Disculpen por la desaparicion. Me cuesta mucho ser constante en escribir relatos. Hoy les traigo esta fantasia que tenia cuando estaba en la secundaria que involucra a mis 2 modelos predilectas. Se que los relatos con Sol perez u otras minas actuales garpan mas y son del agrado de la mayoria pero es que yo soy de la vieja escuela de trolas: Pamela David, Silvina Luna, Monica Farro, Evangelina Anderson etc. Me gustan mas que las trolitas de ahora.
Cualquier consejo sobre escritura o comentario para mejorar es bien recibido y me motiva bastante a decir verdad.
DISFRUTEN
Quien alguna vez no tuvo fantasías con una o varias profesoras en la escuela, más precisamente en la época del secundario? Me atrevo a decir que nadie se queda exento de estas fantasías tan obscenas y morbosas. Esta es la historia de Gabriel, un pibe revoltoso, problemático y muy maleducado, que pudo cumplir su máximo anhelo de convertirse en el amante de su profesora y su rectora.
Como ya dijimos nuestro héroe era el típico “bully” del curso que no respetaba a nadie, ni a sus profesores. Esto le trajo obviamente más problemas que soluciones durante su andanza escolar. Gabriel era adicto a la pornografía, un auténtico pajero que siempre usaba vocabulario muy obsceno al referirse a las mujeres. Sus máximas fantasías eran su profesora Silvina y la rectora de su colegio Pamela. Todos los días admiraba los cuerpos de ambas mujeres diciendo cosas como: “No pueden ser tan putas como para venir así; Que buenas tetas tienen esas 2 zorras; Tiene un orto la profe y la rectora también”. Todos los días Gabriel tomaba fotos mentales de sus 2 educadoras para al llegar a su casa ir directo a su pieza a masturbarse.
Para presentar a las 2 mujeres en cuestión podemos empezar por Pamela: que tiene 34 años, es morocha de pelo largo, con un busto y una cola muy prominentes, flaca con una cintura hermosa y a la cual le encanta vestir escotes muy provocativos. Demasiados para una autoridad escolar. Por otro lado Silvina también es un minon con todas las letras: 32 años, pelo castaño, ojos hermosos, un cuerpo envidiable con mucha cola y tetas al igual que Pamela. Las 2 se muestran muy provocativas siempre, especialmente en la escuela, pero aun así mantienen un aire de seriedad al ser muy estrictas sin dejar que nadie les falte el respeto. Por fuera ambas mostraban una personalidad muy seria, a pesar de su vestimenta, pero en el fondo las 2 eran unas putas ninfómanas que se divertían provocando la excitación de todos los hombres.
Lo que nadie en el instituto sabia era que ambas eran pareja desde hace ya bastante tiempo. Y para fortuna de Gabriel, ellas estaban hace tiempo en busca de un amante fijo que pudiera seguirles el ritmo a ambas.
Era jueves y las clases de Historia de Silvina transcurrían normalmente. Tenía un curso de 30 alumnos en el que la mayoría eran hombres, entre los que se encontraba Gabriel. Ella escribía en el pizarrón deleitando a todos con su enorme culo encerrado en una falda apretadísima. Le encantaba hacer eso e imaginar las cosas que los chicos decían sobre su cuerpo.
-Que perra por favor, no puede ser tan puta le comentaba Gabriel a su compañero de banco.
-Mira ese culo viejo, que impresionante le respondía su amigo.
Gabriel arranco una hoja de su carpeta y empezó a dibujar a su Profesora. El resultado fue un garabato en que la profesora estaba desnuda agachada pidiéndole a un chico que le acabe en la cara. El dibujo les causo tanta gracia a ambos muchachos, que empezaron a pasárselo entre todos. Todos los chicos se reían de dicha obra de arte y se imaginaban a Silvina en esa situación.
La profesora empezó a escuchar las risas y se dio vuelta extrañada. Justo alcanzo a ver cuándo uno de sus alumnos escondía un papel debajo de su cuaderno. Rápidamente se acercó y le ordeno que le diera la hoja. El muchacho dudo, pero sabía lo severa que ella podía ser cuando quería, así que se lo dio. Un escalofrió corrió en las espaldas de todos los presentes.
-¿Quién hizo esto? Pregunta Silvina muy molesta.
Nadie se atrevía a responder así que la profesora volvió a preguntar esta vez gritando enojada. Les advirtió que si nadie se hacía cargo iba a amonestarlos a todos. Los presentes sabían que con Silvina no se jodía, así que empezaron a preocuparse. Tal vez fuera la suerte o el destino lo que hizo que Gabriel se levantara para hacerse cargo de lo hecho. Unas semanas después se preguntaría a si mismo porque lo hizo sabiendo que nadie lo delataría, por el miedo que le tenían, y por qué una sanción más o una menos le importaban poco.
-Yo fui profesora respondió Gabriel sin intentar disculparse.
-Salí afuera y en el recreo vas a mi oficina. Me escuchaste? Le interrogo Silvina muy enojada.
Sin más remedio el chico salió afuera y se sentó en un banco a esperar el recreo. Todavía se reía por el dibujo. Le importaba poco y nada si lo expulsaban o lo sancionaban. “¿qué le hace una línea más a la cebra?” decía en su mente.
Pasó una hora y sonó la campana del recreo. Era la hora de enfrentar su castigo. Cruzo todo el patio, subió las escaleras y se dirigió al despacho de Silvina. Tenía una buena corazonada por alguna razón que no entendía, sentía que algo bueno iba a pasar. Golpeo la puerta de la oficina y una voz de mujer le dijo que pase. El chico se sentó en silencio y espero a que Silvina termine de organizar unos papeles.
-Nunca en mis casi 10 años de carrera me faltaron el respeto asi agrego Silvina.
Por dentro la profesora se sentía en una encrucijada: Por un lado estaba molesta ya que se tomaba en serio su trabajo pero por otro estaba un poco excitada con todo lo que había pasado. El aire de chico rudo de Gabriel le gustaba, además de que el dibujo le traía recuerdos de algo que le encantaba hacer. El chico tenía los huevos bien puestos y eso le gustaba.
