Cuarto relato, El Boliche

Después de las experiencias anteriores que, si bien sexualmente no fueron malas, no eran lo que yo buscaba en ese momento decidí hacer otra cosa y quizás empezar a probar el touch and go, para eso volví a despuntar un viejo vicio que fue volver a la noche y hacer lo que a mí me gustaba que era trabajar de seguridad en un boliche. Me puse en contacto con una par de viejos contactos y conseguí en un boliche del centro para Jefe de seguridad, el primer día de trabajo fue un viernes a la noche, yo la verdad que el boliche no lo conocía, porque hacía mucho que había dejado la noche, como hacia ante previo a la apertura del boliche hablo con mis compañeros para armar el trabajo y disponerlos en los diferentes lugares del boliche, yo como siempre hice voy a la puerta, primero para mostrar mi autoridad, y segundo porque en la puerta seleccionas como va a ser la noche de tranquila o no.
Una vez abierta la puerta como siempre las primeras 30/50 personas de la fila son mujeres y por supuesto coquetean con el que está en la puerta para que las deje entrar más rápido. La verdad que ninguna de las que estaban primero me llamaron la atención, por lo que medio di por perdida esa noche ya que a las tres de la mañana ya habían entrado todos y parecía que no iba a entrar nadie más. Estaba hablando con mis compañeros dando la espalda a la puerta cuando siento que me tocan la espalda muy suavemente, cuando me doy vuelta me encuentro con una impresionante morocha, de ojos color miel, unos pechos hermosos grandes duros, y después me di cuenta del hermoso culo que acompañaba a esa hembra, vestida con una musculosa blanca muy pegada a la piel creo que sin corpiño y un pantalón vaquero casi calcado, me pregunto con una voz de perra en celo si todavía podían entrar al boliche que estaba con tres amigas más y no tenían a donde ir, mientras me decía esto me acariciaba muy sensualmente el pecho, obviamente que las hice pasar y de las cuatro solo pagaron dos. Después de pasar por la caja las dos que pagaban ella se quedó al final y antes de entrar me dijo, espero encontrarte adentro sos muy lindo y me dio un beso en la comisura de los labios y entro moviendo por demás el culo.
Como jefe de seguridad me puedo tomar ciertas libertades así que espera un tiempo prudencial para llamar a un compañero que me reemplacé y entre a buscar a esa perra, pero tampoco entre desesperado a buscarla, así que me recorrí un poco el boliche como haciendo mi trabajo, ese día estaba muy lleno, me pare en una esquina y la buscaba con la mirada hasta que la vi en la esquina opuesta a la mía, ella estaba bailando con un tipo, aunque me dio la impresión de que no estaba muy a gusto porque cada tanto lo alejaba, en ese momento estaban sonando una tanda de reggeton, me acerco un poco como para sacarle al denso de encima y ella cuando me ve se acerca hacia mí y se me pone a bailar y a perrearme, primero me franeleo las tetas y después me apoyo el culo en la verga y lo agitaba, mi verga ya estaba por saltar del pantalón, de espalda como estaba se pegó a mí y fue bajando hasta que la cara le quedo a la altura de mi pija y después muy sensualmente fue subiendo mientras me frotaba las tetas, hasta que quedamos cara a cara y me comió la boca ella a mí y yo no me hice rogar, una de mis manos la tomo por la nuca y la otra fue directo al culo, ella por su parte puso una de sus manos en mi cara y la otra fue directo a mi verga, nuestras lenguas no tardaron en trabarse en una guerra apasionada, mi mano paso de su culo a su concha siempre sobre el vaquero, pero la humedad ya se sentía.
Estábamos en esa situación casi en el medio de la pista pero ya no podíamos seguir ahí, por lo que le dije al oído si quería esperar hasta que cerrara el boliche o me acompañaba a la oficina para terminar lo que empezamos, ella me contesto apretando más mi verga, así que volví a aprovechar mi puesto de jefe de seguridad y la tome de la mano y nos fuimos a una oficina que hay en el boliche casi preparada para estos casos.
Abrí la puerta con mi llave y entramos, la oficina es en realidad una habitación de….dos por dos, con solo un sillón por mobiliario, casi no tuve tiempo de cerrar con llave para no ser molestados, ella desabrocho mi pantalón y lo bajo con bóxer y todo mi pija salto como si tuviera un resorte y en la punta ya se podía ver una gotita brillante, ella la miro y la acaricio mientras me miraba a los ojos y se relamía, como pidiendo permiso, así que le tome la cabeza con la mano, ella solo abrí la boca y se tragó, literalmente, mi pija entera sin sacársela de la boca sacaba la lengua por abajo y me chupaba la base, sus manos acariciaban mis muslo, y empezó a cogerse la boca ella misma, la sacaba totalmente de su boca y se la volvía a clavar hasta el fondo, y