La esposa de mi amigo

Un par de años atrás me relacionaba mucho con un par de amigos, ambos casados, aun así no era problema para quedar los 5, y pasarlo bien, a veces íbamos a cenar, o simplemente quedábamos en casa de uno u otro indistintamente, uno de ellos es un amigo mío de facultad, se casó con una chica peruana, 10 años más joven que él, es de la selva, bajita, no llegará a 1,60, poco pecho, todo a consonancia, pero un culo bien puesto, una vez vinieron los 4 a casa, estuvimos bañándonos, y luego comimos, las dos mujeres estaban muy bien, la verdad, pero esta chica, Karol, al ser 10 años más joven y no haber tenido hijos se veía mucho mejor que Toñi, la mujer del otro, la cosa no pasó de aquí, tomamos el sol, yo me fui un momento a la cocina a preparar la carne para la parrilla, mientras mi amigo preparaba el fuego, apareció Karol, y empezamos a charlar de cosas sin importancia, pero cada vez había más contacto físico, tocando el brazo, bromeando, todo por parte de ella, yo no provocaba nada, pero ella venga a tocarme y a decirme cosas, nos reíamos y lo estábamos pasando bien, se acercó para llevar la bandeja con la carne y de manera "inocente" su culo rozó mi polla, se giró y me pidió perdón, y se fue con la bandeja, yo no hice mucho caso, en realidad no era el tipo de mujer que a mi me atraía, no era fea, pero tampoco era mi tipo, ese día comimos y poco a poco se fueron yendo y me quedé solo.

Al cabo de un par de semanas, mi amigo me devolvió la invitación, invitándome a cenar a su casa, llegué y solo estábamos los 3, la otra pareja no había podido venir, porqué no tuvo con quien dejar los hijos, estuvimos cenando, y charlando, cuando miré el reloj ya era suficientemente tarde, así que me despedí y me fui, al despedirnos mi amigo me comentó que por trabajo tenía que viajar un par de semanas a Londres, así que nos veríamos a la vuelta, le dije que perfecto, y que me trajera un recuerdo, entre bromas, nos reímos y nos despedimos, dos besos con Karol, y adiós, a la semana siguiente recibí una llamada de Karol, ellos vivían en la ciudad, y me invitaba a cenar, al principio le dije que no, argumentando, que seguramente su marido, mi amigo también le gustaría estar presente, pero ella insistió, acepté la invitación, y ese día, un día entre semana, tal vez un martes o miércoles, no lo recuerdo con claridad fui a su casa, aparqué la moto en la puerta del edificio, llamé al timbre y ella me abrió, subí hasta su planta, y al llegar al rellano, ella me abrió la puerta sin darme tiempo a tocar el timbre. Estaba maquillada, y llevaba un vestido blanco de tirantes, era el mes de junio así que no me extrañó, nos dimos los besos de saludo y le entregué la caja de bombones que había traído, ella las miró, y me dijo: «Que detalle, no hacía falta que trajeras nada, encima que he tenido que