la chica del tren Sarmiento

Esta historia (ya pasada en el tiempo, ocurrió en los fines de los 80 e inicio de los 90) pero en realidad creo que, cuando me la fuera contada, en realidad prendió muchísimo en mí.
Fue un emocionante relato erótico, como siempre hube de contárselas cambiando definitivamente todo el antecedente y/o referencias que me fueran contados e incluso los lugares donde ocurrió, pero fue cierta...

Diremos que Sara (una mujer de unos veinticuatro años) que por la mañana trabajaba en la recolección de datos y gastos para su padre, que era administrador de inmuebles de una serie de departamentos ubicados en la capital y provincia, y por la tarde estudiaba en una universidad privada, no recuerdo que profesión
Ella al igual que su padre vivía en el oeste que es siempre una atracción en mí, de ubicar las historias ahí, aunque en realidad nunca ocurrieron ahí.
Sara siempre salía a su trabajo dos horas más tarde que su padre a eso las diez de la mañana
Ella como les contaba a sus amigas tenía un noviecito con el que ya había tenido algunas relaciones sexuales, pero sentía la necesidad de tener algo con un hombre algo mas experimentado, que cuando le hiciese el amor no fuera ella la que propondría acciones, sino que accedería a lo que él le propusiese
Quería saber cómo me lo haría un hombre con más experiencia, que mi novio.
Y día, concurriendo al trabajo se le dio la oportunidad.
EL relato de la historia
Subí al tren que como todos los días venía repleto y me fui abriendo paso hasta poder agarrarme del respaldo de un asiento y ahí quede apretada por la gente, de pronto sentí que me apoyaban algo duro en mi cola, giré la cabeza y vi que un tipo de unos 40 o 45 años
Ese hombre normal a cualquiera que hubiese conocido, me excitaba porque su presentación me conmovió: era el dueño de ese objeto que me estaba recalentando.
A decir verdad estaba excitada, porque mi novio circunstancialmente estaba abocado al trabajo de su empresa y no venía a casa hacía más de una semana
Haciéndome la tonta logré sacar la cola un poquito más hacia atrás, para sentirla mejor. El seguramente se dio cuenta de lo que hice y me la apoyó bien fuerte, enseguida se corrió un poquito, porque el tren entraba en una estación
La gente se fue pegado y el me impulsó a una puerta que no se abría porque estaba opuesta a la estación aprisionándome con su cuerpo y cubriéndome de la gente
Me apoyó al arrancar el tren la mano, levantándome un poquito mi pollera de tal manera en el respaldo del tren que me protegía del aglutinamiento y su cuerpo me cubría de las personas que estaban paradas alrededor de nosotros
Ahí ante una frenada del tren me acarició la cola sobre la bombacha, yo ya estaba, a mil.
Me llevó así durante dos estaciones y luego me dijo bajito:
En la que viene me bajo, si te animas vamos a mi negocio que aún no lo he abierto, y soy solo.
Yo tenía algo de miedo pero la calentura era más fuerte y lo seguí.
Caminé dos cuadras hasta que se detuvo en la puerta de un negocio de lencería que estaba cerrado, abrió la puerta con una llave y me hizo señas de que entre.
Y así lo hice, apenas entré cerró la puerta y me abrazó y me beso en la boca mientras sus manos me recorrían toda, me metía la lengua hasta la garganta y yo le respondía.
Me tomo una mano y la llevó a su miembro que ya estaba afuera de su pantalón, lo agarré y enseguida me di cuenta que era mucho más grande que el de mi noviecito y estaba durísima
Te gusta, me preguntó.
Sí le respondí.
Empujándome hacia abajo me dijo:
Hacelo lento más dale unas caricias con tu boquita.
Me arrodille como una pendeja obedeciendo una orden de sus padres
