(Todos los personajes de la historia son mayores de edad y ficticios)
Al salir mama, mi hermanita volvió a acomodar mi pene en su vagina , ambos estábamos temblando de excitación, de nuevo la cabeza de mi pene estaba dentro de ella y me acomode inclinando mi cuerpo para estar más cómodo, mi hermanita empezó a respirar muy fuerte mientras se introducía poco a poco mi miembro, sentía las paredes de su vagina y como ingresaba mi miembro, sentía una linda presión alrededor de mi pene, que parecía que esa vaginita palpitaba y cuando ya estaba la mitad del pene dentro de su vaginita, se detiene, y me dice…
Ay....me duele....me duele mucho...
Haciendo caso omiso de sus quejas, continué hundiendo mi pene dentro de su vagina, con la mente nublada por deseo que experimentaba en esos momentos.
Mi hermanita comenzó a gritar con fuerza mientras yo le ponía una mano sobre la boca, temiendo quizás que la escuchasen. Desde donde me encontraba podía ver claramente como las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de mi hermanita, que acusaba el impacto de aquella brutal primera cogida que con seguridad estaba rompiéndole el himen y los pliegues interiores de sus entrañas. A pesar de todo, no la solté ni un momento, sino que comencé a moverme con mayor violencia y velocidad, provocando que mi hermanita se quedara quieta por varios minutos mientras yo, sin darme cuenta de que ella había perdido momentáneamente el conocimiento, seguía con su característico bombeo hasta que el pene se perdió totalmente en la vagina apretada de mi hermanita.
La cosa fue que con el paso de los minutos y sin dejar de bombearle el pene a mi hermanita, ella volvió en sí y como por arte de magia cambió su actitud y comenzó de pronto a gozar de las acometidas, empezó a moverse con ahínco y furor montada sobre mi pene, hasta que los dos empezamos a gritar de gozo manifestando de esa forma las urgencia de los espasmos que nos ocasionaba.
Con las faldas subidas hasta la cintura, la contemplaba con la mirada lujuriosa de siempre, admirando sus curvitas que ya empezaban a moldear bellamente el cuerpecito de mi hermanita. En ese instante me di cuenta de que ella estaba sangrando del interior de sus muslos, por lo cual le comenté:
-Hermanita...hay algo que tienes que saber....
-Mmm?...ah, sí ....casi me estaba quedando dormida...hummm..qué rico....
-Te decía que tengo que decirte una cosa...
-Sí,...dime...
-Ven... necesitamos limpiarte bien allá abajito...
-Oh sí...
Mi hermana se puso de pie y bajando su vista hasta su entrepierna se dio cuenta del desastre y abriendo los ojos me preguntó:
-Ay...qué es todo esto?
Hermanita... tengo que explicarte lo que pasó...de todos modos es algo que tenías que saber algún día... al meterte mi pene en tu vagina ésta se abrió más de lo debido y por eso te ha salido sangre...pero en unos días todo volverá a estar bien, te lo aseguro...
-¿De verdad?...quiere decir que ya no soy virgen, no es cierto?...
-Pues si, así es...ahora ya no eres virgen...pero eso no es ningún problema...al contrario, de ahora en adelante podremos hacer la tarea sin tener que estar pensando en tu virginidad...comprendes?
-Oh sí..tienes razón...
-Qué bien que lo entiendes, ahora limpiaremos muy bien allí abajo y te irás a duchar para que quedes limpiecita de todo tu cuerpo....
-Si hermanito...
Hermanita... luego por la noche, cuando estén todos dormidos, irás a mi cuarto. Yo te dejaré la puerta abierta. Allí te enseñaré otras cosas.
-Ay gracias, gracias... –le respondí dándole un beso de agradecimiento-
-Bien...entonces quedamos así...
-Si, allí estaré...
-Perfecto... ahora vámonos...para que nadie sospeche nada...
