La enfermera (3er y ultima parte)

...Con la cabeza dada vuelta y llena de calentura que me había generado ese encuentro en mi trabajo, salgo y voy a casa, tenia una hora para acomodar antes que llegue ella, como todo departamento de soltero, estaba hecho un quilombo obvio.
Los mensajes no paraban, era una calentona profesional, las imágenes que me enviaba y las cosas que me decía me hacían dar cuenta lo difícil que iba a ser no pensar en esa enfermera. Llegado el momento y con todo acomodado la esperaba con cierto nerviosismo, ya había estado con ella, pero si en un lugar tan incomodo como el trabajo, ella fue un camión sin frenos, no quería imaginar lo que seria en una cama y con el tiempo a nuestro favor. Me estaba tomando mi quinto mate en el momento que sonó el timbre, respire profundo y baje... mis ojos no podían entender lo que veían, yo la conocí vestida como enfermera, con su uniforme profesional, y ahora la veía con una remera, muy ajustada, lo cual me dejaba ver que sus tetas eran chiquititas, pero bien paraditas, un jean suelto, que igual no disimulaba el tremendo culo que tenia y el pelo atado con un pañuelo, muy estilo pin-up (debo admitir que eso es lo que mas me calentó). Nos saludamos con un respeto disimulado, nos tratábamos de usted de una manera muy educada, como olvidando lo que había pasado hacia unas horas, al entrar al departamento no pude evitar mirar sus ojos que investigaban cada rincón mientras se ponía cómoda en el apoyabrazo de un sillón viejo, le ofrezco un mate y ahí escucho las palabras mas dulces del día...
-No vine a matear, vine a cojer, me vine a poner en pelotas para vos, para que hagas conmigo lo que quieras.
-Bueno, mientras me tomo yo este mate, ponete en pelotas querida. Le conteste canchero, pero muerto de nervios...miedo...y caliente.
Ella se empezo a desvestir casi sin interesarle, mientras miraba a su alrededor y opinaba de mis cosas, ese desinterés me volo la cabeza, ella sabia que venia a cumplir con un tramite que los dos queriamos hacer, nada de sensualidad, nada de jugar, vino a COJER.
Ya totalmente desnuda se volvio a sentar en el sillon, pero con una actitud de quien es dueña, pude ver sus tetas y si, eran chiquitas, blancas, con los pezones rosados, muy paraditas y duras, en una palabra...hermosas, esta flaca era un combo tremendo...
Me empiezo a desvestir como quien se desviste para ducharse, nada sexual, muy poco provocativo, menos de lo que era naturalmente, increiblemente ya tenia la pija durisima y ella no me habia puesto ni un dedo encima, creo que ese era su poder. Ya aceptando las reglas comenzamos a besarnos, no lo habiamos podido hacer antes, besaba muy bien, suave, muy tierna y con sus manos jugaba con mi pelo y con mi verga al mismo tiempo, yo no podía dejar de acariciarle la espalda, me parecía muy sexual, no se por que.
- Sentate en el sillon que te voy a cojer un rato, no acabes, no seas gil. 
Me dijo riéndose y con un tono de quien ya se siente cómoda. Al sentarme pude notar su conchita mojada, se subio arriba mio y comenzo a moverse muy lento, siguiendo una musica imaginaria, con una mano le acariciaba y besaba las tetas y con la otra jugaba con su espalda acariciándosela hasta llegar a su cola, asi estuvimos un buen rato y realmente no nos molesto a ninguno, lo disfrutamos lo dos por igual, a ella le encantaba hablar, lo hacia suave en mi oido y decia cosas que vuelven loco a cualquiera.
-Tengo la concha calentita por tu culpa.
-Mira como me hiciste mojar hijo de puta.
Eso me hizo pensar, la mujer que vino a llevarse todo por delante, de repente estaba relajada, sumisa, lo que vendría me sorprendería mucho mas, luego de varios movimientos muy puntuales pude notar que acabo varias veces, y eso a ella le molesto, por que estaba desnudando que lo estaba pasando mejor de lo que ella queria, yo a esa altura estaba para dejarle hasta mi sangre a su nombre, no me importaba nada, enojada por que las cosas no fueron como ella queria, se levanta y me dice:
-Ahora voy a hacer lo que quiero, vine a poner tu pija entre mis tetas y ver como me haces caso a todo lo que quiero y eso es lo que va a pasar.
Arrodillandose, se acomoda y empieza a chuparmela con muchisimo amor, la pendeja estaba entregada, ya no era la rebelde mujer que no le importaba nada y que venia a cojer nada mas. Estaba dando un espetaculo, su manera de chupar era hermoso, suave y delicada, como jugaba con su lengua, sus ojos, como se acariciaba las tetas y se mordia los labios cuando veia la punta de mi verga apoyada en sus pezones. Debo decir que mi sorpresa fue verla asi, no me la imagine en esa situacion, tan entregada.
Despues de varios minutos y al ver que yo no acababa me dice
- No quiero dejarte asi, yo acabe varias veces y vos nada, que queres?
Sonrei, y me la jugue... - Tu culo, acabarte en el culo quiero.
Obvio que espere un NO enorme y enojada, pero solo escuche un...
"Pense que no te ibas a animar, y no queria pedirte que me cojas el culo, por que se iba a notar lo entregada que estoy".
Uffff...mi cabeza se partio como si un rayo me hubiera dado de lleno, se arrodillo en el sillon, se acomodo y dejo todo su culo a mi placer, empece jugando un poco con mis dedos y un poco con mi lengua, a la vez ella jugaba con su conchita, podia ver que seguia mojada y abierta, comienzo a meter mis dedos, de a poco, muy despacio, se sentia la fuerza que ella hacia apretando, pero ya era muy tarde para volver atras, los dos queriamos hacerlo.
-Por favor, metemela. Me dijo.
Comienzo muy suave, lo intente varias veces pero estaba muy apretado, y en cada intento se le notaba el sufrimiento. Despues de vario,s ntentos mas, me dijo:
-No pienses en mi, aunque me duela, metemela de una, no me importa nada.


Y asi lo hice, mojamos con aceite y dejamos de pensar, y sin dudar se la metí, al mismo tiempo se dio un grito de dolor y placer, pude sentir la fuerza que hizo el culo y sus manos agarrándome las manos tan fuerte que me hizo sangrar con sus uñas, esa cola estaba siendo cojida como tenia que ser,  nos llevo un buen tiempo lograr un ritmo de placer, tenia el culo caliente, estrecho, rojo de la fuerza que hizo, pero por favor, que hermoso era cogérselo, no dejaba de gemir, de pajearse, y ahí empezó mi problema, la fuerza que hacia yo para no acabar, se había vuelto una misión imposible, hasta que paso, acabe, y acabe mucho...nos quedamos en silencio por un minuto, creo que los dos teníamos mucho para pensar, nos había gustado mas de lo que queríamos y esperábamos y eso era un problema. Ya vistiéndonos y mas tranquilos me dijo:
-Sabes lo que me jodió? que vine a cojerte, a usarte y tratarte mal, y termine re cojida, sumisa y con el culo lleno de leche, y lo volvería a hacer muchas veces mas.
Se tomo un par de mates, esos que me había ninguneado, se pidió un uber, y se fue a la casa...indignada, enojada y cojida.



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