Primer aporte

Salimos de ducharnos. Yo te seguía con mi mano en tu cuerpo entre tu brazo y tu espalda. Tu llevabas puesta la toalla tapando por debajo de las axilas hasta poco arriba de las rodillas. Te acaricié las nalgas cerca de la cama y te quité la toalla.

Te abracé por detrás y acaricié tus senos, dando un toque a tus pezones. Volteaste la cara para besarnos asi desnudos ambos. Acaricié tu pubis. Estabas completamente depilada y sentí en mimano tus labios vaginales aún mojados por el agua, pero empezando a lubricarse.

Nos acercamos a la cama y te pedí que te pusieras de rodillas mirando hacia la cabecera. Luego que abrieras las piernas. Y bajé la mirada hacia tus muslos, mirando la panochita bien jugosa que estaba a punto de comerme.

No se si en ese momento sabías lo que ýo quería hacer.

Me senté sobre la cama casi a la altura de las almohadas de espaldas a ti y me acosté. Me acomodé por debajo de tu cuerpo para tener frente a mi cara esa panocha bien abierta. Se te veían los labios superiores brillantes por la lubricación que empezabas a tener. Sentí que la verga se me ponía dura de verte como estabas.

Te pedí que abrieras un poco más las piernas para que bajaras un poco y al ver lo que tenía frente a mi, me puse a lamer tus labios vaginales con la punta de mi lengua. Tus jugos me supieron ricos. Luego vi tu clítoris y puse mis manos sobre tus piernas para apoyarme y poder chuparlo a mi antojo. Llevaba pocos instantes de estártelo chupando, cuando de repente, sentí que doblabas tu tronco hacia abajo hasta que recargaste tus manos sobre la cama. Empecé a sentir como mi verga se iba cubriendo por tu boca. Primero la cabeza hasta tener casi todo dentro; empezaste a balance chuparlo de abajo hacia arriba lamiendo todo el tronco. Que delicia sentir esa boquita pequeña llena de mi verga y limpiando el fluído seminal que iba saliendo mientras me la mamabas. Gemí un poco al sentir que de repente lo sostenías con tus manos y chupabas mis huevos. Abrí un poco mis piernas para dejar que tu cara entrara a gusto y pudieras seguirme mamando la verga como a ti te gusta.

Dejé de chuparte el clítoris y miré hacia abajo de mi, para ver como lo hacías tu. Se veía delicioso como lo hacías con verdadero gusto. No me imaginaba que eras tan buena para chuparme la verga. Volví a segur chupando tu clítoris y tu empezabas a gemir también. Se nota que estabas muy caliente. Estábamos en un 69 exquisito. Yo sentía tu lengua lamiendo todo. A veces sentía tus dientes que trataban de dar mordiditas al mismo tiempo que lo metías y sacabas de tu boca.

No aguanté más y te moví de las caderas para que te acostaras boca arriba. Nos volvimos a besar. Me acomodé casi de rodillas encima de ti y te abrí las piernas para poder penetrarte. Te pedí que con tus manos pusieras mi verga en la entrada de tu panochita. Empecé a penetrar dejando unos instantes la cabeza en la entrada de tu vagina. Sentí tu cuerpo temblar de excitación. Muy despacio te la fui metiendo, para gozar todo lo posible. Mientras entraba, tu gemías de placer. Yo miraba tus ojos que se apretaban al sentir como te iba entrando mi verga.

Yo besaba tus pezones como podía. Nos empezamos a coordinar y a disfrutar la penetración. Asi estuvimos un rato, hasta que levantaste por completo las piernas y a elevarlas lo más que podías, empujando para sentir que entrara más en ti. Sentía que mis huevos chocaban muy fuerte contra tus nalgas. Yo estaba muy excitado y creí que terminaría. Traté de aguantar, pero en ese momento empezaste a gemir fuerte y tu cuerpo entero se contraía por lapsos breves. Te estabas viniendo muy rico. Yo aproveché para venirme también casi cuando tu estabas a la mitad de tu orgasmo. Al sentir que te empezaba a llenar de semen, gemías de placer diciendo: "ahhhhh... ahhhhh...".

Durante nuestra venida juntos, abrías los ojos y nos mirábamos, sonriendo, como agradeciendo el habernos dado tanto placer mutuamente. Sentimos que todo acababa y nos quedamos unos instantes más sin dejar de estar dentro de ti, en silencio ambos, me miraste, me acariciaste la cara con tu mano derecha y me sonreíste. Esos momentos se habían convirtido en lo más cercano a un poema.

2 comentarios - Primer aporte

alex-mak
Muy buen relato amigo, excelente, te felicito!!!! Buenas noches, saludos.