Los camioneros

Relato real.

Hace años que laburo en una Empresa de transporte.
Estoy muy acostumbrado a ver a todos los camioneros que en su mayoría están para enfiestarse con varios a la vez.
Pero el laburo es sagrado, y por mas que la tentación es muy fuerte, (y tienen fama que le dan a lo que venga), jamás me atreví siquiera a tirar onda a ninguno a ver que pasaba.
Frente al depósito que laburo, tienen una especie de parador con algunos bancos y árboles dónde mientras se le asigna el destino toman mate y boludean.
También tienen un baño medio pelo, con dos retretes, dos mingitorios y una pileta.
Los cagaderos tienen la puerta que no llega hasta el piso, una de las puertas que tienen algunos agujeros, pero no fueron apropósito sinó que al ser viejas y la falta de mantenimiento hicieron su trabajo.

Hace un tiempo, volvía de almorzar y tuve que entrar a ese baño porque me meaba y no llegaba al que está en mi sector; cómo también tenía la sensación de garco, me metí directamente en el cagadero. Afuera no había nadie.

Estaba boludeando con el celular, cuando siento que alguien entra al baño y por debajo de la puerta veo que se pone a mear en el mingitorio, dejé el celular de lado y me puse a chusmear por los buracos de la puerta a ver si podía ver quién era.
Y si, pude ver...
Es un tipo de unos 45 años, alto, pelo oscuro, bigote y sombra de barba, delgado pero fortachón, muy buen culo parado y abundante pelo en el pecho; no se como se llama, pero que importa no?
La cosa es que mientras meaba se puso de costado y se dió cuenta que alguien lo estaba observando, (o sea yo) porque luego de todo lo que pasó me di cuenta que si apoyas el ojo, se ve dese afuera jajaja.
El flaco no solo ni se inmutó, sinó que comenzó a sacudir la verga de una manera poco común para el que termina de mear, y de a poco, esa verga que parecía corta y gorda, fue tomando vida.
Realmente se transformó en una verga hermosa, venosa, con mucha piel y bien grosa.
La verdad no sabía que hacer, como al principio les dije, el laburo es sagrado y no me puedo quemar, pero bueno, soy flojo, debo admitirlo, encima el flaco que miraba al agujerito dónde tenía posado el ojo, me hizo un guiño, así que bueno, abrí la puerta y entró al cagadero.
La calentura de ambos era extrema, no hubo prácticamente diálogo, bajé la tapa del inodoro y le dije que se subiera, porque si entraba alguien vería cuatro piernas y ahi se pudre todo.
Así que me hizo caso, y con esa postura muy cómoda, le mandé una chupada de huevos y verga profunda que fue mortal, me puse un poco de costado y le mandé lengua al orto, el flaco temblaba de la calentura, cambiamos de posición y también tuve mi premio, a pesar de ser bien macho el tipo, me hizo una mamada de pija bastante buena, no tan profunda pero mamada al fin. Le dije que volviera a subirse y a los dos minutos, sentí como un chorro espeso de leche iba saliendo de su palpitante verga, agarrado a sus huevos, me tomé hasta la última gota, yo me pajeaba y al terminar, la acabada llegó a la pared.
Nos subimos la ropa, salimos del cuarto y me dice: muy bueno lo tuyo, cada tanto nos damos este gustito?
Obvio que le dije que si, y le pasé mi whatsapp para que me avise que días estaba en planta.

Así que bueno, tengo un amante de baño laboral, que tal?
PD: ¡tenía olorcito a pija y culo mmm que mas puedo pedir!



Smegmaseeker

2 comentarios - Los camioneros

ayayayuyuyuy2 +1
buen relato! y felicitaciones por la aventura
Catas-bis
Me hiciste que me mojara mucho mm gracias