La marca

La tormenta prepoteaba en el cielo, la lluvia temerosa no quería salta de su nube. La puerta del abismo cerrada, la ventana era nuestra conexión con el mundo real.
Ocultos, perdidos en la sombra de una ciudad que duerme para alcanzar los sueños.
Dos personas una sola respiración, las luces bajas, la temperatura del ambiente alta, mientras el frío golpeaba la puerta, que no lo dejaba ingresar.
La humedad de tu lengua sobre mi pene me hace temblar, mis nervios a lo prohibido es algo que no estaba premeditado a realizar.
- ¿Eres la mujer de otra persona?, o ¿ los laberintos del deseo esta noche te condujeron a esta cabaña junto a mi?.
No tengo respuesta; pero no pares tu lengua por favor, que hace que mi verga siga dura, erguida e interrumpe mi respiración.
Miro tu mirada, llena de pasión cohibida.
- ¿Por qué la reprimías? ¿Por qué la liberas conmigo?
- La saliva recubre los espacios vacío de tu boca, que devora sin respirar. Sin aliento me animas a mas... y bruscamente acabo!!
-Animal insensible me tenes que avisar, así lo puedo disfrutar mas. Furiosa me reprochabas, solo interrumpías tu protesta para pasar tu lengua por mi glande, con tus dedos empujas mi semen a tu lengua sedienta.
La luna escondida arremetida por los relámpagos. La lluvia cobarde no se animaba a bajar. El viento junto al frío siguen reclamando, casi rogando, a la puerta que lo deje entrar.
-¿Sabes como sabe mejor el vino? Me preguntaste.
- No. Ingenuamente me atreví a responder.
Tu ojos se agrandaron, casi del tamaño de tu gran sonrisa. Tu expresión me indicaba que algo que tenias en tu mente me lo ibas a practicar.
Me empujas hacia la cama con sorpresa, vuelcas sobre mi torso y abdomen el vino. Con felinos movimientos te acercas a beber de mi cuerpo, sujetas mi verga con firmeza y le das lentos vaivenes. Juegas como animal con su presa.
Gemidos desesperados se camuflan con los truenos. Que no se termine esta noche, es demasiado perfecta. Nadie nos va a salir a buscar con esta tormenta, en este lugar del mundo nadie nos encontrara. (¿mencione que estábamos a orillas del río?)
Tomo el control del asunto, sujeto tu manos, te acuesto en la cama. Me miras fijamente indicándome lo que tengo que hacer.
Esta noche serás mía para siempre. Nadie borrara esta noche de tu memoria, nadie lo logrará.
No dejo de sujetar tus manos, no hizo falta abrir tus piernas. Tu lubricada vagina hace mas fácil mi ingreso a tu cuerpo. Tus gritos me dicen que lo estoy haciendo bien.
Mi castigo recién comienza.
Tu lengua juega con tus labios, mi lengua endurecen tus pezones.
La ventana se cubre de nuestra transpiración. Nos oculta aun mas.
Levanto tus piernas y empujo mas adentro, quiero acariciar donde nunca nadie te a tocado. Miro el lunar de tu labio que solo se ve de cerca. Lo muerdo me lo quiero llevar.
Interrumpo mi juego, no pares me suplicas...esta noche no tiene que terminar.
La marca
Te doy vuela, tu espalda copiaba el calor de las sabanas, tu cola parada era la fruta que me faltaba probar.
La muerdo, mis dientes dejan su huella. Te penetro, te tomo el pelo. –No pares, cojéeme bien fuerte sin contemplación. Que mis gritos no te detengan, te tienen que servir de arenga, me ordenabas.
Con mis manos acaricio tu estrecha cola, la salivo y no paro de empujar.
-¿Qué haces estas loco?
-Esta noche si, le respondi.
-Nunca nadie a entrado alli.
-¿Puedo ser el primero?.
-Si, pero esta noche no. Me dijiste.
Tu cola golpean mis piernas, lentamente se ponen rojas. Mi abdomen es el tope, mas adentro no puedo estar.
-Cogeme, mas fuerte. No pares!!
Con mis manos, doy fuertes nalgadas. El color que toma tu piel es hermoso.
-No te detengas, esta noche puede ser la única, la tenemos que aprovechar.
Tus gemidos ya son gritos. Estamos alcanzando la delgada línea que separa el placer del dolor.
noche
-Me vengo. Gritaste!!! Otra vez mas susurraste.
Tu respiración se normaliza.
-Quiero verte acabar mirándome a los ojos.
Fuimos a la punta de la cama. Mis pies tocan el piso. Llevas tus piernas a tus hombros.
-Esta noche soy tuya. Nunca lo olvides.
Mi verga no podía estar lejos de tu vagina. Parecían imantadas. Tu pose era preciosa digna de ser inmortalizarla en una foto.
Lo lubricada que estaba tu concha, la temperatura perfecta, No podía aguantar.
Comienzo mis movimientos, suaves, circulares. Tu clítoris, esta al rojo vivo. Nuevamente logre dejarte a punto de explotar.
-Fuerte mas fuerte, me lo pedías.
Con mis piernas me impulsaba y los estrictos golpes se hacían escuchar.
Tus gritos eran melodía para mis oídos. Tu climax genial.
-¿Donde queres la leche, mi amor?- Te dije.
-Deja que de eso me encargo yo. Pícara me respondiste.
Te arrodillas, con las manos en la espalda. Comienzas a jugar con tu lengua.
Como la chupabas. (Se me para de solo recordar.)
Me miras, casi adivino lo que piensas.
Con tu mano, comienza a pajearme. Me vas a dar la leche, y esta vez seco te voy a dejar.
-Ahí viene- Le advierto-
-Lo se. Logre adivinar.
Bebiste hasta la ultima gota con deleite. Agotados tuvimos que descansar.
¿Termino la noche aca se preguntan? Nunca va a terminar.
La noche de la cabaña fue eterna. Duro lo mismo que la marca de pasión.

prohibido

4 comentarios - La marca

angieyruben +1
Excelente relato !!!
Caliente, bien elaborado !!!


Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!

pasion
Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
GINGERLYM
Muy buen relato, acompañado de las imágenes

deseo
marca