Una estudiante muy viciosa

UNA ESTUDIANTE MUY VICIOSA

En el colegio donde trabajo se reciben estudiantes de cualquier edad, siendo la mayoría, personas de 18 años en adelante. Existen varias jornadas, una de ellas es nocturna, en el último grado hay una estudiante muy particular, es una joven de 19 años, voluptuosa, de caderas anchas y senos pronunciados, piel blanca, cabellos rubios y ojos verdes. Pero en algo que sobresale es en su forma de vestir. Evidentemente le gusta el metal tal vez del género gótico ya que usa ropas oscuras, minifaldas de cuero, mallas altas, corset que dejan en evidencia sus grandes senos.

En ocasiones me ha dejado ver por debajo de sus diminutas faldas viendo lencería roja muy sensual, pero un día pude notar que no traía puesto nada debajo mostrándome (tal vez a propósito) un coño totalmente depilado que invitaba a ser perforado, no pude ocultar mi excitación obligándome a sentarme detrás de mi escritorio, ese día yo llevaba un pantalón de dril y era muy difícil de que no se notara mi dura erección.

Sabía que me estaba provocando, constantemente me hacía miradas maliciosas, muchas veces me hablaba en doble sentido, en ocasiones frotaba sus pechos en mi cuerpo y me rozaba con su culo de manera disimulada.

Salieron todos los estudiantes a un receso y la llamé por su nombre indicando que necesitaba hablar con ella.

- Lorena <En tono muy serio >
- Dime profe…
- Necesitamos hablar
- Hice algo malo?
- Tremendamente, mira como me tienes <mostrándole el bulto de mi pantalón>

Ella se sonrojó un poco y mordió sus labios sin alzar la mirada directa a mi entrepierna

- Hay profe eso se ve como un problema
- Pues imagínate, y no se me bajará hasta haberme corrido y como tú fuiste la responsable de esto tú tienes que solucionarlo

Noté que comenzó a agitarse y se ruborizaba cada vez más. Y le dije:

- Vamos al salón de sistemas

Ese había sido mi lugar de encuentros anteriores con una profesora que contaré en otro relato.
Ella accedió y la llevé al dicho salón. Por el tipo de jornada ese espacio no se utilizaba y era perfecto para una follada.

Ya adentro la comencé a besar y lentamente se escapaba mi mano por debajo de su minifalda, noté que estaba húmeda y caliente, lista para ser penetrada. Así mismo ella me acariciaba mi bulto que estaba por estallar, lo acariciaba a lo largo pajeandome por encima del pantalón.

Como sabía que el tiempo era corto (15 minutos aproximadamente) no dudé en montarla a una mesa grande que se encontraba allí y subirle la minifalda hasta la cintura, saqué mi verga que no podía estar más dura y con un poco de saliva se la metí hasta el fondo. Ella gimió y de inmediato le tapé la boca con una mano para que no nos escucharan. Continué con las embestidas con fuerza, recorriendo todo el largo de mi pene dentro de ella.

Transcurridos unos cinco minutos ella me dijo:

- No acabes todavía, quiero disfrutarlo con más calma
- Continuamos después?
- Si y no te arrepentirás

Guardé mi verga y ella se arregló la ropa, nos tranquilizamos y salimos nuevamente.
Tenía clase con otro grupo de una hora y media y no dejaba de pensar en el tremendo cuerpo de esa nena, en cómo se la había clavado minutos antes; estuve un poco distraído esperando a que pasara la clase. Una vez terminada salí en su encuentro, ella me estaba esperando en la entrada del salón de informática.

Entramos nuevamente, cuando ella toma la acción por su cuenta, se arrodilla frente a mí y sin demora me saca la verga para metérsela directamente en la boca, aún estaba un poco flácida pero empezaba a crecer rápidamente. Estando completamente dura le dificultaba la mamada, puede que no sea muy grande pero si es muy gruesa y con una porra de buen calibre, trataba de engullirla toda pero el reflejo de vómito no la dejaba. Con mis manos empecé a manosear sus senos buscando sus pezones.

Veía que no paraba de chupármela, solamente se la sacaba de la boca para tomar aire y masturbarme enérgicamente para luego volver a la mamada, tenía un piercing en la lengua que me volvía loco, incluso con mi verga llenándole toda la boca no dejaba de mover su lengua maximizando el placer.

Cuando sentí que iba a llegar, la tomé detrás de la cabeza y la empujé hacia mí eyaculando en lo profundo de su garganta, ella como toda una profesional no dejó escapar una gota de semen, lo tragó completo succionando hasta dejarme seco.

Cuando se levantó me dijo:

- La próxima vez me lo haces tú a mi
- Es una promesa
- Más te vale profe

Nos despedimos con la sensación de que no sería la única vez que lo haríamos.

1 comentario - Una estudiante muy viciosa

KndMauro +1
buena historia, espero la segunda parte! 😉