Maravillosa Virginidad

Habían pasado meses del casamiento de mi hermana. Al fin vivía solo y lo disfrutaba horrores. Mi pareja agonizaba entre nuevos proyectos, deseos e infidelidades. Era terminal, cuestión de tiempo. Ese invento que pone todo en su lugar.
Virginia rondaba en mi cabeza. Expectante aguardaba mi momento. Sabia que lo iba a tener. Y lo tuve.
Mama me avisa que ellos pasarían año nuevo en casa de Gustavo. Hacia años que yo pasaba el 24 en familia y el 31 solo. Navidad conectando con algo mas profundo, mas filial, mas amoroso. El año nuevo era una fiesta, con amigos para celebrar lo vivido y energizarse para lo que vendría.
Pero saber que allí había posibilidades de cruzarme con esta nena me empujo a cambiar todos mis planes y confirme mi asistencia.
Como siempre llegaba tarde, tenia que ir hasta las afueras de la ciudad un día festivo y eso implicaba mucho trafico. Pase a buscar a mi novia con una hora de retraso, saludo a mi suegros, cara de culo y ruta.
El panorama era el siguiente, casa de country, cuatro familia mas amigos formábamos un grupo de 30 personas que iban de los 13 a los 75 años. Prometían cena y baile.
Mientras saludaba caras conocidas y otras no tanto, la veo. Estaba en la cocina junto a Mari preparando una jarra de frutas maceradas con champagne. Tacos, jean ajustado, musculosa sin corpiño y un labio inferior que era el modelo de muchos cirujanos. Quedo hipnotizado, repasando mentalmente nuestro ultimo y primer contacto. Absolutamente abstraído.
La voz de Mari me trae a la tierra, diciéndome si recordaba a Vir. Con la mejor carita de zonzo digo que si, de la fiesta de mi hermana. Nos damos un beso, unas sonrisas y la muy forra vuelve a morderse ese labio. Tardo 30 segundos en ocupar todo mi ser con un simple gesto. Nuevamente mi sistema nervioso se instalo en mi glande.
Entre miradas sucedió el cocktail y la cena. Entre miradas, variados y ricos alcoholes llegaron las doce. Fue un aquelarre de gritos, besos y augurios. Todos nos saludábamos con todos.
En medio de todo ese quilombo siento una mano que me toca la cintura, casi el culo, al girar la veo a Vir, me da un beso y me dice feliz año nuevo, que tengas un gran año. Sin importarme nada le doy un abrazo que me conecta con sur durísimos pezones y al oído le susurro - sabes que lo que trae este años será inolvidable. Se sorprende, se incomoda y se aleja.
Música, baile, risas y una champañera llena de champagne, vino rosado, ron y frutas era la copa de los deseos, la pasábamos y en cada sorbo la noche y los deseos se iban diagramando.
Seguíamos mirándonos a la distancia, buscando cualquier excusa para un roce.
Mas menos a las dos de la mañana nada tenia que envidiarle a una disco, era una verdadera fiesta. Estábamos todos alrededor de la pileta bailando y riendo. Mi cuñado me dice al oído, Vir te esta comiendo con la mirada, no seas pelotudo. Lo mire, sonríe y me decidí. Mi mirada busco busco a Vir, la encontró, y fue esta el fondo de su ser, esta vez yo mordí mi labio, moví mi cabeza hacia la casa en un viejo y tradicional ritual, sin dejar de mirarla me meti en la casa. Me pare en el pasillo que da a las habitaciones y los baños mirando la puerta del parque. Me dominaba el deseo y los nervios. Mi familia, mi pareja, su familia, vendría o no. Temblaba en el deseo, en la locura y el morbo.
La vi cruzar el ventanal, volvimos a mirarnos por un segundo y me interne en el pasillo, desaparecí de su vista y me posicioné frente a la puerta del baño. Tenia la pija parada y mi ser en llamas. Ella se acerca, se coloca a centímetros míos y me pregunta que quiero., altanera, provocativa. Por respuesta, la tomo del brazo entre gentil y brusco la meto dentro del baño, cierro la puerta detrás de mío, sin dejar de mirarla me acerco, le pongo las dos manos en el orto , la traigo hacia mi y la beso. Profundo, fuerte. El sabor de su boca era todo y mas. Su lengua jugaba con la mía. Ella hacia fuerza con poseer mi ser con su boca, me revolvía el pelo, deslizo mi mano bajo la musculosa y me encuentro con un pecho pequeño con un durísimo pezón, erguido, desafiante, me entretengo con el, la miro, le pongo mi mano el la boca, me da su saliva y vuelvo a jugar con el pezón, ella apreta mi pija, fuerte, casi torpemente. Con la mano libre desabrocho mi pantalón y suelto mi pija, la toma y comienza a pajearme rápido, descontroladamente, le desabrocho el pantalón y lo bajo, casi en un mismo movimiento. Una tanga blanca que era el mejor vestido para su piel se revela. Por un segundo la admiro, frente a mi, detrás de ella estaba el espejo. Mientras me pajea y beso su cuello, con mis dos manos jugando con su cola veo en el espejo esta pintura, este cuadro de deseo locura y vida.
Me empuja a mas, toco su raja por sobre la tanga, estaba humeda, desmedidamente humeda, la beso profundo y entre los labios y las lenguas coloco mis dedos llenos de su ser, lo bebemos, lo saboreamos, la llevo frente al espejo, inclico su espalda hacia delante, la miro a los ojos por el reflejo para que sepa lo que se viene. Lo sabia, lo esperaba, lo deseaba. Corro su tanga y con mi glande froto sus labios comenzando a sentir la humedad de sus deseos. Mueve las caderas, quiere forzar la penetración, paso su lengua por el lóbulo y le pregunto cuanto lo desea. Gime y suplica mi pija.
Se habré la puerta del baño y una persona pugna por entrar. Con los pantalosnes en los tobillos doy un salto que tiene mucho de técnica y logre detener que se meta este ser que rompe la magia. Es mi cuñado. Mira y ve todo. Me mira a los ojos entre celebrando y reprobando. Antes de cerrar la puerta me espeta un Dale pelotudo, mira si no era yo.

3 comentarios - Maravillosa Virginidad

KaluraCD
Maravillosa Virginidad

Para inoportunos: los cuñados, que los parió.

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