-Voy a pedir que te expulsen, ya lo hable con la rectora. Tenes algo que decir?
Esta última pregunta pego muy fuerte en la cabeza de Gabriel. No le importaba que lo expulsen pero sentía que esta era una oportunidad única para decirle un par de guarradas a Silvina. No tenía nada que perder y esta era su última chance de cumplir con su fantasía.
-No entiendo cómo siendo tan inteligente desperdicias tu potencial le decía Silvina. No te enfocas en la clase, no te concentras.
-¿Cómo Queres que me concentre si vos venís con ese escote y con esas calzas? Es imposible que piense en otra cosa que no sea chuparte las tetas o amasarte ese culo hermoso. Todos los días me imagino a usted chupándome la pina con esa carita de putita petera que tenes. Expulsame si Queres pero esto te lo tenía que decir trolita.
-¿Qué me dijiste pelotudo? Le interrogo Silvina intentando salir de la sorpresa y la excitación. Las palabras de Gabriel la habían tomado de improvisto.
-Ya escuchaste lo que dije putita le retrucaba el chico. Sabes que es lo que más ganas tengo de hacerte? Me encantaría meter mi verga en medio de esas tetas y después llenarte toda esa carita de puta que tenes de leche. Mil pajas te dedique a vos y la rectora que debe ser igual de puta que vos.
Silvina trataba de salir del shock. Las palabras de Gabriel la estaban calentando mucho. Nunca un hombre le había hablado así, menos un alumno y eso la excitaba mucho. Por dentro su cabeza volaba tratando de serenarse sabiendo que era uno de sus alumnos el que tenía en frente. La excitación le gano a la razón cuando la profesora vio el tremendo bulto que el chico tenía en sus pantalones.
Lentamente la profesora se levantó de su asiento y se acercó al chico. Era la primera vez que Gabriel sentía un poco de miedo, la mirada de Silvina había cambiado y al acercarse ella se sintió pequeño ya que era más alta que él.
-Tenes que ser muy valiente para decirme estas cosas y muy hombre para estar con una mina como yo estúpido le decía ella mirándolo de arriba abajo.
-Dame una oportunidad y te muestro putita le retrucaba Gabriel mirándole las tetas con descaro a su profe.
-Bajate los pantalones pendejo de mierda, mostrame como te pajeabas le indicaba Silvina mientras se acercaba a la puerta y la llaveaba. Dale quiero ver que tenes le ordenaba.
Sin dudarlo el chico se bajó los pantalones. Quedaba solo el bóxer que encerraba el enorme bulto de Gabriel. “Esta es para vos” le dijo el chico apretándose el bulto. Silvina se mostraba fría por fuera pero por dentro quería saltar sobre su alumno y comérselo.
Gabriel se empezó a pajear lentamente ante la mirada de Silvina que se sentó en su escritorio. La profesora observaba la morbosa escena mientras trataba de contenerse. Quería ser ella la que controlara la situación.
La verga de Gabriel estaba completamente erecta. No podía creer lo que estaba pasando. Se pajeaba sin parar tratando de no acabar. Incluso se atrevió a estirar una mano para tocar las tetas de su profesora.
-Ssshhh a mí no me tocas sin mi permiso maleducado.
-Dale putita mostrame las tetas, no seas mala.
-¿Queres mis tetas? Le interrogaba ella apretándoselas para provocar al chico. El escote de Silvina estaba por explotar. Ganatelas pendejo.
-¿Qué tengo que hacer profe? Lo que usted quiera.
-Contame que cosas pensabas cuando te pajeabas conmigo. Contame dale.
Silvina hacia todo este juego a propósito para ver cuando duraba Gabriel sin explotar y manchar toda la alfombra. Además de que las palabrotas del chico la volvían loca.
-Me imaginaba que te pegaba con mi pija en tu carita de puta hermosa, agarraba y te la metía toda de una hasta que te ahogues. Me imaginaba toda tu cara llena de mi leche.
-¿Qué más?
-Lo que más me gusta era imaginar como te reventaba ese culo que tenes, te metía la pija de una y te hacia gritar. Te pegaba unas nalgueadas hasta dejarle la colita roja.
-Que pajero de mierda que sos pendejito.
El juego siguió así por unos 15 minutos hasta que Gabriel estaba por acabar. Silvina lo detuvo y lo sentó violentamente en el sofá. Ella se sentó encima de el y lo empezó besar con pasión. Los 2 se besaban con locura. Las manos del chico fueron a parar a las tetas enormes de su profe. Era un sueño cumplido. Silvina dejo de besarlo, se apretó las tetas, le dijo “todo tuyo” y enterró la cara de Gabriel en su escote. Las tetas de Silvina eran chupadas y mordidas con mucha fuerza por su alumno. Gabriel se deleitaba con sus enormes globos, se sentía en el paraíso.
-Ahora es mi turno de chupar le indico la profe arrodillándose sensualmente. Te voy a pegar una chupada de pija que no te vas a olvidar en tu vida pendejo de mierda.
-Que puta de mierda que sos.
Cegada por la calentura, Silvina agarro con sus manos el enorme falo y empezó una lenta paja. Toda clase de gemidos salían de la boca de Gabriel que no podía creer lo que estaba viviendo.
-Vas a acabar cuando yo te diga pendejo le ordenaba la profe comiéndole los huevos a su alumno. Si duras lo suficiente voy a dejar que me cojas un rato. Me entendiste?
-Lo que vos digas trolita.
Sin más la profe empezó a chupar con locura y oficio. Recorría todo el largo con su boca y al llegar al final ponía la punta en su lengua y lo seguía pajeando; le devoraba las bolas sin parar con la paja. El chico gemía con gusto ante la mirada fija de su profe. En un momento de extrema confianza Gabriel agarro la cabeza de su profe y empezó a mover sus caderas para coger su boca. “Tragala toda putita” le decía mientras su profe se atragantaba con su falo.
-¿Qué haces imbécil? Le reto Silvina riendo.
-Bien que te gusto trola. Que ricos petes haces, sos más puta de lo que pensé.
