Con Una Compañera del C.B.C

Hola a todos, soy nuevo en esta comunidad y para presentarme les quiero contar una situaci{on que sin quererlo me paso hace un tiempo cuando estudiada el C.B.C.

Bueno, me describo un poco, para no mentir tengo uno kilos de más, mido 1, 73 y soy morocho de ojos negros y piel trigueña. La siguiente situación me paso hace unos años, yo por entonces contaba con 19 años, y estaba estudiando en la facultad de Buenos Aires, cursando del C.B.C. en la sede que estaba en Paseo Colón. Creo que ya la tiraron abajo.. Sin más vueltas pasemos a lo que interesa, el relato. Que es verídico

Esto me sucedió con una compañera de facultad, Era más baja que yo, y 2 años mayor, su nombre es Cintia, de expresión siempre alegre, era simpática y divertida, le gustaba hablar mucho, y no prestaba mucha atención en clase, a decir verdad, siempre le terminaba explicando lo poco que yo entendía. En cuanto a lo físico, como ya dije era más baja que yo, delgada de pelo castaño claro, y largo hasta los hombros, tenia unos pechos bastante considerables, debido a que todavía amantaba al bebe, y un culo no muy formado, pero con trabajo y dedicación entre los 2 lo dejamos apetecible. Debido a las charlas que teníamos durante la cursada de la materia me enteré que se había peleado con su última pareja por motivos que no vienen al caso, y que fruto de esa relación fue su hijito maxi, que para esta fecha tenia 1 añito, que vivía con sus padres y una hermana de 18 años.

A decir verdad, nunca se me cruzó por la cabeza el que pasara algo con ella, hasta una noche en que saliendo de la facu, como a las 10 de la noche veníamos caminando, ya que la acompañaba a tomar el colectivo a unas pocas cuadras de ahí. Aprovechamos para hablar, y de paso yo hacia tiempo ya que a las 11 30 me tenia que encontrar con unos amigos para ir a una fiesta de unas chicas conocidas que se egresaban de la secundaria.

Bueno fuimos hablando de tonterías, hasta que me preguntó que haría y le dije mis planes, entonces ella se ofreció a acompañarme hasta la estación del tren, el punto de encuentro con los chicos, y de ahí tomarse el bus. Acepté y emprendimos en nuevo camino, el cual al ser invierno y tarde, estaba solitario. Con el paso de las cuadras la charla era más viva, y de repente cada comentario de ella iba acompañado por algún roce, abrazo, y beso en la mejilla. Y ella me empezaba a preguntar de las chicas, que quería, como me gustaba el sexo, y demás cosas. Me insistía tanto que en un momento en que me abraza le digo:- Cin, todo bien pero estas jugando con fuego y te podes quemar. A lo que ella en forma burlesca respondió: – ja… si sos un bebito todavía, aparte por ahí me quiero quemar. Si se echó a reír.

Por unos instantes mastiqué la furia que había despertado en mí.

Y el momento en que se acercó para empujarme con el hombro, me corrí y sujetándola de las caderas, la arrinconé contra la pared y la besé profundamente introduciendo mi lengua en su boca durante unos segundos. Al terminar el pequeño beso, le dije:- te advertí… e interrumpiéndome ella me comienza a besar apasionadamente, nunca me imaginé que podía hacer eso. Su lengua prácticamente me tocaba la campanilla, mientras que con sus manos me sujetaba fuerte del culo atrayéndome más pegado a ella apoyando mi miembro en su vientre.

Comprendí la situación y puse manos a la obra, así que comencé a responder el beso, mientras le sujetaba el culo por arriba de jean, y ayudado por la pared la levanté a lo cual ella entendió mi intención y abrió las piernas abrazando mis caderas con ellas, así quedamos besándonos, sintiendo su entrepierna pegada y refregándose cada vez más fuerte a mi paquete que empezaba a reaccionar, mientras que le amasaba el culo con ambas manos. En ese instante ella me mordió el labio con tal fuerza que llegó a lastimarme un poco, por la reacción del dolor aparté mi cara, a lo cual ella me miró y me dijo:- ah, probrecito el bebe, ¿le dolió?

