Mientras menstruaba..

Le he dado la llave de mi casa a mi novio para que el entre cuando quiera. Por eso esa esa noche cuando oí ruido no me asusté, tampoco lo hice cuando entre dormida creí ver su figura en el marco de la puerta. Mi dormitorio estaba en penumbras, siempre dejaba la luz del pasillo prendida. No le sentir desnudarse, pero sí sentí el calor de su cuerpo en mi espalda, sus manos buscando mis pezones mientras apoyaba su pija en mi culo.

-mmm.. mamita tenes las tetitas calientes..
-Mi vida estoy menstruando.. por eso mis tetas están hinchadas y calientes..
-Mmm.. a ver .. a ver..

Y mientras decía eso, tomo mi mano y la guio para que me toque la concha.. Luego me la retiró y miro mis dedos.

-Ves que no te miento vida..

Pero él no hizo caso, los llevó hacia mi boca, mientras me decía:

-Límpialos que se te ensuciaron..

Y volvió a llevar mi mano hacia mi concha, empujándola cada vez más, sacándola y viéndome lamer mis dedos sucios con sangre y flujo.
Por alguna razón decidió introducir sus propios dedos en mi concha y lo sacó diciendo:

-Mamita tenes la concha calentita.. estas para que te perfore toda..
-No… esperá … vamos a ensuciar todo.. – dije con mis ojos cerrados, apretándole el brazo. Mentira, no quería que se detenga, la quería más adentro, la quería toda adentro- esperá, esta noche no se puede..

Entonces él se puso serio, y sin sacar su mano de mi vagina me dijo:

-Te dije que esta conchita siempre tiene que estar disponible para cuando yo quiera..

Acto seguido me mordió un pezón y gozó viéndome gritar

-esta teta también es mía..

Y volvió a morderme más fuerte el pezón hasta que vio que dolía pero no oponía resistencia.

Me quitó la bombacha, y me puso en cuatro sobre la cama. Pude sentir como su pija entraba y salía de mi vagina, mientras sus dedos intentaban entrar en mi culo. Pude sentir como una línea de sangre mojaba y flujo mojaba mis piernas... De pronto se detuvo..

-Mamita me ensuciaste, vas a tener que limpiármela.

Entonces comencé a pasarle la lengua por sus huevos para sacarle cualquier resto de mi sangre. Y luego seguí por su pija y sin darme cuenta comencé a saborearla..

-Mamita que puta sos..

Dijo él enloquecido mientras me tomaba de los pelos y hundía su pija en mi garganta. Yo le miraba desde abajo y me excitaba verlo enloquecido. De pronto, me agarró bien fuerte la cabeza y me dijo:

-No te la tragues que la quiero ver..

Y descargó toda su leche en mi boca. Obedecí su orden, le mostré mi boca llena con su leche..

-Ahora sí trágala.. trágala y límpiame la pija.. –le hice caso, me trague toda su leche y se la limpie con mi lengua mientras le miraba descansar…

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