Mis hijas y yo. una familia muy cariñosa cap 6

Holaa!! muchas gracias por todo el apoyo, comentarios, puntos, seguidores (fotos xD)
aquí les dejo el siguiente capítulo y espero que lo disfruten al igual que los anteriores.

Prácticamente salí de la habitación con una sonrisa que no pude quitarme hasta que volvimos al comedor. Me senté al lado de Daniel y hasta él me preguntó por qué me veía tan feliz. Le lancé a Lorena una mirada cómplice y ella me guiñó un ojo de manera que nadie pudiera verlo. También me fijé en Holy, que comida una rebanada de pastel como si no hubiera pasado absolutamente nada.

El ocaso estaba cerca. Nos despedimos de la familia de Lorena para irnos a casa. Dejé a Daniel conducir porque yo estaba demasiado… shockeada como para prestarle atención a la carretera. Las experiencias que había tenido todavía eran muy recientes, y dado que las únicas protagonistas fueron madre e hija, yo me sentía poco más que insatisfecha.
En los asientos traseros Laura dormía sobre las piernas de Kim. Aquella visión me pareció especial, tierna, y sexy, porque Laura seguía con su bikini. Recordé que Lorena me dijo que entre mis hijas y yo podría darse un tipo de relación incestuosa, y en ese momento no me pareció una mala idea. Esperaba que el pensamiento no me durara más de un día, porque no planeaba meterme entre las piernas de ninguna de mis chicas.

Por el contrario tenía a un semental a mi lado. Daniel se veía tan bien en la piscina que sólo verlo era un manjar para mis ojos. Lorena me había aconsejado llevármelo a la cama y lo iba a hacer apenas llegáramos a casa. Era culpa de mi amiga el que yo me sintiera así de caliente, y si me concentraba todavía notaba el movimiento de sus labios sobre los míos.
Llegamos a casa y apenas entré al baño, me di una ducha de agua fría para tratar de bajar el calor de mi cuerpo y disminuir los latidos de mi corazón, que parecía estar forcejeando dentro de mi pecho ante la perspectiva de que me iban a destrozar en la cama.
Apenas logré mi objetivo con el agua. Salí envuelta sólo con una toalla. Kim se estaba metiendo a bañar enseguida. Laura se había ido directo a su cama para seguir durmiendo.
Entré al cuarto de mi hija. Nadar la había dejado tan exhausta que se metió entre las sábanas sin siquiera quitarse el bikini. A lo mejor estaba incómoda con ese pequeño conjunto apenas cubriéndole el triangulito de su entrepierna, y sus pechos.

Me fui a la alcoba a esperar a Daniel, que se había quedado revisando las bujías de mi coche porque fallaron durante todo el trayecto. Era genial y sexy tener a un hombre como él en casa.
Todavía envuelta con la toalla me senté en la cama. Busqué en la cajita donde guardaba mi dildo y saqué una botellita de lubricante anal. Hacía tantos años que alguien me la había metido por detrás que ya no estaba tan segura de sí me iba a doler o no.
Olvidé decirle a Kim que no me molestara, pero dadas las circunstancias ella debería de entender que una puerta cerrada, con una pareja dentro, era una clara señal de no molestar.
Mi amigo Daniel entró después de un rato. Se había dado una ducha para quitarse el aceite del cuerpo. Los mechones mojados se le pegaban al rostro y lo hicieron parecer algo así como un modelo de Kelvin Klein.
—¡Wow! ¿Qué pasa aquí? —fue su tonta pregunta.
Le guiñé un ojo y le indiqué con un dedo que se acercara. Él lo hizo y mientras se quitaba la camisa. Se inclinó sobre mí. Sus manos me acariciaron las piernas y luego desataron el nudo de mi toalla.

Mis dedos se deslizaron por cada uno de los relieves de los músculos de sus brazos. Gemí un momento cuando me besó en el cuello y mordió apenas con sus dientes. Mientras lo hacía, mi mente divagó en los recuerdos de Lorena y su hija. Mi excitación aumentó considerablemente, como si fueran una clase de detonante.
Lo envolví con mis muslos y mientras él me besaba los pechos, yo le acariciaba las nalgas con mis pies. Se sentía tan bien tener el pesado y musculoso cuerpo de un hombre sobre mí. Enterró sus dedos en mi cabello y tiró suavemente de él. La sensación fue por demás placentera. Le dije que lo hiciera más fuerte.
De mis tetas bajó por mi vientre marcando un camino con su lengua. Llegó justo a mi coño y una vez allí, acabó devorándolo con su boca. Arqueé mi espalda como si fuera la víctima de un choque eléctrico. Una oleada de viejas sensaciones me cruzó el cuerpo. Podía sentir su lengua adentrándose dentro de mí, mordiéndome suavemente y luego ejerciendo presión con su boca.
Pero sucedió algo raro. Mientras él estaba en labor, yo no dejaba de pensar en Lorena y Holy.. Joder ¿tanto me había gustado ver a una madre dándole sexo oral a su propia hija?
Daniel se detuvo y se irguió sólo para quitarse el pantalón. Al bajarlo, su verga quedó expuesta en total erección. Me sorprendí al verla, como si nunca antes hubiese visto una. Debajo de su miembro colgaban un par de enormes testículos.

