que tiempor aquellos, que dureza en el miembro...

Tiempos lejanos, al menos para mi. En los cuales mi vida sexua quería empezar… jaja. No voy a decir la edad pero pajero a full. (bah como siempre). Resulta que estaba yo noviando con una chica que conoci mientras estudiaba en la facultad, era hermosa, chiquitita, con buenas formas, o sea con tetas pequeñas, y con un culito hermoso, y re flaquita y muy linda, estaba yo muy enamorado . Increíblemente ambos no habíamos debutado aun, y entonces pasaban cosas como estas: al principio nos besamos apasionadamente con las manos en las espaldas, queriendo entrar entre el jean y la colita, pero muy tímidamente, recién nos conocíamos, pero nos teníamos unas ganas tremendas, mi pija se paraba al toque y se notaba porque la reapoyaba. Nos veíamos todos los días, pero no en una casa sino en plazas y esquinas de la ciudad, eran otras épocas y no era tan peligroso…, estando en una plaza de noche, en un banquito los dos, nos empezamos a besar apasionadamente, besos profundos, de lengua, esos que hacen sentir cosquillitas en el cuerpo, y mis manos que querían tocar ese cuerpito (SIIIIIIII), mi chica vestia de jean ese día, bien ajustadito, asi que como pude, y con su ayuda, le fui metiendo la mano en su pancita y bajando lentamente hasta llegar a su pubis, y mi pija explotaba, era todo nuevo para mi, estaba tan caliente que quería seguir para tocas la conchita hermosa y mojadita que finalmente alcanzo con mi dedo mayor de la mano derecha, estaba totalmente mojada, no lo podía creer, además a ella le gustaba, porque gemia de placer y se acomodaba para que yo la pudiera tocar mas y mas. La empecé a masturbarla y a meter 2 dedos mas adentro, cada vez mas mojadita my girl. Como para aflojar un poco, mientras nos seguíamos besando, subo mi mano que estaba en su conchita, para tocarle las tetas, como no tenia tiempo de sacar de desabrochar el corpiño, corro el corpiño para encontrarme con esas hermosas tetitas, con un pezón bien paradito y durito. Ella mientras tanto me rozaba la pija muy tímidamente, lo cual bastaba para tener la pija super dura. Asi pasaron muchas largas noches en la calle, a veces en banquitos a veces parados en la esquina,, cuando nos tacaba de parados, le metia ambas manos una por adelante en su conchita y la otra por atrás en su culito, ella se dejaba, y le gustaba y yo me ponía loco, tan loco que un día pele la pija y me pajee en la calle, no aguantaba mas, ella me ayudo un poquito uyyyyyyyyyyyyyyyyyyy, que placer.
De a poco fui descubiendo que tenia varias bombachitas, algunas normales, y otras tipo hilo dental, y muy chiquititas, esas me volvían loco, y como se dio cuenta, trataba de ponerse esas cuando salía conmigo. La doble penetración manual y en la calle es una cosa tremenda, era asi, frente a frente, con mi mano izquierda le tocaba la conchita, parados entra mas fácil la mano en su pantalón, y con la derecha le metia la mano en su culito, pero no solo lo tocaba sino que le metia el dedo en su culo y la penetraba todo lo que podía por ambos lugares, conchita y culito. Con el correr del tiempo, y cuando nos íbamos conociendo mas, ella me bajaba el cierre y también me masturbaba, era obvio que teníamos que terminar cojiendo porque ya no dabamos mas. Empezamos a visitarnos en nuestras casas, donde vivíamos con nuestras familias, y especialmente en la casa de ella donde teniá como un escritorio privado que podíamos cerrar la puerta, y cuando estábamos ahí, y cerrábamos la puerta, guau ¡!, empezábamos a matarnos a besos y rápidamente nos desvestíamos, yo le sabaca la remera y el corpiño y le empezaba a chupar las tetitas, un placer esos pezones duritos, paraditos marroncitos…, me quedaba mucho tiempo chupándolos porque era hermoso estar con mi boca ahí, mientras tanto ella me tocaba por arriba de mi pantalón la pija que ya estaba bien parada. Luego le empazaba a chupar de los pechos para abajo y le daba besos en esa pancita chata hermosa y en ese ombligp hermoso, luego como habitualmente estaba vestida de calzas negras finitas, le bajaba las calzas y la dejaba en tanguita que se ponía para mi, y le apoyaba mi mi pija en su pelvis y la frotaba un buen rato, luego me tocaba a mi, ella me sacaba mi ropita y yo quedaba en slip y luego sin el, desnudos como dios nos trajo al mundo. Yo la sentaba en el escritorio y le empezaba a chupar su conchita con mi lengua, ese sabor a concha, es hermoso y pasaba largo rato besando esa hermosa concha majadita, ella gozaba mucho y me pedia que la penetrara con los dedos, cosa que yo hacia, primero con uno, luego con 2, y luego con 3 y hasta 4 dedos, todos entraban sin problema porque estaba super dilatada, luego me tocaba a mi, ella me tocaba el pito y luego me lo chupaba todo, la cabeza, hasta la base y los huevos también, eran nuestras primeras experiencias, pero luego me di cuenta que lo hicimos muy bien. Cuando llegó el momento de coger, ella me dijo que tenia miedo por la conchita, pero me ofrecio la cola, asi que no lo dude y empecé a jugar con mi poronga en su culito, ella estaba de espalda sacando la colita para afuera y yo intruciendo mi pija en su culito, primero despacito y la puntita, y de a poco metiendo el cuerpo, hasta que entró toda y entraba y salía sin problemas por su culito apretadito, era una maravilla, no podía durar mucho, porque el roce hacia que me viniera rápido, asi que le acababa en su culo y se lo llenaba de lechita… como me calienta recordar estas épocas….
A veces no podíamos ir al escritorio y estábamos en un primer piso donde estaba la compu, y era un lugar abierto al cual cualquiera podía subir, entonces, lo que hacíamos era, yo la desnudaba por completo en el cuartito de la compu y llevaba su ropa al baño, y luego ella se ponía en cuatro en el piso y yo le masturbaba con mis dedos y luego me agachaba y me la cojia por la colita, era todo muy intenso, porque nos podía ver, asi que cuando escuchábamos ruido, ella iba corriendo al baño y yo me sentaba en la compu, también nos franeleábamos de parado y nos toqueteábamos vestidos,

Otras veces, ya mas avanzada la relación, ella, como le gustaba ponerme loquito, se ponía un vestidito enterito blanco, medio transparente, y bien cortito, y me mostraba la tanguita cuando nadie nos veía, yo me ponía loco y cuando podía la agarraba de parado, y la apretujaba contra mi, y le metia la mano en su culito por abajo del vestidito, y ella solo tenia abajo tanguitas, que yo le había comprado, hilo dental, de las que me queman la cabeza, obvio que cuando nos quedábamos solos, se la metia por el culo con tanga y todo, y a ella le gustaba mucho,
Que épocas aquellas…

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