Tras tres semanas sin ella. Su amiga.

Ese encuentro en el hotel fue una gran despedida. Volví a verla a Mariana, era inevitable viviendo separados solo por un pasillo.

Los primeros días fueron muy difíciles, estaba excitado, muy caliente, solo quería correr ese pasillo tocar su puerta y cogermela. No pensaba en otra cosa. Pasó una semana y no mejoró ni un poco, estaba desesperado.
Un día en el ascensor me acerque a su oído y le dije "tengo ganas de cogerte hasta que digas basta" Me miro y solo dijo "soy fiel, uno a la vez. sacate las ideas esas, ya pasó" Otro día volví a ver si se le antojaba mi cuerpo, pero no, debía resignarme a que la veterana no me deseaba más, a que sus tetas no serían mas mías, que no volvería a sentir su boca.

Nos volvimos a ver un jueves por la noche, yo volvía ya de noche, agotado de otro día mas y sabiendo que era el día en el que mis vecinos de arriba se verian... se cogerian como si fuese el fin del mundo. Ella bajo a abrir la puerta del edificio al mismo tiempo que yo llegaba. La esperaba una mujer a la que no había querido para no pensar en quien podía ser su cita, en como se vería en la cama.

Cruzamos miradas, entramos su amiga y yo, me ofreció compartir el ascensor y nos presento. Nora - Andrés un saludo sin beso (no se lo había dado a Mariana) y me tome la libertad de mirarla un poco. Alta, flaca, y estoy seguro que había sido aún mas flaca de joven, tanto que seguramente no era la chica atractiva. Mariana en cambio había sido la bomba sensual del grupo, de eso no me quedaban dudas. Hoy ese físico le quedaba bien, sospeché en esos pocos segundos que se había hecho las tetas, pero no quise incomodarla, tal vez no quise excitarme.

La cama de mis vecinos se iba a desarmar, el roce con el piso era como el de cada semana. No se si solo se veían los jueves, o el resto de los días cogían a otra hora con el mismo ímpetu mientras yo no estaba. Yo ya no pensaba en Mariana, pensaba en ella y su amiga, las dos juntas, de a una, lo que sea.

Pasó mas de una hora, mis vecinos se agotaron, mi cena temprana desapareció del plato, mi noche volvía a ser aburrida y solitaria. Pero algo fue distinto, Mariana me preguntó si quería pasar por su dpto a charlar. No pude negarme.

Nora no dejó de mirarme, yo las miraba a las dos. Y la conversación trivial fue desviándose poco a poco a lo sexual. Cuando ella se levanto para ir al baño me lancé sobre Mariana y pedí información ¿sabe que cogiamos? "sabe todo, hasta que la tenes chica. no le jode" Me quedé helado. Nora volvió, se me sentó al lado y siguió hablando y comenzamos de a poco a tocarnos, primero un brazo, un hombro, una mano en un muslo. Tomábamos confianza.
Mariana corto la charla "me voy a bañar, acordate que en un rato nos vienen a buscar". Nora se acercó mas y me dijo "¿te calienta Mariana, no?...¿solo ella?" mientras deslizaba una mano por mi muslo. Ya estaba duro, solo tenía que llevar su mano y responder sin palabras.

Un beso en la boca y mis manos en sus tetas, ella respondió bajando mi cierre y su cabeza. Mi jean y el boxer por las rodillas, su cuerpo de costado en cuatro patas y sus labios haciendo magia. Lo bien que la chupa, mejor que Mariana, pero no se lo diria. Estaba vestida, pero disfrutaba lo que hacía con mi manos. No era una pendeja, se notaba que tenía años en su cuerpo y en su boca ¡que placer me daba! Mientras ella seguía entre mi piernas logre deslizar su pantalón, su tanga violeta de encaje me atraia, movi mis dedos y empecé a tocarla. estaba mojada, eso me calentó más.

La tocaba y su respiración cambiaba. No aguantó y dejo de comerse mi pija, quedo arrodilla en el sillón. Su remera voló, dejó caer el corpiño y dos tetas redondas cayeron en mi cara. Casi parada fue bajando su pantalón. Quedó en tanga frente a mi, nunca había visto una veterana tan fuerte, era casi de película su físico. Las tetas redondas, las piernas torneadas, la cintura diminuta. NO pude resistirme a besar ese cuerpo y ella me dejó hacer. Sentí el ruido del paquetito del forro, lo tenía preparado, yo seguí comiéndome sus pezones, agarrándole el culo ya desnudo mientras ella me pajeaba y por fin me puso el globo.

Se apoyo en mis piernas, se apretó contra mi cuerpo, sentí su mano apoyar mi pija en su concha, la froto con sus labios hasta que yo subí un poco mi cadera desesperado por entrar. Bajo su cintura de golpe y gimió. Se había clavado todo lo que podía mi pija. Volvió a subir llevándome las tetas a la cara, casi sacándose mi pija de adentro y volvió a bajar. su culo rebotaba con mis piernas, la deje un par de minutos disfrutar de su dominio y luego la tire contra el sillón, en cuatro patas. Al ponerme de pie la vi, Mariana toalla en mano, contra la puerta de la habitación nos miraba "seguí" dijo, yo me quedé helado. "dale me gusta mirar". no sabía que hacer.

Nora, de rodillas, dándome la espalda se apoyaba en el sillón con una mano, con la otra se tocaba, gemía, disfrutaba. No lo importaba la otra persona en el cuarto. Mariana esperaba que yo volviera a meter mi pija hinchada en su cuerpo. Yo seguía ahí, frenado. Se puso a mi lado, desnuda bajo la toalla, "soy fiel, cojo con uno. pero me gusta mirar" con el mismo tono que había usado en el ascensor. Yo seguía duro. Mi pija dura, mi cuerpo duro. Nora se dio vuelta, arrodillada como estaba y me la chupo sin sacar el forro. Ya estaba teniendo sexo delante de Mariana sabiendo que me miraba, había roto el hielo.

Acaricié sus tetas, su boca recorrió todo lo que quiso besar y logre relajarme. Puede ver a Mariana mirando la escena, esperando verme actuar en el espectáculo para una persona que habíamos armado en su living. "cogetela" me ordenó. Nora de nuevo en cuatro patas sobre el sillón. Ella seguía tocándose, no hablaba, no pedía, no se quejaba, miraba a su amiga, buscaba sus deseos y los hacía realidad. Metí ia pija y con mis dedos traté de hacerla acabar rápido. olvide un instante que eramos tres, me incline sobre su cuello, y mientras me lo comía sentia sus jadeos, sus gemidos qy como soltaba su orgasmo. Necesite de verla mirándonos, sentada, tapada con la toalla nos miraba extasiada. Sentía que no aguantaba mas, y ella ya había acabado, se la saque. me saque el forro y le ofrecí mi cuerpo a mi amante convertida en voyeur que no había aguantado y se tocaba.

Nora me pego en la cola, "es todo mío" me dijo. Se mojo los labios, y se mordió un poco el de abajo mientras tomaba mi pija, me pajeaba y esperaba mi leche. Chupamela, pedi. no se a quien, a ella, o a Mariana que ahora veía mi espalda. Cerré mi ojos y cuando los volví a abrir un chorro de leche estaba en sus tetas.

Limpiate Nor, nos vamos. Vos pendejo nos haces llegar tarde.

1 comentario - Tras tres semanas sin ella. Su amiga.

Betogomez3000
Bien!, me dejaste la japi al palo!, son lo mejor las vetes!!! Bien por vos!