Mi vecina, la negra...!!

Siempre me gustaron las negras.
 
Hablo de las negras de piel, las mulatas, las brasileras,dominicanas, ecuatorianas, colombianas, venezolanas…y todas aquellas mujeres decuerpos oscuros y piel sedosa. Desde que me cogí por primera vez a mi vecina labrasilera a los 16 años (en otra historia lo voy a contar), me calientanmuchísimo.
 
Para los que leyeron la última parte de mi historia anterior (verLhttp://www.poringa.net/posts/relatos/3240954/La-chica-del-subte---ultima-parte.html), saben que tengo una vecina que me escucha cogerseguido. No es de extrañarse: vivo solo en un depto de un edificio que tienecinco pisos y casi cincuenta deptos; o sea, se escucha todo. Siempre queaparezco con una mujer y me la cruzo, mi vecina me sonríe cómplice, porque sabeexactamente lo que va a pasar.
 
Mi vecina es una dominicana, una negra hermosa de 1,50 y pico, muybien proporcionada, y con una cara de puta que es que te sonría, y que te laponga dura. Tiene unas tetas duras y paradas, y un culo que esespectacular…chiquito, redondito, duro. En general me la cruzo de entre casa,cuando va a la terraza con la ropa para lavar, y esas redes en la cabeza tantípicas de las minas de allá. Pero también la he visto cuando sale a bailar,con unos escotes impresionantes en unos tops cruzados, y pantalones blancos quele resaltan el color de piel. Se me endurece la poronga de sólo recordarla así.Está buenísima y tiene sólo un defecto: es casada.
 
En general, eso no es problema para mí. Me he cogido a muchasminas casadas y nunca tuve inconvenientes. No me preocupa en lo más mínimo ni meda cargo de consciencia. De hecho, a más de una me la garché únicamente por loque me calentaba al pensar que iba a volver a la casa, llena de mi leche.
 
En este caso, sin embargo, había un problema grave: viven a dospuertas de mi casa. Y los que viven en los edificios saben cómo es…a la larga,todos se enteran de todo. Pero bueno, tenía que arriesgarme, porque me laquería coger sí o sí. La ventaja es que ella también me tenía ganas. Se notabapor la manera de mirarme, por cómo me preguntaba por ésa o aquella chica con laque me había visto, por las veces que me decía que no la había dejado dormircon los ruidos, por cómo me agradecía cada vez que me la cruzaba sola y ledecía lo hermosa que era, el cuerpazo que tenía…muchas señales pero al final,no me dejaba avanzar. Terminé pensando que era una calientajapi, pero larealidad es que estaba preocupada porque su marido se entere.
 
La oportunidad empezó a formarse un sábado a la tarde. Yo dormíala siesta cuando me despertaron los gritos de mis vecinos dominicanos. El tipoaparentemente, por lo que pude escuchar, la había engañado con una prima deella (que también laburaba en la peluquería junto con mi vecina), y ella sehabía enterado por unas fotos que le encontró en el celular.
 
No sé, amigos, cuántos han estado con dominicanas, sin pagar…peroson terribles. Tienen un carácter tremendo cuando se enojan. La cosa es que mivecina (su nombre es Yulissa; tienen nombres así, extraños para estaslatitudes) se fue a la mierda con un portazo. Muy, muy enojada.
 
Salí al pasillo y pensé en seguirla, pero era probable que la sigael marido (o no) pero seguro, no iba a tener ganas de que me la chamuyara. Aúnno. Entonces esperé y empecé a pensar. ¿En qué? En mi plan, obvio, porque ahoraiba a tener más posibilidades.
 
El sábado volvió tarde y no salió. Pero a la mañana siguiente laveo ir con la palangana a la terraza, me pongo un short y una remera y subo,con dos toallones.
 
La veo enjuagando la ropa; eran las nueve de la mañana y estábamossolos. Las bachas donde se enguaja la ropa están en un pasillo, y más allá, lapuerta que da a la terraza, que estaba sin llave pero cerrada. También estabadesierta. En el otro extremo hay un pequeño cuartito del encargado, con escobasy cosas así.
 
-Buen día, que sorpresa!-le digo, mintiéndole, porque la estabacasi acechando jajaja- qué haces tan temprano?
 
-Hola, cómo estás tú hoy?- me dijo limpiándose la cara, estaballorando. Ese acento me movió la pija al instante.
 
-Acá andamos, con sueño- mientras me desperezo…-todo bien?
 
-Sí sí…
 
Estaba con un short y una musculosa, con un escote espectacular.Sus tetas no son muy grandes, pero sí muy duras…me encantan. Se dio cuenta deque la miraba y bajo la vista; ahí creo que vio que ya estaba duro. Se sonrió.
 
-Sabés que podes contar conmigo, no?
 
