Venganza Cómplice (2da. parte)

El fin de semana transcurrió sin novedad.
El viernes a la noche fueron a cenar, y su marido se portó mas tierno que nunca. Seguramente la culpa lo podía. Esa noche al volver, Sofi lo buscó pero Vicente alegó que estaba muy cansado del trabajo y dándole un beso, se dio vuelta y al minuto dormía profundamente.
Sofía, despierta, terminaba de darle forma a su plan. Sabía porque su esposo estaba cansado. Esa putita rubia lo había exprimido como un limón, y lo había dejado sin resto alguno para esa noche. No le preocupaba, en realidad le hubiera costado trabajo tener sexo con ese traidor, pero necesitaba probarlo para terminar de convencerse de que lo que había pasado esa tarde no era un sueño. En circunstancias normales su esposo no hubiera rechazado esa clara insinuación .
El sábado durmieron hasta tarde, y luego cada uno se dedicó a sus cosas. El domingo salieron un rato a pasear y al volver, ella preparó todo para la semana que se iniciaba. Cuando esa noche fue Vicente el que intentó acercarse, ella alegó, sin mentir que estaba muy cansada. No le dijo de que.
El lunes desayunaron como siempre. Vicente apurado para llegar al trabajo ( seguramente para verla a ella, pensó Sofía) y su mujer se mostraba ocupada en la cocina. Un camisón corto que llegaba hasta la mitad del muslo era su única vestimenta, sobre el cual un salto de cama, impedía que quedara todo a la vista. Mientras su esposo terminaba de acomodar su portafolios, ella pasó por el baño, se peinó, se arregló y volvió a meterse en la cocina, desde donde saludó a su esposo cuando él salió.
No habían pasado cinco minutos,cuando un timbrazo corto indicó que Jorge había llegado. Sofía pasó frente al espejo del comedor, se miró y le gustó lo que vió. Luego fue a abrir la puerta
Jorge quedó congelado con la imagen que se mostró al abrir. Sofía, con un salto de cama, sonriente y sensual, le invitó a pasar. Fue verla y empalmarse, todo en un solo movimiento.
-Que hermosa estás, le dijo, Jorge sin poder contenerse.
- Gracias Jorge, pasa y ponte cómodo que tenemos mucho que hablar.
- Bueno, en realidad, no creí que fuéramos a hablar tanto, dijo con picardía.
- pues si, vamos ha hablar. Yo cumpliré mi promesa, pero no será hoy. Tenemos cosas más importantes que hacer.
- Pues soy todo oídos. Te aseguro que tengo más interés que tú en que esto llegue al final, dijo con malicia.
- Somos dos, Jorge, y si me ayudas, te aseguro que no te vas a arrepentir, prometió sensual.
- Espero que iniciemos una larga y fructífera relación, dijo Jorge.
- Si todo sale como pienso, no tengas dudas que así será
Tomaron un café, hablando de banalidades, luego Sofía quiso saber como el se había enterado de lo de Vicente y como se había comportado antes. No le sorprendió que Jorge le contara que esta no era la primera vez que la engañaba. Ella ya estaba casi segura que esto era verdad. Recordar el comportamiento de Vicente le daba todas las pistas. Mas razón aún para hacerle pagar caro su traición.
- Bueno, pero tengo que irme al trabajo. Adoro conversar contigo, y no te imaginas como adoraría las otras cosas, pero dime de que se trata esto.
- Muy simple. Quiero vengarme de mi esposo, pero no solo quiero darle una dosis de su propia medicina.
- ¿ Y que quieres?
- Quiero que el sea consciente, y que además me aliente a engañarlo, y encima me lo agradezca.
- ¿ Qué? Me parece que estuviste tomando temprano, dijo Jorge incrédulo.
- Escucha y aprende, dijo Sofía y comenzó a trazar el retorcido plan que había elaborado. Los ojos de Jorge se abrían como platos.

Conduciendo al trabajo Jorge evaluaba el plan. Le parecía descabellado, pero por eso mismo factible de hacerlo funcionar. Llevaría unos cuantos días organizar todo, pero si salía bien, tendría algo para contarle a sus nietos. En el supuesto de que alguna vez tuviera hijos, por supuesto. Y por encima del plan, soñaba con esa mujer cuya figura pudo mirar muy sutilmente y que sin embargo había conseguido excitarlo como nunca. Sus pechos llenos, sus piernas largas y torneadas y un culo repingado y rotundo, permitían imaginarse una muy buena sesión de sexo. Solo era cuestión de no apurarse, y dejar que todo cayera por su peso. Vicente no sabía lo que estaba por pasar, y de tener éxito, hasta estaría satisfecho.
