Mi primera vez. Un tanto especial

Mi vecina… Ah, ¿Qué puedo decir de mi vecina? La conozco desde pequeño, incluso, ella fue mi profesora en maternal. Ha sido amiga de mi madre desde hace ya tiempo. Tuvo un hijo y una hija con su esposo con los cuales me llevo bien aunque sean mucho menores que yo. Hace ya rato se divorció. Mi vecina se llama Joseline, tiene aproximadamente treinta y algo. Hasta hace poco empecé a poner atención en su físico y debo decir que realmente está muy buena. Sus tetas son de un tamaño grande y están bien paraditas, pero lo que más me llama la atención de ella es su tremendo culo. Nunca he visto un culo más rico en mi vida. Es un culo muy bien formado. Ella es delgada así que se le ve aun más enorme. Su cara es linda aunque su nariz un poco puntiaguda para mi gusto. Su cabello es lacio y largo, siempre se lo tiñe de varios colores pero recientemente lo trae castaño.

En cambio yo… Yo siempre he sido el típico sujeto que no tiene valor para hablar bien con las mujeres, no soy muy aventado. En fin… Pasemos a mi más reciente vivencia con ella.

A veces vamos a desayunar a su casa, mi madre, mi hermana y yo. Terminamos de desayunar y subo con su hijo y mi hermana al cuarto del niño para jugar un rato con su consola. Después de que mi madre regresa a casa, aun nos quedamos jugando y mi vecina sube y me dice que va a salir y que si puedo cuidar al niño en lo que sale. Yo acepto.
Pasa 1 hora y pretendo regresar a casa, pero veo su cuarto todo desordenado y me entra el pensamiento de buscar algún vibrador escondido, digo, lleva más de 2 años divorciada y se nota que es medio puta, así que no me creo que no se haya dado placer en ese rato.

Comienzo a husmear en su closet, solo encuentro ropa y zapatos. Luego busco en su buró y bajó su cama. No encuentro nada. Luego me entro un gran morbo y busque en sus cajones una tanga. Encontré muchas pero me gustó mucho una azul que también venia con el bra, pero solo tomo la tanga. La comienzo a oler y al llegarme solo el olor a detergente me entra cierta decepción pues esperaba un olor corporal. Me entra la idea y comienzo a buscar un cesto de ropa sucia. De nuevo no encuentro nada. En una última esperanza busco entre las sabanas de su cama distendida y por suerte encuentro una tanga negra. Noto una erección. La aprecio y encuentro una mancha blanca donde deben ir sus labios. Esto me prende mucho y comienzo a olerla como loco, en especial en la mancha.