-Hey, por qué dices eso?- pareció sorprendida.
 
-Digo nomás, por si no estas muy bien…no te veo alegre comosiempre.
 
-Ayy es que me están pasando cosas, chico…muchos problemas…
 
-Qué puedo hacer, hermosa? Te quiero ver sonreír!!
 
-Ay que dulce, hazme compañía un ratico…
 
Y se puso hablarme de la peluquería, del trabajo, de las comprasde cosas, de su mamá allá en su país. De todo menos del marido y de suscuernos. Yo mientras me entretenía mirándole las tetas. En una de esas me ve yse ríe.
 
-¿Es que tú no cambias más, verdad?
 
-jajaja perdón divina, es que acá no hay mujeres como vos, sosespecial.
 
-Así dime tú, ¿qué me hace tan especial?
 
-Para empezar, tu color de piel…estás espectacular…y tucuerpazo…!!
 
-¿Ah sí? ¿Es que a ti te gustan las morenas?
 
-Sí obvio, me encantan…y me calientan mucho…jaja perdona que te lodiga así, pero es la verdad…
 
-jajaja si veo eso ya… (me sonríe mientras me señalaba el bultodelator del short) jajaja... tu tienes una reputación acá...
 
-jajaja naaaa, no me jodas…-le dije, riéndome
 
-pues sí, de veras…y te vi con muchas chicas, a ti no te faltanmujeres…-y seguía sonriendo, con esa sonrisa bien blanca en contraste con esapiel hermosa…
 
-Sí me viste, pero ninguna es como vos…¿o me viste con alguna comovos?
 
-Ahí dices la verdad…jajaja
 
-Es que vos sos única, preciosa…esa sonrisa…ese lomazo…
 
-Jajajaja ¿qué es eso de lomazo? Jajaja
 
-Digo que tenés un cuerpo impresionante…muy firme, se ve…
 
-Jjajaja ¿ah sí, dices tú?-mientras se levanta un poco el short,revelando una tanga de encaje…-y sin gimnasio, todo natural...
 
-Que belleza, por dios!!
 
-jajajajaja, me haces reír, tú…mientras terminaba de enguajar laropa. Terminó poniéndola toda en la palanga y se dio vuelta para ir a laterraza, rozándome. Llevaba la palangana con las dos manos y al llegar a lapuerta de la terraza, tenía que dejar la palangana en el piso para abrirla; encambio, me mira por arriba del hombro.
 
-¿Me ayudas?
 
Yo me había quedado mirándole el culo, ya casi resignado a que nopase nada. Entonces voy a abrir la puerta y se me ocurre. Le apoyo de una, sinpreguntarle nada, la pija bien en el culo. Ella con las dos manos ocupadas solosuelta un gemido.
 
-Ay, chico, mmmmm
 
No hizo falta más. La agarré y sin que suelte nada, la llevéadentro del cuartito de la limpieza. Cerré la puerta. Ahí soltó lo que llevabay se dio media vuelta. Nos besamos largo, mientras mis manos le acariciaban elculo y ella me tocaba el bulto.
 
Conscientes de que no había mucho tiempo, la apoyé contra lapuerta y ella levantó el culo. Le bajé el short y la tanga de una y sin mediarpalabras se la mandé hasta el fondo. La tenía bastante más cerradita y estrechade lo que había imaginado, y la estaba disfrutando a full. Ella también gozaba,mordiéndose la mano para no gritar. Después de quince minutos, notó algo.
 
-Ey, no me llenes…-, susurró entre gemidos…
 
-Ufff, menos mal avisaste, no puedo más…-y era verdad, estabadisfrutando muchísimo y cumpliendo la fantasía de cogérmela desde el primer día…pasaronmás de dos años desde entonces…era mucha leche contenida.
 
Se salió y se dio vuelta, arrodillándose, y se metió mi pija hastael fondo…Apenas dos minutos y le descargué todo el contenido de mis huevos alfondo de la garganta.
 
-Mmmmm que rica la leche argentina…me gustó, chico…-mientras mesonreía.
 
-Ufff, que buena que estas hermosa! Quiero más!
 
-Otro día, ahora vete…jajaja
 
-Bueno, bueno jajaja
 
Le di un pico superficial, y me vestí rápido y salí. Baje alsegundo piso y me metí feliz y livianito en mi casa. Al rato la escucho pasarcantando alguna de las bachatas de su tierra. Para ese momento ya me había vestidoy salgo mientras ella espera que el marido le abra la puerta. Me mira y me sonríe,me guiña el ojo. Le sonrío y le tiró un beso segundos antes de que la puerta seabra.
 
El marido sigue con su amante, y yo me sigo cogiendo a mi vecina,la negra. Como dice la canción, felices los cuatro! jajajaja

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