Una noche esperada. Parte 1.

Hola,
como estan?
es la primera vez que hago un post. Soy de escribir bastante pero nunca me anime a compartir nada. Esta vez quiero compartir un encuentro que tuve con un muy buen amigo. Lo voy a hacer en partes porque es muy largo, soy muy descriptiva y me gustan los detalles. Esta escrito como a mi me gusta leer un relato, quizá no sea el gusto de la mayoria que sea todo tan lento.
Aclaro para que se entienda, que soy casada, y que con mi marido somos swinger.

Si les gusta, pueden ambientar con esta musica.

https://www.youtube.com/watch?v=ivJrE_Wory0



Era sábado a la mañana, yo estaba dedicada a la jardinería y suena el timbre. Voy a la puerta, era el cartero con un enorme paquete; yo no tenía idea de que era. Firmo el recibo y me meto adentro de casa para abrirlo. Rompo el papel madera que envolvía al paquete y descubro una caja de cartón rojo, de ese cartón prensando bueno y fino atada con cintas de raso negro. Desato todo, saco la tapa de la caja y veo papeles barrilete blancos de esos que envuelven los zapatos y una nota encima que decía “una noche de estas, te voy a pasar a buscar y solo vas a tener puesto esto”. Me corrió un escalofrío por todo el cuerpo que dejó mi concha hecha una laguna. Obviamente era un paquete de Andrés. Quito los papeles y adentro descubro un vestidito apretadito cortísimo charolado, a simple vista creo que no llegaría a tapar mis nalgas, unas botas de cuero y una tanga de charol, ah y un rouge rojo muy oscuro. Enseguida sentí alivio porque mi marido no estuviese al recibir el paquete… pero al segundo pensé que no tengo nada que ocultarle, es más, quiero que lo vea. No se si él quiera saber tanto, pero no importa, no quiero ni tengo necesidad de ocultarle nada. Cuando llegó, le mostré el paquete, la nota y la ropita, se mostró un poco indiferente y me dijo con frialdad que si a mi me gustaba todo eso, él no tenia problema.
El martes a la mañana mi marido se fue de viaje de trabajo por 3 dias, Andrés sabia de eso, y en cuanto lo despedí comencé a sospechar que Andres había calculado todo para que podamos estar los dos tranquilos, que yo pueda arreglarme tranquila y que no me sienta incómoda porque mi marido esté en casa o que esté pensando en volver temprano.
Lo extrañaba un poquito a Andres en el whastapp, no me escribia desde hacia 3 dias, tampoco es que es tan necesario que me escriba, pero me siento mimada con algún mensjaito una vez cada tanto.
El miércoles a eso de las 21 hs, yo estaba preparándome unas verduras con fideos cuando me llega un mensaje que dice “come algo y vestite, en una hora paso a buscarte”. Sentí mucha seguridad en ese mensaje. Ahí me di cuenta que Andres venia haciendo un análisis exhaustivo de mi rutina semanal, porque de alguna manera sabia que estaba en casa, sabia que ese dia no tenia que entrenar, sabia que estaba al pedo, algo que con un poco de dedicación es calculable.
La verdad, no me calenté de una; sinceramente sentí un poco de miedo. Después, con el correr de los minutos, me fui haciendo a la idea, comencé a vestirme, el miedo se me fue pasando y mi mente comenzó a intentar imaginar y no pudo imaginar nada…. Solo sentía calor, llamas, fuego, y un poco de dolor, pero no pude imaginar nada en particular.
Realmente una hora es muy poco para arreglarme, intentar depilarme el cavado completo en tan poco tiempo, podría terminar en una indeseada mutilación genital…. Estará pensado eso también? Él sabe que yo soy prolija pero que no me depilo toda. Entonces fui asi como estaba… un estilo porno de otra época, recortadito, finito todo, poquito, pero presente, demostrando mi concha de mujer, y no de niña como tanto gusta y confunde últimamente.