Según estudios, cuando uno está muy excitado todos los sentidos aumentan excepto el del oído, este al contrario, disminuye. Pues en lo que estoy oliendo esta tanga sucia, entra mi vecina a su cuarto. Se queda boquiabierta y yo me asusto demasiado. Cierra la puerta y me dice en voz baja para que su hijo no escuche: “¿Qué chingados estás haciendo?”. Yo me quedo pasmado y de los nervios comienzo a tartamudear: “P-perdón, p-pe-pero me gustas mucho”. Mi vecina al escuchar esto se sonroja y mira mi erección. Me dice: “Eso no es excusa para andar husmeando entre las pertenencias de los demás”. Yo me quedo mirando al suelo, como todos cuando son regañados. Se sienta junto a mí y me dice ya más calmada: “Se que a tu edad es normal andar de caliente, pero, esto es pasarse de la raya. Prométeme que no volverás a husmear en mis cosas”. –“Lo prometo” le digo. En esto surge un silencio incomodo en el cuarto. La volteo a ver a los ojos y me entra un momento de adrenalina, pienso: “Ahora o nunca”. Me lanzo a ella y le doy un beso en la boca, ella se intenta apartar pero la aprieto con un abrazo y después de 2 segundos, deja de forcejear y ella me abraza también. Al sentir esto siento un poco de alivio, aunque mi corazón sigue latiendo muy rápido. De repente ella se aparta de mí un poco desesperada y me dice: “No podemos hacer esto”. Y yo le digo: “¿Por qué? –“Porque casi te doblo la edad, ¡Yo fui tu profesora en el kínder! Además tengo hijos…” –“No importa, muchas personas tienen sexo en este mundo, de todas las razas, de todas edades. Vamos, ya hace rato que te hecho el ojo y me tomó mucho esfuerzo el darte el beso…”. Ella se queda pensativa, se levanta y abre uno de los cajones del buró y saca una caja de condones. Yo sonrío y mi corazón se acelera más. Ella voltea a verme y me dice: “Espero sepas lo que haces”. Luego recuerdo que jamás he tenido sexo en mi vida, me siento afortunado de que mi primera vez sea así de especial. -“La verdad jamás lo he hecho”. Se me queda viendo a los ojos y me dice: “¿Enserio?, yo creí que ya tenias tus experiencias… Acuéstate”. Me tiro en la cama y ella se pone sobre mí. Comienza a besarme y yo comienzo a tocar su culo, para mí es como un sueño el hacer esto. La dama de mis sueños húmedos y de mis fantasías besándome y yo tocándola. Esto hace que mi pene se caliente mucho y casi rompa mi pantalón de tremenda erección. Ella comienza a tocar mi pene sobre mi pantalón, movimientos suaves, de arriba abajo. En eso ella se separa de mi boca y comienza a bajar. Me desabotona el pantalón e inmediatamente sale mi pene como si hubiera estado años atrapado. Comienza a lamerlo, yo solo la miro a los ojos y empiezo a sentir muy caliente todo mi cuerpo. Ella me lo lame como si fuera un helado y con una seguridad bien definida, se nota que es experta en eso. Luego se mete mi pene a fondo y comienza a mamarlo. Se lo mete a fondo, siento como su lengua recorre todo mi pene y ella solo se me queda viendo a los ojos con gran morbo. En esto siento que me voy a correr y le advierto. Ella asiente y lo hace con más velocidad hasta que me vengo en su boca. Luego me enseña la lengua llena de leche y luego se la traga y me dice “Sabe distinto a las que he probado” Me entra una pregunta y la digo sin pensar: “¿Cuántas veces lo has hecho?”. –“Jajaja hace años que perdí la cuenta. Cuando te casas es esto lo haces muy seguido, además, después de que me divorcie tuve varios novios y a mi edad sabes que solo te quieren para coger. Me gusta mucho coger, demasiado diría yo. Por eso acepte tan fácilmente”. –“Y yo me vine muy rápido, perdón por eso, pero aparte de que es mi primera vez, tú me prendes demasiado. Me he masturbado pensando en ti muchas veces”. Ella se sonroja y luego me besa, siento algo de asco puesto que mi semen estuvo en su boca y detecto un sabor salado, pero se me pasa el asco y nos besamos con más pasión. Se separa y me dice: “No esperes que la mujer haga todo el trabajo, ahora haz tu que yo me prenda.” Yo siento mucha pena en ese momento. La comienzo a desvestir. Empiezo por su blusa apretada e intento quitarle el brassiere. No tardé mucho en desabrocharlo, esto me alivia porque siempre temía a que no pudiera hacerlo bien. Salen al descubierto sus tetas y comienzo a chuparlas como loco. Ella solo me mira. Sus pezones están muy erectos. Además con solo verlas me prendo, son redondas, bien paraditas, su pezón es pequeño y rosado lo cual me gusta mucho y son de un tono de piel más claro que su cuerpo. Luego en lo que le chupo las tetas empiezo a desabrocharle esos jeans tan ajustados que le gusta usar y por encima de las bragas toco sus labios y comienzo a acariciarlos. Ella solo cierra los ojos y se comienza a acariciar. Yo aprovecho para quitarle los jeans completamente y deja lucir su lencería muy bonita. Le digo: “¿Ibas a coger con alguien más o siempre te pones ropa tan sexy?”. -“Sinceramente iba a coger con un amigo, también por eso tenía los condones.”Le quito la lencería y la huelo, el olor me recuerda a cómo empezó todo esto. Luego volteo a ver su bella intimidad, tiene un poco de pelos, pero no muchos. Inmediatamente me lanzo hacia su entrepierna y comienzo a lamer. Detecto un olor delicioso que hasta cierto punto es adictivo. Mi lengua recorre su interior en intento llegar mas y mas profundo. Con mi mano busco su clítoris y comienzo a masajearlo. Volteo a verla y la veo con los ojos cerrados, mordiéndose los labios y acariciándose las tetas. Esto me prende más y comienzo a lamer aun más rápido.