-No tenes ni idea le respondía la profe mientras saboreaba todo el jugo preseminal que quedo en toda su boca. ¿Queres que meta tu pija entre mis tetas pajero?
-Obvio hermosa le retrucaba el chico mientras se inclinaba para besar a su profe.
AL terminar de comerse a besos, la profe desabrocho los pocos botones que le quedaban a su camisa y se la saco dejando solo su corpiño a punto de explotar. Silvina chupo un poco más para lubricar el pene y se lo metió entre sus enormes tetas. Con sus manos la profe apretaba sus senos que subían y bajaban ante la mirada atónita de Gabriel. Ni en sus mejores sueños el chico se imagina semejante espectáculo.
-¿Te gustan mis tetas pendejo?
-Me encantan profe ufff que rico.
-¿Me vas a coger pendejo de mierda?
-Te voy a romper todo trola.
La excitación de los 2 ya estaba en su límite, ninguno podía aguantar más. Silvina se levantó y se sacó la ajustada pollera quedando solo con su lencería apretada y sexy. La camisa de Gabriel voló por los aires y su corbata iba a tener el mismo destino hasta que la profe la agarro y se la puso. Ambos se miraron por unos segundos sin decir nada, se miraban a los ojos fijamente esperando a que uno hiciera el primer paso.
-Que perra hermosa que sos, mira lo que estas decía Gabriel mordiéndose los labios ante el cuerpo infernal que tenía en frente.
-Te voy a educar hdp sos muy boca sucia y me encanta le retrucaba Silvina sacándose el sostén y dejando que sus enormes globos escapen de su prisión.
Esa fue la gota que colmó el vaso. Gabriel se abalanzo sobre su profe y la beso con locura sin olvidarse de amasar esa enorme cola. Incluso le pego un par de nalgadas. Las lenguas de los 2 amantes se cruzaban con pasión y locura.
-Sentate le ordeno Silvina empujándolo al sofá.
-¿Queres que te coja trolita? ¿Queres mi pija? Le respondía el chico pajeandose.
-Rompeme todo pendejo le decía la profe sentándose encima de su alumno. Vas a durar lo que yo quiero boludito?
-Obvio putona.
Silvina acomodo el pene en su conchita y poniendo las manos en los hombros del chico se empezó a mover con locura. Gabriel se deleitaba chupando las tetas que subían y bajaban al ras de su cara. Los 2 disfrutaban y al mismo tiempo trataban de contener los gemidos y gritos de placer.
-Dale putita dale dale le susurraba Gabriel mientras le pegaba una nalgueada.
-Que buena pija tenes pendejo, si si, que bueno sos. Dame más hdp.
Por casi 10 minutos la profe seguía saltando sobre su alumno. En este punto las chupadas del chico se transformaron en mordidas. La cola de silvina estaba roja de tantas nalgadas. Los 2 ya no sabían como ocultar sus gemidos.
El primer orgasmo de Silvina no tardó en llegar y tuvo que comerle la boca a su alumno para ocultar los gritos de placer. Incluso le mordió el pecho con fuerza al chico dejándole una marca.
-Eso me dolió putona le recriminaba Gabriel nalgueando a su profe por enésima vez.
-Bancatela pendejo a mí me gusta coger así le indico Silvina levantándose y colocándose en 4.
Todo el enorme culo de Silvina estaba a merced del chico. Era un sueño cumplido. Por puro reflejo se agacho y empezó a comerle la cola y la vagina a Silvina que tenía que ahogar sus gritos mordiendo un almohadón.
-Que rica conchita tenes bebe, me vuelvo loco.
-Cogeme papi no aguanto más, COGEME HDP.
-No no, ahora vas a sufrir por la mordida que me diste putita. Me dolió en serio.
-Sos un hdp le recriminaba Silvina mordiendo el almohadón hasta casi romperlo.
-¿Me vas a dar la colita trola de mierda? Le interrogaba Gabriel poniéndole un dedo en el ano.
-Mi cola te la tenes que ganar pelotudo.
Una vez más Gabriel empezó a bombear la conchita de su profe. Las manos de Silvina se pusieron en el respaldo del sofá y esto hacia que su cola se pare más para deleite del chico que además veía alucinado como las tetas de la profe se movían violentamente. Toda la oficina estaba lleno de olor a transpiración, sexo y mucha lujuria. Gabriel agarro por los hombros a Silvina y la empujo contra su cuerpo para tener mejor visión de sus tetas, estaba obsesionado con ellas. Profesora y alumno siguieron besándose y garchando por otros 10 minutos hasta que Silvina despertó de su trance sexual.
-Acaba ya papi. Quiero la leche.
-Puedo seguir un rato más trolita.
-Dale pendejo no tenemos mucho tiempo. Tengo que dar clases. ¿No me Queres dar la mema?
-¿Te la vas a tragar toda putita?
-Toda pendejo, como en tu dibujito.
Los 2 se separaron. Gabriel se paró y empezó a pajearse mientras Silvina se agacho lista para recibir su premio.
-¿Me vas a llenar mi carita de puta de lechita?
-Si bebe te voy a bañar, hace años que la vengo guardando para vos.
La dulce espera término cuando 2 chorros cayeron en la boca de la profe, otros fueron a parar a su cara y un último cayo en medio de sus tetas. Silvina degusto todo el semen con ganas ante la mirada atónita de Gabriel que todavía no podía creer lo que estaba viendo.
-Que rica esta pendejo, muy rica.
-Mira que sos hermosa pero con la carita llena de leche sos más linda todavía. Tengo más si Queres.
-Me gustaría exprimirte esos ricos huevos que tenes pero estamos cortos de tiempo. Vestite.
Sin perder tiempo comenzaron a vestirse. Silvina se limpió como pudo todos los rastros de semen de su cara. Gabriel por otro lado no podía sacar la vista del minón que tenía al lado, todavía no entendía como todo había pasado.
-No podes venir con ese escote a dar clases, debería ser ilegal eso jajajj esas tetas están por explotar.
-Me gusta calentar pijas y no hacerme cargo después jjajjaja además en ningún lado dice que no puedo venir así.
