Se la chupé a mi jefe (y me la tragué)

Hola, me llamo Alejandra, tengo 22 años y lo que vengo a contarles es que hace unos días, después de algunos escarceos, ¡¡¡POR FIN!!! cogí con mi jefe. 
No soy la primera ni seré la última que se eche un polvo con su empleador, pero lo especial del asunto es que mi jefe tiene 65 años. Es un anciano sí, pero todavía se le para y muy bien.
Obvio que para que tal situación se haya dado, resultó fundamental mi atracción por los hombres mayores, ya que no es el primer viejito que me cojo. Ya les contaré de los anteriores, pero en lo que respecta a mi jefe les cuento que se llama Ernesto, como ya dije tiene 65 años, es Productor Asesor de Seguros y junto con su hijo dirige un Broker especializado en taxis.
Empecé a trabajar en la empresa en marzo, luego de las vacaciones. Ví el aviso y me mandé. Necesitaban chicas de entre 18 y 25 años para atención al cliente. Mis trabajos anteriores habían sido en una panadería y en un supermercado Día, así que algo de experiencia tenía al respecto.
Me tomaron de inmediato, ya que según el hijo de Ernesto, que era quién hacía las entrevistas, tenía lo que buscaban, simpatía y carisma. 
Mientras duró mi capacitación, realizada por otra de las empleadas, la más antigua, estuve en la oficina central ubicada en Almagro. Allí fue dónde lo conocí ya que tiene su oficina en el sótano y siempre nos estábamos cruzando, ya sea cuando pedía un café y yo por ser la más nueva debía llevárselo o cuando salía para ir al banco o a recorrer las demás sucursales. 
Igualmente, pese a mi debilidad por la tercera edad, la atracción no fue instantánea. Para mí solo era uno de mis jefes, el de mayor edad. Además no era ningún galán, panzón, fumador empedernido, con un carácter un tanto difícil, de todas las chicas yo era la única que lo encontraba más o menos interesante. Para las demás solo era un viejo cascarrabias.
Cuándo ya estuve capacitada para atender al público sin supervisión, me mandaron a la sucursal de Chacarita, que fue dónde empezó mi contacto con Ernesto.
Él está en Almagro, aunque siempre está recorriendo todas las sucursales. 
Me acuerdo que ese día estaba teniendo un problema con la cotización de un seguro. En ese momento no me podía contactar ni con el hijo ni con la chica que me había entrenado, que eran a quiénes recurríamos para tales asuntos. Así que como última alternativa lo contacto a él por el chat interno de la empresa. Con un par de indicaciones suyas resuelvo el tema en cuestión de minutos, aunque nos quedamos chateando por un buen rato. Sin tirarnos onda ni nada, solo hablando del trabajo. 
Cuando llega otro cliente no me queda otra que cortar la comunicación.
"La seguimos en otro momento, entonces", me dice. Es ahí que antes de cerrar el cuadro de diálogo le pongo mi número de celular, y como despedida le digo:
"La seguimos, chau".
Fui yo la que volvió a hacer contacto por whatsapp con un tímido "hola", fuera del horario de oficina, así mi intención estaba más que clara. Tardó en responderme, pero lo hizo. Desde entonces empezamos no solo a mensajearnos sino también a hablarnos directamente por teléfono. 
Un día, no me acuerdo de que hablábamos, pero me dice:
-Bueno, pero tengo edad para ser tu abuelo-
-Mi abuelo no es tan lindo y sexy- le respondí yo.
Más claro echale agua...
Al poco tiempo volví a la oficina central en Almagro. No me lo dijo pero supongo que aquella declaración tuvo algo que ver. Igual apenas me saludaba cuando me veía, y los mensajes que le mandaba ya no me los respondía. 
Él siempre era el último en salir de la oficina, así que una tarde, luego de cerrar, salgo con las demás chicas, pero me quedo en la esquina esperando. Cuando ya no hay moros en la costa, vuelvo y golpeo la puerta. 
-Me olvidé el celular- le digo cuando me abre.
Su oficina está en el sótano, así que le digo que me parece haberlo dejado encima de uno de los archivos. Bajamos la escalera, que es estrecha, yo por delante y él detrás, sin decir nada. 
Cuando llegamos busco el celular con la vista pero no está, obvio, porque no me lo había olvidado. Solo fue una excusa para estar a solas con él. La charla que tuvimos entonces no me la olvido más.
-¿Por qué me estás evitando?- le pregunto dándome vuelta de repente y enfrentándolo, atrevida, desafiante.
-No te estoy evitando, ¿porqué te evitaría?-
-Porqué tenés miedo-
-¿Miedo?-
-Sí, de estar con una pendeja como yo-
-Ya te dije Alejandra que tengo edad como para ser tu abuelo...-
-Me gustás Ernesto por más abuelo que seas-
-Mira no sigamos con esto porque vamos a terminar mal, mejor buscá tu celular y andate-
Se va para su escritorio pero me interpongo en su camino. Aunque corro el riesgo de perder el trabajo no me importa, lo abrazo y lo beso en la boca. Por supuesto no se resiste. Recién cuando siento su lengua frotándose contra la mía me animo a ir más allá.
-Te voy a demostrar lo mucho que me gustás- le digo y haciendo que se siente en su butaca, me pongo de rodillas en el suelo, por entre sus piernas, y le desabrocho el pantalón.
Por supuesto que se deja hacer, así que le saco la pija afuera y le doy unas cuántas lamiditas en la punta, besándola por los lados, sintiendo como se le va poniendo dura de a poco.
Durante mis experiencias con mayores me encontré de todo, tipos a los que apenas se les paraba, y otros que con unos pocos mimos revelaban tremendo fierrazo. Por eso no sabía que esperar con Ernesto. Por suerte mi jefe estaba entre los segundos, aunque no tan grande como algunas que supe comerme.
Cuando ya la tiene bien parada, me pongo a chupársela, comiéndomela toda, hasta que los pelos del pubis me hacen cosquillas en la nariz. No la tiene demasiado larga así que me entra en la boca sin problemas.
De a ratos se la suelto y le escupo encima, para una mayor lubricación, volviendo a chupársela con mayor empeño.
Con la cabeza echada para atrás, la vista clavada en el techo, Ernesto gime profusamente, tensando las piernas, estirándolas, haciendo un notable esfuerzo por retener lo que ya parece incontenible. 
Gruñe, se pone colorado, hasta patalea, pero nada puede hacer, ya que se la chupo más fuerte todavía, sintiendo enseguida como mi boca se llena de calor y humedad.
No se la suelto, al contrario, aprieto más los labios en torno a su vibrante volumen, tragándome todo el semen sin disgusto alguno.
Esa es mi demostración de lo mucho que me gusta, tragármela. Cuando tengo sexo, ya sea con mi novio o alguien más, soy de chupar pero no de tragar. No me gusta el sabor del semen, pero Ernesto me puede. 
Luego de la mamada queda exánime, con los brazos colgando a los costados, mirándome con una sonrisa de oreja a oreja.
Éste es mi momento, así que me levanto, agarro el paquete de pastillas "Fumador" que tiene en el escritorio y me meto una en la boca para contrarrestar el sabor de la leche. 
Entonces, sin decirle nada, me doy la media vuelta y moviéndole incitante la colita, subo la escalera y me voy. Salgo de la oficina.
A ver si de ahora en más va a seguir evitándome.
Si les gustó la próxima les cuento como me garchó.

