Bárbara, la de la Fábrica de Alfajores (relato a pedido)

Hola amig@s. Este relato no forma parte de mi Diario, es 100% producto de mi imaginación. Está hecho a pedido del amigo @fatigacronica, que me pasó los datos de su mujer Bárbara y algunas fotitos de ella muy lindas (la descripción de Bárbara es real, no como el resto del relato), y me dijo qué esperaba de la historia, en este caso ser cornudo. Si algun@ desea un relato a pedido, no tiene más que contactarse conmigo. Espero lo disfruten tanto como yo al escribirlo, besos!!!


Llenos los huevos. Los huevos llenos le tenía. El hijo de mil putas de su jefe, que no lo dejaba tranquilo. Javier tenía 19 años recién cumplidos. Alto, ojos verdes, buen lomo. Siempre le había ido bastante bien con las mujeres, no se podía quejar. En donde no le iba bien era en el laburo. El jefe era un sorete de primera, un forrazo. Siempre carajeado, de mal humor. Ni siquiera gritaba, ladraba prácticamente. Javi laburaba de cadete en una empresa de mensajería en moto, de 8 a 17 horas, para pagarse la facultad. Estaba estudiando para profe de educación física, cursaba a la noche. Un día como cualquier otro, el jefe baja gritando al depósito:

-Figueroa! La concha de tu hermana! No te dije ayer que le mandes volando los Talonarios de Pedidos a la Fábrica de Alfajores!? Querés que te pegue una patada en el culo!? Te la pego eh!?
-Si jefe, perdón, se me pasó, con todo el tema del pedido del abog...
-No te quiero ni escuchar pelotudo, mandá una moto ya!- lo interrumpió escupiendo saliva.

Figueroa lo miró a Javi, que estaba acomodando unas cajas, y le hizo señas para que se acercara. Le dio dos paquetes, la dirección, y le pidió que los entregara volando.
Javi llegó a la Fábrica de Alfajores, y se dirigió al mostrador de entrada. Lo atendió una rubia con cara de aburrida.

-Hola, vengo a traer este pedido. Con quién tengo que hablar?
-Averperá- dijo la rubia, y marcó un número en el teléfono. -Segundo piso, oficina C, preguntá por Bárbara.

Javi subió en el ascensor y entró en la oficina. Bárbara estaba buscando unos papeles en un archivero. No pudo evitar mirarle el culo, bien redondito, una manzanita. Tenía puesta una blusa blanca y una pollera negra bastante corta. 32 años, pelo castaño, ojos marrones. La blusa desprendida hasta el tercer botón dejaba vislumbrar unas tetas hermosas.

-Hola, Bárbara?- preguntó Javi.
-Si, pasa, apoyalo ahí- dijo Bárbara señalando la mesa -Vos no sos el chico que viene siempre- agregó mirándolo de arriba a abajo.
-No, no, ya se había ido mi compañero, me mandaron a mí. Necesitas algo más?- dijo Javi algo nervioso.
-Por ahora no, dame que te firmo el recibo.

Javi volvió en la moto pensando que la veterana estaba recontra cogible. Pasaron un par de días y Figueroa lo manda a llamar en el laburo.

-Javi, llevate esta caja a la Fábrica de Alfajores.
-Diego no está?!
-Si, pero pidieron que la lleves vos.
-Quién pidió!?
-No sé, de la Fábrica.

Javi llegó, se anunció y lo mandaron al 2° C. Bárbara lo estaba esperando. Pollerita azul más corta que la otra vez, y una camisita blanca que le transparentaba un poco el corpiño, blanco, de encaje, y le marcaba bastante los pezones, que se adivinaban enormes.

-Hola Bárbara. Te traje el paquete.
-Mmmm me lo decís así de una!?- tiró la hija de puta.
-No, perdón, no quise...-Javi no pudo evitar ponerse colorado
-Tranquilo nene, es un chiste!- lo cortó Bárbara -Te pusiste colorado!
-No, es que... pensé que...-tartamudeo Javi.
-Cómo te llamás?- volvió a interrumpirlo ella.
-Javi. Javier.

Pasaron las semanas. Cada 2 ó 3 días Javi tenía que llevar algún pedido a la Fábrica de Alfajores. Bárbara lo recibía siempre con indirectas del estilo "que grande este bulto", "que duro está el paquete", "volviste rápido esta vez, me extrañabas!?", y otras hijoputeces que estaban acabando con la salud mental de Javi y lo habían llevado a dedicarle varias pajas a Bárbara.
Un viernes a la tarde le dice Figueroa:

-Javi, llevate este pedido urgente a la Fábrica de Alfajores.
-Pero son casi las 5!-protestó Javier.
-Dale pendejo, o querés que le diga al jefe que no tenés ganas de ir?!

