Claudia...

Claudia es una de mis compañeras de la oficina. Tiene 30 años, está casada hace siete y es mamá de dos nenas y un varón. Sí, tres hijos en siete años. Nadie puede decirle que haya perdido el tiempo en su matrimonio, ¿verdad? Pero lo que podría interpretarse como una situación plena de dicha y felicidad, no siempre es así.
Aunque es relativamente nueva en la Compañía, desde el principio hubo cierta confianza entre nosotras. Incluso, en ocasiones, hasta me acompaña a almorzar a la plaza. Yo comía lo poco que llevaba en mi tupper, y ella se fumaba un cigarrillo. No almorzaba ya que quería recuperar la línea que había perdido en su último embarazo.
-Y espero que cuando llegue a bajar los ocho kilos que me faltan, al hijo de puta de mi marido no se le ocurra embarazarme de nuevo- me dijo aquella vez a modo de descargo.
Me la quede mirando sorprendida, ya que nunca la había oído hablar así, por lo que seguramente se vio forzada a aclarar:
-Adoro a mis hijos, son lo mas importante que tengo, moriría por ellos, pero..., yo no los quise, digo, no quise embarazarme tan rápido-
Silencio incómodo, no sé como corresponder a semejante confesión.
-Voy a fumarme otro, porque sino voy a estallar- dice prendiendo otro cigarrillo, saltándose su casi marcial regla de uno por día.
Dejo que se tome su tiempo y sea ella la que hable.
-Yo quería terminar mi carrera, recibirme, ejercer, tener una profesión, ser independiente, pero no, él Señor quiere hijos, hijos y mas hijos. ¿Sabés que hasta llegó a decirme que deje de trabajar para dedicarme a la casa y a los chicos? Así me quiere, descalza y embarazada-
Iba a decirle algo, pero siguió adelante con su descargo:
-¡Y encima hace años que no me da un buen polvo! Si por lo menos me cogiera bien...-
Bueno, ahí ya estábamos en mi tema. Si de coger se trata, nadie mas indicada que yo, ¿o no?
Para hacerla corta, Claudia es una mujer insatisfecha. Esa misma tarde, luego de la oficina, fuimos a tomar un café y me confesó que creía que su último orgasmo lo había tenido durante su luna de miel. Y digo "creía" porque no estaba segura. Quizás nunca haya tenido un orgasmo de verdad. Pero sea como fuere, siete años es mucho tiempo para aguantarse. No sé porque, pero sentí que debía ayudarla, darle una mano, en el buen sentido.
-Lo que vos estás necesitando, querida, es un buen polvo, que te destapen todas las cañerías, y como tu marido no lo va a hacer, tenés que buscar por otro lado- le digo a modo de consejera.
-¿Me sugerís que me busque un amante?-se sorprende, admitiendo que, pese a su insatisfacción, nunca se había planteado ser infiel.
-Un amante, un amigo, un stripper, no sé, pero alguien que te coja bien cogida, mirate, estás hecha un manojo de nervios- le hago notar.
-Sí, eso lo sé, pero..., ¿un amante? ¿De donde voy a conseguir yo un amante? Si de mi casa voy al trabajo y del trabajo a mi casa-
-Sos una mina atractiva Claudia, ¿me vas a decir que no te dicen nada por la calle?-
-Sí, cosas me dicen, pero, ¿con un tipo de la calle?- titubea.
-¿Porque no?-
-¿Y si resulta igual o peor que mi marido?-
En eso Claudia tenía razón, un levante callejero no es garantía de nada, es como la ruleta, te podés llevar el pozo completo o salir desplumada. Y para colmo de males, ella no parece tener esa especie de sexto sentido que yo tengo para estas cosas. En mi caso puedo reconocer a un buen cogedor con apenas unas pocas señales, como la mirada, la postura, la manera de hablarte, claro que a veces hasta al mejor cazador se le escapa la liebre, pero bueno, en esos casos lo único que te queda es remarla. Y la verdad sea dicha, Claudia no estaba ni para agarrar un remo.