cada tanto se la sacaba y me pajeaba mientras con la lengua me chupaba los huevos, siempre mirándome a los ojos con una carita de puta que me estaba poniendo loco, la verdad que hacía mucho que estaba en abstinencia sexual así que le avise que si seguía así no iba a aguantar mucho a lo que ella solo acelero la chupada, le pregunte donde la quería porque ya venía así que los siguió chupando por lo que intuí que la quería en la boca y no me hice rogar, la leche se le escapaba por la comisura de los labios y ella solo ponía la mano abajo para que no le caiga en la ropa, me dejo la pija impecable se tragó toda le lechita incluso la que estaba en su mano, con el trago que tenia se enjuago la boca y nos volvimos a comer la boca, pero mi pija seguía dura. Cuando se incorporó le saqué la musculosa y me encontré con unas tetas espectaculares, unos pezones marrones, duros y muy parados, no aguante la tentación y me los lleve a la boca con una mano le acariciaba un pecho y con la boca le chupaba la otra, ella se empezó a sacar el pantalón y yo aproveche para llevar una mano a su concha sin dejar de encargarme de las tetas. La empuje al sillón, ella se recostó y yo me puse arriba mi pija quedo apoyada entre los labios de la concha así que mientras le seguía comiendo las tetas le frotaba la concha con la pija. Empecé a bajar con mis besos mi lengua dejaba un hilo de baba en su piel, mientras yo seguía bajando ella se tomó de las tetas y se las masajeaba, se pellizcaba los pezones y no dejaba de gemir, ahí no importaba porque el ruido del boliche no permitía que se escuchara lo que pasaba adentro, llegue con mi boca a su concha, era tan linda como sos tetas, toda depiladita, súper mojada, ya abierta por la excitación, mi lengua no tuvo ningún problema en penetrarla, tenía un gustito como saladito, rico, calentita, busque el clítoris con la lengua mientras mis dedos exploraban el interior de su concha buscando el punto G, esa parecita rugosa que muy pocos podemos encontrar, cuando la encontrar te das cuenta porque las paredes interiores se contraen, el abdomen se tensa y ellas lanzan un pequeño grito de placer. Ella dejo de apretujarse las tetas para tomar sus piernas y levantarlas más y quedar más expuesta a mi boca ahora no solo tenía a mi disposición su vulva, sino que también su precioso ano. Comencé a pasar mi lengua de abajo hacia arriba, jugando con su hoyito, y luego volviendo a jugar con su clítoris mientras mis dedos la penetran, ahora uno en la cola y tres en la vulva. Ella tiene sus manos en mi verga y por momentos la acaricia y por momentos se escupe y me pajea. Entre jadeos y gemidos me pide que la coja, que le meta la pija por donde quiera, pero quiere sentirla dentro de ella, así que no espero más y me pongo frente a ella y con la cabeza de la pija le froto la concha, ella me abraza con las piernas y con fuerza me lleva hacia ella y mi pija entra directamente en su cola ella no se lo esperaba por lo que su expresión fue de dolor y placer al mismo tiempo, la penetración fue profunda y comencé a moverme primero despacio y después más fuerte, ella lo pedía, con las piernas me marcaba el ritmo, y me rasguñaba la espalda mientras mi boca chupaba y mordía esos pezones duros y calientes. Sus gemidos pasaron a ser gritos su espalda se empezó a arquear y de su concha salían flujos que lubricaban mi pija entrando en su cola. Tuvo uno, dos, y hasta tres orgasmos seguidos, le saque la pija de la cola y se la clave de una en la concha y tuvo el cuarto orgasmo se sentía muy húmedo y caliente, nuestras bocas eran una, nuestros cuerpos eran uno, comenzó a tener espasmos, su cuerpo temblaba si parar sus ojos se pusieron en blanco, todos sus músculos se tensaron y después se relajó completamente su respiración se hizo más lenta, y volvió a gemir mientras yo no deje de moverme, ahora quería acabar yo, me levante y la puse en cuatro y se la clave de una en la concha, mientras la cogía, con una mano la agarre del pelo y con la otra le daba chirlos en el culo, gemía de placer y entre gemidos me pidió que le llene la concha de leche ese pedido, ese tono de voz sirvió para que mi leche saliera despedida dentro de su concha desbordándola, llenándola, ahora los dos estábamos relajados. No dejamos de besarnos, yo seguía tocando y acariciando sus pechos, sentí que la música del boliche había cesado y le dije que nos teníamos que ir, así que nos vestimos y cuando salimos de la oficina ya todos se habían ido solo quedaba la gente de limpieza que ni nos vieron irnos. Sus amigas se habían ido, así que la lleve hasta la casa, pero ese es otro relato.

Espero que le haya gustado a pesar de lo largo que se me hizo.
No se olviden de comentar así sigo escribiendo y de dejar puntos.

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