Nos encontramos por internet y nos cogimos casi sin querer.

Esto es algo que pasó ya hace varios años, de hecho antes de cumplir la mayoría de edad, en esa época en la que agregas a diestra y siniestra en redes sociales, y más de una con resultados bastante interesantes.
Una tarde, mientras charlaba con una anónima amiga, entre broma y broma se nos ocurrió encontrarnos para pasear, a mí me costó trabajo, ya que viviendo en otras ciudades y así. Pero llego la fecha del encuentro, decidimos encontrarnos en una estación del metro ya que yo no conocía la ciudad, tenía pensado pasear, echar una chela y una charla, pero lo que pasó fue bastante distinto.
Cuando llego, me di cuenta que no era lo que pensaba, pero tampoco decepcionaba, la chica era poco más alta que yo, de cabello castaño, no delgada pero tampoco gordita, un par de pompas que no deslumbraban pero sí bastante coquetas, una cintura rolliza pero invitante, y un par de pechos que woooow, 38B, impresionante para mi edad.
Quedé sorprendido cuando, fuera de mis expectativas de un paseo por la ciudad, me invito a su departamento, ella era estudiante de ingeniería, y sus papas la mandaron a vivir sola a la ciudad, en el camino charlamos un poco, banalidades en su mayoría, llegando empezamos con charlas más interesantes, nada profundas, pero con las que se nos fue el tiempo.
Sin darnos cuenta, cada vez tirábamos indirectas y coqueteos más obvios, hasta llegar a una broma tonta “calla o te violo” respondida con un “viólame si puedes “, estaba atontado con esta respuesta y sin más me le lancé con un beso sin pensar, sentir esos labios carnosos y el calor de su cuerpo bajo el mío me estaba poniendo al cien, y cuando reaccione, apenado, retirándome poco a poco, hasta sentir un apretón…fuerte y firme sobre mi miembro, oh si, la chica sabía lo que quería y si no se lo daba estaba claro que lo tomaría, aunque estaba tan excitado que mi miembro casi atravesaba el pantalón.
No podía moverme, así que ella tomó la iniciativa, ahora dándome el beso más apasionadamente y colocándose sobre mí, en el momento que reaccioné ya tenía mis manos acariciando sus senos, sus nalgas, sus caderas, mientras ella rozaba su sexo con el mío sobre la ropa, besaba su cuello, ella me quito la camisa casi desesperada, torpemente intente quitar su blusa, quedando atorada en su cabeza, inmovilizando sus brazos, lo cual no fue tan malo ya que sus pechos quedaron al aire, para mi sorpresa no tenía sostén, cual bebe me prense a ellos, lamiendo sus ya erectos pezones, ella no paraba de gemir, sin hacer esfuerzo en quitarse el pequeño amarre improvisado, parecía que disfrutaba ser sumisa, la gire sobre la cama, y alcance a subir un poco más el cuello de su blusa para descubrir su boca, quitándome los jeans, y asomando mi miembro por el orificio del bóxer, empecé a pasarlo por sus labios, a lo que casi al instante ella como cachorro de loba empezó a abrir la boca en busca del preciado chupete, me gustaba verla como sufría por solo fintarla, hasta finalmente introducirla, de golpe, hasta el fondo de su garganta, a lo que pensé que se enojaría, pero cuando lo saque no conseguí más que un “espérate wey, casi me ahogo”. Logro liberar sus manos, pero sin quitarse la blusa de la cara, me sometió sobre la cama, y empezó a dar una mamada formidable, haciendo que mis ojos giraran en sus cuencas más de una vez, sentir como con su lengua recorría desde la base de las bolas, hasta la punta del tronco, me hacía enloquecer, a lo que quise corresponder, accediendo fácilmente a su ropa interior, ya que su faltita era bastante corta, aunque con algunos holanes, me excitaba demasiado, verla solo con esa faldita y nada más, empecé a bajarle su tanguita, ya demasiado húmeda, y encontré una conchita rosadita, depilada, y con un olor muy rico, como un dulce amante empece a besar el recorrido de sus piernas hasta sus labios, con lo que dio un pequeño salto sobre si, al parecer la espera la tenía loca, pues ya chorreaba, y ella misma se acomodaba sobre mi boca, empecé a lamer su rocoso clit, escuchando de inmediato gemidos cada vez mas fuertes, y de improviso solo sentí un líquido recorrer mi cara, aunque ella hizo la mayoría de trabajo me lo agradeció diciéndome “te toca sufrir”. Se giró y sin decir agua va de un golpe se clavó sobre mi falo, dando un pequeño grito, quedándose inmóvil sobre el, y sin saber que hacer, solo atine a presionar su pelvis, pareció botón mágico ya que al instante empezó una cabalgata descontrolada, gritaba sin lograr articular palabra, parecía loca moviéndose de arriba abajo, girando, presionando sobre mi pecho casi dejándome sin respiración, que rico era que ella! Me estuviese cogiendo así, pero, logre sujetarla del cabello aferrarme con la boca a uno de sus pechos, y cargarla poniéndome de pie, ella solo me miraba confundida porque no sabía lo que haría, pase sus piernas a mis hombros, t asi, empezó un juego de balero humano, levantándola y haciendo que se introdujera cada vez mas fuerte, a lo que ella gritaba cada vez más ahora con una cara de placer que pocas veces eh visto (de ver algunas horas de porno se te queda grabada algunas posiciones que quisieras hacer), así estuvimos solo unos minutos, ya que mi fuerza no es muy grande ni tampoco mi resistencia y al paso de estos yo estaba ya sudando, bueno ambos.
Ella ya estaba tanto o mas cansada y solo me decía
-termina ya papi
A lo que yo solo la miraba con descontento y seguía penetrándola, hasta que me decidí a ya acabar, pero seria a mi manera, la recosté sobre la cama, boca abajo, y empecé a hacer algo oque hasta la fecha me gusta hacer, empecé a acariciar su culito con la cabeza de mi miembro, asustándola, haciéndola pensar que lo metería sin decir mas, je, esto me gustaba xq solo veía su cara de angustia, hasta que la metí en su rica conchita aun húmeda, ella sentía como mi miembro rozaba justo esa parte que la llevaba al éxtasis, creo que es uno de los beneficios de no tenerlo tan grande, puedes hacer esa posición y hacerla berrear.
Sentía como sus nalguitas chocaban contra mi estómago, haciendo el característico clap clap clap, hasta que de repente, plash, saque mi miembro y descargue todo sobre sus nalgas y espalda, me recosté sobre ella y quedamos así durante unos minutos.
Cuando vi la hora me di cuenta de que era muy tarde, que tenia ya los últimos buses a mi casa, así que salí hecho la madre de ahí, sin antes clavarle otro besote en su boca y en su teta.
Ya son muchos años de esto, pero me alegra que aún seguimos teniendo encuentros, cuando ella está triste, o cuando yo ando con demasiada urgencia, esas son amigas.

1 comentario - Nos encontramos por internet y nos cogimos casi sin querer.