A lo cual la volvía besar con fuerza, hasta casi ahogarnos. Y aparté mi boca y comencé a besarle, el cuello, a mordérselo, al tanto que ella me decía gimiendo en el oído:- dame bebe, que les estas dando un gustazo a mami. Así, mordeme más, calentame lindo. Y ahí ella también me comenzó a morder el cuello, y yo ya tenia una mano dentro de sus jeans tocándole dificultosamente el culo por arriba de la bombacha. Estábamos los dos muy caliente, pero ahí en plena avenida, la cual si bien no pasaban muchos peatones la cantidad de autos era considerable, no detuvimos unos instantes. Y continuamos el viaje. En el cual ella aprovechaba cada oportunidad para tocarme la pija por arriba del pantalón de decirme que el bebito ya creció. O para parar bruscamente delante de mí y apoyarme y menear el culo contra mi bulto. Yo no daba más, y sabía que ella tampoco.

Además sus toque y roces se hacían más descarados, al punto en que me detuvo y se agachó para morderme la pija por arriba del pantalón, y al subir me dijo:- tengo hambre, ¿el bebito le quiere dar de comer a mami?, Cuando quieras. – Ahora nenito. Entonces no pude más, y la arrastré hasta una de las calles laterales, una bastante oscura, y la detuve en la entrada de un garage, bastante oculta de la calle, ahí la di vuelta y la puse de frente a la pared, dándome la espalda, enseguida le apreté bien la verga contra el culo, y comencé a besarle y morderle la nuca. Mientras que mis manos, se metieron debajo de su blusa, y comenzaron a amarsarle las tetas por debajo del corpiño, ella solo gemía y decía así bebito soy tuya, dale dame algo, cojeme papi, cojeme.

Yo seguía en su cuello, nuca y espalda, mientras una de mis manos abandonó su teta, y bajó despacio, mientras le acariciaba el vientre a posarse sobre los botones del Jean, los cuales se fueron desabrochando solos, mientras que la mano izquierda jugaba con su pezón. Cuando el último botón estuvo desabrochado, la mano derecho se coló por dentro del jean y empezó a jugar con su bombacha para meterse dentro de ella y jugar con sus pelos, ¡como me calientan las conchas peludas! Mientras hacia esto ella giró las manos y agarrándome del culo me tiró bien contra ella, mi pija estaba a full, no daba más, quería romper las telas y salir.

Cuando llegué a sus labios, estaban hechos un río de lo mojado, lo acaricié un poco, hasta encontrarme con su clítoris, hinchado y caliente, la masturbé un poco, le frotaba el clítoris y le metí dos dedos para ver como estaba, ella gemía del gusto, así unos minutos. Le saqué la mano de la concha y se las llevé a la boca, ella chupaba como desesperada, me lamía, chupaba y mordía los dedos.

Le saqué la mano de la boca, y con las dos manos, le bajé el Jean, lo suficiente para que su culo quede al aire, y facilitar la penetración, luego separándome un poco me desabroché el pantalón, y saqué la pija, ella me decía, ¿que vas a hacer hijo de puta?, no, no se te ocurra cogerme acá, no seas malo bebe, déjamela chupártela, y después vamos a un Telol. Sin prestarle atención, apoyé mi pija en su concha rebosante de líquidos, me quemaba la cabeza de lo caliente que estaba, mientras ella pedía por favor que no entre, que se la deje chupar. Otra vez no presté atención y levantándola un poco del culo, se la metí hasta el fondo. Sentir esa concha hirviendo y mojada rodeando mi tronco y el profundo gemido de ella, me calentaron más, y comencé a meterla y sacarla despacio, se la sacaba toda, y se la volvía a meter hasta más no poder. Ella me insultaba y tiraba en culo más para atrás, para que entrara más.

