La hermana de mi amigo (3ra parte)

Al día siguiente hizo el mismo calor, 30 grados insoportables. Como ya era costumbre, fui a la casa de Pablo y de paso la vi a Evelyn. Llegue y me atendió Eve, ya que Pablo seguía durmiendo. Fuimos directamente al patio, nos sentamos debajo de una planta donde había mucha sombra. Eve trajo algo bien fresco para tomar. Estábamos los dos solos y empezamos a hablar sobre lo de anoche. Ambos coincidíamos que la pasamos bien, muy bien y que además tenía que quedar entre nosotros. Luego de charlar bastante, nos metimos a la pileta. Eve tenía puesto una bikini de color blanca. Obviamente le queda perfecto. Todo lo que se ponía le queda muy bien. Era imposible que con un cuerpo como el de ella, algo le quedara mal. Yo la miraba constantemente. Y ella a mí.

El agua estaba algo fría pero con el calor que hacía y al verla a ella con esa bikini, seguía teniendo calor. Cada vez que metía todo su cuerpo debajo del agua y salía nuevamente, sus tetas se movían para todos lados y se le podían ver sus dos pezones. Cada vez que miraba eso, a mí se me paraba. Y ella se reía. Yo creo que lo hacía a propósito. Otra cosa que hacía para que me calentara era salir de la pileta y pararse en el borde. Cuando empezaba a subir la escalerita se iba acomodando la parte de abajo de la bikini porque se le corría. En síntesis tenía una bikini chica para su cuerpo. Se paraba en el borde, se acomodaba el pelo sacando sus tetas hacia adelante y se tocaba sus piernas agachándose y sacando su hermosa cola hacia afuera. Todo esto de una forma muy sensual. Yo estaba dentro de la pileta pero apoyado al borde, mirándola de frente. Y mi pene seguía duro. Además se acostaba en la escalerita y cerraba los ojos. A mí se me venían las imágenes de anoche. En un momento, apoyé mis brazos en el borde, dándole la espalda a Eve y cerré los ojos. Y a los pocos segundos siento que algo me está tocando el pene. Abro los ojos y la tenía a ella al lado mío, mordiéndose los labios. Yo la miro y le digo:¿parece que te gusto no? No solo me gusto sino que me encanto, me dijo. Pero lo de anoche no te alcanzó, queres más le dije acercándome a ella. Yo siempre quiero más, con una sola noche no me alcanza me respondió tratando de sacarme el short. Yo la frené y le dije: está tu hermano y puede venir en cualquier momento. Ella se corre el pelo hacia atrás, como preparándose par que hagamos algo "caliente" y me dice: mi hermano vino como a las 5 y muy borracho. Va a dormir todo el día. Aprovechemos. ¿O no queres la recompensa? Sisi, la quiero, le respondí.

Mientras me hablaba me desprendió el short y me empezó a tocar. ¿Que hombre puede decir que no en una situación así? Yo no fui la excepción. Mientras me tocaba, me daba besos. Yo también la besaba ya que me estaba calentando. No tuve que correrle mucho la parte de arriba de la bikini para tocarle la teta derecha. Empezábamos a revivir lo de anoche. La apoye contra la pared de la pileta. Ella seguía tocándome. Mientras le tocaba la teta, le metí mi mano zurda en su conchita y se la empecé a tocar. Que bien se sentía tocarle la conchita debajo del agua. Estábamos hasta las manos literal. Ella me gemía al lado de mi oído. Estuvimos varios minutos así pero salimos de la pileta porque queríamos hacer otras cosas y fuimos a un pasillo que tenia en el patio que estaba lleno de cosas que no usaban. Antes yo agarre mi remera y agarre unos preservativos que había llevado.