Mis instintos pudieron más que mi represión y me bajé de la cama. Me arrodillé y antes de que pudiera protestar, tomé su pene con mis labios. Extrañaba esa sensación de abrir mi boca al máximo, de juguetear con mi lengua, de mancharlo con saliva y de jugar con sus bolas con la mano.
Le provoqué un gemido. Comencé a moverme más rápido, como una especie de bebé hambrienta. Sentí como mi coño se humedecía más. La saliva me brotaba de las comisuras de los labios. Mamar era una sensación relajante, como si pudiera estar allí durante horas. Mientras cerraba los ojos, Daniel me acariciaba la cabeza con mucha ternura.
Aparté mi boca de su miembro y besé sus huevos hundiendo mi rostro en ellos. Era grandes, llenos de deliciosa leche que yo quería justo ahora. Él tomó su verga con sus manos y me dio golpecitos en la cara. Se sentía tan bien.
Giramos un poco para que me pudiera ver en el espejo de la pared. Era una imagen excitante por demás. Yo, arrodillada junto a este hombre, con su miembro entre mis manos. Era contradictorio porque quería seguir jugando con él y a su vez, quería que ya terminara dentro de mi boca.
—A que no me haces una garganta profunda.

—A que sí puedo —dije y me preparé. Abrí la boca lo más que pude. Busqué relajarme y poco a poco me metí su miembro. Centímetro a centímetro, cada trozo me entró hasta la garganta.
Daniel pareció volverse loco con eso. De repente oí el clic de una cámara y vi que se trataba de él que me tomaba fotos con su móvil. Me sentí una especie de actriz porno y mamé con más entusiasmo. Saqué su pene unos momentos y abrí la boca. Él tomó otra foto. Toda su polla estaba envuelta en saliva. Me la metí a la boca. Llovieron más fotos. Tragué hasta que mis labios tocaron la base y me sentí orgullosa de lo que estaba haciendo.
Él movió su miembro. A mí me faltaba el aire, pero se sentía tan rico. Jugué con sus bolas mientras seguía con mi labor.
Entonces él sacó su verga. Iba a eyacular justo sobre mí.
Y luego la puerta se abrió. Nos quedamos congelados. Laura estaba allí, con los ojitos abiertos de par en par mientras me veía a mí, su propia madre, sostener la verga de Daniel con las manos.
—¡Laura, ven aquí! —dijo Kim, que entró al cuarto sin saber qué pasaba. Justo cuando mi segunda hija apareció, al buen Daniel se le ocurrió eyacular y todo su semen me bañó la cara. Soltó demasiada leche, tanta que el líquido caliente me goteó por la cara y los pechos.
Kim se carcajeó. Tomó a la sorprendida Laura del brazo y se la llevó.
Maldita sea, pensé. Mi primer baño de leche y mis hijas habían estado allí para sorprenderme. ¿Frustración? ¿dónde?
Limpiándome los restos de semen de la cara, salí envuelta en una toalla para tratar de explicar ¿Qué cosa? No lo sé. Me encontraba tan avergonzada que sentía mi cara arder.
Toqué la puerta y mi hija mayor asomó la cabeza.
—¿Qué no saben tocar la puerta?
—Mamá, la casa no es lugar para hacer estas cosas —dijo con evidente sarcasmo.
Kim deslizó una mano por mi cuello y recogió un poco de semen que quedaba allí. Lo miró un segundo y luego se lo metió a la boca.
—Está rico.
Su acción me pareció excitante y yo misma me toqué el cuello. Al parecer una gran cantidad de semen me quedaba allí.
—Genial. Leche desperdiciada.
— ¡Ja! —mi hija recogió un poquito más y se lo pasó por la lengua. Yo hice lo mismo. Me reí, parecíamos un par de chicas comiendo un helado.
—Qué delicia, todavía está caliente.
—A mí me encanta el semen, tragarlo y que me eyaculen en el culo. Mmm. —me confesó Kim como si me confesara que le gustaban las donas. Verla jugar con su pequeño dedito embarrado de leche fue… genial.
—Bueno, frustración al máximo.
—Ya, madre. Deja de llorar.
—Ni hablar. Iré con Daniel a comprar ingredientes para la cena.

