La entrevista

Me encontraba en desempleo desde hacia tiempo cuando llego a mis manos un periodico con una oferta de trabajo, se trataba de dependienta para una gran firma instalada en un gran centro comercial. Los requisitos eran los habituales: dotes comerciales, atractivo y don de gentes, esto ultimo nunca he llegado a saber que era, a un que intuia algo. Aquel lunes acudi a la entrevista después de haber escogido entre mi vestuario todo lo que mas me favorecia para hacerme con el ansiado empleo, asi como el aseo personal hasta el ultimo detalle, sin escatimar el coste de todo aquello, pero el esfuerzo merecia la pena. Acudi a un bajo de aquel centro, donde había un pasillo que conducia a una sala, alli aguardaban sentadas cinco candidatas como yo, que nada mas entrar posaron sus ojos sobre mi sorprendidas de mi cautivador atractivo, aquello las puso sobre aviso y ahora eran miradas fulminantes llenas de desazon . Yo ajena a ellas , tome asiento y con mirada inocentona fingi no darme cuenta, mientras una risita perversa asomaba por mis labios. Asi aguarde hasta que la penúltima candidata saliese. Entre , vi tras una mesa de despacho a un atractivo hombre de piel morena, con aspecto atlético, serio y absorto en unos papeles que le abstraían hasta de mi presencia. De repente alzo sus ojos y me miro, quedando en unos instantes inmóvil sin decir nada, hasta que recupero la compostura y volvió a su papel de entrevistador frio y calculador. Como un ritual rutinario empezó hacer preguntas sobre experiencia, metas, disponibilidad, hobbys , que si en un principio sirven para profundizar sobre la persona, al final solo sirve para comprobar lo vulgares que somos todos. Yo atendia lo que me decía, mientras una parte inconsciente de mi intentaba desconcertarlo con pequeñas pero mortíferas armas de mujer que lo desarmaban y dejaban su lado mas vulnerable a la vista. Quizas una de aquellas armar, era mi insinuante escote tras una blusa ligera que dejaba entrever unos redondeados senos, terminados en unos rosados pezones, que se columpiaban a la vista de el o viceversa. Ahora sus palabras habían adquirido una precipitación desbocada, al igual que su mirada que inquieta la penetraba desde el escote hasta mas alla de su imaginación. El sudor le corria por la frente y eso que había aire acondicionado en aquella habitación. Yo impasible ante todo aquello, respondia candida aquel aluvión de preguntas, intentando averiguar lo que tardaría en explotar. Si antes lo pienso antes sucede. De repente se levanto y contrariado me expuso que buscaba a alguien como ella, atractiva y sexual. esto ultimo lo rectifico por algo menos ofensivo como sensual. . Le dijo también que antes debería pasar una prueba, pero no exclarecio de que se trataba, a un que yo ya lo intuia y a la que no hiva a poner ningún reparo. Ahora me pedia que me desnudara, a lo que me negué en un principio aduciendo razones poco decorosas y descontextuadas. Aquello le contrario mas y le puso en una situación difícil ante mi, que no sabia darle respuesta por mucha psicología que tenia estudiada. Aquello me excito y un pequeño gustirrin empezó hacer mella en mi entrepierna. El ahora parecía aturdido sin saber que responder, solo la miraba como un cordero apunto de ser sacrificado, Ahora el placer se extendia ya por todo mi cuerpo, me sentía dominadora de la situación y aquello me gustaba mucho ya que lo tenia postrado y rendido ante mi. Me levante de la silla y con gesto grave le recrimine su actitud, adoptando un tono de voz afectado, a lo que el se sintió molesto y avergonzado, sin poder levantar la vista. Aquello me animo mas a seguir con mi papel de victima, que lo lleve hasta sus ultimas consecuencias. Ahora era yo la que le pedia que se desnudara para que sintiera la vergüenza que minutos antes había sentido ella. El se sonrojo y se quedo petrificado, mientras le repetia nuevamente la petición, esta vez con tono de amenaza y mas como un mandato. El titubeo pero accedió , a un que mas que un streptes parecía aquello el desvestir de un fraile, por su lentitud como la gracia con que lo hacia. Ahora su cuerpo atlético desnudo resplandecia en aquella habitación, solo le quedaba por quitar los pantalones y lo que había tras ellos. Se insinuaba una preponderancia fruto de la tensión que le parecio a ella descomunal, ya que los efluvios ya hacían presa de ella y sentía su humedad que la empapaban. El como un reo, la miraba de reojo intentando averiguar sus intenciones, las cuales estaban ya mas que definidas, aquello le aflojo un poco la tensión y en un acto voluntario se quito el pantalón, dejando al descubierto unos slips finísimos que translucían aquella preponderancia en todo su explendor. Yo como una posesa irrefrenable ya no podía mas, me acerque a el y en otro acto involuntario le sustraje el slips quedando maravillada de aquel promontorio apunto de escalar, en una vista de vértigo. Lo acaricie lentamente, mientras mi mano sentía la robustez difícil de que abarcase todo aquel contorno rocoso repleto de venas.las cuales sentía fluir y que acompasaban mis latidos vaginales. El ahora, ya sabiéndose liberado, actuaba sobre mis muslos con una delicadeza inusual, la cual me hizo arrepentirme del sufrimiento infringido anteriormente. Ahora era yo su presa. me dejaba llevar por el, que ahora rozaba mi entrepierna y acariciaba mi clítoris con un leve pellizquin que hizo elevar mi temperatura corporal a un mas. Pronto nos vimos abrazados en medio del despacho retorciéndonos desnudos una y otra vez sin descanso, el en mi yo en el, una masa de placer nos recorria el cuerpo como un aura que no quería desvanecerse queriendo ser eterno. Sus arremetidas me hacían aullar como un lobo sediento de placer, mientras mi vagina era dilatada como una gruta profuna y misteriosa, donde se perdia su miembro descomunal, que prendia fuego a una pasión mas alla de los sentidos pero que se materializaban en estos.

0 comentarios - La entrevista