Con un amigo de una inmobiliaria consiguió que le prestaran por unos días un piso totalmente amoblado en el barrio mas caro de la ciudad. Claramente era un lugar para gente importante, y era lo que él necesitaba justamente. Hizo algunos arreglos importantes para su propio plan y dejó todo listo.
Una vez solucionado esa etapa, puso en marcha la segunda parte.
- Vicente, ven a mi oficina, dijo Jorge por el intercomunicador.
- Ya voy Jorge, contestó y salió para su oficina.
Al entrar notó de inmediato la cara de preocupación de Jorge.
- Aquí estoy, ¿ Que se te ofrece?
- Siéntate, Vicente, que quiero comentarte algo.
Vicente se sentó, en alerta.
- Ayer llegó al país el director de RRHH de la empresa a nivel mundial.
- No parece que pienses que es una buena noticia.
- Y no lo es. Cuando el visita una agencia, es porque se prepara una poda profunda. Una reducción de gastos importante, lo que significa mucha gente sin trabajo.
- Eso no me gusta nada.
- Y haces bien.
- ¿ Y cuando sabremos algo más?
- esta tarde tengo que verlo en su departamento
- Bueno, a la noche podemos reunirnos.
- Si podría ser. De paso estoy reuniendo información sobre el tipo, para ver cual es su lado flaco, y de paso igualar un poco la información que posee.
- ¿ está muy informado?
- Conoce todo lo de cada empleado. Familia, amigos, hobbies, vicios. Ni te imaginas.
Vicente salió de la oficina preocupado.
Esa noche le dijo a su esposa que tenía que salir, y rápidamente se dirigió al bar donde había quedado en reunirse con Jorge. Sofi informada al instante por Jorge, no puso ningún reparo.
La cara de Jorge lo decía todo.
- Estamos fregados, Vicente.
- ¿ Qué pasó?
- Tenía un listado. Me preguntó por cada uno de ellos, y no pude mentir, pues los conocía mejor que yo. Tiene facultad para echar a todos los que considere prescindibles.
- ¿ Quienes estaban en la lista? Preguntó asustado.
- No importa ahora. Hay que ver que podemos hacer.
- ¿Yo estaba?. Jorge bajó la cabeza y fue suficiente respuesta. Las piernas de Vicente se volvieron de cera.
- Pero no te preocupes algo se me ocurrirá. Mañana voy a tener el informe del tipo, con todo detalle y luego hablamos.
Terminaron su trago en silencio y cada uno se fue por su lado.
Vicente volvió a su casa preocupado, y aunque Sofía arteramente le preguntó que pasaba el se negó a comentar nada. Por dentro Sofía empezaba a disfrutar su venganza.
Al día siguiente, Vicente no pudo esperar a que lo llamaran y fue a la oficina de Jorge.
- Hola Jorge, ¿ estás ocupado?
- No Vicente, pasa, pasa
- ¿ Qué averiguaste?
- Como te comenté, tiene plenos poderes para decidir quien se va y quien se queda,sin tener que dar explicaciones. Es un tipo muy correcto, soltero, sin familia, incorruptible con dinero, pero tiene un lado flaco.
- ¿ Cuál es? Pregunto Vicente esperanzado.
- Le gustan mucho las mujeres, pero no cualquier mujer. Lo pierden las mujeres fieles y casadas. Es capaz de hacer cualquier cosa por conseguir una. Y hay rumores de que más de una vez usó su poder para lograrlo, pero ninguna prueba.
- No entiendo. ¿ Quieres decirme que por una mujer que realmente le agrade es capaz de cambiar los planes trazados?
- Así es, Vicente, y esta mañana cuando me enteré estuve pensando unas ideas locas, pero luego la descarté.
- ¿ Qué ideas?, pregunto Vicente alterado.
- nada, una estupidez
- Pues somos amigos, cuéntame
- Bueno pero no lo tomes a mal, fue como dije una idea descabellada.
- Cuenta, cuenta.
- ¿ Qué estaría dispuesta a hacer Sofía para que conservaras el trabajo? Tiró sin pestañear.
Vicente se quedo helado. Lo que sugería Jorge era una barbaridad. El amaba a su esposa y no iba a entregarla por un trabajo.
- Estás loco.
- te dije que era una locura, no te ofendas. Lo que pasa que pensé que en definitiva, pasar una noche con un tipo desconocido que no volverá a ver, no era un precio tan alto por mantener el nivel de vida que tienen, pero olvídalo.