Pensé que podía ayudarla, es mas, quería ayudarla, pero justo en ese momento recibo un wasap de Fernando. Habíamos quedado en vernos esa misma tarde, pero con lo de Claudia se me había pasado.
"Estoy demorada, pasame a buscar por la esquina de Medrano y Diaz Velez", le respondo, mencionándole la esquina del café en donde estamos.
-Mirá, ahora tengo un compromiso- me disculpo con Claudia -Me mortifica dejarte así, pero es algo que ya había arreglado de antemano-
-Está bien, no te preocupes, ya te robé bastante tiempo con mis dramas, te agradezco que me hayas escuchado, de verdad me hizo bien contárselo a alguien-
-Yo te agradezco que hayas confíado en mí, pero quiero que sepas que esto no termina acá, vamos a seguir hablando y prometo ayudarte de la mejor manera que pueda- le digo, tratando de levantarle el ánimo.
-¿Que? ¿Vas a buscarme vos un amante?- se ríe.
-¿Porque no? Tengo varios, éste es solo uno de ellos- le digo mostrándole la pantalla del wasap donde Fernando me pone:
"Se hace tarde, mejor vamos a un telo".
Claudia se cubre la boca con la mano y abre los ojos como platos, sin poder creer lo que está leyendo.
-¿Te vas a ver con otro tipo?- me susurra para que no nos escuchen de otras mesas.
-Voy a coger con otro tipo- la corrijo, también entre susurros.
Me mira y se ríe.
-Mariela, me dejás sin palabras-
-Mañana hablamos y prometo contarte todo- le digo mientras agarro mi cartera y me levanto.
"Estoy en la esquina", me wasapea Fernando.
-Eso sí, si me dejás ayudarte, te prometo que vas a iniciar una nueva vida- le guiño un ojo y salgo del café.
Por la ventana veo como no puede disimular su asombro al verme subir al auto de mi amante. Y para que no le queden dudas, saludo a Fernando con un efusivo beso en la boca.
-¡Mmmmhhh! Parece que estás con todo- me dice él.
-Desde que me dijiste que pasabas a buscarme que no doy mas de la calentura- admito.
Por la hora y el tránsito, no hacemos a tiempo de ir al departamento de Anchorena, así que vamos a un telo de por ahí. Un lugar simple, austero, con una cama, que es lo único que necesitamos. El resto lo ponemos nosotros. O mejor dicho, él me la pone a mí.
Ya por el pasillo del albergue transitorio nos vamos besando y acariciando, tratando de apaciguar de alguna manera esa ebullición en la que estamos inmersos. Entramos a la habitación y nos desvestimos mutuamente, cayendo desnudos sobre la cama, enredados, sin dejar de chuponearnos, metiéndonos manos en las zonas mas erógenas de nuestros cuerpos.
Tomando la iniciativa, Fernando me abre las piernas, se zambulle entre ellas y me chupa la concha. Mete la lengua como una pala entre mis labios y me lame toda por dentro, me muerde el clítoris, me lo chupa, me lo estira. Desesperada le agarro la cabeza con las manos y me refriego contra su cara, gritándole:
-¡COMEME... COMEME... COMEMEEEEE!-
Me siento como Jennifer Lawrence en "Los Juegos del Hambre", en llamas.
-¡Quiero chupártela...!- le digo luego, poniéndome de rodillas en la cama y agarrándosela con las dos manos.
Primero lo pajeo, acariciando todo ese tronco nervudo combado en el medio, cuyas venas parecen latir con vida propia. Me la meto en la boca y le doy una mamada de alta gama, con garganta profunda incluída.
-Parece que te gustó el jueguito- me dice al ver como le como la pija hasta los pelos.
-¡Agggjjjhhá!- asiento con toda su carne retenida dentro de mi boca.
