en el infierno encontre el paraiso

Era un día caluroso en la ciudad, demasiado, las calles ardían como un horno de panadería. Era el mediodía y estaba en la parada del colectivo para hacer un tramite por el centro, el vehiculo estaba atestado de gente, no había un espacio libre para poder respirar mejor.
Yo había salido con la ropa más fresca disponible, una remera tipo musculosa sin mangas muy traslucida, minishorts brevísimos pegados al cuerpo
La ropa se pegaba en mi cuerpo, sudaba mucho, haciendo que la musculosa blanca se mojara, que mis pechos se notaran como si no tuviera ropa alguna.
De pronto, detrás de mío, se para un chico muy bien parecido y siento que roza su mano en mi cola, no dije nada pensando que fue a consecuencia del movimiento del colectivo. Aprovechando una curva, el pendejo me apoya alevosamente, sintiendo el bulto de su entrepierna entre las nalgas de mi cola parada y dura, gracias a horas de gimnasio. No dije nada porque esa situación me estaba calentando mucho y hacia tiempo que no tenía sexo. Como me estaba haciendo la tonta, el pendejo, se da cuenta que tiene mi permiso para hacerme lo que quiera, yo estaba entregada a disfrutar al máximo. Comienza a apoyar su bulto, frotándolo en mi colita, que para ese momento, por el calor del colectivo y mi calentura, ya la tenia mojada y dilatada, palpitaba por sentir mas placer.
Su pantalón comenzó a crecer y por lo que sentía, estaba bien armado. En una frenada, el pendejo se pone de tal modo que su mano izquierda se apoya en unas de mis tetas y con la otra mano, empieza a acariciar mi cola, através del short , acaricia mi pezón rozándome el corpiño , haciendo que se pare, poniéndolo entre dos dedos, apretándolo delicadamente, descargando una electricidad que me dejaba en blanco la mente.
Cuando el colectivo frenó de golpe. El muchacho casi cae sobre mí y una viejita sale algo espantada, se hizo un hueco, siento la mirada de las personas sobre mi cola y sobre el bultazo del chico. No me queda otra que descender, no me aguantaba ser el foco de atención en aquella situación. Si mirar atrás, como dejando un pasado pecaminoso salgo y camino por donde no se y hacia donde no se.
Los recuerdos y la calentura me estaban comiendo por completo la materia gris por lo que decidí concentrarme en algo más. Las calles estaban completamente solitarias... nadie saldría con semejante calor, estaba en el suburbio ¿pero en cual , al parecer yo era momento la única loca.
Seguí caminando, oyendo mis pisadas, cuando a estas se le juntaron otras... que salieron de la nada a invadir mis oídos.
Me detuve. Tras eso las otras pisadas también se detuvieron. Tragué saliva, me había puesto nerviosa. Decidí no voltear y caminar más rápidamente. Pasaron algunos segundos para que aquellas pisadas se acercaban... no logré emitir ni un solo grito... ya me había tapado la boca. Después de eso sólo oí su respiración cerca de mí oído lo que extrañamente me hacía estremecerme... me encaminó... logró llevarme a un callejón sin salida lo que hizo que mí corazón latiera a mil, pero había algo más, ese misterio me gustaba... el tipo me pegaba a él como si fuera a perderme o como si yo fuera a escapar, sé que era tipo porque sentía la erección de su pene hundido en mi trasero...

Cuando menos vi me pegó contra la pared... en el sitio de una casa a medio terminar, en un zaguán muy tapado por maderas, toldos, sin ni un solo rayo de sol... él puso mí mano sobre mis caderas creo que notó mí colita contrayéndose y expandiéndose con gran celeridad, y sin ningún permiso empezó a abrirse paso entre mis caderas. Siento, siento algo que rea como un recuerdo, como aquel recuerdo del Bondi.
Llevo una de mis manos atrás y le acaricio el bulto, enorme, largo y grueso que estaba a punto de reventar el pantalón; no doy mas de la calentura, Me deslizó el minishort hacia abajo rápidamente y con brusquedad. Noté que tomó mis manos... rápidamente las juntó y las amarró fuertemente...... de repente me sentí volando... no era porque lo hiciera precisamente... de alguna manera mis sensaciones parecían que mi cuerpo era arrastrado y levantado en el aire. ... él ya había corrido la tirita del colaless y me estaba metiendo los dedos de a uno, despacio, haciéndome desear que me meta toda la mano; le bajo el cierre sacando su pija, se notaba, al tacto, las venas de su tronco, una cabeza bien redonda, grande, caliente y mojada, eliminando pequeñas gotas de liquido viscoso.
Su verga me llamaba para darme vuelta y chuparla toda, limpiarle, con mi lengua, ese jugo riquísimo. No aguantaba mas, ya quería ese pedazo dentro de mi culo hambriento de pijas. El me tomó con fuerza de la nuca, me arrastró la cabeza hacia abajo y me metió su pedazo en mi boca. Le paso la lengua como reverenciando esa vara enorme, con delicadeza, en círculos sobre el capullo, a la largo de una pasada y de otra. yendo y viniendo a lo largo del tronco , que exquisita sensación sentir la tersura y la calidez de su piel en mi boca, sentir que crecía por los efectos de mis lamidas, , que rico es juguetear con la lengua lamiendo una verga erecta, que rico sentir que el gime… por momentos me la meto adentro y la succiono con mi paladar, abro la boca para que me quepa toda dentro.. Me llena la boca por completo y comienzo a moverla de arriba hacia abajo.... aumentando el ritmo haciendo que la mamada sea como las que saben dar, como la gran perra puta que soy .Me aparta y me saca la verga de la boca, dándome vuelta y comienza a apoyarme
, siento la punta de su vega entre mis nalgas.Lo guíe, con mi mano, hasta el ano para que me lo rompa como lo el lo deseara, me sentía su puta, quería, complacerlo de todas las maneras. Enfilo su cabeza hasta la puerta del placer y agachándome un poco me la mete de a poco, mi culito se abrió rápidamente, lo quería todo adentro, ya mismo; se da cuenta que quería mas y de un empujón me la entierra toda, sintiendo el calor de sus velos en mis nalgas blancas y suaves, tuve que reprimir un grito de dolor y placer al mismo tiempo.
Empezó a moverse lentamente, entrando y saliendo para volver a entrar mas profundo. Con la mano que anteriormente me estaba tocando el pezón, la baja a mi entrepiernas, comienza a meter mano.
Pensé que se pudriría todo, que iba a dejar de darme placer al descubrir que era una chica cross, pero para mi sorpresa lo empezó a acariciar y a apretarla con muchas ganas al mismo tiempo que enterraba mas su poronga; comienza a moverse mas rápido, sabia que estaba a punto de acabar y sin dejar de tocarme me acaba adentro, llenando mi cola de una catarata de leche caliente que me quemaba mis entrañas, haciendo que tenga varios orgasmos anales. Dejé escapar varios gemidos .Con mi cara desencajada y mis ojos desorbitados, yo estaba llena de placer!, lo que menos pensaba era en el calor, sino en ese pedazo de poronga que me había comido en un medio día de verano, en plena ciudad.
En el infierno, encontré el paraíso.

autor:El Quirozrf

1 comentario - en el infierno encontre el paraiso

EL_PROFE25
Muy bueno!
Gracias por compartir