Me iba a poner uno pero ella me dijo que no porque antes quería saborear mi pene. Me apoyé contra la pared y ella se arrodillo en frente mío. Yo le agarre el pelo para que no le molestara. Primero me lo tocó muy suavemente con sus dos manos. Luego beso con mucha paciencia la cabeza de mi pene. Y después se lo metió hasta el fondo. Todo con mucha tranquilidad y delicadeza. También me tocaba mis huevos y los besaba. Lo que me volvió loco fue cuando se sacó la parte de arriba de la bikini y empezó a hacer la famosa turca. Mi pene se perdía entre sus dos tetas. Pero yo sentí un gran placer. Con una cara de putita levantaba su cabeza y me miraba para ver como lo disfrutaba. Mi pene seguía duro entre sus dos tetas y ella lo sentía ya que me decía: está duro tu amiguito!! Y yo, con una respiración acelerada, le dije: y ahora lo vas a sentir bien adentro. Ella se levantó y apoyo sus manos en la pared parando su cola hacia afuera. Le saque lo único que le quedaba de la bikini y aproveché para besarle la cola. Luego me puse el preservativo y le metí la cabeza muy despacio. Ella, con una voz de enojada, me dijo: lo quiero todo y de una. Nada de ir despacio. Como usted diga jefa, le dije sonriendo. A partir de ahí no le tuve piedad y se la metí hasta el fondo y con fuerza. Sus gemidos quedaban atragantados en su boca. Se moría por gritar. Yo tenía que agarrar con las dos manos ese enorme cola que tenía. Si no hubiera sido más grande de cuerpo que ella, se me hubiera complicado manejar semejante cuerpo, con dos tetas que medían 90 y una cola que superaba los 90 también. Y parte ella sabía manejar toda esa "figura". Su primer orgasmo no tardó en llegar. Apoyó su cara en la pared como rendida. Pero en seguida se afirmó nuevamente y me dijo que siguiera. Con mucho placer y ganas, seguí cojiendola. Ella seguía firme, pidiendo más y más.Sus pezones chocaban contra la pared blanca. Cinco minutos después de que yo acabara, ella tuvo su segundo orgasmo. Su conchita estaba toda mojada. Ella se da vuelta y me dice: ¿con que seguimos? Yo la miro directo a los ojos y me agacho para chuparle la conchita que seguía mojada. Que servicial que estas, me dice. Yo no le contesto nada ya que su concha tenía toda mi atención. Saque toda mi lengua hacia fuera y le dí un lenguetazo, limpiando toda su concha mojada. Los labios se los besé y se los chupe hasta cansarme. También le metí un par de dedos. Ella me apretaba con fuerza mi pelo ya que no podía gritar. Igual algún grito se le escapaba.

Sus piernas bien abiertas, su cola totalmente apoyada contra la pared, sus tetas que se movían para todos lados con su pezones duros y su cara disfrutando de placer con una dulce boquita que estaba abierta gimiendo en silencio. Ese era el panorama. En un momento, ella me dice: Ayy ayy, ahí viene. Yo levanto la cabeza y le digo: ¿quién viene? Y justo veo que de su hermosa concha sale un chorrito fino y largo. Ella afloja las piernas y se sienta, quedando su cara frente a la mía. Su cara lo decía todo. Le vuelvo a mirar la concha y le digo: ¿estas satisfecha o queres más? Ella se ríe y me dice: con un descanso de 10 minutos sigo. No tiras las toalla, le dije tocándole las piernas. Nunca me dice mirándome a los ojos. Nos tendríamos que ir algún finde alguna parte le dije tocándole la panza. Ay sí, para tener más espacio y tranquilidad. Estaría bueno me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Ella me agarró mi cabeza y me dio un beso largo e intenso.
Cuando terminamos de besarnos, escuchamos que una puerta se cierra. Inmediatamente nos levantamos y tratamos de vestirnos como pudimos. De a poco fuimos caminando y entramos hacia la cocina. No vimos a nadie. Y escuchamos que alguien estaba dentro del baño. Era Pablo que se había levantado. Con la cara dormida, me mira y me dice: ¿ya estas acá? Yo la miro a Evelyn y le contesto: tu hermana me invitó porque estaba sola en la pileta y vine. Ah, que bien. Como se manejan ustedes, me respondió caminando hacia el patio. Yo la vuelvo a mirar a Evelyn y le digo: mejor me voy, tu hermano no tiene un buen día y ella me responde: déjalo, no habrá podido cojer anoche y entonces se la agarra con vos. Cuando llego a la puerta que da a la calle, Eve que iba caminando detrás mío, me dice: mi recompensa te lo voy dando de a poco. Así que nos vamos ver seguido. Bueno, como usted diga jefa, le respondí y me fui.

5 comentarios - La hermana de mi amigo (3ra parte)

LUCAYO33
Buen relato! Q continue!
xDmono1
exelente relato jejejje y van puntitos 👋 👋 👍