fantasias con mi jefa

bueno estas son mis primeras palabras en P! espero les guste

Fantasías con mi Jefa

Siempre que llego al trabajo (temprano como todos los días) ansío encontrarla a ella, mi jefa, sentir su perfume tan femenino en las mañanas eleva mi espíritu, suelo quedarme minutos observándola, mientras ella sin darse cuenta (o si) me cuenta como le va... Es en esos momentos cuando mi imaginación vuela, el deseo de poseérla se acrecienta.
La mayor de mis fantasías con ella es tener sexo en su escritorio, suelo imaginarla llegando, con sus jeans ajustados y sus remeras, que destacan tan bien sus atributos, unos pechos turgentes, su cintura marcada y una cola preciosa, una morocha como pocas he visto. Al momento de entrar en nuestra oficina imagino que cierra la puerta cuidadosamente para que nadie escuche nada, se acerca a mi y me saluda cariñosamente, como siempre, y me cuenta como se ha levantado, luego me cuenta que se siente algo contracturada y si seria tan amable de hacerle unos masajes, a lo cual accedo sin dudarlo, ella corre sus cabellos dejando al descubierto sus hombros; mis manos empiezan a masajearla, rozando su piel como seda, con sus gemidos mi libido empieza a crecer, así como la intensidad de los masajes, hasta que por fin me animo y bajo mis manos hasta sus pechos, sintiéndolos tan suaves, tan apetecibles, sus pezones erguidos demuestran su excitación, por lo que ella se da vuelta y comienza a besarme apasionadamente, los besos suben el calor y ella comienza a sacarse la ropa, y yo ni lerdo, ni perezoso, hago lo mismo, en cuanto termina de desvestirse de sienta sobre su escritorio y se recuesta, dejando su femineidad al descubierto, es en ese momento cuando reposo mi barbilla sobre su pelvis y comienzo a beber de su néctar hasta llevarla al éxtasis, lista para ser penetrada; ella lo pide sin resquemores, entonces me preparo y la embisto cual toro embravecido, y comienzo a moverme lentamente, estocada tras estocada el placer aumenta, ella se tapa la boca para no emitir sonido alguno y no levantar sospechas, así continuamos variando la velocidad. Luego de varios minutos de hacer lo que a ella se le antoja, llego a mi clímax y no aguanto mas las ganas de acabar, ella pide que le acabe dentro, quiere sentir mi explosión dentro, un par de espasmos y la explosión no se hace esperar, nunca había gozado tanto, al fin había cumplido mi fantasía, le había dado placer sobre su escritorio.
A todo esto ella sigue contando como va su mañana y me pregunta "vos como estas?" a lo que yo solo respondo con un "bien... todo tranquilo hasta ahora".

Esta es una de las fantasías que tengo con esta hermosa morocha, que si la viesen se quedan igual de locos que yo, espero les haya gustado, espero sus comentarios y por que no, algunos puntillos!
saludos!


Leonidas

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