Lo único que atiné a hacer, fue a levantarle la blusa, correrle para arriba el corpiño, y sujetar sus tetas que estaban al aire, para metérsela y sacársela más fuerte y rápido de la concha, ella solo gritaba, para callar un poco sus gritos solté una de sus tetas y le tapé la boca con la mano, esta apagó los sonidos un rato. Yo seguía bombeando fuerte mientras le estrujaba la teta derecha, y le mordía el cuello sin compasión. Ella me fue empujando con el culo, hasta quedar doblada por la cintura, apoyando las manos contra la pared, debido a la posición tuve que librarle la boca, pero ella agarró y mordió su blusa, y jadeaba de placer, entonces la tomé de las tetas con ambas manos y la bombeaba bien fuerte, se escuchaba el ruido de mis embestidas, y mi vientre chocaba contra su culo. La situación del momento, cojiendo en plena calle, más la calentura y el roce hicieron que ella acabara dos veces apretando mi pija con sus labios en cada acabada, cojimos bien fuerte un rato más antes de sentir la sensación de no poder aguantar más la leche que pugnaba por salir.

Paré un poco con las embestidas y ella se percató y soltando la blusa me gritó:- Vas a acabar hijo de puta, no se te ocurra acabarme en la concha que estoy ovulando, no quiero quedar embarazada! Acábame en la boca, en la boca ¡dale!, ella se quería mover pero yo no la dejaba, y le dije:- te dije que no juegues con migo, que te ibas a quemar. Se la metí hasta lo más profundo de la concha, y haciendo movimientos circulares con la pelvis, se la fui sacando hasta que salió toda, y le apoyé la cabeza en la entrada de la concha. Ella jadeaba y me pedía que le acabe en la boca, que se lo quería tomar.

Lo pensé, pero me decidí a levantar un poco la cabeza de la pija y apoyarla en su ano, y mientras ella me suplicaba prácticamente que se la de en la boca, se la metí despacio en el culo mientras le separaba los cachetes, ella se calló por un momento, y yo las seguía metiendo hasta que entró toda, sentir su esfínter rodear aprisionando mi verga fue un gustazo. Y empecé a bombear mientras le frotaba el clítoris, ella permanecía callada, y yo bombeaba lo más fuerte posible, no podía creer lo bien que le entraba mi verga en el culo, ya que es bastante gruesa. Entraba y salía sin dificultad, así hasta que no pude aguantar más y le llené el culo de leche, esto le provocó otro orgasmo, estuve un rato acabando y sentía como con cada descarga a ambos se nos vencían las piernas por unos instantes, tanto que casi terminamos en el piso.

Cuando sale mi pija de su culito, ella se separa de mi se da vuelta y me besa profundamente, luego, se aparta, se levanta la bombacha y el pantalón, me guarda la pija, junta las cosas del piso y tomándome la mano emprendemos de nuevo el viaje sin decir una palabra, al llegar a la parada, me abraza apoyando su cara en mi pecho hasta que se aproxima su colectivo, me suelta, me vuelve a besar profundamente, y despidiéndose con una sonrisa se sube al bus.

Me quedé medio extrañado por la situación, estaba parado mientras su colectivo se alejaba, cuando lo pierdo de vista, cruzo la calle, llego a la estación en la cual luego de esperar 10 minutos llegaron mis amigos con una botella de licor de menta en la mano…

Lo que pasó en la fiesta lo contaré más tarde así como siguió la historia con Cintia, y con su hermana.

5 comentarios - Con Una Compañera del C.B.C

emi_vr
IMPRESIONANTE HISTORA...!! ESPERO EL PRÓXIMO RELATO. 🙂 😉
vick1402
espero el proximo 🙄
mmoossaa
🤤 ❤️ 😬 🤦
emmanuelfinance
me gusto la historia yo me estoy recibiendo de ciencias economicas y nunca me levante una miina de la facultad. me recibo y es lo unico que voy a extrañar de la facu, la cantidad de minas lindas que vi
robby13
Eso de coger en la calle, no lo hice nunca ni lo volveré a hacer...