camionero

yo venía caminando por cerca del hospital eva peron, cuando veo un camión con zorra detenido, mi curiosidad me llevo a mirar hacia quien lo manejaba. Cuando veo que era un chofer de cuerpo grueso y musculosos sus brazos, de unos 39 a 42 años. Me ve que lo observo y se sonríe, pues él estaba orinando, cuando termina esa faena gira su cuerpo y me muestra su verga de un tamaño estándar pero linda y apetecible. La sacude y la estira pero siempre con una sonrisa. Lo cual tomo confianza y me acerco hacia donde se encontraba, cuando me dice te gusta lo que ves, lo cual le contesto que todo esta en perfecta armonía. Larga una carcajada y me dice que audaz eres.
A lo cual mi respuesta fue, soy directo y si el hombre me gusta no soy quien para reprimirme y hacerlo notar. Vuelve a reírse en forma de carcajada y se acerca a mi y me tantea mi cola diciendo al mismo tiempo que te parece si jugamos un rato, no es grande pero si bastante jugosa.
Subimos a la cabina del camión y ahí comenzamos una charla picaresca y termina diciendo , vamos para otro lado donde estemos mas tranquilos, acto seguido pone en marcha y nos vamos.
En el trayecto veo que comienza a sacarse la camisa de abrigo que llevaba puesta, dejando al descubierto un hermoso pecho con unas tetillas bien en punta, que invitaban a ser chupadas.
Me pide que me desnude, acto que llevo a cabo y quedo con una tanga de puntillas puesta, cuando me mira exclama, mi dios que culo hermoso me voy a comer, yo empiezo a reír y él acompaña mi risa diciendo mira como tengo la verga. Ya estaba dura, no era muy grande pero sabrosa, me le acerco y se agarro y me dice que tome el volante, pues se va a quitar el pantalón deportivo que lleva puesto.
Una vez que lo logra quedamos ambos en bolas y calientes, se sentía en el ambiente de esa cabina.
Llegamos a un parque y aparcó en el lugar mas oscuro.
Se recuesta en la litera de la cabina y me toma entre sus brazos, nos besamos, acariciamos y de repente se prende a chuparme los pezones, yo grito de placer, porque uno de sus dedos se había introducido en mi culito y sentí la aspereza del mismo que me producía una sensación de dolor y placer al mismo tiempo.
Mi cuerpo se arqueaba al mismo tiempo que se entregaba a los placeres de ese rústico hombre, que me producía placer de una forma maestra que jamás me infligió dolor alguno.
Me pone boca abajo y siento cuando corre el hilo de la tanga y comienza a chuparme el culo de tal forma que su lengua parecía como si fuera una verga que me penetraba.
Yo me movía de una forma felina y él mas se calentaba, cuando de repente siento que se abre camino con su verga en mi culo y comienza bombeando de forma suave y después aumenta el ritmo.
Habrá estado en ese juego de mete y saca unos diez minutos y siento que desparrama toda su leche sobre mis nalgas
Cuando de repente siento que me las empieza a chupar y una vez limpias, me da vuelta y me empieza a besar con su leche en su boca, yo me acabo como loco, jamás nadie lo había practicado conmigo.
Acto seguido le chupo la verga que aún goteaba y vuelve a quedar dura, sigo mamando cuando de repente me llena la boca con su leche, me pide que no la tire y me vuelve a besar se la paso a su boca, mientras él me masturba y me hace que vuelva a acabar.
Me trae hasta cerca de mi casa y ahí nos despedimos, pues él viajaba hacia Paraguay, pero cuando estuviera de regreso me llamaría.
Espero que regrese pronto.

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