Me agaché y le pasé la lengua desde los huevos a la punta de su miembro, el hombre se estremecía a cada pasada, luego lo introduje en mi boca, no pudo entrar entera, pero lo suficiente para que pueda pasar labios y lengua por toda su pija.
Me puse a chupar desesperadamente, abrí mis ojos y lo vi con el rostro hacia el techo él respiraba fuertemente.
Él apoyó su mano en mi nuca y me enterró esa pija divina hasta la garganta y me bombeaba en la boca. Me tuvo así un buen rato chupándosela
Nunca le había permitido que se vinieran en mi boca
Aún estaba lejos de la cama que no la veía y totalmente vestida, me dolía las rodillas porque el piso era muy rustico de cemento
A un tiempo me tomo de la mano emprendido un camino apenas iluminado por una claraboya en el techo muy sucio llegando a la parte de atrás del negocio había una camita
Ahora te voy a dar lo que tanto te gusta mientras se desnudaba todo
Yo iba a desnudarme pero me dijo que solamente sácate la bombacha
(Pues quería darme el primer polvo vestidita) como una yegua en celo que no puede esperar.
Me la hizo chupar un poco más y después me acostó en la cama, con las piernas hacia fuera de la misma
Dámela por favor le pedí
Tómala entonces...
Frente a él me acosté en la cama subiéndome la pollera hasta mi cintura y con lo más abierta de piernas
A un tiempo con mis manos comencé a separar los labios hinchados de mi vulva, mojaba mis manos, con mis dedos aumentaba y agrandaba la entrada de mi vagina así me lo había dicho que haga mi amiga Adriana al comerse una pija gorda que era la de su novio.
Era como si me masturbara frente a este hombre extraño y desnudo, qué cosa más caliente...
De pronto dejé de tocarme y abriendo mis piernas al máximo le ofrecí mi concha.
"Cómeme ya" le grité,
Y él se subió a la cama abriendo con sus dedos mi conchita, metió su lengua, durante uno minutos aumentado y empapándome mi concha, me la comía totalmente, chupando desesperado, así me llevó a los primeros orgasmos, gritando y jalándolo de los cabellos, sentí explotar mis jugos y él bebiéndose todo como un macho hambriento de hembra.
A unos segundos me tomó de los hombros y me dijo:
Cómetela toda putita, y empezó un mete y saca muy duro, me hacía rebotar en el colchón, después la clavaba hasta los huevos y me revolvía toda
A un tiempo y me hizo acabar una dos, tres veces, -como acabas putona, ahora te voy a acabar yo y me empezó a dar más fuerte todavía hasta que me la clavo con todas su fuerzas y mientras yo gritaba sentía como se hinchaba su pija adentro mío y me llenaba toda con su leche.
Quedo tendido encima mío teniéndome todavía ensartada, luego se paró y haciéndome sentar en la cama me la hizo chupar de nuevo un rato largo hasta que se vacío de nuevo pero esta vez en mi garganta, como el la dejó adentro de mi boca no me quedó otra que tragarme toda su leche. –A un tiempo me dijo cuándo él estaba descansando sobre mi pecho
Que hermosa hembra sos amor, me dijo
A mi novio nunca le había permitido que acabase dentro de mi boca, y jamás pensé en tragarle su leche pero estaba tan emocionada que esa mañana que no pude pararlo hasta que se corrió dentro de mí, tuve tragarla toda.
Me dijo lo sabroso que había sido para él lo que le hice
Y yo nunca pensé en tragársela y gustarme, la sentí caliente a esa leche y hasta me gustó lo que me hizo
El salió del baño y yo termine de quitarme la ropa, y, me tendí en la cama a su espera.
Cuando regresó le mire su cuerpo totalmente desnudo
Nos empezamos nuevamente a besarnos a abrazarnos él sabía hacerme calentar
Empezó como loco a jugar con mi lengua luego a un momento me dijo
Te voy a coger por el culo, hasta ese momento era virgen de esa parte, pero estaba tan emocionada que le respondí que era su esclava y que hiciera lo que él quisiera.

