Rompieron mi Virgen Culo

Recuerdo que fue un día como cualquier otro… Me levante, tome un café con medialunas y me puse a mirar un rato de TV. Lo que menos me imagine esa mañana era como iba a terminar mi día…Sabía que a la tarde tempranito el me esperaba en su casa para pasar juntos esa calurosa tarde de Enero, haciendo que nuestros cuerpos transpiraran de placer y lujuria, es decir, teníamos planeado pasar la tarde cogiendo!

Llegue a su casa y el estaba en el patio limpiando una carpa que había usado cuando se fue de vacaciones.Mientras tomábamos unos mates me contó cómo le había ido. El sol daba de lleno en donde estábamos y yo no pensaba en otra cosa que en el calor que tenía. Me pidió que agarrara la *** y lo ayudara a limpiar el piso de la carpa, pero en su lugar yo empecé a mojarme. En unos segundos estaba toda empapada. La remera pegada a mi cuerpo dejó entrever mis tetas, los pezones duros y turgentes reaccionando a la suave briza. A través del pantalón la delicada tanga roja que llevaba debajo quedó al descubierto, bien metidita en los cachetes de mi culo… Yo empecé a tocarme toda con fuerza, con mucha sensualidad, jadeante por el calor y la calentura que sentía, mientras veía cómo él me veía estupefacto.Realmente el no se esperaba algo así.

Cuando reaccionó se abalanzó hacia mí y comenzó a tranzarme con desesperación, apretándose contra mi cuerpo,mientras yo podía percibir cómo su verga comenzaba a despertar y se le paraba rápidamente. Luego comenzó a besarme el cuello mientras con sus manos recorría todo mi cuerpo, que se estremecía ante cada caricia. Lentamente comenzó a quitarme la ropa a la vez que me manoseaba y me chupaba todo el cuerpo. Cuando quise acordarme yo estaba toda desnuda, temblando de pies a cabeza de la excitación, y con muchas ganas de concretar.

Yo comencé a quitarle la remera mientras acariciaba fuertemente sus brazos y clavaba mis uñas en su espalda musculosa, a la vez que le pasaba la lengua por cada centímetro de su piel.Luego le quité el resto de su ropa, hasta que quedó completamente desnudo y a mi disposición. De mas esta decir que estaba bien al palo!.
Mientras tranzábamos y nos manoseábamoscon desesperación nos dirigimos al interior de la carpa. Una vez allí me tendióboca arriba en el suelo y siguió besando y tocando todo mi cuerpo. De repenteyo me incorporé e hice que él se acostara. Ahora era yo la que disfrutaba deese cuerpo que se entregaba al placer.

Recuerdo que me repetía al oído una y otra vez, casi suplicando: “… te deseo tanto…” Sin más vueltas me senté sobre sus piernas y quebré la cintura, para que pudiera ver claramente las curvas que se formaban con mi cintura y mi gran culo. Puse mis manos es su entrepierna y agarré su verga,sintiendo lo dura que la tenía, estaba a punto de explotar, palpitando entre mis manos, reaccionando ante cada caricia. En eso estaba yo cuando él me pidió que jugara con ella.
Mi mano es su verga subía y bajaba y volvía a subir, mientras con la otra masajeaba la cabeza que latía entre mis dedos, roja,húmeda, caliente. Solté su verga y comencé a jugar con sus huevos, los apretaba suavemente, con ganas de metérmelos en la boca y saborearlos.

Con mi boquita iba y venía por toda la longitud de su pija, sintiendo en mis labios la hinchazón de las venas, su suave piel, el calor que emanaba. Me sacaba la verga de la boca y con mi lengua rodeaba la punta de la cabeza, los pliegues la carne, y me la volvía a comer entera, con gran desesperación. Su pija crecía cada vez más al chupársela y chupársela,brillaba en combinación con mi saliva y la luz del sol que entraba por las ventanas de la carpa, yo podía ver pequeños hilos que conectaban mi boca y su verga. En un momento alce la vista para ver su cara, para ver su excitación, y el verlo tan entregado me calentaba aún más, me llevaba a meterme la verga tan adentro en mi boca que me ahogaba…

Yo estaba chupándosela toda cuando me frenó y me recostó boca arriba. Lentamente comenzó a recorrer todo mi cuerpo con su boca y su lengua, hasta que se detuvo en la cara interna de mis muslos. Comenzó a acariciarlos con las yemas de sus dedos y a pasarle la lengua. Con sus manos abrió bien mis piernas quedando mi concha a su entera disposición. Lentamente empezó a lamerla, su lengua ancha lograba cubrir toda su extensión. Cuando no pude más le pedí que por favor me la chupara toda… No tarde mucho hasta que mi cuerpo comenzó a contorsionarse…había cavado. Estaba muy relajada, y sobre todo, muy lubricada.