—-----------------------------------------------Kim —---------------------------------------------

Al saber que mi madre se iba, una serie de sucios y excitantes pensamientos me pasaron por la cabeza. También me parecía gracioso ver a mi propia madre manchada de semen, y debo decir que ese Daniel es toda una fuente.
Apenas oí que el coche se iba, me giré hacia Laura, que jugaba en mi computadora. Sonreí para mis adentros y me quité la falda para quedarme sólo con mis pequeños cacheteros. Me excitaba mucho que la chica me viera en ropa interior, aunque a ella no le produjera ningún efecto.
— ¿Estás bien?
—Creo que ya no veré a nuestra madre de la misma forma.
—Todos los adultos son guarros. O al menos la mayoría. Te lo voy a mostrar.
Me puse detrás de ella y tecleé en la computadora el nombre de una conocida página porno. Creo que ya va siendo hora de que mi hermanita aprenda cuantas posibilidades nos da la Internet. Ella usualmente se pasa buscando informacion para sus tareas, música, películas y libros. Era toda una nerd. Una nerd muy sensual e inocente. Yo anhelaba catarla. Además estaba segura de que nunca había visto algo xxx.

Apenas la página se abrió, vi que Laura se pegaba más a la pantalla. La página estaba ordenada por categorías, muchas de ellas.
—Aquí hay muchos videos. Elige uno si quieres ver.
Estaba la sección “adolescente” “japonés” “amateur” “maduras” ·anal” “esposa” “hermosa” “lésbica”.
Laura deslizó el cursor y clickeó en anal. Se le desplegaron muchos videos y yo le sugerí uno. El video era un clásico, de una mujer en cuatro sobre la cama. El hombre se acercaba con su verga, enorme como la de todo actor porno, y lentamente comenzaba a introducirla por el ano de la mujer.
— ¿No le duele?
—No mucho —le contesté —. Cuando a mí me lo hicieron sí que dolió, pero al ratito se siente muy rico.
Los gemidos de la mujer llenaron el cuarto. Laura veía con total fascinación como el hombre perforaba el culo de su pareja. Al final sacaba su verga y todo el semen se volcaba en las nalgas de la mujer.
—Elige otra categoría.
Esta vez eligió “Vergas grandes”. Me sorprendí de que esa le llamara la atención. En la pantalla se desplegaron videos cuyas miniaturas eran de hombres de color, todos ellos armados con enormes penes que parecían irreales. Laura se rio encantadoramente.
Yo abrí uno donde se veía a un negro masturbándose. No aparecía ninguna mujer.
—Mira esos huevos —le dije a Laura —. Son inmensos.
—Parece un caballo.
— ¡Ja! ¿A poco no se te antoja?
—No. Qué asco. Los prefiero un poco más pequeños.
—Mmm. Eso dices ahora.
El negro se masturbaba la enorme polla. Duró casi quince minutos hasta que una fuente de esperma salió del glande. El delicioso líquido le bajó por todo el tronco y le cubrió los huevos. Laura se rio y vi que estaba muy ruborizada.

—Ñam —dije riendo.
Abrió otro. En este, dos negros con respetables miembros le hacían una doble penetración a una pobre rubia. Los gritos eran más bien de dolor que de placer.
—Bueno, a ella sí le está doliendo —observó Laura.
Cambiamos de categoría y exploramos la sección “sexo oral”. Yo ya estaba a mil por ver videos porno con mi hermana. e acerqué a su mejilla y le di un besito. Laura no reaccionó porque tenía la vista puesta en el video donde una mujer estaba mamando. Aproveché esa distracción para tocar los hombros de la chica.
Me la quería llevar a la cama cuanto antes.
— ¿Te gustaría volver a hacer lo del plátano? —le susurré.
—Sí…
Apenas lo susurró, pero eso me hizo muy feliz. Bajé rápidamente a la cocina y tomé el plátano más grande que encontré. Subí al cuarto y me tiré sobre la cama. Laura seguía viendo los videos con total asombro, como si un nuevo mundo se hubiera descubierto ante ella.
—Ven.
—Espera. Mira, Kim.
— ¿Qué es?
En el video el hombre eyaculaba en la boca de la mujer una gran cantidad de leche.
—Se parece a mamá —dijo mi hermanita y le di la razón. Nos quedamos absortas en ese video hasta que de repente oí al coche que volvía. Había regresado de hacer sus compras y yo maldije a mi maldita puta suerte, porque con ella aquí no iba a poder llevarme a mi propia hermana a la cama.

