La sorpresa me la llevé yo. Mi chica con su amiga

creo que una buena manera de despedir el año es compartiendo con la comunidad esto que escribí. Espero guste.



Hacía rato que con mi chica no teníamos un fin de semana solos para “reventarnos” en la cama. Lo necesitábamos. Así que decidimos organizar todo como para tener ese momento. Nuestra hija iría a pasar el fin de semana con sus abuelos y así tendríamos el tiempo que necesitábamos. Pero un imprevisto rompió los planes. Desde el trabajo me encomendaron una tarea fuer de la ciudad, y que me llevaría, con suerte, al menos un día y medio del fin de semana. De más está decir que no nos gustó a ninguno de los dos, pero menos a ella. El viernes por la noche prepare mis cosas. El humor de ambos no era el mejor, así que la que iba a ser la primera noche de un fin de semana de sexo fue solo una noche de sueño y caras largas. En la mañana del sábado partí con la promesa de volver el domingo, a más tardar, a la siesta, como para al menos darnos un rato para los dos, antes de que vuelva la niña.

Mientras viajaba mantuve con ella contacto por mensajes. A medida que pasaba el día mejoraba el humor. Eso era bueno. La jornada de trabajo fue mejor de lo que pensábamos y para entrada la noche teníamos todo listo y estábamos en condiciones de volver. Después de una corta deliberación entre compañeros creímos que lo mejor era volvernos y disfrutar de la noche del sábado y todo el domingo en nuestras casas.

Procure no decirle nada a mi chica, quería que fuera una sorpresa. Durante el viaje fuimos charlando, y subiéndole el tono a la charla. Los cruces eran cada vez más caliente. Cerca de las 22 decidió contarme que ella no estaba sola en casa. Habían venido sus amigas y estaban planeando una salida. No hizo falta insistirle con que salga, ya que apenas me contó de los planes de las chicas agregó: “como te fuiste, yo salgo”. Me pareció una buena idea que ella saliera y que yo la esperara en casa. Cuando llegará a la madrugada me tendría en la cama y arrancaríamos un domingo de cama y sillones.

Así fue. Pasadas las 23.30 llegue a casa y ya no estaban. Seguíamos escribiéndonos y manteniendo charlas muy calientes. Ella me contaba donde estaba y que hacían con sus amigas. La charla fue tomando color y era evidente que el alcohol empezaba a hacerles efectos. Me contaba que los chicos las miraban y que más de uno se acercó a encarar. Según decía, el rechazo era automático. “Noche de chicas”, era la respuesta que daban todas cada vez que alguien se acercaba. Entre mensaje y mensaje me cuenta que una de sus amigas la acababa de besar apasionadamente. El alcohol hizo mella, pensé. “Es que vino un bobo que no entendía que era noche de chicas jjijijiiiji” fue el último mensaje que leí antes de caer dormido.

Entrada la madrugada escuché la puerta y me desperté. Fui rápido al baño a lavarme la cara y a esperarme para sorprenderla. Sabía que antes de venir a la cama se tomaría unos minutos para fumar un cigarrillo o tomar un poco de agua. Pero los minutos se estiraron. Decidí ir a ver que pasaba.

Caminé por el pasillo, en silencio. Pude escuchar pequeños gemidos que venían del living. Mi cabeza no lograba entender que podía estar pasando. Me acerqué muy despacio y la sorpresa me la llevé yo

Ahí estaba. Mi chica parada, semi desnuda. Al igual que su amiga. Las dos sin remera, ni corpiño ni pantalón. Solo una pequeña tanga cada una. Me quedé en silencio contemplando lo que pasaba.

Mis ojos se acomodaron a la poca luz que entraba por la ventana y el disfrute fue completo. Las dos se besaban apasionadamente pero con delicadeza. La mano de mi chica recorría al espalda de su amiga hasta llegar a sus nalgas. Las apretaba con fuerza mientras su boca bajaba por el cuello hasta los pechos. Pude ver como mi chica jugaba con los pezones de su amiga, mientras ella metía sus manos dentro de la tanga de mi novia para acariciar su concha. Pude ver como mi chica se estremeció al sentir la mano de su amiga.

En ese momento empujó a su amiga al sillón. Se arrodilló en frente y comenzó pasar su lengua por toda la concha. Despacio recorría cada centímetro, mientras su amiga le tomaba la cabeza y aceleraba la respiración. Mi novia llevó una de sus manos hasta la concha y comenzó a meter uno de sus dedos de forma muy pausada pero intensa. Estuvieron así por unos minutos, cuando noté que su amiga comenzó a acelerar la respiración y a apretar más fuer la cabeza de mi chica contra ella. La vi explotar en un gemido.

Para ese momento yo explotaba. Pero quería más.

La amiga se paró y tomó a mi chica del brazo. La arrodilló sobre el sillón y comenzó a meter sus dedos en la concha como si la estuviera cogiendo. Los gemidos de mi chica eran cada vez más intensos. Cuando parecía que acabaría se frenó en seco. La dio vuelta y la sentó. Abrió sus piernas y comenzó a chuparle la concha mientras le metía sus dedos. La respiración de mi chica se aceleró. Yo estaba en la oscuridad en silencio y por explotar. Cuando reaccioné mi mano ya estaba dentro de mi pantalón. Mi chica seguía gimiendo. Aceleré el movimiento de mis manos y acompañé su orgasmo con una explosión de mi paja.

Quedaron las dos sentadas en el sillón. Me alejé para evitar que me vieran. Sabía que tenía tiempo para recuperarme. Ellas tendrían que fumar un cigarrillo antes de acostarse. Unos minutos después  sentí al puerta de la habitación de invitados y los pasos de mi chica por el pasillo rumbo a nuestra habitación.

Entró y prendió la luz. Se quedó petrificada al verme  desnudo. No le dí tiempo. La tomé de la mano, la tiré a la cama y cuando empezaba a asomar el sol por la ventana empezó nuestro domingo de sexo.

4 comentarios - La sorpresa me la llevé yo. Mi chica con su amiga

chikabisex
MOY BOENOOOOO........... Van para vos los 2 puntines que me quedan
ala392000
Excelente, y a la amiga no la incorporaron?
ivoclar
muy bueno..... sigue?