Ni lerdo ni perezoso, Gabriel se acercó a su profe, metió una mano en su escote y le comió la boca con descaro. A Silvina le encantaba esto, ser tratada como una puta cualquiera era una nueva experiencia a la cual le estaba agarrando gusto. Los 2 se besaron mientras que las manos del chico alternaban entre cola y tetas.
-Bueno ahora escúchame bien, vamos a hacer esto: Vas a agarrar tus cosas y te vas a tu casa directo. Ni una palabra de esto a nadie porque si alguien se entera voy a decir que me violaste, y tengo este dibujo como prueba de acoso. Mañana a la mañana vas a venir temprano y vas a ir directo a la oficina de la rectora. Ahí vamos a ver tu castigo, no te vas a salvar de amonestaciones o una suspensión, pero voy a tratar que no te expulse.
-¿Y qué onda con esto? ¿La seguimos?
-Obvio, pero no acá. Es peligroso en la escuela. Mañana hablamos como seguimos. Ahora ándate.
-Haceme un pete más dale.
-Guarda la leche para mañana, andate dale.
La cabeza de Gabriel daba vueltas, se sentía en un sueño pero sabía bien que esto había pasado por que la mordida de Silvina era un recordatorio. Le dolía mucho pero creía que se lo merecía por haber nalgueado tanto a su profesora. Camino y camino con la cabeza baja tratando de simular culpa o remordimiento pero en verdad se sentía el hombre con la pija de oro. Llego a su casa una media hora después y se fue al baño directo a ducharse. Sus padres trabajaban para su suerte. Ya en la ducha los recuerdos todavía le parecían fantasía, hasta que miro su pecho y vio las marcas de dientes de Silvina. “Me voy a vengar puta de mierda” pensó dentro suyo.
Al otro día…
Llovía y hacia un frio horrible pero aun así Gabriel estaba que ardía por dentro. Se presentó en la oficina de la rectora a las 6 en punto, sabía que Pamela era una mujer muy estricta y puntual. Golpeo la puerta y le avisaron que pase. Las 2 mujeres estaban dentro y le indicaron que se siente. Gabriel no tenía idea del “complot” que ambas mujeres tenían en su contra. O a su favor mejor dicho.
-Sentate y no quiero escuchar tu voz. Me entendiste? Le ordeno Pamela con voz firme. Gabriel solo asintió. Tu profesora me dijo que le afecto mucho tu jodita pero que te disculpaste muy cordialmente. Me dijo que le imploraste que no te echara.
David escuchaba las explicaciones de la rectora sin poder sacar su vista de su pronunciado escote. Las 2 mujeres estaban vestidas con faldas ajustadas y con camisas muy provocativas y escotadas. Parecía la escena de una película porno.
-La verdad no sé qué hacer con vos, todos los días armas problemas, no estudias, no haces nada. Ahora le faltas el respeto a tus profesoras también. Pero sabes que es lo que más bronca me da? Le interrogo Pamela acercándose al chico y ordenándole que se levante. Me da bronca que pienses que te podes coger a mi novia sin que yo me entere.
Los ojos del chico se abrieron como platos ante la confesión de Pamela. Miro al costado y vio como Silvina no aguantaba la risa. Volteo de nuevo para ver a su rectora que también se reía. De un empujón Gabriel cayo sentado en la silla.
-Esto es lo que va a pasar ahora Gabrielcito: Vas a llevarle esta nota a tus papas. No te voy a suspender sino que por las tardes vas a venir al colegio a “hacer servicio comunitario”. Nosotras salimos de acá a las 3 de la tarde y vamos a pasar a buscarte a una cuadra de tu casa, de ahí vamos y cogemos toda la tarde en nuestra casa. Te vamos a enseñar modales. ¿Qué te parece?
La mente de Gabriel hacia un esfuerzo sobrehumano por procesar todo lo que estaba pasando. Tardo unos segundos en reaccionar y cuando lo hizo lo único que pudo decir fue:
-Que putas que son las 2.
-No tenes ni idea de lo putas que somos Gabrielcito le respondió Silvina riendo al unísono con Pamela.
-Lo único que tenes que respetar son 2 reglas. La primera es que esto es algo entre nosotros 3, si se lo contas a alguien el único que va a perder sos vos. Y la segunda es la más importante. No vamos a hacer nada dentro de la escuela, es peligroso dijo Pamela mirando a Silvina.
-Es que este pendejo me calentó demasiado, no me pude contener.
-No importa, no tiene que volver a pasar prosiguió la rectora. Adentro de este instituto yo soy la rectora, Silvina es tu profesora y vos sos un alumno, así que nos debes respeto. No quiero más dibujos, ni palabrotas ni nada, nos respetas como autoridades. Afuera nos podes manosear, chupar las tetas, nalguear, decinos “putas trolas” lo que se te cante, acá adentro no. Me entendiste?
-¿Entonces afuera son mis putas?
-Hace rato buscábamos un amante fijo le explico Silvina. Alguien que se la banque contra nosotras 2. Yo creo que vos podes ser eso.
-Bueno creo que ya entendiste pendejo, ahora anda a tu casa y nos vemos a las 3.
Las piernas de Gabriel temblaban y le costó levantarse de la silla. Silvina se le acercó y le comió la boca con pasión. El chico estaba en trance, la situación lo había superado. Pamela se acercó también y les comió la boca a sus 2 amantes. Para terminar los 3 juntaron sus lenguas y el chico aprovecho para manosear las colas de ambas. Entremedio de ambas mujeres Gabriel se sentía chiquito ya que las 2 le sacaban al menos una cabeza de altura.
-Vos enano vas a ser nuestro amante ahora? Le dijo Pamela riendo en broma.
-Este enano te va a romper el culo puta de mierda le increpo Gabriel apretándole la cola a su rectora.
-Ah sos bocón pendejo hdp, me gusta eso, vamos a ver si a la tarde podes con nosotras le respondió Pamela apretándole la entrepierna al chico. Andate a tu casa, nos vemos a la tarde.