Aun así, no aproveché los pocos segundos que tenía antes de que mamá nos pidiera ayuda para la cena. Rápidamente me puse frente a Laura y junté mi boca con la suya. Creo que la chica ya se lo veía venir, porque su lengua húmeda se metió rápidamente entre mis labios y nos besamos con una desenfrenada pasión. Todo dentro de mí temblaba.
Mi mano se movió a sus piernas. Su piel era tan tersa, como la seda, y subí por encima de sus shorts hasta su pequeña entrada. Acaricié por encima de la ropa. Laura se despegó de mí riendo, pues le estaba haciendo cosquillas.
— ¡Kim, Laura! ¡Vengan a ayudarme con las bolsas.
— ¡Ya vamos!
Laura y yo nos reímos por lo que estábamos haciendo. Me di la media vuelta y me bajé los cacheteros para que la chica me admirara el culo. Ella no lo pensó dos veces y me dio una fuerte nalgada.

Luego yo separé mis pompas para mostrarle mis partes más ocultas. Esperaba por algo de atención y la obtuve cuando sentí el pequeño dedito de mi hermana clavándose en mi ano.
— ¡Au! no tan duro.
Laura salió corriendo del cuarto porque sabía que mamá se cabreaba si no le ayudaban con la cocina. Yo me tuve que quedar un rato a limpiarme el sudor de lo caliente que estaba yo. Aunque apenas había durado, fue demasiado excitante. Me vestí y bajé a la cocina dispuesta a ayudar a cocinar para que todo se acabara cuanto antes. Quería que la noche llegara para poder jugar más
con mi pequeña hermana.
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Uf, qué les pareció? las aventuras de estas chicas se ponen cada vez mas interesantes. Ojala lo hayan disfrutado y se hayan divertido. nos vemos en la próxima 🙂

17 comentarios - Mis hijas y yo. una familia muy cariñosa cap 6

vampidito
Esta. Muy bueno espero ansioso
steven_apo
excelente relato me encantaria ver fotos de tus hijas
hammer30
jaja no tengo hijas, todo es cosa de mi imaginación, pero gracias por el apoyo
FrancoPasss
@hammer30 con eso me cagaste la exitacion...lacosa es contar algo que te pasa o ah pasado o sabes la historia x alguien,no solo imaginación en tu cabeza..para eso leo un libro
inferney77 +2
@FrancoPasss boludo, obvio que no paso, no es una biografia ni un relato de acontecimientos, es un historia, un cuento
herjo123
Muy bueno y excitante,paja segura
claudio389
mi vida que putas son.......me encanta
Dj_HaZ_X3
excelente post esperando con ancias el siguiente capitulo te dejo +10
afendaez
Muy vuen relato epeare con ancias cap 7 y mas relatos,,fotos tuyas tambien
Gzork
Vaya que la haces de emoción. Te has ganado mi odio infinito por interrumpir a las morras.
Espero tengas el 7 pronto
hammer30 +1
ajja lamento dejarte con las ganas, pero cuando algo suceda, sucederá
Gzork
@hammer30 No lo lamentes. Ponte a escribir. Quiero la parte 7 para mañana mismo a primera hora, y la 8 no después del viernes.
AquiLuis
buenisimo man buenisimooooo..., temenda estas hermanitas...
JoyceQ
se boto !!! que post sin palabras
gabojuniorista
que rico no te imaginas lo mucho que disfruto cada uno de tus relatos
El_abuelito +1
Uff... que calentura...
Excelente como ya es costumbre al leer tus relatos, a los que personalmente etiqueto como LITERATURA ERÓTICA, son tan buenos que me sumerjo en ellos y me dejo llevar por tu imaginación, tu morbo, su sensualidad y sexualidad con lo que los ilustras produciendo en tus lectores maravillosas erecciones y una que otra paja para liberar nuestras tensiones.
Van puntos (+10)

Gracias por existir...
hammer30
jaja gracias por la etiqueta, pero mm bueno personalmente no lo considero tan erotico xD porque es muy explícito. ḿás bien lectura porno diría yo jajaj, pero bueno, creo que dada la temática de la página se recibe mejor ser un poquito más directa no crees? saludos!