¿Nunca te rompieron el culo cielo?
-Una vez quisieron hacerlo pero no pudieron porque me dolía mucho le respondí
-Yo te voy a enseñar cómo se hace, te va a doler un poco al principio pero después vas a gozar como nunca en tu vida, veni ponente en cuatro patas.

Empezó a untarme vaselina por todo mi ano, sentí una sensación especial y sabrosa, tanto que me daba mucho placer; después comenzó a meter un dedo, dos dedos, tres; y cuando estuvo dilatado mi esfínter, se untó vaselina en la verga, y me dijo:
Te la voy a meter despacio.
Te quedas quieta porque no te quiero lastimar, si te lastima avísame para sacarla, esta ha sido mi fantasía pero mi esposa no ha permitido que la penetre por el trasero.
Yo te lo daré amor le dije desafiando que sería más hembra que su mujer
Me miró y me dio un largo beso, sentí que no era un beso por mecanismo de cogerme, sentí por primera vez que lo había vencido
Sentí como la punta de su hermoso miembro se restregaba en mi culo y como entraba suavemente, poco a poco comenzó a moverse y yo moví mis caderas para tener más placer cuanto estuvo a punto me levanto las piernas y mis pies quedaron apuntando al techo y las rodillas en mi pecho.
Me paso la punta de la pija varias veces por mi conchita mientras yo gemía de placer.
La quieres
Si...
Pedídmela entonces me dijo
Dámela amor dámela pero se suave, le pedí
Tómala entonces.
Y me la metió despacio, cuando notaba que mi ano resistía, el me besaba apasionadamente como nadie lo había hecho y yo me relajaba y el me la metía.
A un tiempo hiso tope su vientre en mi cola
La tenía toda adentro grité porque me dolió mucho, y además porque él me lo había rota
Entregar el ano para una mujer es entregarse totalmente a su hombre, lo sabía
Y a un tiempo él empezó un mete y saca muy duro, me hacía rebotar en el colchón, después la clavaba hasta los huevos....
Y me revolvía toda y a un tiempo acabé.
Ella la tuvo adentro porque quería un polvo de él y a unos minutos empezó nuevamente
Ahora ya no me dolía tanto....
Empezó a dar más fuerte todavía hasta que me la clavo con todas su fuerzas y mientras yo gritaba sentía como se hinchaba su pija adentro mío y me llenaba toda con su leche.
Nos dormimos los dos y a eso de las una de la tarde un teléfono nos despertó
Era la mujer, de él que le decía que iría al banco a depositar y a las cinco pasaría por el negocio
Si dae le dijo.
Nos bañamos los dos juntos y después me acompañó hasta la puerta y me dijo
Volverás
Si, le respondí y me fui de nuevo a la estación para tomar el tren.

Capitulo Dos
Esa noche me fui a la cama pensando en la experiencia que había tenido, sentía una sensación muy extraña:
Por un lado me sentía mal por haberle puesto los cuernos a mi novio y además por haberlo hecho con un perfecto desconocido del cual no sabía nada, ni siquiera el nombre.
Pero por otro lado: Ese extraño que bien me había cogido
Me hizo acabar varias veces en pocos minutos y demostró tener un dominio total de la situación, y que hermosa pija que tenía, me veía de rodillas chupándosela y me calentaba cada vez más, hasta que comencé a tocarme mientras pensaba en cómo me había reventado la conchita y terminé... Dedicándole un tremendo orgasmo a mi amante maduro de ese día.
Después me dormí pensando:
No iba a volver por más.
Epilogo
Sara no volvió más a ese local, estuvo a punto de hacerlo un día y a una cuadra se regresó.
A los dos años ella se casó e irónicamente con otro novio que no era el que tenía cuando fue su affaire con ese desconocido.
Un día cuando ella viajaba a el Once en el tren él, la vio estaba de cuatro meses y se notaba ya, su estado
Ella lo miró y se sonrojó, él le dio un beso a la distancia, bajando en una estación que no era la que correspondía a su negocio quedándose frente a ella cuando partió el tren.

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