Los 3 se besaron por última vez y se despidieron. Gabriel no podía creer nada aun, le parecía irreal. Solo le quedaba esperar a la tarde y sabía que el tiempo iba a ser eterno.
Cualquier consejo sobre escritura o comentario para mejorar es bien recibido y me motiva bastante a decir verdad.
DISFRUTEN
Quien alguna vez no tuvo fantasías con una o varias profesoras en la escuela, más precisamente en la época del secundario? Me atrevo a decir que nadie se queda exento de estas fantasías tan obscenas y morbosas. Esta es la historia de Gabriel, un pibe revoltoso, problemático y muy maleducado, que pudo cumplir su máximo anhelo de convertirse en el amante de su profesora y su rectora.
Como ya dijimos nuestro héroe era el típico “bully” del curso que no respetaba a nadie, ni a sus profesores. Esto le trajo obviamente más problemas que soluciones durante su andanza escolar. Gabriel era adicto a la pornografía, un auténtico pajero que siempre usaba vocabulario muy obsceno al referirse a las mujeres. Sus máximas fantasías eran su profesora Silvina y la rectora de su colegio Pamela. Todos los días admiraba los cuerpos de ambas mujeres diciendo cosas como: “No pueden ser tan putas como para venir así; Que buenas tetas tienen esas 2 zorras; Tiene un orto la profe y la rectora también”. Todos los días Gabriel tomaba fotos mentales de sus 2 educadoras para al llegar a su casa ir directo a su pieza a masturbarse.
Para presentar a las 2 mujeres en cuestión podemos empezar por Pamela: que tiene 34 años, es morocha de pelo largo, con un busto y una cola muy prominentes, flaca con una cintura hermosa y a la cual le encanta vestir escotes muy provocativos. Demasiados para una autoridad escolar. Por otro lado Silvina también es un minon con todas las letras: 32 años, pelo castaño, ojos hermosos, un cuerpo envidiable con mucha cola y tetas al igual que Pamela. Las 2 se muestran muy provocativas siempre, especialmente en la escuela, pero aun así mantienen un aire de seriedad al ser muy estrictas sin dejar que nadie les falte el respeto. Por fuera ambas mostraban una personalidad muy seria, a pesar de su vestimenta, pero en el fondo las 2 eran unas putas ninfómanas que se divertían provocando la excitación de todos los hombres.
Lo que nadie en el instituto sabia era que ambas eran pareja desde hace ya bastante tiempo. Y para fortuna de Gabriel, ellas estaban hace tiempo en busca de un amante fijo que pudiera seguirles el ritmo a ambas.
Era jueves y las clases de Historia de Silvina transcurrían normalmente. Tenía un curso de 30 alumnos en el que la mayoría eran hombres, entre los que se encontraba Gabriel. Ella escribía en el pizarrón deleitando a todos con su enorme culo encerrado en una falda apretadísima. Le encantaba hacer eso e imaginar las cosas que los chicos decían sobre su cuerpo.
-Que perra por favor, no puede ser tan puta le comentaba Gabriel a su compañero de banco.
-Mira ese culo viejo, que impresionante le respondía su amigo.
Gabriel arranco una hoja de su carpeta y empezó a dibujar a su Profesora. El resultado fue un garabato en que la profesora estaba desnuda agachada pidiéndole a un chico que le acabe en la cara. El dibujo les causo tanta gracia a ambos muchachos, que empezaron a pasárselo entre todos. Todos los chicos se reían de dicha obra de arte y se imaginaban a Silvina en esa situación.
La profesora empezó a escuchar las risas y se dio vuelta extrañada. Justo alcanzo a ver cuándo uno de sus alumnos escondía un papel debajo de su cuaderno. Rápidamente se acercó y le ordeno que le diera la hoja. El muchacho dudo, pero sabía lo severa que ella podía ser cuando quería, así que se lo dio. Un escalofrió corrió en las espaldas de todos los presentes.
-¿Quién hizo esto? Pregunta Silvina muy molesta.
Nadie se atrevía a responder así que la profesora volvió a preguntar esta vez gritando enojada. Les advirtió que si nadie se hacía cargo iba a amonestarlos a todos. Los presentes sabían que con Silvina no se jodía, así que empezaron a preocuparse. Tal vez fuera la suerte o el destino lo que hizo que Gabriel se levantara para hacerse cargo de lo hecho. Unas semanas después se preguntaría a si mismo porque lo hizo sabiendo que nadie lo delataría, por el miedo que le tenían, y por qué una sanción más o una menos le importaban poco.
-Yo fui profesora respondió Gabriel sin intentar disculparse.
-Salí afuera y en el recreo vas a mi oficina. Me escuchaste? Le interrogo Silvina muy enojada.
Sin más remedio el chico salió afuera y se sentó en un banco a esperar el recreo. Todavía se reía por el dibujo. Le importaba poco y nada si lo expulsaban o lo sancionaban. “¿qué le hace una línea más a la cebra?” decía en su mente.
Pasó una hora y sonó la campana del recreo. Era la hora de enfrentar su castigo. Cruzo todo el patio, subió las escaleras y se dirigió al despacho de Silvina. Tenía una buena corazonada por alguna razón que no entendía, sentía que algo bueno iba a pasar. Golpeo la puerta de la oficina y una voz de mujer le dijo que pase. El chico se sentó en silencio y espero a que Silvina termine de organizar unos papeles.
-Nunca en mis casi 10 años de carrera me faltaron el respeto asi agrego Silvina.
Por dentro la profesora se sentía en una encrucijada: Por un lado estaba molesta ya que se tomaba en serio su trabajo pero por otro estaba un poco excitada con todo lo que había pasado. El aire de chico rudo de Gabriel le gustaba, además de que el dibujo le traía recuerdos de algo que le encantaba hacer. El chico tenía los huevos bien puestos y eso le gustaba.
-Voy a pedir que te expulsen, ya lo hable con la rectora. Tenes algo que decir?
Esta última pregunta pego muy fuerte en la cabeza de Gabriel. No le importaba que lo expulsen pero sentía que esta era una oportunidad única para decirle un par de guarradas a Silvina. No tenía nada que perder y esta era su última chance de cumplir con su fantasía.