El acercó su cara a la mía y me tranzó. Yopodía percibir el olor y el sabor de mi concha, un poco pegajoso y algo ácido.Con sus manos colocó mis piernas sobre sus hombros… su intensión era meterme laverga entera y profundamente… Sentí como su verga lentamente se introducíadentro de mí. Durante unos minutos se dedicó a meter y sacar la cabeza, primerodespacito y luego con mayor rapidez. A medida que la metía sentía como cada vezentraba más y más, hasta que finalmente estuvo toda dentro de mí. Que placerque experimentaba mientras él me cogía con su verga bien al palo… En un momentoyo apoye los codos en el suelo y con ellos me ayude para levantar bien mi concha,para que el pudiera enterrármela hasta los huevos… Así estuvimos unos minutoshasta que el me susurró…
- “Estoy por reventar…”.

Yo le pedí que acabara sobre mis tetas,así que cuando estuvo listo sacó su verga de mi concha y acabó. Tan cargadoestaba que su leche llegó hasta mi carita, así que en unos segundos quedecubierta de semen… Unos minutos después me tumbé boca abajo y me entregué altípico sueño que nos agarra a todos luego de un buen polvazo…
Dormidita estaba yo cuando depronto sentí que el comenzaba a besarme la espalda y a recorrer mi cuerpo consus manos. Pensé que le había atacado un momento de ternura, pero me equivoqué.Sentí como con suavidad me agarraba de la cintura y me jalaba para que levantemi cola y me apoyara sobre mis rodillas. Así, me colocó en 4, haciendo que yo apoyara mistetas en el suelo, quedando con mi culo y mi concha totalmente a sudisposición.

El se arrodillo delante de mí yse apoyó sobre sus brazos. Con sus manos separó los labios de mi concha y lentamentecomenzó a chupar mi clítoris. Yo estaba entre dormida, lo cual hacía que lo queexperimentaba sea mucho más fuerte. No entendía nada.
Yo estaba muy entregada cuandosentí que dejo de chupar mi concha y empezó a pasar su lengua por el agujero demi culo. Para ser sincera, al principio sentí cierta repugnancia y negación. Sibien otros me habían propuesto tener sexo anal yo nunca accedí, nunca me gustó,o pensaba que no me gustaría.
Yo estaba por interrumpirlo y decirle que parara pero pensé: “Por qué no probar? Qué puede tener demalo…después de todo hay muchas a las que les gusta…”, así que decidí dejarmellevar y dejarme hacer y ver hasta donde llegaba. Por momentos me daba cosa y meponía tensa, a lo que él me decía:
- “sólo relajate y dejamehacer…te aseguro que te va a encantar… vas a ver…”

Luego de un ratito de pasar lapunta de su lengua, de meterla y sacarla en el agujero de mi culo y de haberseasegurado que estaba bien lubricado gracias a su saliva, se incorporó y empezóa meter uno de sus dedos muy de a poquito, no quería ni lastimarme ni que yo menegara, buscando que se valla dilatando. Me sugirió:
- “Si querés podes tocartemientras tanto, es muy placentero, además hace que te relajes más y no sientasmiedo…proba…”

Yo le hice caso y mientras él mecolaba su dedo comencé a tocarme toda la concha. Con una mano masajeaba miclítoris y le daba pequeños golpecitos, mientras usaba dos de los dedos de míotra mano para metérmelos en el agujero de mi concha, hasta que no pude más yle pedí a él que me metiera un dedo allí… Estaba totalmente relajada yentregada a las nuevas sensaciones… Que placer sentir algo parecido a tener dospijas a mi disposición, como si me estuvieran cogiendo de a dos!!! Después elagarró mis manos e hizo que yo lo ayudara y separara los cachetes de mi culoasí tenía mejor acceso, y lentamente comenzó a meter otro dedo más en mi orto…A mi realmente cada vez me gustaba más y me excitaba…