17 comentarios - Se la chupé a mi jefe (y me la tragué)

Huntersexual2019
mmmm pendeja conta mas...
amantedeviejitos
Si, voy a seguir contando
Huntersexual2019
@amantedeviejitos yo tengo 38 califico para darte duro en la cama??
veteranodel60
Que linda pendeja, yo soy veterano y me gustaría tener una secretaria así en mi empresa, van 10 puntos para que sigas contando y pone fotos
diablitaoeste
Aca tenes una
kellybaby
Do You Speak English? Hola, es un placer conocerte. Mi nombre es Kellyanne Colbert. Soy oficial militar de los EE. UU. Me gustaría conocerlo. Soy romántico y divertido. Leí su perfil y realmente deseo indicarle mi interés. Estoy buscando relaciones íntimas genuinas y significativas con el amor, la pasión y el romance. Por favor, me alegrará si me envía un correo electrónico a mi dirección de correo electrónico privada (kellyannecol@hotmail.com). Le enviaré mis fotos y le contaré más sobre mí y mis planes para el futuro. Mucho amor, espero tener noticias tuyas pronto.
kellyannecol@hotmail.com
Kellyanne.
amantedeviejitos
What!!!!
mdqpablo
muy buen relato ., los maduritos tenemos lo.nuestro y vos sos genial
amantedeviejitos +1
Me encantan los maduritos!!!
siempremassexo
Capitulo 2 urgente....pero metele foto tuya en bolas
pituto02
hermoso relato, despues de leer tu relato, me encantaria que me la chupes. si tevan los maduros.
bi_casado_bche
Buena historia!!! A mi tambien me gustan los veteranos y tambien me gusta chuparsela, pero me encanta tragarme la lechita. Espero ansioso saber como te cogio.
charlespiere
Uyyyy q buen relato amiga que suerte la dtu jefe de tener una nena asi como tu en lo personal me encantan las jovencitas asi como tu eapero puedas regalar unas fotitos tuyas hermosa
GabOficial
me encanto BB.... con 47 entro en el target???
paleta50
que lindo relato subite algunas fotos