-No entiendo cómo siendo tan inteligente desperdicias tu potencial le decía Silvina. No te enfocas en la clase, no te concentras.
-¿Cómo Queres que me concentre si vos venís con ese escote y con esas calzas? Es imposible que piense en otra cosa que no sea chuparte las tetas o amasarte ese culo hermoso. Todos los días me imagino a usted chupándome la pina con esa carita de putita petera que tenes. Expulsame si Queres pero esto te lo tenía que decir trolita.
-¿Qué me dijiste pelotudo? Le interrogo Silvina intentando salir de la sorpresa y la excitación. Las palabras de Gabriel la habían tomado de improvisto.
-Ya escuchaste lo que dije putita le retrucaba el chico. Sabes que es lo que más ganas tengo de hacerte? Me encantaría meter mi verga en medio de esas tetas y después llenarte toda esa carita de puta que tenes de leche. Mil pajas te dedique a vos y la rectora que debe ser igual de puta que vos.
Silvina trataba de salir del shock. Las palabras de Gabriel la estaban calentando mucho. Nunca un hombre le había hablado así, menos un alumno y eso la excitaba mucho. Por dentro su cabeza volaba tratando de serenarse sabiendo que era uno de sus alumnos el que tenía en frente. La excitación le gano a la razón cuando la profesora vio el tremendo bulto que el chico tenía en sus pantalones.
Lentamente la profesora se levantó de su asiento y se acercó al chico. Era la primera vez que Gabriel sentía un poco de miedo, la mirada de Silvina había cambiado y al acercarse ella se sintió pequeño ya que era más alta que él.
-Tenes que ser muy valiente para decirme estas cosas y muy hombre para estar con una mina como yo estúpido le decía ella mirándolo de arriba abajo.
-Dame una oportunidad y te muestro putita le retrucaba Gabriel mirándole las tetas con descaro a su profe.
-Bajate los pantalones pendejo de mierda, mostrame como te pajeabas le indicaba Silvina mientras se acercaba a la puerta y la llaveaba. Dale quiero ver que tenes le ordenaba.
Sin dudarlo el chico se bajó los pantalones. Quedaba solo el bóxer que encerraba el enorme bulto de Gabriel. “Esta es para vos” le dijo el chico apretándose el bulto. Silvina se mostraba fría por fuera pero por dentro quería saltar sobre su alumno y comérselo.
Gabriel se empezó a pajear lentamente ante la mirada de Silvina que se sentó en su escritorio. La profesora observaba la morbosa escena mientras trataba de contenerse. Quería ser ella la que controlara la situación.
La verga de Gabriel estaba completamente erecta. No podía creer lo que estaba pasando. Se pajeaba sin parar tratando de no acabar. Incluso se atrevió a estirar una mano para tocar las tetas de su profesora.
-Ssshhh a mí no me tocas sin mi permiso maleducado.
-Dale putita mostrame las tetas, no seas mala.
-¿Queres mis tetas? Le interrogaba ella apretándoselas para provocar al chico. El escote de Silvina estaba por explotar. Ganatelas pendejo.
-¿Qué tengo que hacer profe? Lo que usted quiera.
-Contame que cosas pensabas cuando te pajeabas conmigo. Contame dale.
Silvina hacia todo este juego a propósito para ver cuando duraba Gabriel sin explotar y manchar toda la alfombra. Además de que las palabrotas del chico la volvían loca.
-Me imaginaba que te pegaba con mi pija en tu carita de puta hermosa, agarraba y te la metía toda de una hasta que te ahogues. Me imaginaba toda tu cara llena de mi leche.
-¿Qué más?
-Lo que más me gusta era imaginar como te reventaba ese culo que tenes, te metía la pija de una y te hacia gritar. Te pegaba unas nalgueadas hasta dejarle la colita roja.
-Que pajero de mierda que sos pendejito.
El juego siguió así por unos 15 minutos hasta que Gabriel estaba por acabar. Silvina lo detuvo y lo sentó violentamente en el sofá. Ella se sentó encima de el y lo empezó besar con pasión. Los 2 se besaban con locura. Las manos del chico fueron a parar a las tetas enormes de su profe. Era un sueño cumplido. Silvina dejo de besarlo, se apretó las tetas, le dijo “todo tuyo” y enterró la cara de Gabriel en su escote. Las tetas de Silvina eran chupadas y mordidas con mucha fuerza por su alumno. Gabriel se deleitaba con sus enormes globos, se sentía en el paraíso.
-Ahora es mi turno de chupar le indico la profe arrodillándose sensualmente. Te voy a pegar una chupada de pija que no te vas a olvidar en tu vida pendejo de mierda.
-Que puta de mierda que sos.
Cegada por la calentura, Silvina agarro con sus manos el enorme falo y empezó una lenta paja. Toda clase de gemidos salían de la boca de Gabriel que no podía creer lo que estaba viviendo.
-Vas a acabar cuando yo te diga pendejo le ordenaba la profe comiéndole los huevos a su alumno. Si duras lo suficiente voy a dejar que me cojas un rato. Me entendiste?
-Lo que vos digas trolita.
Sin más la profe empezó a chupar con locura y oficio. Recorría todo el largo con su boca y al llegar al final ponía la punta en su lengua y lo seguía pajeando; le devoraba las bolas sin parar con la paja. El chico gemía con gusto ante la mirada fija de su profe. En un momento de extrema confianza Gabriel agarro la cabeza de su profe y empezó a mover sus caderas para coger su boca. “Tragala toda putita” le decía mientras su profe se atragantaba con su falo.
-¿Qué haces imbécil? Le reto Silvina riendo.
-Bien que te gusto trola. Que ricos petes haces, sos más puta de lo que pensé.
-No tenes ni idea le respondía la profe mientras saboreaba todo el jugo preseminal que quedo en toda su boca. ¿Queres que meta tu pija entre mis tetas pajero?
-Obvio hermosa le retrucaba el chico mientras se inclinaba para besar a su profe.