Javi salió masticando una puteada. Llegó a la Fábrica pasadas las 17 hs. Estaba cerrada la cortina. Genial, ya se estaba imaginando la cara de ojete y la cagada a pedos que le iba a dar el jefe el lunes. Estaba por arrancar con la moto cuando se abrió una puerta. Era Bárbara.

-Te estaba esperando Javi, pasa.

Javi entró. La Fábrica estaba desierta. Subieron hasta la oficina.

-Me trajiste el paquete?- dijo Bárbara
-Si, acá está.
-Es grande como a mí me gusta?-preguntó ella con la mejor voz de puta relajada que pudo.
-No sé si es tan grande, pero cumplidora seguro- explotó Javi.
-Bien pendejo! Pensé que nunca me ibas a contestar!
-No te quería faltar el respeto.
-Pero yo quiero que me faltes el respeto!-dijo Bárbara y le manoteó la entrepierna.

Javi no tuvo ni tiempo de sorprenderse, que Bárbara le comió la boca. La pija de Javier respondió al instante. Ella le chupaba la lengua y le frotaba la verga sobre el jeans.

-A ver pendejo, qué tan cumplidora es tu pija- dijo mientras se arrodillaba y le desabrochaba el pantalón.

Le bajó el pantalón y el boxer hasta las rodillas. Javi portaba una verga bastante larga y gruesa, durísima. Bárbara se metió toda la cabeza de ese pijón en la boca.

-Mmmmm, qué pija hermosa tenés Javi! Mucho más grande que la de mi marido.
-Quéeee?! Sos casada!?- se sorprendió Javier.
-Si, pero mi marido no me coge bien, y tiene la pija corta. Yo necesito una buena pija, como la tuya bebé!

Bárbara le pasaba la lengua por toda la poronga, desde los huevos hasta la cabeza, y de vez en cuando se la metía hasta donde podía en la boca.

-Es enorme pendejo, no me entra toda en la boca!

Javier no lo podía creer, se estaba cogiendo la mina a la que le había dedicado todas las pajas de las últimas semanas. Y era una hembra en celo. Y encima casada!.

-Dale pendejo, no aguanto más, quiero sentirte adentro mío... a ver cómo me coges!

Bárbara se levantó la minifalda que traía puesta hasta la cintura, se bajó la tanga diminuta, y se apoyó con las dos manos en el escritorio, ofreciéndole su hermoso culo a Javi.
Javi se sacó por completo el pantalón y le metió su pija por detrás, en su conchita ya empapada.

-Si putito, cogeme duro, necesito pija!- casi le gritó Bárbara
-Tu marido no te da pija puta?- se soltó Javi.
-Mi marido tiene la pija chiquita, yo necesito una verga como la tuya para gozar!

Bárbara lo sacó de un empujón y lo hizo sentarse en el sillón de la oficina. Se sacó la tanguita y lo montó. Le agarró la verga con toda la mano y se la clavó bien adentro de su caliente concha. Lo besaba desenfrenadamente, sintiendo el sabor de su boca, de su lengua. Y se frotaba adelante y atrás, rozando su clítoris con fuerza. Javi le desprendió la camisa y le corrió el corpiño. Asomaron unas lindas tetitas, con unos pezones espectaculares, grandes, parados, duros. Javi le chupó las tetas, lamiendo bien esos pezones increíbles. La calentura era mucha, estaba por acabar.

-No aguanto más Bárbara, te voy a llenar de leche!
-Avisame cuando estés por acabar, quiero toda tu lechita en mi boca bebé!- soltó de manera casi criminal Bárbara.

No hizo falta nada más. Javi se incorporó, Bárbara se arrodillo en el piso y se metió la cabeza de su vergón en la boca, y recibió toda su leche. Se la tragó toda, mirándolo a los ojos con una cara de puta pocas veces vista. Se dieron unos besos muy calientes un rato largo, se vistieron y se despidieron.
Desde ese día, a Javi no le importa entregar un pedido en la Fábrica todos los viernes, aunque sean más de las 17 horas.

Si te gustó y querés ver mis otros post, aca te dejo el link, saludos!!!

http://www.poringa.net/Neotete/posts

Si te gustó comentá, recomendá, compartí!!! Hagamos más grande a P!