra al otro... queres jugar...?
-Me encantaría... y que me vas a hacer...?
-Todavía no se... según lo mala que me sienta... -me puse de pie le di un suave beso en los labios y fui para el cuarto. Vino caminando detrás mio- Sacate la ropa... quedate solo con los boxers... -tenía puestos unos negros buenisimos- Esos los comprastes vos... eh...?
-Si pensando en vos...
-Tenés un punto a favor... acostate... -le agarré las manos y lo até a los barrotes de la cama. fui a buscar mi copa de vino, me senté en una silla al costado de la cama, me acariciaba mi almejita sobre el shortcito mientras le daba unos sorbos al vino.- Me gustan los boxers... pero te quiero ver desnudo... -me puse de pie y dejando el vaso en la mesita, me acomodé entre sus piernas y fui bajando el boxer despacio, su pija apareció bien dura, llena de sus fluidos preseminales, con mi dedo indice, le distribuí un poco los fluidos acariciandole la cabecita de su pija y después me chupe el dedo, su pija daba saltitos en el aire. Me puse de pie, me paré al lado de la cama y dandole una visión de mi culo, me fui bajando el shortcito, lentamente, mi culo quedo al aire, me gire hacia él acariciandome mi conchita y mostrandole, los pocos pelitos que tengo sobre ella, me acomodé con una rodilla a cada lado de su cabeza y le di mi almejita a chupar. Nunca lo había hecho así y me encantaba, él chupaba como un desesperado, le fui diciendo de a poco como hacer, que me gustaba y que no, el sólo darle indicaciones me ponía más caliente, montada sobre él, con la parte de arriba de mi bikini todavía puesta, le fui indicando como hacerlo y cuando explote, lo agarré fuerte de la nuca clavandolo contra mi concha, acabe como una yegua.
Me quedé un rato más sobre él, que seguía jugueteando con su lengua, miraba su pija que seguía latiendo, me salí de encima de él y le di un beso por primera vez metiendole la lengua bien profundo.
-Podes entrar en la categoría de amante si seguis así.... -le dije y me sonrió. Fui al salón y traje un poco de vino, le di de tomar en los labios, el seguía amarrado a la cama, yo tomé un trago, me acomodé sobre el a la altura de su pija, puse ambos labios de mi conchita a los costados de su pija, que estaba hacia arriba, la presionaba contra su pelvis y me moví un poco asi sobre él... ida y vuelta...
-Estoy muy cerca...
-Y llega bombón... dale... dame la lechita... -su pija explotó manchando todo su vientre y parte en su pecho, era una leche espesa, bien blanca y superabundante. me salí de encima de él y le dije si le podía tapar la cara con una almohada y sacarle una foto, me encantaba su pija todavía dura y su vientre lleno de leche, no tenía problema así que le hice unas fotos en color y otras en blanco y negro. Quiso que se las mande le encantaban, lo desate, lo mande a bañarse y después de charlar un rato y tomar unos mates se fue para su casa. Nos volveremos a ver




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