(Continuará…)
Al salir mama, mi hermanita volvió a acomodar mi pene en su vagina , ambos estábamos temblando de excitación, de nuevo la cabeza de mi pene estaba dentro de ella y me acomode inclinando mi cuerpo para estar más cómodo, mi hermanita empezó a respirar muy fuerte mientras se introducía poco a poco mi miembro, sentía las paredes de su vagina y como ingresaba mi miembro, sentía una linda presión alrededor de mi pene, que parecía que esa vaginita palpitaba y cuando ya estaba la mitad del pene dentro de su vaginita, se detiene, y me dice…
Ay....me duele....me duele mucho...
Haciendo caso omiso de sus quejas, continué hundiendo mi pene dentro de su vagina, con la mente nublada por deseo que experimentaba en esos momentos.
Mi hermanita comenzó a gritar con fuerza mientras yo le ponía una mano sobre la boca, temiendo quizás que la escuchasen. Desde donde me encontraba podía ver claramente como las lágrimas comenzaron a salir de los ojos de mi hermanita, que acusaba el impacto de aquella brutal primera cogida que con seguridad estaba rompiéndole el himen y los pliegues interiores de sus entrañas. A pesar de todo, no la solté ni un momento, sino que comencé a moverme con mayor violencia y velocidad, provocando que mi hermanita se quedara quieta por varios minutos mientras yo, sin darme cuenta de que ella había perdido momentáneamente el conocimiento, seguía con su característico bombeo hasta que el pene se perdió totalmente en la vagina apretada de mi hermanita.
La cosa fue que con el paso de los minutos y sin dejar de bombearle el pene a mi hermanita, ella volvió en sí y como por arte de magia cambió su actitud y comenzó de pronto a gozar de las acometidas, empezó a moverse con ahínco y furor montada sobre mi pene, hasta que los dos empezamos a gritar de gozo manifestando de esa forma las urgencia de los espasmos que nos ocasionaba.
Con las faldas subidas hasta la cintura, la contemplaba con la mirada lujuriosa de siempre, admirando sus curvitas que ya empezaban a moldear bellamente el cuerpecito de mi hermanita. En ese instante me di cuenta de que ella estaba sangrando del interior de sus muslos, por lo cual le comenté:
-Hermanita...hay algo que tienes que saber....
-Mmm?...ah, sí ....casi me estaba quedando dormida...hummm..qué rico....
-Te decía que tengo que decirte una cosa...
-Sí,...dime...
-Ven... necesitamos limpiarte bien allá abajito...
-Oh sí...
Mi hermana se puso de pie y bajando su vista hasta su entrepierna se dio cuenta del desastre y abriendo los ojos me preguntó:
-Ay...qué es todo esto?
Hermanita... tengo que explicarte lo que pasó...de todos modos es algo que tenías que saber algún día... al meterte mi pene en tu vagina ésta se abrió más de lo debido y por eso te ha salido sangre...pero en unos días todo volverá a estar bien, te lo aseguro...
-¿De verdad?...quiere decir que ya no soy virgen, no es cierto?...
-Pues si, así es...ahora ya no eres virgen...pero eso no es ningún problema...al contrario, de ahora en adelante podremos hacer la tarea sin tener que estar pensando en tu virginidad...comprendes?
-Oh sí..tienes razón...
-Qué bien que lo entiendes, ahora limpiaremos muy bien allí abajo y te irás a duchar para que quedes limpiecita de todo tu cuerpo....
-Si hermanito...
Hermanita... luego por la noche, cuando estén todos dormidos, irás a mi cuarto. Yo te dejaré la puerta abierta. Allí te enseñaré otras cosas.
-Ay gracias, gracias... –le respondí dándole un beso de agradecimiento-
-Bien...entonces quedamos así...
-Si, allí estaré...
-Perfecto... ahora vámonos...para que nadie sospeche nada...
(Continuará…)
7 comentarios - Mi hermanita (final capitulo I)