Vicente saludó y salió regresando a su oficina.
La idea le dio vueltas toda la mañana. Nunca se imaginó a su mujer con otro hombre, ni creía que le interesara ser infiel. Claro que el no se había portado nada bien, pero su mujer no lo sabía.
A medida que pasaban las horas, puso en la balanza la realidad. Como vivían y las dificultades que podían tener en el futuro. A última hora de la tarde volvió a la oficina de Jorge.
- Jorge, no digo que acepto la idea, porque además depende de Sofía, pero ¿ Cómo podría organizarse si ella acepta?
Jorge lo miró y por un momento le tuvo lástima. La forma en que su mujercita lo había manipulado era muy cruel, pero en seguida se repuso.
- No es simple. Tendría que conseguir que se fijara en tu mujer y que realmente le gustara. Me imagino que el no querrá aparecer en público con ella para no levantar sospechas. Tal vez yo tenga que llevarla hasta su departamento, pero piénsalo bien. Es demasiado, me parece. Además Sofía nunca te engañó, y no creo que lo haga por más que tu la autorices y se lo ruegues.
- Estoy de acuerdo contigo, pero a mi edad volver a empezar no es fácil, y como dices, estamos viviendo bien, y hablamos de mantener todo por el precio de una noche con un desconocido. Tal vez no sea tan caro, cerró Vicente.
- Pues háblalo con tu mujer, pero rápido porque en 48 horas estará tomando decisiones y luego no podrá volverse atrás, remató Jorge. Evidentemente el apuro era su propio apuro por concretar su sueño de tener a Sofía a su disposición.
Esa noche Vicente estaba pensativo. Jorge le había informado a Sofía de la marcha del plan, y ella disfrutaba esperando el momento en que Vicente se entregara.
Luego de cenar se sentaron a mirar televisión, y Vicente empezó a hacer un balance de lo bien que les había ido económicamente y lo complicado que sería empezar de nuevo. Cuando Sofía le preguntó porqué hablaba así , fue la oportunidad que tuvo Vicente para contarle lo que estaba ocurriendo, sin referirse , por supuesto, a lo conversado con Jorge y la participación necesaria de ella en el proyecto.
- Pero es increíble, dijo Sofía simulando estar asustada. Algo debe poder hacerse para evitarlo, dijo tomando a su esposo de la mano.
- Es dificil. El tipo es muy recto, no hay manera de sobornarlo. Bahh, casi no hay manera, dijo
- ¿ Cómo casi?
- Es una historia larga pero no se sabe si es cierta.
- Mejor que nada es, dime de que se trata.
Y entonces Vicente le contó sobre la debilidad del ejecutivo. Sofi hizo como que no entendía.
- No entiendo. ¿ Quieren chatanjearlo? Están locos este tipo debe tener mejor llegada a la cima de la empresa que Uds. dijo con inocencia.
- No Sofi, no queremos chantajearlo. Queremos llegar a un arreglo.
- Pues Jorge está separado así que poco puede hacer y tu.......... hizo una pausa como si recién cayera en cuenta de lo que Vicente quería proponerle, No mi amor, me parece que no entiendo de que va esto.
- Mira mi amor. Tu sabes que te quiero y de solo pensarte con otro hombre me siento morir, pero es mucho lo que está en juego
- Espera. ¿ Tu quieres que me prostituya? ¿ Eso es lo que está diciendo?
- No seas tan escandalosa. Te esto diciendo que quizás una noche con un desconocido nos garantice seguir viviendo como estamos. Pero es solo una idea que nació de la desesperación. Olvídala.
- Si, mejor, dijo y se quedó callada, simulando que pensaba en lo que habían hablado.
Vicente siguió mirando televisión y de reojo veía el rostro de su mujer. Era evidente que estaba dandole vueltas a la idea.Tuvo una cierta esperanza de que ella recapacitara.
Fueron a acostarse, pero ninguno de los dos durmió.
- Vicente, ¿ estás despierto?
- Si mi amor.
- ¿ Vos aceptarías que yo hiciera algo así ? ¿ Que me entregara a otro?
- Sabes que normalmente antes te mataría, pero es una circunstancia tan especial que lo pensaría.
- ¿ Y después? ¿ Cómo reaccionarías después?
- Te querría mas que ahora porque habrías hecho un sacrificio extraordinario por nosotros, dijo tratando de halagarla.
Un largo silencio se hizo. Pasaron varios minutos. Sofía se movía intranquila en la cama. Vicente estaba quieto esperando que la idea madurara.