Empecé a sentir como mi culo deapoco se dilataba entregándose a sus dedos, como si pidiera más, más, más. Éljugaba y experimentaba, haciendo círculos, metiendo dedos de las dos manos yseparando el contorno del agujero, y metiendo y sacando sus dedos cada vez másrápido. Por ahí los metía hasta el fondo hasta que hacían tope y una vez allílos movía de todas formas…
Luego de unos minutos así sentíque sus dedos salían de mi culo y que apoyaba todo su miembro bien parado en miraja y se movía simulando que me penetraba. No sé cuál sería su intención, peroa mí me estaba volviendo loca. De repente sentí cómo la cabeza de su verga meporteaba el orto…Cómo hacía fuerza y presión para pasar la barrera y entrar.Yo movía mi pelvis lentamente en forma circular y hacia adelante y hacia atrásbuscando que de a poquito su verga valla entrando.

De apoco empezó a meter la cabezade su verga en mi culo virgen… Cuando la cabeza logró entrar sentí algo dedolor, pero a la vez mucha excitación y placer. Experimentaba muchassensaciones contradictorias. Yo me sentía rara pero a la vez estaba deseosa desentir toda su verga dura y grande dentro de mi culo. El me preguntaba todo eltiempo:
- “…y? te va gustando?
- “Si… mucho… no sé cómo no hiceesto antes…” le decía yo.

Puedo jurar que a medida quemetía y sacaba la cabeza yo deseaba más, la quería TODA adentro, estaba sacada,desesperada, entregada… Así, con mucho cuidado pero ejerciendo cierta presiónfue metiendo y sacando de a poco todo el cuerpo duro de su verga, hasta queluego de unos minutos hizo tope… La tenía toda adentro, no podía creerlo… Ylo mejor de todo era que me encantaba… Lo que más me gustaba era que elempujaba y empujaba hasta el fondo, hasta que sus huevos cargados de semenhacían tope con el agujero de mi culo.
El me decía al oído:
- Viste que bien que se siente?… Y? Te gustaque te hagan la colita…?”
Yo solo podía decirle que sí, queme encantaba sentir toda su verga en mi virgen orto… y le pedía mas mas ymas, le decía
- “si, rompeme el orto,cogemelo todo…”

Al percibir mi excitación y alver que mi conchita estaba toda humedecida tomó una de mis manos y me la colocósobre el clítoris. Me pidió que me tocara, así que sin más vueltas empecé a tocarme toda la concha y a experimentarun inmenso placer y una gran excitación! Al verme totalmente entregada ysin posibilidades de sacarlo o negarme a más se paró colocando sus pies alcostado de mis muslos. Su verga caía justo y en forma vertical sobre mi orto,como si tuviese una plomada en la cabeza, lo cual hizo que entrara toda enteray recta de una!!! En esa posición se dedicó a serruchar y serruchar mi ojete.Me agarraba de la cinturita y me jalaba hacia arriba mientras él hacía presiónhacia abajo.
- “Sí putita… mira como te cojo toda por el orto… toma putita, tomála toooooda…” repetía una y otra vez.
Se podrán imaginar la flor deculeada que me pegó!!! Yo no podía hacer más que abrirme cada vez más loscantos y gemir y gritar de placer…

Cuando me dijo que estaba por acabar y me preguntó que quería que haga le grite que más le valía que acabara dentro mío, que quería que me llenara, que quería que la experiencia de desvirgar mi culo fuera bien completa, que quería que colmara la sed de mi culo con su espesa y blanca leche…

Y mientras yo gemía de placer ygritaba que me gustaba mucho que me culeara el reventó… me colmo, me llenó deleche el culo… Yo estaba realmente maravillada. No tenía idea de que se podíaexperimentar tanto regocijo teniendo sexo anal.
Una vez que todo termino, ambosnos tendimos boca arriba para terminar con la siestita que habíamos iniciadomedia hora antes… Y nos dormimos profundamente…

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