obligarte a venir» y se rió, se dio la vuelta, y anduvo hasta la cocina, yo fui detrás de ella y le pregunté si necesitaba ayuda, «No, no, todo está apunto, anda al comedor, y espera, pongo la carne en el horno, y voy contigo» me di la vuelta y me dirigí al comedor, al principio estaba incomodo, normalmente solo había entrado en ese piso con mi amigo dentro, jamás sin él, mi mente empezó a recordar a Karol en biquini en mi casa, rápidamente pensaba en otras cosas, para quitarme la idea de la cabeza, mientras iba sonando una música de fondo que salía del equipo de audio del comedor, era música instrumental, por un momento pensé que era música ideal para follar, me acerqué a la ventana, para observar la calle y pensar en otras cosas, no la oí venir, de repente sus manos se postraron en mis hombros, «Que estas buscando allí fuera? Lo mejor está aquí dentro» «He venido en moto, y miraba que siguiera allí» y me giré hacia ella sonriendo, la miré y le dije «Te has hecho algo en el pelo, verdad? Antes no me he dado cuenta, pero li tienes liso, y hace unos días no» «Te ha costado darte cuenta, si me lo he alisado, te gusta?» me lo dijo mientras se daba la vuelta para que la viera bien. «Sí, te queda muy bien, ademas lo has cortado» «Sí por el calor, ves, así tengo la nuca más despejada» me dijo mientras sus manos se paseaban por su nuca, me tomo de la mano, y me dijo, «Vamos a cenar» nos pusimos a cenar, estuvimos hablando de todo un poco, de como era su pueblo natal, de como era su familia, cosas de esas que al final no te llevan a ningún lado interesante, pero que sirven para llenar tiempo, llegamos a los postres, y ella se fue a la cocina, la acompañé vaciando la mesa con cosas que no íbamos a utilizar, a mi caja de bombones me preguntó que tal me parecería añadirle un poco de helado de vainilla, accedí, hacia calor y el helado iría de maravilla, volvimos a la mesa, con dos copas de helado y los bombones, estuvimos hablando, comiendo, riendo, todo genial entre tanta risa, se manchó el vestido blanco con helado, me miró se echo a reír, y me dijo: «lo que me faltaba, ahora tendré que lavarlo» intentó limpiarlo, y al hacerlo cayó un bombón encima y fue peor aun, me miró y me dijo: «No te muevas, ahora vuelvo» me quedé en el comedor terminando mi helado, al poco apareció, venía con unos shorts, que casi no cubría nada, y una camiseta de tirantes sin nada más debajo, me quedé mudo, quieto, ella se sentó frente a mi, como si nada y después de explicarme que ya lo limpiaría mañana siguió comiendo como si nada, con cada cucharada que acercaba de helado a su boca, me iba poniendo más caliente, lamía la cuchara, sorbía el helado, cerraba los ojos, y gemía diciendo lo bueno que estaba y que bien le entraba por la garganta, en ese instante lo supe, esa noche follaríamos, pero a la vez no quería reconocerlo.

