La Profesora Parte III

La miraba fijo a los ojos, y me di cuenta que estaba muy en pedo. Ya no estaba con el resto de los padres acompañantes, bailoteaba como podía cerca nuestro.
Me le acerque con dos copas, y me tome la mia delante de ella.
-Te entra otra mas? Otra copa le dije casi gritándole al oído.
No me contesto, pero me la saco de la mano, se la tomo y vi como la saboreo. Me calente viéndole la boca, como le entraba el trago por la garganta.
- Que lindo cuello tenes, le dije.
Sin mirarme, como sonámbula, se dio media vuelta, trastabillo y se fue en dirección al baño. Pene, esta mina no aguanta un segundo mas … Con la mirada le segui la espalda y el culo. Cuando llego a las piernas, veo la B;lackberry que terminaba de caérsele. Me zambullí, y lo cubri con mimano. Me olvide de la mina y como una comadreja con un huevo robado, me volvi con mis compa;eros.
Aun no los encontraba, y ya estaba mirando las fotos que tenia. Muy pocas de la playa, una en bikini, todas tomadas por ella. La habitación del resort, y fotos de ella de su culo, aparecieron como catarata en la pantallita de la Berry.
Me puse al palo solo mirando el teléfono, me olvide de mis amigos, y me deleite con ese culo que se mostraba parado, se perdían los dedos dentro en cada foto.
Pasaron largos minutos hasta que pude sacarle la vista al celular y mirar a mi alrededor.
Primero busque a la mina, que no encontré. Luego mis amigos, que si fueron apareciendo. Me arrebataron como si fueran chorros, el celular de mi mano.
- Que tenes aca?
- El celular de la profe.
- Que viste?
- Fotos guarras mal.
- Mira el chat, nabo.

Vimos unas conversaciones interminables, con un chabon, que también le mandaba fotos de su verga. Era un intercambio. Una verga alzada, un culo parado con un frasco de shampoo incrustado en el ojete.
No creíamos lo que teníamos delante. La mina se apareció en el otro lado de la pista, visiblemente en pedo, y como pudo, con cara de haber vomitado, nos pregunto si ya volvíamos al hotel.
- Si, ya volvemos
- Voy subiendo a la combi, respondió.

A la mañana siguiente, el plan era el dia en la playa. Ella bajo a las 11.00 a tomar sol. Nosotros estábamos desde temprano urdiendo como le sacábamos el jugo a ese tesoro electrónico que encontramos.
A mi se me ocurrió darle la buena noticia. Me acerque mirándole el culo, e imaginándolo con el frasco de shampoo clavado. Se me mojo la punta del nabo de solo mirarla.
Ya cera, sobre ella, me di cuenta que estaba dormida, y casi roncaba. Ronquido de dormir la mona.
Me quede contemplándola, no tenia apuro, y no deje un centímetro del cuerpo sin mirárselo. Recorde las pajas que me había hecho en mi habitación mirando el celular, y me explotaba la verga debajo de mi short.
Me tape con una toalla a rallas que había sobre una reposera.
Me acerque a su oído, y le susurre
- Profe, encontramos su teléfono. Se lo dije con alegría, como si ella debiera ponerse contenta también.
- Mmm que encontraron?
- El celu, con todas las fots, le dije de una, poniendo mi mano sobre su muslo.
- Dio vuelta la cara, me miro con sorpresa y enojo.
- Encontramos las fotos. Repeti.
Ella me miro fijo y movió algún musculo de la pierna, donde tenia mi palma apoyada.
- Y tráiganmelo, se quejo.
- Not that easy, le dije haciéndome el canchero en mi modesto ingles, y subi mi mano por el muslo, llegando casi a la tanga.
Cerro las nalgas, en señal de enojo, pero no pudo hacer mas. Se dio vuelta y mirando hacia el otro lado, pregunto en voz alta. - Y que quieren.
- Nada. Lo tenemos en la habitación. No queremos que esa conversación del chat, ni esas fotos, lleguen a cualquiera.
- Que habitación están?
- 1120
- Ahora subo a buscarlo, respondió sorpresivamente decidida.

Volvimos todos a la habitación mia, nos fuimos dando maquina en el ascensor. No sabíamos bien que hacer. Lo que si sabíamos es que la esperábamos todos.
La vigilábamos nerviosos desde la ventana de la habitación. Parecia no tener apuro. Tomaba sol en su reposera. Pero mas exactamente, parecía querer brocearse el culo. Se había entangado el orto y lo embadurnaba con bronceador.
Pasaba el tiempo, una hora y media. Y la profe no subia. Creo que se había dormido nuevamente.
Nosotros, aunque alzados, nos fuimos distrayendo. Un par se habi ido. Creo que de miedo a lo que pudiera pasar. El resto miraba la tele, y le daban al zapping, buscando algo mas o menos erotico.

