Historia de la Maestra

HISTORIA DE LA MAESTRA (en primera persona)

Esta historia es de una maestra nueva, me la contaron y me quede pasmado, así que pensando si es realidad o ficticia, decidí compartila pero usando a la maestra como narradora de la historia, usen su imaginación y ustedes decidan.

El lunes pasado empecé a dar clases en un nuevo colegio de la ciudad. Nunca pensé que seria el lugar donde viviría grandes experiencias con alumnos tan jóvenes… Ese dia me vestí muy comoda, una falda a las rodillas muy pegada, no me puse nada abajo, una blusa que dejaba ver un poco de mi escote, y unas zapatillas no muy altas. Llegue al colegio, me asignaron al grupo y todo transcurrió muy bien con los chavos. Cuando todos terminaron el examen me fui a mi cubículo y empecé a calificar los exámenes. En ese momento llego Pablo, Pablo era un chico lindo y de cuerpo atletico, demasiado joven, por esa razón no le presté importancia en todo el día, es mas nadie me parecío interesante, toco la puerta y le dije: “adelante, en que puedo ayudar”. Me sonrió, se sentó en una silla y me dijo que le había ido muy mal en el examen que le diera la oportunidad de repetirlo. Era ya tarde y todos los maestros y alumnos se habian marchado, entonces mi mente comenzó a fantasear con Pablo. Me quite los lentes y le comente que había una forma mas rápida de solucionar ese problema solo bastaba su buena disposición. Le dije que se sentara y pusiera mucha atención en la nueva acesoria que le iba a impartir. Me senté en el escritorio, cruce mis piernas, me desbotone un botón de la blusa y comencé a darle lecciones de química. El no notó el doble sentido de mis palabras así que muy atento prestaba atencion a las cosas que le decia, para que se diera cuenta de mis deseos empecé a abrir un poco las piernas dejándole ver que no traía ropa interior. En ese momento el ambiente empezó a calentarse y el ya no prestaba atención, solamente se dedicaba a verme los bubis, verme las piernas y parte de mi coñito. En un santiamén Pablo se levanto y acerco a mí y note como su verga empezaba a resaltar en el pantalón. Me preguntaba cosas de quimica sin sentido y tembloroso, entonces empecé a susurrarle en el oído que me encantaba y que debía pasar un examen muy difícil conmigo. El de imediato dio la vuelta a mi asiento giratorio y como un loco empezó a tocarme las piernas y a subir lentamente sus manos grandes y suaves hasta llegar a mi coñito húmedo y caliente. En ese momento comencé a desabotonarme la blusa hasta que mis bubis quedaron al descubierto. Nos dimos un apasionado beso, nuestras lenguas se enredaron por varios minutos, mientras que sus manos empezaron a acariciar mis ricas bubies. Para prenderme mas Pablo me pellizcaba mis botones duros lo cual me enloquecía como nunca. Empezó a introducirme sus dedos que entraban y salían por la humedad de mi coñito. Era una sensación exquisita, sentía que en cualquier momento terminaría. Saque su dura y grande verga y comencé a comerla, primero despacio saboreando con mi lengua su liquido saladito y después fui aumentando la intensidad hasta introducirlo todo a mi boca, en un juego de entrada y salida. Vi a Pablo tan excitado que le dije que ahora debía hincarse ante mi. Excitado y tembloroso se hinco ante mí, levanto mi falda y comenzó a recorrer mi coñito con su lengua. Primero por fuera como si fuera un dulce, después fue introduciéndola tímidamente hasta que llego a un punto clave. Los movimientos con su lengua eran como si estuviera sacando mermelada de un frasco pequeño entraba y salía, me succionaba de manera impresionante. Mis fluidos invadían su boca de placer y sabor. Empecé a gemir y le decía que no parara, que me diera más. En ese momento se levanto, me lamió las bubies de manera impresionante e introdujo su verga a mi empapado coñito. Termino vaciandoce dentro de mí, pero aún faltaba lo mejor, comenzó a tenerme sus dedos por detrás, y yo como loca gemia de placer. Cuando sacó sus dedos, yo lo voltie a ver y le dije que me diera por el culo, que me hiciera suya, que no aguantaba mas,y así lo hico, me metió su verga dura y gruesa, me la metio de una sola hasta el fondo, con lo cual exploté y me comenzó a dar muy duro, yo me inhunde en un mar de espasmos y orgasmos muy placenteros, lo hicimos durante dos horas. Terminando nos besamos apasionadamente, nos vestimos y le dije que si quería exentar debía tomar asesorías todas las tardes. Desde entonces le doy ricas clases privadas.

Espero que les haya gustado.

1 comentario - Historia de la Maestra

erb365
yo me ofrezco de alumno