Se la suelto, le doy un ruidoso beso en las bolas, le pongo el forro de cortesía y me le subo encima, a caballito. Apoyo las manos en su pecho, me muevo en torno a su pija, y cuando logro atraparla con los labios de mi concha, me la mando a guardar hasta lo mas profundo con una fuerte sentada. Suelto un largo y complaciente suspiro al sentirla llenándome toda con su privilegiado volumen. Me quedo un momento así, la cabeza echada hacia atrás, disfrutando esa sensación de llenado completo y absoluto.
-¿Te gusta cogerte a la esposa de tu compañero de trabajo?- le pregunto mientras empiezo a moverme lentamente, como si en vez de carne tuviera una pija de cristal y no quisiera rompérsela.
-Me gusta que la esposa de mi compañero sea tan puta- me dice, agarrándome con una mano un cachete de la cola y pegándome una fuerte nalgada con la otra.
Entiendo lo que quiere, así que empiezo a moverme mas rápido, haciendo que mis gomas se sacudan arriba y abajo.
-¡Que tetas...!- exclama, amasándomelas a discreción -No me canso de tocártelas- levanta un poco la cabeza y me las chupa -Ni de chupártelas-
En ese momento pienso si diría lo mismo de Claudia. Es una linda mina, no hay duda, pero no tiene mis tetas ni mi culo, está algo excedida de peso, y supongo que después de tres embarazos, algunas estrías en el cuerpo debe tener. ¡Que buen polvo se echaría con él! No tenía duda de que Fernando le cambiaría de una vez por todas la cara de amargada. Estaba por decírselo: "¿Te gustaría cogerte a una amiga mía?", cuando me da la vuelta, me pone de espalda y empieza a darme con todo, sacudiendo hasta la cama con la fuerza de sus garches.
Al rato me la saca, se sienta a los pies de la cama y me hace montarlo de espalda, ambos de frente a un espejo de pared que nos devuelve la nítida imagen de nuestros cuerpos sudorosos y excitados.
De nuevo me le subo encima, me siento con toda su pija dentro y empiezo a montarlo, restregándome las tetas, lamiéndome los labios, sé que me mira, tanto por ese espejo como por el del techo, por lo que trato de ofrecerle la escena mas sensual que me sea posible. Ya para entonces me olvido de lo que iba a decirle y me dedico a disfrutar del momento, subiendo y bajando, moviéndome también hacia los lados, las manos apoyadas en la cama, los pies en el suelo, impulsándome arriba y abajo, golpeándole las pelotas con mi concha con cada sentada.
Ya puedo sentir que está a punto de venirse, las señales son claras, así que me salgo de un salto y le saco el forro. Echada entre sus piernas le agarro la pija, y apoyando la cabeza en mi lengua, lo pajeo fuertemente. El CHAS-CHAS-CHAS de la piel al estirarse se intensifica. Lo siento temblar, tensarse, vibrar..., lo pajeo mas fuerte..., CHAS-CHAS-CHAS..., sale hasta espumita por el borde de mi mano, pero sigo..., los ojos de Fernando están clavados en mi boca abierta y en mis tetas que se sacuden frenéticas. Advierto que trata de prolongar lo mas que puede el final, porque le gusta lo que ve, pero ya no puede. Suelta un profuso bufido, y con unas sacudidas realmente violentas, la leche se libera y se precipita como una vertiente en mi paladar. Me mantengo así, con la boca abierta, la mano rodeando su verga, recibiendo lechazo tras lechazo. Es tal la cantidad que eyacula que tengo que tragarlo en dos y hasta tres veces.
-¡Uy, que lindo te tomás la lechita, bebé!- exclama alucinado con la sorpresita que le estoy dando.
Me trago los últimos chorritos que me tira, y se la chupo con fuerza, limpiándole de leche toda la pija, le limpio incluso hasta los huevos, pegándole unas lamidas que amenazan con ponerlo duro de nuevo. Pero se hace tarde, tengo que volver a casa, que sino...