Me puse el vestidito, que aclaro, es un vestido para la intimidad, no se puede salir a calle con eso. Era muy muy ajustado. Tenia costuras verticales que estilzaban muchísimo mi figura. Quizá tenga que aclarar aquí, que yo soy una mujer delgada, con cintura muy chica y caderas bien pronunciadas, pechos pequeños y cola bastante grande. Con cabello castaño y enrulado. El vestidito tenia en el escote dos tazas armadas con breteles finos que salían muy por el costado, casi por la axila. Tal como había previsto, el vestido no me tapa del todo las nalgas. En la espalda tiene un cierre que va de arriba abajo, muy sexy. Las botas son de caña alta, me quedaban apenas por debajo de la rodilla. Y la tanga es un triangulito minúsculo, con tiritas a los costados, me maquillé mucho, con mucho delineador negro en los ojos y en los labios me puse el labial que venia en la caja. Demoré en elegir el perfume, ya que todos los que tengo me remiten mucho al amor, pero yo quería algo mas intenso. Queria uno que tenia mi mama cuando era chica pero no tenia ni idea ni del nombre. Me puse un perfume viejísimo, mas presisamente Anais Anais de Cacharel, solo porque quería oler bien distinto y no sentir aroma a mi. Ese perfume no lo uso nunca, ni recuerdo la ultima vez que lo usé.
Suena el timbre. Sali con frio, apenas con un tapado encima de ese vestidito y esperaba ver una camioneta gris, pero no, había un Mondeo Negro muy nuevito y brillante, polarizado. Dudé quien pudiese estar adentro. Me acerqué a la ventanilla del acompañante e hice el gesto de que baje el vidrio. Lo bajó y ahí lo vi. Ahhhhh… que éxtasis ver ese hombre; solo él con su presencia se apodera de mi mente. Ahí si que se me vinieron todos los flashbacks de él cogiéndome duro, casi que no podía escuchar lo que decía. Pero si lo escuche. Me dijo “Hola hermosa, te sorprendi, no?”. Abrí la puerta y me subi.
Adentro de ese auto, me volvió el miedo. Hasta que la calentura que generó su mano en mi rodilla me devolvió la tranquilidad. Yo sabia, que todo lo que pasara, sea lo que sea, iba a ser genial, como lo es todo con él. Íbamos escuchando unos blues de Norah Jones, calculo que no es casual, él sabe que me gusta y siempre sospeché que a él no le gustaba esa música.
El hotel estaba lejos. Por lo menos a media hora de viaje en auto. Llegamos, y ni pidió habitación, solo indicó el nombre. Entramos. La habitación era muy grande. Tenia una cama tamaño King, al costado había un juego de sillones y frente a la cama había un yacuzzi. La estética era blanco y negro, algo de rojo y espejos. Avancé un metro luego de atravesar la puerta, y su mano por detrás me frenó. Quietita, me dijo, hoy mando yo. Me sacó el tapado, suspiró hondo al verme asi vestida, colgó el tapado en el perchero y me tapo lo ojos con un antifaz de dormir. Ahí agudicé mis otros sentidos y al fin noté que la música era la misma que la del auto.
Tomó mis manos, colocó algo suave pero apretado alrededor de mis muñecas y me indicó que lo acompañe, caminé a ciegas con él, caminaba sobre una alfombra mullida. Escucho un ruido un poco metálico, vuelve a tomar mis muñecas, coloca un mosquetón, conozco el sonido muy bien, se aleja y siento que mis brazos se elevan. Un miedo cercano al horror comenzó a correr dentro de mi, hasta que frenó, apenas cuando comenzaban a tirarme los hombros, pero afortunadamente yo seguía con los pies bien firmes en el piso. Él se acercó a mi, me dio un besito chiquito en la boca, me dijo que me quede tranquila, que estaba todo bien, y que ese iba a a ser el único y ultimo gesto de amor de su parte. Ayyyy, si…. Ese es el miedo que me corre por adentro, que está tan cerca del placer, está tan cerca de las cosas que me gustan, casi no puedo definir el límite.
Asi, totalmente indefensa, sin poder moverme mucho, siento que el camina muy cerca de mi. Me dice que estoy muy linda, que dan ganas de arrancarme toda esa ropa de golpe pero que quiere disfrutarme. La noche es larga, me dice, toda la noche es para nosotros. ¿toda la noche?? No puedo evitar pensar en dormir con él y abrazarlo…. Si, en el fondo soy una romántica.