- No digo que lo haría, pero ¿ Cómo imaginas el encuentro?
- Jorge te llevaría a su departamento en el horario que combináramos y por el tiempo acordado. Me imagino que luego te iría a buscar.
- Cuando regrese, si acepto, no quiero que se vuelva a mencionar el tema, nunca más. Como si jamás hubiera pasado. No vas a enterarte de nada, le dijo seria, Si comentas algo, me iré y no me volverás a ver.
- Por supuesto, jamás preguntaré nada, dijo Vicente no del todo convencido.
La noche pasó sin mas comentarios.
Al día siguiente, cuando Vicente despertó, su esposa estaba en la cocina.
- Buen día Sofi.
-Buen día Vicente, dormiste?
- Si, tarde pero al final me dormí.
- Quiero que hoy hables con Jorge y resuelvas lo que hacer. Yo haré lo que tu ordenes. Nuestro matrimonio se merece esto y estoy dispuesta a hacerlo. Por vos. Pero ya sabes. Nunca pasó. Jamás un comentario, dijo sin mirarlo, un poco para darle mas drama y otro poco para que él no sospechara de su rostro de satisfacción.
- ¿ estás segura? Dijo con alivio Vicente.
- No, no lo estoy, pero se que tengo que hacerlo. Te lo mereces, dijo con doble sentido.
- Gracias mi amor. Luego te hablo y te digo lo que decidimos. Y partió rápido al trabajo.
Apenas llegar fue a verlo a Jorge.
- Jorge, dijo sin saludar, necesito que hables con el hijo de puta, y hagas lo posible para que se interese por mi mujer, le dijo de un tirón.
- ¿ estás seguro? No te creí capaz de hacerlo. ¿ Y Sofi que dijo?, expresó Jorge mientras le removía el puñal en las entrañas.
- Ella me ama y haría cualquier cosa por mi. Estoy viejo para empezar de nuevo y este hijo de puta no volverá a verla jamás, dijo tratando de demostrar convicción.
Cuando Vicente salió, Jorge salió con la excusa de que iba a hablar con el enviado. Por lo menos eso le dijo a Vicente, pero en realidad fue hasta su casa. Era hora de que el empezara a recibir algo a cambio.
Tocó timbre y Sofi abrió la puerta , vestida con una remera y un pantalón corto de gimnasia que dejaba ver sus hermosas piernas.
- Jorge, ¿ qué haces por aquí?
- Tenemos que hablar para organizar la segunda parte del plan.
- Pasa
Jorge la siguió hasta el living mirando como ese culo paradito y generoso se movía a derecha e izquierda. Al llegar al living ya estaba empalmado.
Coordinaron como seguiría la maniobra, mientras tomaban un café. Por fin Jorge se lanzó y acercandóse a Sofi la besó suavemente en los labios. Ella no se resistió y lo dejó hacer. Debía reconocer que Jorge era realmente atractivo. El aroma de su fragancia importada la envolvió y cerrando los ojos se dejó llevar.
El beso fue haciéndose mas posesivo, y de a poco, las manos acompañaron a los labios. Recorrieron el cuerpo de Sofi, deteniéndose intencionalmente en sus pechos, que se notaban sueltos bajo la remera, y firmes, balanceándose con su respiración agitada. Luego su mano bajó por el costado, hasta acariciar su muslo y lentamente meterse entre sus piernas, Sofi sentía la intrusión del macho, pero lo dejó hacer. Necesitaba de la ayuda de Jorge para completar su venganza y además se sentía muy placentero esto de ser acariciada por otro hombre.
Luego de unos minutos, Jorge hizo que se levantara, y cuando estuvo de pie, de un tiró le quitó la remera por la cabeza, dejando sus hermosas tetas al aire. Lo sorpresivo de la maniobra no le dio tiempo a Sofi a reaccionar, pero cuando se sintió desnuda, cubrió sus pechos con sus manos, mientras Jorge avanzó nuevamente para seguir disfrutando de su boca.
La situación era impensada por la mujer. Nunca soñó que otro hombre, en su propia casa, la tendría semidesnuda y que estaría gozando de ella. Y que ella lo permitiría.
De pronto, el macho tomó una de sus manos, dejando sus tetas libres, y la dirigió hacia abajo apretándola contra el bulto que se notaba en su pantalón. La sensación de algo duro y de buen tamaño, sorprendió a Sofi. No tenía mucha experiencia, y solo conocía la verga de su esposo. Una herramienta soberbia pero dentro de lo normal. 17 cm de largo por 4 de diametro. Era suficiente para darle toda la felicidad que ella necesitaba. Pero esto era otra cosa. La curiosidad se le hacía insoportable, pero no quería demostrar demasiado interés. Siguió acariciando esa vara, sin notar que la mano del macho ya la había dejado sola. Nadie la estaba forzando.