AL terminar de comerse a besos, la profe desabrocho los pocos botones que le quedaban a su camisa y se la saco dejando solo su corpiño a punto de explotar. Silvina chupo un poco más para lubricar el pene y se lo metió entre sus enormes tetas. Con sus manos la profe apretaba sus senos que subían y bajaban ante la mirada atónita de Gabriel. Ni en sus mejores sueños el chico se imagina semejante espectáculo.
-¿Te gustan mis tetas pendejo?
-Me encantan profe ufff que rico.
-¿Me vas a coger pendejo de mierda?
-Te voy a romper todo trola.
La excitación de los 2 ya estaba en su límite, ninguno podía aguantar más. Silvina se levantó y se sacó la ajustada pollera quedando solo con su lencería apretada y sexy. La camisa de Gabriel voló por los aires y su corbata iba a tener el mismo destino hasta que la profe la agarro y se la puso. Ambos se miraron por unos segundos sin decir nada, se miraban a los ojos fijamente esperando a que uno hiciera el primer paso.
-Que perra hermosa que sos, mira lo que estas decía Gabriel mordiéndose los labios ante el cuerpo infernal que tenía en frente.
-Te voy a educar hdp sos muy boca sucia y me encanta le retrucaba Silvina sacándose el sostén y dejando que sus enormes globos escapen de su prisión.
Esa fue la gota que colmó el vaso. Gabriel se abalanzo sobre su profe y la beso con locura sin olvidarse de amasar esa enorme cola. Incluso le pego un par de nalgadas. Las lenguas de los 2 amantes se cruzaban con pasión y locura.
-Sentate le ordeno Silvina empujándolo al sofá.
-¿Queres que te coja trolita? ¿Queres mi pija? Le respondía el chico pajeandose.
-Rompeme todo pendejo le decía la profe sentándose encima de su alumno. Vas a durar lo que yo quiero boludito?
-Obvio putona.
Silvina acomodo el pene en su conchita y poniendo las manos en los hombros del chico se empezó a mover con locura. Gabriel se deleitaba chupando las tetas que subían y bajaban al ras de su cara. Los 2 disfrutaban y al mismo tiempo trataban de contener los gemidos y gritos de placer.
-Dale putita dale dale le susurraba Gabriel mientras le pegaba una nalgueada.
-Que buena pija tenes pendejo, si si, que bueno sos. Dame más hdp.
Por casi 10 minutos la profe seguía saltando sobre su alumno. En este punto las chupadas del chico se transformaron en mordidas. La cola de silvina estaba roja de tantas nalgadas. Los 2 ya no sabían como ocultar sus gemidos.
El primer orgasmo de Silvina no tardó en llegar y tuvo que comerle la boca a su alumno para ocultar los gritos de placer. Incluso le mordió el pecho con fuerza al chico dejándole una marca.
-Eso me dolió putona le recriminaba Gabriel nalgueando a su profe por enésima vez.
-Bancatela pendejo a mí me gusta coger así le indico Silvina levantándose y colocándose en 4.
Todo el enorme culo de Silvina estaba a merced del chico. Era un sueño cumplido. Por puro reflejo se agacho y empezó a comerle la cola y la vagina a Silvina que tenía que ahogar sus gritos mordiendo un almohadón.
-Que rica conchita tenes bebe, me vuelvo loco.
-Cogeme papi no aguanto más, COGEME HDP.
-No no, ahora vas a sufrir por la mordida que me diste putita. Me dolió en serio.
-Sos un hdp le recriminaba Silvina mordiendo el almohadón hasta casi romperlo.
-¿Me vas a dar la colita trola de mierda? Le interrogaba Gabriel poniéndole un dedo en el ano.
-Mi cola te la tenes que ganar pelotudo.
Una vez más Gabriel empezó a bombear la conchita de su profe. Las manos de Silvina se pusieron en el respaldo del sofá y esto hacia que su cola se pare más para deleite del chico que además veía alucinado como las tetas de la profe se movían violentamente. Toda la oficina estaba lleno de olor a transpiración, sexo y mucha lujuria. Gabriel agarro por los hombros a Silvina y la empujo contra su cuerpo para tener mejor visión de sus tetas, estaba obsesionado con ellas. Profesora y alumno siguieron besándose y garchando por otros 10 minutos hasta que Silvina despertó de su trance sexual.
-Acaba ya papi. Quiero la leche.
-Puedo seguir un rato más trolita.
-Dale pendejo no tenemos mucho tiempo. Tengo que dar clases. ¿No me Queres dar la mema?
-¿Te la vas a tragar toda putita?
-Toda pendejo, como en tu dibujito.
Los 2 se separaron. Gabriel se paró y empezó a pajearse mientras Silvina se agacho lista para recibir su premio.
-¿Me vas a llenar mi carita de puta de lechita?
-Si bebe te voy a bañar, hace años que la vengo guardando para vos.
La dulce espera término cuando 2 chorros cayeron en la boca de la profe, otros fueron a parar a su cara y un último cayo en medio de sus tetas. Silvina degusto todo el semen con ganas ante la mirada atónita de Gabriel que todavía no podía creer lo que estaba viendo.
-Que rica esta pendejo, muy rica.
-Mira que sos hermosa pero con la carita llena de leche sos más linda todavía. Tengo más si Queres.
-Me gustaría exprimirte esos ricos huevos que tenes pero estamos cortos de tiempo. Vestite.
Sin perder tiempo comenzaron a vestirse. Silvina se limpió como pudo todos los rastros de semen de su cara. Gabriel por otro lado no podía sacar la vista del minón que tenía al lado, todavía no entendía como todo había pasado.
-No podes venir con ese escote a dar clases, debería ser ilegal eso jajajj esas tetas están por explotar.
-Me gusta calentar pijas y no hacerme cargo después jjajjaja además en ningún lado dice que no puedo venir así.
Ni lerdo ni perezoso, Gabriel se acercó a su profe, metió una mano en su escote y le comió la boca con descaro. A Silvina le encantaba esto, ser tratada como una puta cualquiera era una nueva experiencia a la cual le estaba agarrando gusto. Los 2 se besaron mientras que las manos del chico alternaban entre cola y tetas.