Cuando se me cansa la quijada y la lengua, le digo que me pase un condón. Para esto ella me pregunta que si me lo sé poner y le digo que sí, que en libros ya he visto como hacerlo. Me lo pongo sin problemas y ella sonríe al ver que lo hice bien.

Le pregunto que si esta lista para que se la meta y ella me dice que si, La noto muy húmeda así que no hay problema y le meto mi miembro lo más profundo que puedo. Ella gime un poco y empiezo a sacar y meter. Después de un rato ella me dice que se quiere pasar arriba, así que cambiamos posiciones. La veo montarse en mi, viendo a mis ojos comienza a saltar y mover su cadera para todos lados. Siento que toco muchas partes de ella. Comienzo a observar sus tetas y las estrujo, esto la hace gemir un poco más fuerte y me dice: “¿Te gusta?” Su tono de voz se escucha distinto, muy débil, muy excitante. Para esto yo le respondo: “Me encanta, muévete mas” Le presiono los pezones mientras ella se sigue moviendo con cara de placer. De pronto siento que me vengo de nuevo y le advierto. Ella pone como cara de queja y me siento muy mal por correrme tan rápido, después de todo, ella era experta y yo un simple novato. Me vengo y ella se sale inmediatamente para quitarme el condón. Comienza a besarme apasionadamente. Mientras, yo no desperdicio el tiempo y empiezo a masajear su clítoris en lo que me recupero. Le meto un dedo en su vagina y comienzo a explorar dentro de ella, meto otros 2 dedos y ella comienza a respirar muy rápido y se siente cada vez mas mojada.

Cuando me siento listo le digo: “Lo que más me prende de ti es tu culo”. Ella sonríe y me dice: “Todos los que conozco me dicen eso, siempre quieren cogerme solo por mi culo. Mi esposo estaba obsesionado con él, por eso era muy celoso y nos divorciamos… Está bien, vamos a ver qué tal te va con esto, se gentil.” Mi emoción es grande, por fin podre hacer lo que quiera con ese tremendo culo. Se pone en cuatro mientras yo me pongo otro condón. Observo su ano y con cierto morbo lo empiezo a lamer. A ella la tomó por sorpresa y se aparta un poco. Le digo que solo la estaba lubricando. Meto mi pene en ese pequeño agujero que sin duda, se siente mucho más apretado que la vagina. Ella gime. Comienzo a moverme en varias direcciones para no solo clavarme en el mete saca. Ella comienza a gemir y a decirme “Si, así está bien, más adentro… ¡Ah! Que rico es esto”. Después de un rato me vuelvo a correr pero esta vez noto que esta apunto de correrse. Me quito el condón y le empiezo a lamer su vagina de nuevo al mismo tiempo que estrujo sus nalgas. Ella parece ya a estallar así que empiezo a meter mis dedos en su vagina y moverme dentro. En poco tiempo ella comienza a contraer su vagina y a gritar. En este momento me preocupo de que su hijo y mi hermana nos escuchen así que le digo que aguante el grito. Sigue retorciéndose y comienza a sacar muchos fluidos de ella. Se queda relajada un rato tirada en la cama y nos seguimos besando aun mas apasionadamente y le digo: “Al menos ya hice que te vinieras, ¿Cómo te sientes?” –“Estuvo muy rico” y me da un beso tierno en los labios Luego se levanta y se empieza a vestir. Me levanto y la abrazo, le beso el cuello y le estrujo las tetas. Me dice: “Ya me tengo que ir a cocinar.” Me aparto y también me empiezo a vestir.

Le digo: “Gracias… ¿Crees que algún día podamos repetirlo?” Me mira mientras se abrocha el brassiere. –“Si tu quieres, solo que avísame para encargar a los niños”. Sonrió y le pregunto: “¿Te gustó? Porque supongo que has pasado mejores…”. Sonríe y dice: “Sin duda, tengo otras experiencias, pero nunca lo había hecho con alguien tan joven. Me prende mucho que le atraiga a alguien de tu edad” Sonrió, le doy un beso en la boca y me voy a mi casa, no sin antes decirle: “Mañana nos vemos.”

Gracias por leer mi primer relato. Apreciaría mucho que comenten que les pareció, también acepto críticas para saber en qué me falla o también que aciertos tengo para mejorar y seguir escribiéndoles más relatos.

Gracias por pasarte a este post.

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