"No respondo"

Este relato es real, sin tapujos ni prohibiciones. Y con gusto lo dedico a una amiga en especial. Vos sabés quién sos, rubia!
Es la primer parte de una serie que compartiré con ustedes, sin mas les dejo el post.


Tal vez hemos has escuchado esa frase, y si sos de mente traviesa, te imaginas por donde va el asunto. Claro, si es que la dice una persona con la cual se sienta atracción. Pero un "No respondo" lleva consecuencias ricas en la mayoría de los casos.

En mi caso fue mi ex novia, una chica de tez morena clara con pequitas en sus mejillas, cabello negro hasta los hombros, 1 metro 60 de estatura y con el cuerpo de una mujer desarrollada, pero sin esas curvas pronunciadas de una fémina sexualmente activa, sí; ella era virgen.
Yo mido 1.75 (en áquel entonces) nunca he sido extremadamente delgado pero tampoco he sido muy corpulento.

Ella se llama Luz, yo me llamo José. A Luz la conocí por amigos en común en la escuela, nunca la había notado a pesar de que era muy amiga de un compañero de curso mío.
Lo primero que me gustó de ella fueron sus ojos, color miel y muy brillantes, son hermosos y muy expresivos; podías saber que estaba sintiendo con solo ver sus ojos. No era una chica que se mostrara, era muy recatada y algo que lo denotaba era su forma de vestir. Jeans rectos sin ser pegados, remeras holgadas y siempre con algún detalle o dibujo en ellas, para sus 18 años ella se mantenía algo "aniñada". Pasaron los días en la escuela y cada vez había mas contacto con ella, a pesar de ser muy linda y buena onda; no terminaba por encontrarle esa " chispa" (será que mis novias generalmente eran más soltadas en su actitud), un día al salir de clases nos encontramos en el camino de salida y decidimos después de una plática, el seguir juntos en hasta su casa.
La charla iba de todo, escuela, música, padres, y de pronto la pregunta que me hizo sentir algo extraño por ella:
-L: Bue, y vos... ¿Andás de pareja con alguien?
-J: ¿Yo? Pues, no realmente ni siquiera hay alguien que me inte...
-L: callá allí, no digas mas.

Después entendí (lentamente) que ella estaba interesada y prácticamente la mandé a la Patagonia.
Seguimos hablando y llegamos a su casa después de un viaje en el colectivo. La dejé en la puerta, nos despedimos de beso y hasta allí. La siguiente semana fue de vernos diario para irnos juntos y seguir platicando. No hago el cuento largo, dos semanas desde aquella pregunta y mi respuesta tonta, nos hicimos novios. Nos veíamos entre clases, ya que ella era dos años menor que yo y no íbamos en el mismo curso así que no teníamos mucho tiempo para compartir dentro de la escuela y los fines de semana ambos teníamos cosas que hacer.

No faltó mucho para nuestra primera fiesta juntos, y eso me daba cierta alegría. En el camino de ida a la fiesta caminamos por la calle de su casa abrazados, yo detrás de ella; lo que nos hacía caminar como pingüinos. Entre risa y roce, sentía su cola juntándose contra mí, nunca pensé en ella de manera sexual (bueno, algunas pajas) debido a que siempre vestía de manera más que prudente, como mencioné.
Llegó el momento en que esos roces eran demasíado seguidos e intensos, la erección fue inminente. Ella parecía no notarlo, o darle importancia, hasta que de repente:
-L: Oye, traes algo en las bolsas del pantalón? O que me va dando toques?
-J: eeeh, no sé de que hablas, debe ser que vamos caminando así.
-L: Bah, y yo pensando que parar la cola había dado resultado... No vaya a ser que sos marico y me dejes por Juan, ajajaja.
-J: Vos anduviste parando la cola? Y yo pensando que eras mas tímida!
-L: Vale la pena intentarlo con vos, te quiero mucho y no quiero ir rápido, pero al menos un garche me debes dar hoy. Ando caliente y no respondo.

La fiesta pasó tranquila, se prolongó hasta la.madrugada y decidimos quedarnos en casa de mi amigo. Nos facilitó unas cobijas y sus sofás en la sala, al ser los únicos invitados tomamos la opción de quedarnos juntos. Al parecer, iba en serio su frase final.

Nos tapamos con una cobija, estábamos vestidos aún y me resultaba incómodo puesto que siempre duermo en bóxer. Le pregunté si le molestaba que me quitara el pantalón, pensando en que se cortaría su actirud de femme fatale, y me respondió que no. Me levanté para quitarme la prenda y al volver al sofá sentí la piel de sus piernas... Había hecho lo mismo con sus jeans, pero noté algo que no estaba antes, unas nalgas paraditas, bien duras y carnosas.

Me puso al cien, y empecé a besar su cuello puesto que estábamos "cucharita" ella rodeaba mi rostro con su mano y se empujaba hacia mi verga. No tardé en ponerme completamente duro, y ella en... Empezar una mamada espectacular. Después de algún tiemoo juntos averigüé que el ex novio la obligaba a mamarle la pija, por eso ella era algo retraída y se vestía "puritanamente" y entendí el hecho de que ocultara ese lado de su personalidad.
Allí estaba ella, succionando firmemente mi miembro, sus ojos reflejaban la poca luz que había en la sala, proveniente de la ventana. Sus mejillas se hundían y expandían con habilidad, y sentía que en cualquier momento iba a derramar la leche, se lo dije y su reacción casi me hace venir:
-L: en mis tetas, dámelo en las tetas.

Nunca pensé que detrás de las blusas enormes y sus suéteres hubiera tremendas tetas, 32D. Me sentía el rey del mundo, nunca había tenido una novia tan tetona, lo máximo había sido 34C.

No tardé en explotar sobre sus tetas llenando su bra, un bra color rojo, push up y que apretaba perfectamente su físico. Esa noche nos besamos y tocamos, no me dejó tocarla bajo la panty, y tampoco quise ir mas lejos ni presionarla.

Su "no respondo" se había consumado, y dentro de mi cabeza solo sonaba algo:
"No seas un idiota mas en su vida, respeta su decisión"
Mi chota me decía:
"Che, mira ese bultito que se le forma en la panty, cogete ese bollito"...