Miramos por la ventana, y no estaba mas. Casi sin pasar un segundo, o me pareció asi de rápido a mi, sentimos la puerta, como tocaban las uñas apenas un golpeteo.
Abri la puerta, ampliamente y de un solo movimiento, sin mirar de quien se trataba.
Estaba en bikini, tal como estaba en la pileta, cubierta con un tioallon a modo de pareo. El torso brillaba como el cobre, y lo primero fue mirarle las tetas en su corpiño.
Sin mediar palabra, entro y busco el celular de alguien que estaba sobre la cama.
- Es mio ese. El tuyo esta mejor guardado, le dije.
- Donde esta?
- Te lo queremos dar, pero contanos de que se tratan las fotos. Nos pusimos todos locos.
- Todos las vieron? Pregunto exaltada.
- Si todos nosotros, bahh solo nosotros.
- A verte la tanga, le pregunto mi alzado compañero, y le tironeo de la toalla, como mostrando de entrada por donde venia la conversación.
- Denme el celu y me voy, Esas son cosas mias, no tienen que meterse en mis cosas. Si no me lo quieren dar, no hay drama, son fotos en mi celular. Ya se que no hay ningún delito.
- Los delincuentes son Uds en todo caso, que acceden a mis cosas personales.
- Entonces si lo tenes tan claro porque subiste? Nos hubieras dejado.
Se puso roja, con la pregunta.
- Nada, subi a buscar mi teléfono, me lo dan o no?
- Aca lo tenes, estiro la mano arriba, sin que ella lo pueda alcanzar.
- Vamos que no estoy para juegos.
- Estabas muy caliente anoche, le dije.
- Estaba un poco borracha, nada mas. Pero ahora no lo estoy y denme el celular.
No empezamos a pasar el teléfono entre nosotros, a los pases.. Gritamos.
- Vamos chicos, no sean pavos. Denme el aparato que me voy.
- Tome el celular, y le dije, veni Profe, aca lo tengo. Y cuando se acerco casi a agarrarlo, lo deje caer dentro de mi short.
- Que pasa, no te animas a sacarlo? Le vi la cara roja y el curpo le brillaba mas aun.
- Se acerco, y nos quedamos todos quietos. Dio unos pasos, y metió su mano en mi short. Tenia l apija parada al costado, y mojada de alzada.
Senti como ignoro el celular y me pajeo la verga, miorandome fijo los ojos. No fueron muchas pajeadas, que mi pija juvenil se rindió en un espasmo.
Cuando note que se quería retirar, pensando que con eso nos arreglaba, la tome fuerte de la cabeza, tironenandole los pelos un poco. Presione la cabeza, al tiempo que baje mi bermuda para que vea como me había dejado.
Con suavidad me lamio la verga enlechada, y note como la espalda le empezó a transpirar delante mio.
La cola se irguió, y quedo parada como esperando algo por detrás. Esa sola pose me puso al borde del lechazo, que no se hizo esperar con las siguientes lamidas que recibía en la cabeza.
Los mire a mis amigos, asiendo senas con la cabeza, que vengan en mi socorro. Mi verga en minutos estaba seca, luego de dos acabadas, y ese culo lo conocíamos vicioso de las fotos.
El mas timido, fue el primero. Corrio la tanga como estaba, y trato de entrarle con su poca experiencia. Forcejeo un instante, y la mano de la rubia, le guio la pija adentro del culo directamente.
Muy pocos empujones, bastaron para agotar al novato. El siguiente, no se hizo esperar, entro con la pija al palo, que venia pajeandose mientras esperaba su turno, y sin problemas entro en el culo que estaba muy dilatado.
La profe, solo acerco su boca al recién saliente de su culo, y lamio la pija recién acabada. No dejo ni una gota de semen, lo lamio con cuidado, lamio los huevos, y un nuevo lechazo le salpico la cara.
Atrás de ella se ensaniaban con su culo, que aunque novatos, ya estaban aprendiendo a empujárselo.
Ella intento mover sus caderas para disfrutar esas estacadas. Pero al tercer meneo de cadera, las pijas acababan inexorablemente.
Ella transpirada, no dejaba de chuparlas a la salida del culo, la leche la atraía como el vino atrae al borracho.
Tomo el toallon, se limpio la transpiración propia y ajena, que la cubria, tomo el celular, se acomodo la tanga y el pelo,.
Les dio una ultima mirada a los cuatro exhaustos pendejos tirados sobre las camas y volvioa tomar sol, en el ascensor pensó. Creo que estoy mas caliente ahora que cuando entre a la habitación.

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