La prostituta que me besó.

2 de julio del 2011, por suerte sueldo en mano y como venía con las mujeres que mejor que ir al privado a calmar las ganas, pienso que es una buena manera de gastar plata y que me va a salir más barato que si salgo con una chica ( también creo que pienso eso por una sensación de que no voy a poder conquistar a una mujer, para los que saben o les pasa es una fea sensación de inseguridad con uno mismo, y los que no la sienten créanme que es horrible). Salí del trabajo sobre Paraná, crucé la avenida corrientes doble en Lavalle dos cuadras para el lado de callao y llegué al edificio, estaba el portero en la puerta me preguntó a donde iba y le dije que al segundo me contesto que suba ya sabiendo a que iba.

No era la primera vez que iba a ese privado, esa iba a ser la tercera, la primera vez fue con una mujer madura, la verdad a mi no me importó si estaba buena o no por que iba a calmar mis ansias, yo traté siempre de ser un buen cliente y buscar un lugar donde me trataran bien, dónde no me apuraran, es decir yo quería ser un buen cliente y lo único que pedía a cambió era que ellas sean unas buenas profesionales, no me cabe pagar 300 para que me terminen apurando, con la madura me acuerdo que me trató muy bien y me hizo acabar rápido, era una mujer que sabía lo que hacía. La segunda vez que fui me atendió una mujer más joven que la anterior y me encantó su cuerpo y su buena onda, el advertirme del tiempo, que pasa rápido cuando uno esta con una de estas chicas, pero sin apurarme y sobre todo era lo que más me gustaba del lugar. La tercera vez que es de la que voy a hablar a continuación, yo fui con la idea de estar con la segunda, me puse contento por que era ella la que me abrió la puerta del departamento me hizo pasar a la pieza y me dijo que iba a hacer pasar a las chicas, obviamente para que yo elija, yo le conteste que quería con ella pero me respondió que ella hoy no trabajaba, entendí que estaba indispuesta, con un poco de desilusión le dije que no pasaba nada que pasaran las otras chicas, la primera que entró era con la primera que había estado en ese lugar, la segunda no la conocía pero era una chica delgada de unos 25 años con pelo oscuro, piel blanca, pechos pequeños y una cola que todos nos daríamos vuelta para ver como se mueve si la cruzamos por la calle, enseguida le dije quedáte vos, me dijo ahora vuelvo y volvió con un preservativo y con un rollo de cocina, cerró la puerta y me dijo desnudáte.

Mientras ella había salido antes de que vuelva me acuerdo de haber mordido el caramelo de miel y menta para comerlo, aparte me molestaba estar teniendo sexo con un caramelo en la boca, como dije antes entró, arreglamos el tema de la plata 100 por media hora y nos empezamos a desvestir, yo le dije que tenía calor por que venía con frío de la calle y apenas entré al departamento me chocó una ráfaga de aire caliente, tenían la estufa muy fuerte en la recepción y ella se rió por que pensaba que mi comentario apuntaba para otro lado. Ella quedó en ropa interior y yo en boxer, me pidió que me acostara en la cama y me empezó a besar el pecho, yo le pedí si se podía sacar el corpiño (por que me había pasado en otros lados que no se lo sacaban o me contestaban que salía plata que se lo sacaran) y me contesto sacámelo vos y mirando para el lado opuesto donde estaba yo me mostró su espalda para que se me hiciera más fácil la tarea. Yo le toqué un poco los pezones, y ella empezó a pasar la lengua por mis tetillas y me concentré en tocarle la cola, por que la verdad era hermosa, ella seguía jugando con mis tetillas y de apoco los besos y lamidas subían a mi cuello, en un momento sus labios subieron hasta llegar a pasar muy cerca de los míos, yo quise acercar más mi boca pero ella entre risas me dijo que eso estaba prohibido y me dio una cachetazo en el hombro como queriendo jugar, yo me reía con ella, entonces bajó hasta mi pecho y cuando subió de nuevo esta vez pasó su lengua por mis labios, yo me la jugué la tomé del cuello para que no se pudiera escapar y esta vez la bese yo y simplemente ella me besó y entre sus labios asomó su lengua yo abrí mi boca para liberar la mía y nos besamos apasionadamente ( yo no entendía nada, es más no lo podía creer ) a continuación me quitó el boxer me puso el preservativo me la chupo un rato y me pregunto como quería que se ponga, quería que me cabalgue que se suba arriba mío, tocarle todo el cuerpo mientras ella me besaba y yo la besaba a ella.


Lo bien que se movía esa mujer no se podía creer, por momentos paraba de subir y bajar sobre mi pija para dibujar círculos con su cadera mientra tenía la mía adentro, después de diez minutos le pedí que se pusiera en cuatro, y le seguí dando (para decir la verdad en un momento no me moví más yo, sino que la deje a ella, no sabía quien le daba a quien y eso es lo lindo del sexo para mi, darse entre los dos) pude entender que ella se excitó, que ya no estaba trabajando sino que estaba cogiendo conmigo, le hice que se acostara y yo arriba de ella la penetre lo más fuerte y profundo me acuerdo que ella empujaba mi espalda baja para que cada vez que se la metiera, sería de una manera profunda y que le apriete el clítoris contra mi pubis. Entonces ya mi pija no entraba y salía sino que resbalaba, se había mojado y mucho. Le dije voy a acabar, sus gemidos eran una serie de respiros rápidos y con ritmo, pasó tres minutos más y gemíamos entre los dos, ella empezó a clavar sus uñas en mi espalda y yo empecé a acabar, mientras nuestras lenguas jugaban afuera de nuestras bocas, salí de arriba de ella y me dijo “como me hiciste traspirar” y era verdad terminamos los dos traspirados, aunque era julio el calor de cada uno hizo que nos quemáramos en un fuego que era una mezcla de pasión y excitación, antes de salir de la pieza vi que ella había mojado el colchón, una mancha del tamaño de una mano.

Nos vestimos y me acompañó hasta la puerta, creo que no me besó en la boca antes de irme por que sus compañeras estaban viendo, apenas salí a la calle sentí un frío terrible y más que estaba traspirado. Fui todo el camino hasta la parada del colectivo repasando lo que había pasado sentía una mezcla de alegría y euforia. Y dejando la modestia me sentí un poco orgulloso de mi mismo

Trate de volver a ir dos veces más, pero el portero me decía que se iban temprano, no la volví a ver a ella, y con el tiempo me quedé con el recuerdo y creo que fue algo del momento que se dio así e iba a ser algo único e irrepetible. Hasta la fecha no volví a ir a un privado.

4 comentarios - La prostituta que me besó.

doc1000 +1
Buen post capo buena experiencia. 😉
mdq24 +1
a mi me paso algo parecido que vos, pero yo fui a uno y la mina transamos y otro que queda cerca de mi casa la mina me hizo un pete sin perservativo y nos besamos.
la verdad que ir a un privado esta barbaro ajajaj. abrazo
alex-mak +1
Muy buen relato amigo, saludos, buenas noches.
turupegaso +1
a mi me paso algo similar, en un privado conoci una madura con todo en su lugar, fui varias veces con ella, hasta que nos empezamos a besar, finalmente largo el privado y quedo como empleada en casa, siempre que venia yo estaba solo, asi que hacíamos de todo, jugaba con sus tetas enormes, me hacia los mejores petes, y me dejaba cogerla cuando quisiera, la agarraba limpiando y sin mediar nada la empomaba... jajaja estaba genial, pero consiguió otro laburo donde no se rompia tanto... y se fue