La secretaria.

En la oficina de la terapeuta me sentía realmente cómodo. No habia distracciones, ni presiones, alli se me iba todo el estrés. Ella era una mujer sensual, atractiva y muy inteligente. Pero no se emocionen, no fue con ella que tuve sexo. Fue con su secretaria.

La secretaria siempre me recibía de buenos modos. Muy amable y platicadora, inspiraba confianza. Siempre supuse que era el perfil del puesto lo que la hacia ser así. Pero poco a poco fuí notando que era amable pero un poco más de lo normal... ¿me explico? es decir, fuí dándome cuenta de que quizás ella queria algo más conmigo.

Cuando era mí dia de cita, ella iba vestida de una manera un poco más sensual. Esto lo descubrí porque un día fuí a dejar un dinero que debía y ella no me esperaba y estaba vestida; normal. Pero mi dia de cita esa semana, ella llevaba una blusa a botones abiertos los dos primeros dejando ver parte de sus bubis a través del escote. Con una minifalda muy entallada que ¡dios que culo!.

Ella se llamaba Emma, tenia complexión normal medía unos 1.65cm con cintura delgada, tetas regulades pero unas caderas que se ensanchaban mucho. Era sensual. Cuando yo iba sus labio se veían rosados -sin color- pero húmedos. Humedecidos por su propia lengua.

Un día llegué a mi consulta pero la terapeuta no estaba.

-Lo siento, tuvo una emergencia y no vendrá hoy... y no tengo espacio para transferir su cita hasta la próxima semana.

-Mmm ni modo...

-¿Le urge? digo ¿aún le duele la espalda?

-Ya casi no... pero si no recibo mi masaje no quiero recaer y volver a los dolores por estrés.

-Mmm que mal... ¿son masajes especializados?

-No, ya son solo masajes.

-Oh... entonces.

Ella guardó silencio y me miró pero desvió la mirada.

-No hay problema, volveré la próxima semana.

-Si no le molesta, yo puedo ayudarle.. digo si es sólo un masaje para liberar estrés eso puedo hacerlo yo.

-¿En serio?

-Si. Además tengo tiempo el próximo paciente debe llegar hasta dentro de unos 40 minutos.

Asi fue que me condujo al consultorio de la doctora y me pidío que me desnudara. Cosa rara porque la terapeuta sólo me pedia que me quitara la camisa. Ella me reclinó la cama, y puso la toalla para que me cubriera. Yo lo hice.

Me recoste de espaldas y cerré los ojos. Era un lugar cómodo. Ella entró, oí sus tacones. No sé, pero sentí un hormigueo en el estómago que se extendío hasta mis testiculos erizándome cada vello púbico. Nunca me habia pasado con la terapeuta, pero si con ella... quizás fue el sonido de sus tacones, ese paso ritmico y cadencioso que me hacia imaginarla como meneaba sus ensanchadas caderas. Tuve poco a poco una erección.

Luego ella comenzó a acariciarme el cuello y a bajar a la espalda. Tenia unas manos suaves.

-Si me equivoco me dice...

-Ok, pero vas bien.

Me masajeo la espalda y bajó. No se detenía.

Llego a mi espalda baja. Y me masajeo con sus codos. Después bajo a mis piernas y comenzó a masajearme los pies.

-La terapeuta sólo me masajea la espalda.

-¿En serio?

-Si.

-¿Y le molesta que yo le masaje las piernas?

-No, esta bien.

Entonces empezó a subir por mis piernas... y subia más y mas. Llego justo hasta debajo de mis nalgas.

-¿Le gusta?

-Si... lo haces muy bien.

-¿Sigo?

-Si, si tú quieres...

Entonces sentí que metío sus manos bajo la toalla y me agarró ambas nalgas. Yo me sorprendí pero no le demostré sorpresa.

-Mmm aún trae los calzoncillos.

-Si.

-¿Se los puedo quitar?

-Si... sentí que se me iba el aire, estaba excitado y tenia una erección plena.

