Elogio de "la picculina"

La posición de cucharita se ha universalizado como forma de reposo de los amantes luego de la acción que da a esta posición posterior al despliegue de una gran actividad sexual. La cucharita en este inocente reposar de las pajeras trae consigo la misteriosa y perfecta posición para practicar una maravillosa “picculina”. De trámite corto y de amantes que no se ven a la cara, para contradecir las más profundas y humanas virtudes del sexo entre humanos. Pero a pesar de todo, es de una intensidad y una entrega que pocas son las personas que la han practicado que no puedan referir un capitulo más que agradable a su práctica.
Pasa en esta ráfaga de pasión y emoción, este posición “la picculina” como una de las tiernas de la esencia amorosa de una pareja.
Sin dudas, no caben críticas a esta forma de practicar el sexo, en los que los amantes se suman dejando expuesto que la arquitectura amorosa no tiene límites. A veces un juego tierno y simple puede desatar una tormenta pasional. Pero más allá de eso, la rescatamos como es juego tierno donde el glande en la puerta de la vagina se abre paso desde atrás y la mujer ofrece ese camino con la sensualidad que la caracteriza

0 comentarios - Elogio de "la picculina"