Jorge tomó con su boca, posesión de lo pechos de la hembra, jugó con sus pezones paseando de uno al otro, notando como se endurecían lentamente. La tenía lista para la etapa siguiente y no iba a desaprovechar la ocasión.
- Espera Jorge, ya tendremos tiempo dijo sin demasiada convicción Sofi, mientras seguía acariciando el bulto del macho.
- Necesito un adelanto por lo que estoy ayudándote. Vamos no seas mala.
Jorge la obligó a sentarse en el sillón. Sin dejar de mirarla comenzó a desnudarse, Se quitó los zapatos, desabrochó su camisa, y se la quitó. Y luego, lentamente, mas lentamente de lo que Sofi deseaba procedió a quitarse los pantalones. La prenda interior de seda ocultaba algo realmente grande y la mancha húmeda que la envolvía mostraba el grado de excitación del macho. Por fin, se acercó a Sofi, y arrodilándose en el sillón volvió a besarla, esta vez con pasión depredadora. Sofi volvió a acercar su mano al objeto de su deseo. Ahora sin ropa, parecía aún mas grande. Su mano se mojaba al tocarlo, con los líquidos preseminales que brotaban sin pausa, y sentía como su propio sexo se inundaba. Hasta ahí Jorge no había avanzado tan intímamente pero en ese instante su mano se adelantó y corriendo su pantaloncito tomó contacto directamente con su sexo, haciendola suspirar de placer.
Nadie hablaba. Sofi estaba muda por las sensaciones, y Jorge no quería romper el hechizo de ese momento mágico. Ya tendría tiempo de decir lo que sentía, pero ahora temía que cualquier frase quebrara el instante. Su mano acariciaba el sexo de la hembra, y uno de sus dedos incursionó entre sus labios vaginales, totalmente inundados. Los dos estaban preparados, y ninguno quería dejar pasar el momento.
Jorge se levantó y liberó su verga, la que saltó y quedo perpendicular latiendo rítmicamente.
Sofi abrió los ojos y quedo helada. Frente a ella tenía un pedazo de verga increíble. Gruesa, venosa, con una cabeza enorme. Calculó por comparación que se acercaba a los 20 cms. Pero lo más llamativo era el grosor. No debía tener menos de 5,5 cm., de diámetro. Era una herramienta impresionante. No sabía como actuar. Necesitaba tocarla. Lentamente pasó su dedo índice por el tronco que tenía ante ella. Estaba caliente y suave. Cuando llegó al final fue su mano la que acarició la pieza. Volvió a la punta y tomándola con su mano, que no lllegaba casi a envolverla, la descapuchó dejando a la vista esa cabeza morada que parecía un durazno pequeño.
- ¿ Te gusta? Preguntó Jorge
- me fascina pero a la vez me da miedo, dijo Sofia con sinceridad.
- Y no sabes que rica que es diijo acariciándole el cabello.
Sofía entendió el mensaje, pero no estaba dispuesta a entregarse tan fácil.
- No, Jorge, hasta aquí llegamos. Ya te demostré de lo que puedo ser capaz. Cuando el plan termine será tu momento, dijo levántandose del sillón.
- Espera, no puedes dejarme así, rogó Jorge.
Sofía se apiadó del macho. Se acercó y tomando la verga con su mano, empezó lentamente a masturbarlo. Se arrodilló y siguió con su tarea, tomando cada vez mas velocidad.
Jorge deliraba. Cerró los ojos y se dejó llevar por esa mano que lo estaba descontrolando. Por fin, con un alarido comenzó a correrse.
Sofía hábilmente dirigió los chorros de semen a su cuerpo, y pegaron contra sus tetas embadurnándolas completas. Jorge abrió los ojos y alcanzó a ver como los últimos chorros de su acabada pegaban contra los pechos de la hembra.
- Y ahora vete, y deja de poner en riesgo esta jugada. Ya tendremos oportunidad de estar juntos y con la complacencia de el hijo de puta de Vicente, le dijo mientras iba al baño a lavarse.
Jorge se vistió lentamente y cuando terminó salió cerrando la puerta detrás de sí. Necesitaba poseer a esa mujer. Y lo haría a como diera lugar. Era hora de terminar de engañar a Vicente.

1 comentario - Venganza Cómplice (2da. parte)

xxxdios
excelente
🤤 🤤 🤤