Me levanté al terminar y con esa excusa me fui hasta la cocina, allí pensé que hacer para largarme, no quería follarla, es decir sí quería, pero no, porqué era la esposa de mi amigo, por otro lado pensé que era ella la que me estaba provocando, y si solo quería eso provocarme? Ver hasta cuanto aguantaba sin decirle nada? Quizas eso a ella le excitaba, no lo sabía, en eso estaba pensando cuando apareció y me pilló con la copa y la cuchara en la mano en medio de la cocina «¿No sabes donde meter las cosas? déjalas en el fregadero, aquí» dijo dejando las cosas que ella llevaba y se giró hacia mi, «Anda dame, que te veo un poco perdido», «Será la hora» le dije, «Tal vez ha llegado la hora de irme a casa» ella me miró sorprendida, se acercó a mi, si que era bajita, yo mido 1,80 y ella era pequeñita, se acercó tanto a mi, que nuestros cuerpos casi se tocaban, «Anda no digas tonterías, además tu eres el jefe nadie te dirá nada si llegas tarde, vamos» me tomó de la mano y volvimos al comedor, nos sentamos en el sofá, ella subió los pies al sofá, la música seguía sonando de fondo, no había terminado o estaba en bucle, no lo sabía, no me importaba. La miré, ella me miraba y sonreía mordiéndose el labio inferior, «Que te pasa hoy Martin?» me acerqué más a ella, y puse mi mano en su nuca, acerqué mi boca hasta la suya y la besé, en una fracción de segundo pensé que me iba a dar un bofetón, a echarme de su casa entre gritos, pero en lugar de eso, me empujó con su cuerpo hacia atrás y empezó a besarme con pasión, mis manos abrazaban su espalda, mientras sus manos me cogían las mejillas, y su lengua se introducía en mi boca sin permiso, bajé mis manos hasta su culo, apreté sus nalgas por encima de su short, se separó de mi, y se sentó encima de mi, se sacó la camiseta, y me dijo, «bésame las tetas Martin», obedecí, mientras yo hacía eso, ella se frotaba encima de mi, mi polla crecía por momentos y ella gemía, se levantó, desabrochó mis pantalones me sacó la polla y empezó a comerla, mientras yo le saqué como pude el short, tampoco llevaba nada debajo, ella notó mi asombro, dejo de lamer, me miró «Llegar hasta aquí me ha costado un vestido, pero por ahora vale la pena» y siguió comiéndomela, le indiqué que acercara su pequeño cuerpo hasta mi, y le practiqué una buena comida de coño, ella mojaba con facilidad, su cuerpo era pequeño, se levantó, y aproveché para levantarme yo también, me quité los pantalones, los bóxers, que tenía a media pierna y me senté en el sofá, saqué un condón de mi bolsillo, y ella me lo arrebató de las manos, se inclinó ante mi, y volvió a comerme la polla y jugar con mis huevos, me enfundó y se sentó encima de mi, mi polla entró en su coño, noté como se hacía sitio dentro de ella, echo la cabeza hacia atrás, entrelazo sus dedos en mi nuca, y empezó a moverse, arriba y abajo, adelante y hacia atrás, gemía, respiraba cada vez más aceleradamente, mi boca besaba esos pequeños pechos que tenía, y ella con los ojos en blanco seguía moviendo, gimiendo, y diciendo «Así Martin, así, fóllame así, me encanta, mmmm, que placer» Yo seguía, sin poder parar, me acerqué al extremo del sofá y me puse de pie con ella ensartada en mi polla, eso le gustó empezó a moverse aun más, con sus piernas enlazadas en mis riñones, yo le agarraba de las nalgas de su culo, para ayudarla a subir y bajar, gemía, la bajé, me puse detrás de ella, y ella se arrodilló en el sofá, la penetré a4, su coño estaba mojado, muy mojado, mis manos agarraron esa cintura y empecé a empujar sin piedad, perdió el equilibrio y quedó apoyada por completo en el respaldo del sofá, sus manos buscaban mi cuerpo para acariciarlo, yo la tenía agarrada por la nuca, y seguía empujando, liberé su nuca, y volví a acariciar su pequeña cintura, ella se separó del respaldo del sofá, se agarró a mi cuello, nos besamos, nuestras lenguas se rozaban, la levanté y me senté yo, ella se puso encima de mi, cogió con su mano mi polla y la acercó hasta su coño, entró libremente, me daba la espalda, solo la veía subir y bajar, gemir, cada vez más, cada vez su sexo estaba más caliente, notaba sus flujos, hasta que se corrió, yo no duré mucho más, y terminé corriendo mientras ella se movía hacia adelante, y hacia atrás, se tumbó hacia atrás quedando apoyada en mi pecho, nuestros corazones estaban acelerados, la besé, nos besamos, se dio la vuelta y nos besamos más aun, la separé de mi, y le dije que eso no podía volver a suceder, que ella era la esposa de mi amigo, y que me sabía mal por él, a lo que ella respondió que desde el día de la piscina había soñado con follarme, pero que tenía razón.

Aunque dijimos que no podía volver a suceder, nos volvimos a ver unas cuantas veces más. Actualmente viven en Londres, así que ya no hay nada, pero mientras duró, cada vez fue más salvaje con esa pequeña mujer.

7 comentarios - La esposa de mi amigo

kramalo
muy bueno...!! te buscó, te buscó, y te encontró...ja! Imposible escapársele... saludos.
Declan1971
Así es, visto en perspectiva estoy seguro que si el día de mi casa, la agarró, no me dice que no, aunque estuviera allí su marido.
Lomorocha
Hummm pero qué lindo que se sacaron las ganas!!
Declan1971
Así es, lista para la continuación?