Siento unas caricias, suaves, con algunas plumitas o algo asi. Me acarician todo el cuerpo, todo… y pesé a que el ambiente está calido, siento algunos escalofríos. Me indica que abra un poco las piernas, y esas plumitas, me acarician la entrepierna, comienzo a sentir un deseo muy fuerte de que me coja, ya mismo, cuanto antes, que me la meta fuerte y rápido, que me destroce la concha empujando con su pelvis…. Ayy…. Voy muy rápido en mi mente y esas plumitas me indican claramente que la cosa, ese dia, venia despacio. Comienzo a gemir, ya estoy muy exitada. Las plumitas ahora rozan mi vulva, con lo sensible que estoy, siento un roce muy fuerte, pese a que son plumas y a que tengo una tanga puesta. No aguanto mas y le pido pija, como sea, pero pija.
Él suela las plumas y con sus manos me toca la cintura, sin acercarse demasiado, siento sus manos en mi cintura, baja un poco, y me toca la cola. Me gusta pensar que él también cierra los ojos para disfrutar mejor de mi cuerpo.
Ya vas a tener pija, pero primero me lo vas a pedir mucho. Me dice.
Me baja el cierre que recorre toda mi espalda y mi cola, y queda toda mi espalda al descubierto. En ese momento él está viendo lo mejor de mi, mi espalda con algunos músculos y huesos, mis rulos, mi cintura muy finita, y mi hermosa cola, grandecita, firme y redonda. Yo sabia que se estaba volviendo loco.
-¿Qué querés? Me dice.
-Pija!!!
Y me golpea suavecito en una nalga.
-En serio Nati, que queres??
-Tuuuu pijaaaaa!!!!
Y me vuelve a golpear.
-Porfa, pedímelo de nuevo.
-Tu pedazo de pija Andrés.
Y ahí siento un fuerte golpe en las nalgas, dura tan poco el golpe que no se si es dolor o placer, pero es fuerte e intenso.
-Que rica putita que sos.
Yo sigo son ver.
Siento por detrás, en el medio de mi cola, como incrusta su pija bien dura y grande, la siento mas grande que nunca; la apoya ahí y franelea. Ay … Ay … Ay .. yo gimo como si me estuviese cogiendo. Por favor, como me gusta!
Te voy a dar pija, advierte. Se aleja, y siento que afloja las correas. Me ordena que me arrodille. Y de pronto, siento su pija tocando la puerta de mi boca. Comienzo a chupársela con mucha dificultad. No estoy acostumbrada a no usar las manos, siempre las uso para algo, o para abrazarme a la cola, o para agarrar la base. Esa vez, su pija cogía mi boca y el ritmo lo marcaba él. Rapido, lento, profundo, yo solo trataba de hacer lo mejor posible con mis labios, apretar bien esa pija y que sienta que es la mejor boca del mundo para coger.
Me ahoga… parece que le gusta ahogarme. A mi no me gusta que lo haga, pero todo lo que siento cambia cuando después de ahogarme me dice “mi putita rica, que bien que lo haces”. Como llega tan profundo en mis sensaciones con las palabras que pronuncia.

“No, no, no. Mi leche te la vas a tomar después.”

Continuará.

Para la proxima parte, les prometo la musica de Norah Jones y algunas imagenes muy sutiles.
Espero que les haya gustado.

8 comentarios - Una noche esperada. Parte 1.

Blues_Local1 +1
Buenisimo, muy caliente! Dejo puntos y espero la continuacion!
taxilibre +1
excelenteeeeee ¡¡¡¡ rescato una frase del relato .
que rica putita sos ¡¡¡ gracias por compartir ¡¡¡¡¡¡
elkoday +1
Tremendo, quiero la segunda parte. Tuve que buscar que era un mosqueton jaja
nissan
muy bueno el relato, si es real mucho mejor. Esperamos las fotitos de tu hermosa cola !!!
danilote +1
Genial relato, me encantó..mla forma y el.contenido. Espero la continuación. Besos!