Me alcanza hasta unas pocas cuadras de donde vivo. Nos despedimos con un beso, arreglando un próximo encuentro para la semana siguiente, pero esta vez en Anchorena. Al final no le digo nada sobre Claudia. Es lindo y coge bien, pero..., lo quiero solo para mí.
Recién lo estoy conociendo, es alguien nuevo en mi vida, por lo que no quiero compartirlo con nadie. Por lo menos con nadie que yo conozca.
Ya sé que debe tener otras mujeres, pero, aunque no me lo dijo, desde esa primera vez que estuvimos juntos, creo que soy la única que tiene en mente en estos momentos. Mas adelante quizás se la presente, si es que mi amiga se decide a ponerle los cuernos al marido. En cuanto a ella..., entiendo que una mujer en su situación, tan frustrada y cohibida, necesita de alguien que le proporcione ese impacto que la aleje de una vez por todas de su aburrida y monótona vida. Alguien que la libere de las cadenas de opresión con que el marido la tiene maniatada. Alguien que no solo le muestre, sino también la guíe al Paraíso. Y ese alguien es ... (redoble de tambores)... ¡El Cholo!
Sé que en ocasiones puede llegar a ser brutal, lo que no tiene nada de malo para las que nos gusta el sexo duro, pero con Claudia debería controlarse un poco, por lo menos la primera vez, y si había una segunda, entonces sí, mostrarle en carne propia porque le dicen "El Rompedor de San Justo".

19 comentarios - Claudia...

el_bolita
yo quiero conocer a claudia! jaja buenisimo relato marita, te ganaste tus puntos (y tu paja dedicada 😉 )
ocippledamot
buenisimo!
ocippledamot
+10 por mantenerme calentito, putita...
Pervberto
Una espléndida muestra de solidaridad. Ojalé que el Cholo (o algún otro) corrija esa omisión en la vida de Claudia.

¡Y que Marita nos lo cuente con esa elocuencia que nos mostró acá!
ADMYM
yo tambien me sumo para conocer a Claudia, estoy por la zona de San Justo/Casanova
felizcorneadora
Muy bueno, tenenos la tanto sobre Claudia. Te deje puntos
elpistolero
muy bueno!!! todos por claudita! jajajaja
Elpndjomacho
que buen relato, buen manejo de los tiempos y el vocabulario bien de entre perra y elegante...excelente te dejo +10 y a favoritos....ademas sale reco
borracho_tuerto
"Desesperada le agarro la cara con las manos gritándole: COGEME...COGEME...COGEMEEE!"
Uuuuufffff...TRE-MEN-DO, excelente relato como de costumbre querida, y como siempre me dejaste re caliente linda!
Y que pasará con la atribulada Claudia querida?
Ya me estoy imaginando un cachondo y un excitante trío con Claudia, tú, y el Cholo, o Damian (o ambos)? Por que no creo que tu te quedes fuera y perderte la fiesta querida ...verdad linda?...jajaja...
Como siempre quedo ansioso a la espera de tu próxima aventura querida Marita, con o sin tu amiga Claudia...Besos!! +10


Claudia...
MontansA
Muy bueno espero q siga
nazaynacho
Excelente post marita genia besos y que sigan más relatos hot putita divina ..😘😘😘
perroandante
excelente vos sos la mejor maestra para ella, si es verdad necesita alguien que la coja bien. muy buena como siempre tu experiencia
lucas789
llevala con el ogro. cuando te lo garchas denuevo? asi nos contas?
GHARREGUY
buenisimo , vamos con Claudia , a ver como se comporta El CHOLO
garrote2373
Como siempre tus relatos me dejaron caliente como concha de monja. Si me la presentás a Claudia en una de esas...
Migueeecrack
Increíble lo que calentas, cuando una fotito?
MIsko-Jones
me encanto y gracias por entrenar a alguien para que siga tus pasos asi esta tierra se llena de atorrantas hermosas

besos Misko