-Bueno ahora escúchame bien, vamos a hacer esto: Vas a agarrar tus cosas y te vas a tu casa directo. Ni una palabra de esto a nadie porque si alguien se entera voy a decir que me violaste, y tengo este dibujo como prueba de acoso. Mañana a la mañana vas a venir temprano y vas a ir directo a la oficina de la rectora. Ahí vamos a ver tu castigo, no te vas a salvar de amonestaciones o una suspensión, pero voy a tratar que no te expulse.
-¿Y qué onda con esto? ¿La seguimos?
-Obvio, pero no acá. Es peligroso en la escuela. Mañana hablamos como seguimos. Ahora ándate.
-Haceme un pete más dale.
-Guarda la leche para mañana, andate dale.
La cabeza de Gabriel daba vueltas, se sentía en un sueño pero sabía bien que esto había pasado por que la mordida de Silvina era un recordatorio. Le dolía mucho pero creía que se lo merecía por haber nalgueado tanto a su profesora. Camino y camino con la cabeza baja tratando de simular culpa o remordimiento pero en verdad se sentía el hombre con la pija de oro. Llego a su casa una media hora después y se fue al baño directo a ducharse. Sus padres trabajaban para su suerte. Ya en la ducha los recuerdos todavía le parecían fantasía, hasta que miro su pecho y vio las marcas de dientes de Silvina. “Me voy a vengar puta de mierda” pensó dentro suyo.
Al otro día…
Llovía y hacia un frio horrible pero aun así Gabriel estaba que ardía por dentro. Se presentó en la oficina de la rectora a las 6 en punto, sabía que Pamela era una mujer muy estricta y puntual. Golpeo la puerta y le avisaron que pase. Las 2 mujeres estaban dentro y le indicaron que se siente. Gabriel no tenía idea del “complot” que ambas mujeres tenían en su contra. O a su favor mejor dicho.
-Sentate y no quiero escuchar tu voz. Me entendiste? Le ordeno Pamela con voz firme. Gabriel solo asintió. Tu profesora me dijo que le afecto mucho tu jodita pero que te disculpaste muy cordialmente. Me dijo que le imploraste que no te echara.
David escuchaba las explicaciones de la rectora sin poder sacar su vista de su pronunciado escote. Las 2 mujeres estaban vestidas con faldas ajustadas y con camisas muy provocativas y escotadas. Parecía la escena de una película porno.
-La verdad no sé qué hacer con vos, todos los días armas problemas, no estudias, no haces nada. Ahora le faltas el respeto a tus profesoras también. Pero sabes que es lo que más bronca me da? Le interrogo Pamela acercándose al chico y ordenándole que se levante. Me da bronca que pienses que te podes coger a mi novia sin que yo me entere.
Los ojos del chico se abrieron como platos ante la confesión de Pamela. Miro al costado y vio como Silvina no aguantaba la risa. Volteo de nuevo para ver a su rectora que también se reía. De un empujón Gabriel cayo sentado en la silla.
-Esto es lo que va a pasar ahora Gabrielcito: Vas a llevarle esta nota a tus papas. No te voy a suspender sino que por las tardes vas a venir al colegio a “hacer servicio comunitario”. Nosotras salimos de acá a las 3 de la tarde y vamos a pasar a buscarte a una cuadra de tu casa, de ahí vamos y cogemos toda la tarde en nuestra casa. Te vamos a enseñar modales. ¿Qué te parece?
La mente de Gabriel hacia un esfuerzo sobrehumano por procesar todo lo que estaba pasando. Tardo unos segundos en reaccionar y cuando lo hizo lo único que pudo decir fue:
-Que putas que son las 2.
-No tenes ni idea de lo putas que somos Gabrielcito le respondió Silvina riendo al unísono con Pamela.
-Lo único que tenes que respetar son 2 reglas. La primera es que esto es algo entre nosotros 3, si se lo contas a alguien el único que va a perder sos vos. Y la segunda es la más importante. No vamos a hacer nada dentro de la escuela, es peligroso dijo Pamela mirando a Silvina.
-Es que este pendejo me calentó demasiado, no me pude contener.
-No importa, no tiene que volver a pasar prosiguió la rectora. Adentro de este instituto yo soy la rectora, Silvina es tu profesora y vos sos un alumno, así que nos debes respeto. No quiero más dibujos, ni palabrotas ni nada, nos respetas como autoridades. Afuera nos podes manosear, chupar las tetas, nalguear, decinos “putas trolas” lo que se te cante, acá adentro no. Me entendiste?
-¿Entonces afuera son mis putas?
-Hace rato buscábamos un amante fijo le explico Silvina. Alguien que se la banque contra nosotras 2. Yo creo que vos podes ser eso.
-Bueno creo que ya entendiste pendejo, ahora anda a tu casa y nos vemos a las 3.
Las piernas de Gabriel temblaban y le costó levantarse de la silla. Silvina se le acercó y le comió la boca con pasión. El chico estaba en trance, la situación lo había superado. Pamela se acercó también y les comió la boca a sus 2 amantes. Para terminar los 3 juntaron sus lenguas y el chico aprovecho para manosear las colas de ambas. Entremedio de ambas mujeres Gabriel se sentía chiquito ya que las 2 le sacaban al menos una cabeza de altura.
-Vos enano vas a ser nuestro amante ahora? Le dijo Pamela riendo en broma.
-Este enano te va a romper el culo puta de mierda le increpo Gabriel apretándole la cola a su rectora.
-Ah sos bocón pendejo hdp, me gusta eso, vamos a ver si a la tarde podes con nosotras le respondió Pamela apretándole la entrepierna al chico. Andate a tu casa, nos vemos a la tarde.
Los 3 se besaron por última vez y se despidieron. Gabriel no podía creer nada aun, le parecía irreal. Solo le quedaba esperar a la tarde y sabía que el tiempo iba a ser eterno.
7 comentarios - Pamela David y Silvina Luna: Profesoras Sexuales
me pongo ya a leer los demas relatos
Fantasía de todos en un gran contexto!!!
Te sigo. Fav. Comparti y puntos!!!