Ella con ambas manos a cada lado de mis piernas comenzó a bajarlos. La presión del calzoncillo con el pene erecto hacia que me diera un ligero dolor en el pene, pero se sentía bien. Ella debío notar que mi pene estaba erecto porque se atoraba y no deslizaba el calzoncillo con facilidad...

.Mmm -gimío levemente- luego el pene rebotó y por fin quedó libre de la truza. Bajo la truza y sentí que se subio a la cama suavemente. Y comenzó a meter su mano bajo la toalla.

Me acarició las nalgas.

Afuera sonó la campanilla.

-Debe haber llegado el otro paciente. Deja le digo que no vendrá la doctora...

-Ok.

Escuché que hablaba con el paciente. Era una señora. Me levanté un poco, tenía el pene erectisimo y húmedo.

Ella volvía.

Me recoste de nuevo.

Ví que dejó caer una prenda. ¡Era su blusa!

Disimulé.

Se subío a la cama de nuevo y metío las manos bajo la toalla. Estaba decidida.


-¿Continuamos? Me pregunto.

-Si.

Me acaricio las nalgas luego metio su mano más y me tocó los testículos. Luego los agarró plenamente con una mano.

-¿Te gusta sí?

-Si.

-¿Lo hago bien?

-Si, seguro.

-¿Qué más quieres? Me lo dijo susurrado al oido y sentí que me lamió la oreja.

.Eh... eh pues... no sé.

-¿Sigo?

-Si

-¿Quieres que siga?

-Si hazlo...

Sentí que se recostó sobre mí, sentí sus pechos en mi espalda y luego me lamío de nuevo el oido mientras seguía con la mano bajo la toalla acariciandome los testiculos.

-¿Quieres más?

-Si... si más. Le dije.

.¿Qué quieres que te haga?

-No sé tu diras... le dije.

-¿Te masturbo?

-Sí.

-Pídemelo...

-Masturbame, por favor... hazlo.

.Mmmm que rico lo pides.

-Hazlo... no puedo más- le dije.

-Date vuelta.

Me dí la vuelta y ella me quitó la toalla y la lanzó.

Le vi las tetas aún con el brassiere puesto, eran de tamaño regular pero bien redondeaditas. Me pasé la lengua inconscientemente por los labios. Ella sonrío.

.Me agarró el pene con ambas manos. Y gimío: Mmmmm que rico.

Soltó mi pene y se bajó de la camilla, se quitó la falda y ví sus caderas anchas con esas bragas color rosado a juego con el brassiere. Y suspiré...

-¿Te gusta lo que ves?

-Si... eres hermosa.

Se volvío a subir a la camilla y me agarro el pene con una mano, con la otra los testiculos y se hecho hacia mí para besarme pero antes de besarme se desvio a mi oido y lo lamío. Le gustaba hacer eso y a mi me excitaba. Con su lengua me acariciba todo el oido externo y luego la metia suavemente. Yo gemí....

Luego se reincorporó y metió mi pene en sus bragas y lo masturbó asi... hasta que me corrí dentro, salpicándola y un poco de semen salío por entre la braga.

Ella se río de manera cachonda.

Se levantó de la camilla.

-Mmm que rico estas, me dijo, me gusto cuando me pediste que te masturbara.

-En serio?

-Si eso me excita, sentirme deseada asi...

-Mmmm de haberlo sabido te lo suplico antes.

-¿En serio?

-Si.

Se puso la falda y la blusa. Yo comencé a vestirme.

-¿Te agendo cita para la siguiente semana que este la terapeuta?

-Mejor para cuando no este...

J.R. 2016

3 comentarios - La secretaria.

machotemotero +1
Muy bueno....buen relato....
jonhnynude
Gracias por pasar y comentar. Saludos.
Belll0sCulitos +1
ESCRIBES MUY BIEN...EXCELENTE POST, ME VI ALLI, SENTI CADA COSA, ES MUY BUENO°!
miramesto +1
Es buen relato, a mi llego a exitarme.
Me imagine la situacion y me encanto.
Nunca se me dio, pero me encantan los masajes.